Lo de gente como Miguel Bosé me toca las narices. Quizá debería hacer como José Sacristán cuando una vez le preguntaron por él: "¿Miguel Bosé? No pierdo el tiempo con imbéciles”, pero como un moderno Quijote no puedo evitar luchar contra estos "gigantes" gilipollas. Y ma da pena arremeter contra alguien que, sin duda, ha hecho grandes cosas pero que ya hace tiempo no es otra cosa que un personaje decrépito, física y moralmente, un fantoche, un narcisista que reclama puerilmente atención aún a costar de exponer su necedad. Yo creo que el problema no es de estos personajillos -tontos de baba ha habido siempre y seguirá habiendo- si no de aquellos que le prestan su altavoz. Esta vez Bosé ha sido invitado -de nuevo- por Pablo Motos a El Hormiguero, ese programa que lleva 18 años ofreciendo lo mismo, y dijo que "Europa ha caído en el wokismo más absoluto. Las libertades que teníamos en los años 70, 80, ya no las hay". ¡Qué cansancio oír a gente que ha tenido vidas fáciles, que ya la tienen resuelta, ambas cosas, o que hablan desde la más supina ignorancia o el más cínico sectarismo ideológico, decir sin consecuencia alguna que ya no se puede decir nada. La paradoja es hasta cómica. El problema de esta gente no es que no puedan decir nada, es que no toleran que se les responda y contradiga. Su problema es que no les gusta que les recuerden que "Necio es el que dice necedades”. Bosé busca la notoriedad que su creatividad ya no le da, persigue la polémica falsamente rompedora que otrora lo definían como un atractivo rebelde. Bosé tiene mala memoria. Ya no recuerda cuando, hablando de su bisexualidad, decía: "En aquella España, todavía esas cosas no se podían así hablar tan alegremente". Pero bueno, no es inusual ver a Bosé cambiar de parecer. Él, que defendió la búsqueda de una vacuna contra el VIH, para después convertirse en un rabioso antivacunas. Es la incongruencia de un tipo que se ha "metido" todo tipo de sustancias, que le han licuado las meninges, y ahora teme a una vacuna. Pero, en fin, vivimos una época en la que los discursos cuanto más estrambóticos, extremos, cuantas más patadas den a la evidencia, al conocimiento, a la ciencia y la razón, más virales se hacen. Muchos mediocres, muchos famosos trasnochados, muchos "ofendiditos", muchos hiper ideologizados auto victimizados, han encontrado un altavoz y todo tipo de necios discursos tienen hoy su voz. Por eso no sé si habría que replantearse ese discurso victimista de "no me dejan hablar". Hay que ser muy "cuñao" para decir que en los 70 había en este país más libertad de la que hay ahora, Boselito. Entiendo que él que viene de una familia con muchos posibles, de una familia pija, con padre bien relacionado con el franquismo, no sintiera todas estas falta de libertades de la clase obrera de este país. Hace unos años la exsuegra de Miguel Bosé dijo públicamente de él que era un ser endiosado y caprichoso; un déspota, un cretino y un imbécil. "Está neurótico perdido", dijo. A lo mejor es sólo que antes de cada entrevista el "activista por las libertades" procede a chupar la piel de un sapo bufo, y mientras los demás nos dedicamos a "plancharnos el corazón, él nos da Bambú ... turap tuhe oh yeah!"
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