martes, 15 de abril de 2025

Monstruos y vacíos 10-4

Nuestro destino es vivir luchando contra monstruos y vacíos. Y no sé qué es peor, pues lo peor que te puede hacer un monstruo es matarte, pero los vacíos te dejan viviendo mucho tiempo después de haber engullido. Los monstruos son agotadores e irritantes porque te obligan a estar constantemente perdiendo las fuerzas combatiendo contra ellos. Además, para nada, porque los monstruos son inmortales y siempre terminan ganando en algún momento por incomparecencia del contrario. Lo peor que te puede hacer un monstruo es matarte, pero morir es parte de la vida, y puede ser una gran putada, pero desaparecer es mucho peor y más aún cuando los vacíos nos están llevando a seguir vivos hasta mucho tiempo después de haber desaparecido. Si, ya sé que todo ésto es propio de un aprendiz de intelectual sin gafas, por eso para reivindicarme llevo tiempo por el mundo haciendo trabajo de campo y buscando por ahí vacíos. Y sin querer pecar de falta de modestia, he de decir que he tenido un éxito absoluto en mis pesquisas. He estado en centros comerciales descubriendo abismales vacíos que devoran personas a las que apenas les quedaban fuerzas más que para comprar y comprar. He visto en las calles vacíos, como gigantescos socavones, donde la gente comía, bebía o decían vivir alguna “experiencia especial” tras otra sin pararse a disfrutar de ninguna. Algunos bebían alcohol hasta reducir a sus cerebros a su funcionamiento más básico. Otros se drogaban hasta matarse físicamente y algunos, simplemente, se dejaban ir hacia la desaparición sin cuestionarse absolutamente nada. Pero el peor vacío anida en la mente de mucha gente y, lo peor, es que intentan rellenarlo mirando sus manos, donde invariablemente habita un teléfono móvil en el que se aíslan y se sumergen en un vacío de colorines y falsas promesas. En él reciben o envían mensajes totalmente prescindibles que les justifican evitar el contacto directo con sus semejantes, o consumen fruslerías en forma de vídeos banales e insustanciales, o ven pornografía, o entregan su tiempo a videojuegos, o a series de moda, o pasan horas simulando que están socializando en "redes". En cualquier caso dejando pasar el tiempo para llegar lo más anestesiados posible a su final desaparición. Con menos energía y ganas decidí relacionarme con aquellas personas y preguntarles acerca de sus vacíos. Y descubrí que muchos detestan profundamente hablar de sus vacíos. Por contra hablaban mucho de vida, de ocio y de disfrute, pero como un comercial de agencia de viajes, de una manera impostada que se percibía como ansiosa y que les situaba -creo- en modo huida desesperada. Me imagino que realmente es muy jodido sentir como vas cayendo en ese vacío que te va a desintegrar de la realidad en la que vas a tener que seguir viviendo. Por eso cualquier cosa que te haga creer que estás en movimiento se puede convertir en un engaño para una mente que confía en que puede escapar del "gran vacío". Por eso, quizás, además de otras usar otras estrategias, a lo peor mucha gente esta intentando llenarlo con lo que le venden y parar su avance destructivo a base de cebarlo con dinero y cosas materiales. No he tenido ningún éxito en encontrar solución a estoy y ya estoy cansado de tanto pensar, por lo que he decidido escribir mis hallazgos y dejarlos ahí, a ver si alguien más inteligente u otro intelectual, está vez con gafas, puede hacer algo con ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.