Estudiando las cabras

 Creo que el futuro de la especie humana daría un vuelco si ésta logra despejar dos incógnitas hasta ahora sin solución: Si estamos solos en el universo y si existe vida más allá de la muerte. Pero, mientras tanto, se acaba de producir un descubrimiento trascendental para redefinir nuestro modo de estar en el mundo. Un estudio publicado en "Animal Behaviour" y dirigido por el profesor Alan McElligott, experto en comportamiento y bienestar animal, ha revelado que las cabras han desarrollado una sensibilidad a nuestras señales vocales a lo largo de su prolongada asociación con los humanos. Mucha gente conoce al dedillo la vida de Tamara Falcó, pero ignora que las cabras son conocidas desde hace tiempo por sus habilidades vocales sonoras. Está claro que no sabemos distinguir lo trascendental de lo accesorio. El revolucionario estudio, que contribuye a la escasa bibliografía disponible en relación a este tema, ha demostrado que las cabras codifican sus balidos con información relacionada con su identidad individual y sus experiencias emocionales. ¡Ahí es nada! Para colmo, estos simpáticos mamíferos artiodáctilos también son capaces de identificar nuestras emociones. Concretamente, pueden "leer" las expresiones emocionales humanas. Las cabras del estudio tendían a pasar más tiempo mirando a quien les hablaba tras un cambio en su tono de voz, sobre todo cuando el discurso pasaba de una voz más alegre a otra más airada o triste y viceversa. Todas las cabras no respondieron igual al estudio, lo que podría deberse a variaciones en sus capacidades cognitivas. Es decir que debe haber cabras con altas capacidades, listas, con dificultades de aprendizaje y, lo que se viene llamando, tontas del culo. Los resultados son esenciales para comprender mejor el comportamiento, el bienestar y las experiencias emocionales de los animales y extrapolarlo cuanto antes al ser humano. Antes a la gente que estaba como una cabra se la ingresaba en un manicomio. Pero, visto lo visto, yo creo que debemos empezar a expulsar a mucha gente de ámbitos como las aulas, los mítines electorales, las cámaras legislativas o las tertulias televisivas y púlpitos radiofónicos y comenzar a llenarlos de cabras. Pero ya verás como muy pronto habrá cabras que reclamen la superioridad étnica de la cabra hispánica y proclamen como su líder a la cabra de la Legión.