martes, 15 de abril de 2025

Tradiciones de los cojones

 La inteligencia va unida a la capacidad de resolver problemas y de enfrentarse a lo nuevo, a lo desconocido. Tenemos, además, querencia a romper las situaciones de rutina. De ahí el gusto por las situaciones donde eso ocurre: nuestros cumpleaños, las vacaciones de verano, las fiestas en general. El problema viene cuando pretendemos romper la rutina cayendo en la rutina institucionalizada por la sociedad. Eso, exactamente eso, son las tradiciones. La ruptura de la "rutina" ya viene marcada en rojo en el calendario: Nochevieja, Reyes, Carnaval, Semana Santa, fiestas tradicionales, ferias, Halloween, Navidades... Y vuelta a empezar. Quizás seguir las tradiciones, el siempre igual, es una forma de liberarnos del miedo a la incertidumbre y la inestabilidad que nos invade. Las fiestas navideñas son un claro ejemplo. Su éxito se liga a que parecen combatir tres de los grandes miedos del ser humano: El miedo a la soledad (de ahí el valor que damos a las reuniones familiares y con amigos); el miedo al hambre (de ahí los excesos con la comida); y el miedo a la falta de futuro (de ahí la necesidad de desear felicidad y prosperidad; buscar la fortuna en la lotería o pensar que los rituales para recibir el año nuevo nos van a cambiar la vida..., a mejor). Pero un día te levantas y esas mismas expectativas se han torcido en frustración. Han crecido demasiado. La competitividad que nos rodea paraliza la virtud de celebrar hasta transformarla en compromisos para no defraudar lo que esperan otros de ti. A veces, bastantes veces, no sabemos qué hacemos porque queremos hacerlo y qué hacemos porque queremos que se vea que lo hemos hecho. Necesitamos ser productivos hasta en el ocio. Y, mientras tanto, las horas empiezan a correr más rápido en nuestra cabeza. La prisa nos devora. Ni siquiera nos permite saborear en primera persona del presente de indicativo los grandes momentos cotidianos. Que existen constantemente. Aunque no sean en día festivo. Aunque no surjan en un lugar idílico para posar en Instagram.

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