sábado, 20 de diciembre de 2025

El Cairo

Aún no ha amanecido. Una brisa ligera sopla desde el Nilo. El viento arrastra un leve tufo a agua estancada y pobreza antigua. No sé exactamente dónde estoy pero todo huele a su suburbio. Sólo hombres y niños pueblan la calle a estas horas. Son parte de un decorado. Permanecen quietos o deambulan pero todos tienen esa mirada perdida de la desesperanza. Los niños no juegan, no son niños. Parecen aburridos, taciturnos. A la espera de una oportunidad que saben que nunca llegará. Ya saben lo que el futuro les depara: trabajar 18 horas diarias por un salario miserable con el que apenas podrán alimentar a sus familias; remendar la pobreza para permitirse el único lujo que esta sociedad les permite: subsistir. El capital se ha adueñado de casi la totalidad de cada una de sus vidas. Con el único objetivo de que sigan produciendo para que otros consumamos. El resultado es la unión, eslabón por eslabón, de la sólida cadena del esclavismo en torno a sus tobillos. Viven en una tierra sin oportunidades donde el sol, que otrora fuera un dios, luce ahora sin brillo cumpliendo un horario laboral, iluminando el escenario donde los hijos de su tierra serán precarizados y explotados para el beneficio ajeno. Los barrios del viejo Cairo huelen a resignación, a amargura y sueños incumplidos. Aquí no se conjuga el futuro, porque las historias inspiradoras vienen de sitios lejanos, son excepcionales dentro de un sistema que condena a la bancarrota económica, y lo que es peor, a la moral, a la mayoría de esta gente. Un anciano se para y agarra con fuerza su mugriento bastón. Su mirada, que es un océano de tristeza, se dirige al fondo de la estrecha callejuela, cubierta por sombras perpetuas. Desesperado, busca una rendija de luz con que mirar a su nieto adolescente. Este, mientras, intenta afrontar las durezas y fealdades existenciales de las que no le hablaron en una niñez. No puede. Los ojos de su abuelo, carcomidos por la vida, lloran.

miércoles, 10 de diciembre de 2025

Saqqara y pirámide de Zoser

Conjunto de Gizah

Templo de Luxor

El templo de Luxor, situado en el corazón de la antigua Tebas, forma parte del conjunto denominado Antigua Tebas con sus necrópolis. Fue construido esencialmente bajo las dinastías XVIII y XIX egipcias. Estaba consagrado al dios Amón bajo sus dos aspectos de Amón-Ra (Ra, era considerado el dios del cielo, dios del Sol y del origen de la vida en la mitología egipcia). Las partes más antiguas actualmente visibles remontan a Amenhotep III y a Ramsés II. Seguidamente, nuevos elementos fueron añadidos por Shabako, Nectanebo I y la dinastía ptolemaica. En época romana, el templo fue parcialmente transformado en campo militar.

El edificio, uno de los mejores conservados del Nuevo Imperio, aún mantiene numerosas estructuras. Además del gran pilono, el visitante puede también atravesar dos grandes peristilos y la columnata monumental que enlaza estos dos patios.

Historia y desarrollo del templo de Horus-Osiris.

Su construcción fue ordenada por Amenofis III a su arquitecto Amenhotep. Este edificó un templo completo. Todo está precedido de una sala hipóstila abierta a un gran patio cuadrado, el «patio solar», rodeado por tres de sus lados de una doble hilera de sesenta y cuatro columnas papiriformes. Tras él, el naos, el santuario de la barca, la sala de ofrendas y la antecámara, esta última flanqueada de capillas destinadas a la tríada tebana.

Las salas de culto, al igual que la sala hipóstila, se elevan sobre una plataforma con una gran inscripción dedicatoria.

El conjunto, con proporciones imponentes pero armoniosas, fue completado por una columnata procesional de acogida de unos veinte metros, formando un grupo monumental que marcaba la entrada del templo. El programa arquitectónico se ejecutó probablemente en tres fases sucesivas y ocupó todo el reinado.

Como hizo en Karnak para el patio de su padre, Amenhotep III destruyó sin duda un templo más antiguo delante del cual debía encontrarse la capilla edificada para Ra. De hecho, la estructura interna está en parte constituida con bloques reutilizados provenientes de un edificio anterior. Difícilmente accesibles, estos bloques son todavía visibles en la zonas orientales del templo que fueron modificadas en la época greco-romana. Aquí se ha encontrado cartuchos grabados de Tutmosis IV.

Ejecutado en el más puro estilo de la XVIII dinastía egipcia, el Opet del sur constituye un raro ejemplo de edificio religioso del Nuevo Imperio bien preservado, aunque los muros que rodean las diferentes partes del monumento se hayan derrumbado o sus materiales hayan sido reutilizados en épocas posteriores - lo que nos permite admirar las columnas desde el exterior del monumento.

El templo fue descuidado, incluso maltratado durante el reino de Akenatón. Los trabajos recomenzaron bajo Tutankamón y Ay, quienes acabaron la decoración de los muros de la columnata procesional, añadiendo especialmente las escenas de la Fiesta de Opet.

Ramsés II, el otro gran constructor en Tebas, añadió el pilono, cuya plaza estaba adornada con seis colosos de Ramsés II, cuatro de pie y dos sentados, todos con su nombre, además de dos obeliscos, y un segundo patio con pórticos, de un estilo típico de la XIX dinastía, con columnas macizas que recuerdan a la sala hipóstila de Karnak. Lo adornará también con estatuas alternando con las columnas. Otros dos colosos sentados, con su imagen, precedían la entrada de la columnata procesional de Amenhotep III.

Para edificar este nuevo patio, el arquitecto de Ramsés tuvo en cuenta la existencia de una triple capilla de Hatshepsut, lo que explica que el eje del monumento esté dirigido hacia Karnak. No se percibe a primera vista, pero es imposible tener desde el pilono una vista axial del templo, ya que la perspectiva está rota. El conjunto está sin embargo muy bien concebido para que esta particularidad no afecte a la armonía de las proporciones; incluso los obeliscos, de medidas diferentes, fueron emplazados desfasados de tal manera que cuando nos situamos frente al pilono, no se note la diferencia.

Los dos obeliscos fueron ofrecidos en 1830 a Carlos X de Francia por Mehemet Ali, pero solo el de la derecha fue derribado y transportado a Francia. Jean-François Champollion fue quien eligió, por mandato del rey, el primero de los dos obeliscos, en parte cubiertos de arena. La leyenda dice que se decidió por el de la derecha, entrando en el templo, el más pequeño y el más dañado. El obelisco fue erigido con una gran fiesta en París, dónde se erige después de 1836 en el centro de la plaza de la Concordia. En agradecimiento, Luis Felipe I de Francia ofreció un reloj que hoy día adorna la mezquita de Mehemet Ali en el Cairo, pero se estropeó en el camino y nunca funcionó. El segundo obelisco, que nunca salió de Egipto, fue oficialmente «devuelto» por Francia en 1981, al principio del primer mandato de François Mitterrand.

El agrandamiento del templo continuó en el periodo tardío de Egipto. Los faraones nubios de la XXV dinastía añadieron el muro de recinto además de un grupo arquitectónico de columnas formando un ante-patio. El recinto fue reacondicionado o restaurado por Nectanebo II, faraón de la XXX dinastía, al igual que todos los templos de Tebas. Construirían igualmente la avenida de las esfinges que unía el templo de Luxor al de Karnak, además de un pequeño templo dedicado a Isis..


martes, 9 de diciembre de 2025

Complejo de Karnak

Karnak, significa "ciudad fortificada". Es el nombre de una pequeña población, situada en la ribera oriental del río Nilo, al norte de Luxor, la antigua Tebas, que albergaba el complejo religioso más importante del Antiguo Egipto.

Forma parte del conjunto denominado Antigua Tebas, con sus necrópolis, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Es el conjunto de templos más grande de Egipto.

Su construcción comenzó durante el reinado de Sesostris I (1971-1926 a. C.) en el Imperio Medio y continuó hasta el Período ptolemaico (305-30 a. C.), aunque la mayoría de edificios relevantes datan del Imperio Nuevo. Fue lugar de culto principal de la tríada tebana en la Dinastía XVIII, con el dios Amón a la cabeza.

La historia del complejo de Karnak está ligada a la historia de Tebas. La ciudad de Tebas no tuvo gran relevancia antes de la Dinastía XI y los templos anteriores habrían sido relativamente pequeños, con santuarios dedicados a las primeras deidades de Tebas, la diosa Mut y Montu. Los primeros edificios fueron destruidos durante invasiones. El primer vestigio en la zona es una pequeña columna de ocho caras de la dinastía XI que menciona a Amón-Ra. Amón era la deidad local de Tebas y su traducción es el dios "oculto".

Los faraones que contribuyeron a su desarrollo básico durante la Dinastía XVIII fueron Tutmosis I (1504 a. C. - 1492 a. C.), la reina Hatshepsut (1490 a. C. - 1468 a. C.) y Tutmosis III (1479 a. C. - 1425 a. C.). Su trabajo fue continuado en una escala aún mayor por los faraones Seti I (1294 a. C. - 1279 a. C.) y Ramsés II (1279 a. C. – 1213 a. C.) de la Dinastía XIX.

Los edificios más relevantes en el Recinto de Amón-Ra se construyeron durante la dinastía XVIII, cuando Tebas se convirtió en la capital del Egipto unificado. Casi todos los faraones de esta época añadieron algo al yacimiento. Tutmosis I erigió un muro que conectaba los pilonos Cuarto y Quinto, que encerraba la parte más antigua que todavía se conserva in situ. Hatshepsut también erigió monumentos y restauró el Recinto de Mut, que había sido atacado por gobernantes extranjeros durante la ocupación de los hicsos. Ordenó alzar dos obeliscos gemelos, en aquel momento los más grandes del mundo, en la entrada del templo; uno todavía se conserva, siendo el segundo antiguo más alto del mundo de la antigüedad; el otro se derrumbó y está partido.

Otro de sus proyectos es la "Capilla Roja", pretendía ser un santuario de barca y originalmente estaría entre los dos obeliscos. Más adelante ordenó alzar otros dos obeliscos para celebrar su 16 aniversario como faraón; uno de los obeliscos se rompió durante la construcción y se realizó un tercero para reemplazarlo. El obelisco que se partió es actualmente conocido como el obelisco inacabado y se encuentra en las canteras de Asuán.

EDIFICACIONES.

*Recinto de Amón-Ra. 

Está formado por dos partes, una más antigua y otra más reciente. Se fueron añadiendo salas, patios y pilonos con un claro carácter monumental. Tiene un eje perpendicular al río, que es el principal, y otro paralelo, que son añadidos. Hay un canal procedente del Nilo, delante del cual había un embarcadero al que se llegaba por dos rampas, una de cada lado, y delante del canal había un embalse. Del embarcadero al primer pilono existía una avenida de esfinges con cuerpo de león y cabeza de carnero. Ese primer pilono, llamado pilono I, muestra 4 agujeros a cada lado en los que se encajaban los mástiles de madera de cedro revestidos de cobre para las banderolas de días de fiesta. En la parte de arriba tenía 4 pequeños orificios que servían para que salieran 4 argollas de cada lado que sujetaban los mástiles. Este pilono, junto con los dos lados laterales que les siguen, fueron obra de la dinastía XXII del faraón Sheshonk I. Ambos no se terminaron y por ello este pilono no tiene relieves.

Detrás del primer pilono está el gran patio del palacio. Es un patio porticado en todos sus lados. Dentro hay numerosas construcciones diferentes de finales de la dinastía XVIII y de la dinastía ptolemaica. Es el más grande de todos los patios egipcios. En el norte tiene 18 columnas con capiteles papiriformes cerrados y el lado sur está formado por 9 columnas iguales cortadas por el templo reposadero de Ramsés III. Del otro lado del templo está el pórtico de los "bubastitas" formado por dos columnas y dos pilares. En el centro estaba el templo de Taharqa, que era donde se colocaba la barca procesional.​ Este era de una sola sala con una columna de gran altura con capitel campaniforme. Al lado del pilono 1 está el templo de Seti II. Este tiene 3 habitaciones independientes. Era para colocar las tres barcas en momentos solemnes, situando la de Khonsu al este, la de Mut al oeste y la de Amón en el centro.

Aquí edificó Ramsés III un templo simple mucho más grande que lo demás. A este se llegaba por una pequeña avenida de esfinges con dos pilonos de entrada; detrás, un patio porticado con pilares osiriacos; luego una sala hipóstila sencilla con una nave central más alta y ancha con claristorios en la diferencia de altura. En el Sancta Sanctorum se colocaban las barcas. Delante del pilono II, ligeramente más pequeño que el primero, hay un pórtico con dos colosos del faraón Ramsés II de los que solo se conserva el de la derecha. Estas colosales figuras del faraón eran de granito rosa.

Este pilono y el patio que lo precede son obra de Horemheb. Este fue un jefe del ejército que se convirtió en Faraón. Comenzó la nave central de la Gran Sala Hipóstila, que es una de las más grandes construcciones del arte egipcio, comprendido entre el II y el III pilono. Esta sala está compuesta por 134 columnas. La nave central tiene 12 columnas con capiteles campaniformes, con claristorios en la diferencia de altura. Las naves laterales, muy estrechas, estaban formadas por capiteles lotiformes. Los fustes de las columnas estaban cubiertos con relieves y escultura jeroglífica. Las naves laterales las hizo Horemheb y la central Amenofis III, que construyó también el III pilono cerrando la sala hipóstila. Tras el III pilono hay un patio que une los dos espacios. Este gran patio se creó como separación de los III y IV pilonos y tenía 4 obeliscos de granito rosa de los que se conserva uno.

Se conservan dos estatuas hechas por Tutankamon de Amón y Amonet en arenisca roja. Seguidos de ese patio está el santuario del arca. Ha sido reconstruido su techo y se han podido recuperar restos de la policromía que revestía sus paredes. Seguido hay un patio con restos del templo de Amón construido en el imperio medio y reformado por Hatshepsut.

Esta construyó en otro lugar una especie de sala que se llamaba de los festivales. Luego Tutmosis III lo destruyó y construyó otra sala de festivales. A este se entra por la derecha. Delante de la puerta había un coloso y tenía una especie de escalinatas que accedían al interior. Cuando entrabas había unas habitaciones para el templo. La sala central es más alta que la nave lateral, muy curiosa ya que rodea toda la nave central estructurada con columnas. Esta nave está apoyada en pilares.

Después se pasa a la habitación del jardín botánico, formada por 4 enormes columnas papiriformes y los relieves de esta sala nos hablan de su paraíso, que era un jardín de recreo con plantas y aves importantes y curiosas. Ellos quieren traer estas especies para que se adapten al Nilo. Finalmente está el Sancta Sanctorum, donde estaba la estatua de oro de Amón, de uso privado. El templo fue construido desde aquí hasta el final. El lago sagrado para unos era un lugar donde se paseaban las barcas sagradas y para otros era una piscina donde se purificaban los sacerdotes. La teoría más acertada es que se criaban allí unas ocas de Meydum para su sacrificio, muy representadas en la pintura egipcia. La escalera que baja hasta la piscina es llamada escalera de las ocas. A partir del pilono IV se comunicaba por un patio del escondrijo con el Pilono VII, obra de Tutmosis III, con el VIII obra de Hatshepsut, el IX de Horemheb y el X de Amenofis III.

Estaba la llamada avenida de las esfinges con cabeza del faraón Amenofis III y cuerpo de león. Esta se extendía 2 km, atravesando así Tebas, y unía este templo con el de Luxor sobre todo en las festividades importantes como el Opet.

*Gran Sala hipóstila.

La Gran Sala Hipóstila de Karnak es una de las partes más singulares del conjunto religioso. Con 23 metros de altura, es un espacio arquitectónico cuya cubierta está sustentada por 134 gigantescas columnas que son más altas en las dos filas centrales, conformando un gran pasillo, cuya disposición posibilita iluminar desde el eje de la sala. Como material se utilizó la piedra, tallada en bloques que conforman los tambores de las columnas. Estas sustentaban en basas y terminaban en gigantescos capiteles papiroformes y campaniformes, sobre los cuales se apostaban enormes dinteles que sostenían una cubierta adintelada. Los fustes de tan colosales columnas se encontraban decorados con relieves polícromos, encargados de complementar la grandiosidad del lugar sagrado.

En el antiguo Egipto, la construcción de los templos se iniciaba siempre por el santuario, lo que significa que Karnak se comenzó por el centro y se terminó de construir por las entradas al recinto. Todo el conjunto estaba ricamente decorado y pintado en vivos colores.

*Recinto de Montu

Este recinto, el más pequeño de Karnak, dedicado a Montu, dios de la guerra e hijo de Mut y de Amón-Ra. Está situado al norte del de Amón-Ra. Sus principales edificios son el templo de Montu, contiguo al templo de Harpócrates y al templo de Maat.

*Recinto de Mut.

Este lugar estaba dedicado a la diosa madre, Mut, que pasó a ser identificada como la esposa de Amón-Ra en la tríada tebana de la dinastía XVIII. Se encuentra al sur del nuevo complejo de Amón-Ra. Tiene varios templos pequeños asociados y posee su propio lago sagrado construido en forma de luna creciente. Este templo fue destruido y muchas de sus partes se utilizaron para otras estructuras. Tras los trabajos de excavación y restauración realizados por un equipo de la Universidad Johns Hopkins dirigido por Betsy Bryan, el yacimiento de Mut se abrió al público. En el patio de su templo se encontraron 600 estatuas de granito negro. Es posible que ésta sea la parte más antigua del yacimiento

*Templo de Amenofis IV

El templo que Akenatón (Amenhotep o Amenofis IV) construyó aquí estaba situado al este del complejo principal, fuera de los muros del recinto de Amón-Ra. Fue destruido inmediatamente después de la muerte de su constructor, que había intentado vencer al poderoso sacerdocio que se había hecho con el control de Egipto antes de su reinado. Su demolición fue tan completa que se desconoce toda su extensión y distribución. El sacerdocio de ese templo recuperó su poderosa posición en cuanto murió el faraón, y contribuyó decisivamente a destruir muchos registros de su existencia.


Templos de Deir El-Bahari

Deir el-Bahari, literalmente, significa "El convento del Norte" y es un complejo de templos funerarios y tumbas que se encuentra en la ribera occidental del río Nilo, frente a la antigua ciudad de Tebas, la actual Luxor.

Además del Templo funerario de Hatshepsut, en Deir el-Bahari podemos destacar:

*El templo funerario de Nebhepetre Mentuhotep II, uno de los faraones de la Dinastía XI en el comienzo del Imperio Medio, que construyó un complejo funerario insólito. Su templo funerario se levantó sobre varios niveles. Consiste en un patio, cerrado por muros en tres lados y una terraza posterior sobre la cual se encuentra un gran edificio de planta cuadrada. Como el templo está orientado hacia el Este probablemente fuese construido para culto al dios solar Ra y la resurrección del faraón.

En la parte este del patio delantero está la "Puerta del Jinete" que conduce a un pasaje subterráneo y a una tumba inacabada o cenotafio que alberga una estatua sedente del rey. En la parte oeste fueron plantados árboles exóticos, al lado de la rampa que conduce hasta la terraza. La parte trasera del patio y la terraza contienen columnas decoradas con bajorrelieves de procesiones, barcos, temas de caza, y escenas mostrando los logros militares del rey. También fueron encontradas aquí estatuas del rey de la duodécima dinastía, Sesostris III.

La parte posterior del templo fue excavada en la roca y consiste en una tribuna con peristilo, una sala hipóstila y un pasaje subterráneo que conduce hacia la tumba real. La construcción, parecida a una mastaba sobre una terraza, está rodeada por un deambulatorio a lo largo del muro oeste, donde se encontraron la estatua y las tumbas de varias damas e hijas del rey. Estas princesas reales eran las sacerdotisas de Hathor, una de las deidades principales funerarias del Antiguo Egipto. Aunque poco queda del propio enterramiento del rey, fueron recuperados seis sarcófagos de las tumbas de las damas reales.

El centro de la zona de enterramiento y el túnel posterior descienden 150 metros y acaban en una cámara 45 metros debajo de la tribuna. La cámara era un lugar sagrado, que contuvo el ataúd de madera de Mentuhotep. Bajo la tribuna hay un profundo pasaje perforado que conduce a estancias inacabadas que podrían haber sido pensadas al principio como la tumba del rey.

*Templo funerario de Tutmosis III. Este faraón construyó un templo dedicado a Amón. No se conoce mucho sobre el complejo, pues fue abandonado después de los daños que sufrió tras un derrumbamiento durante la vigésima dinastía. Después, sus materiales fueron usados como cantera para otras construcciones y más tarde como cementerio copto.

*TUMBAS.

La tumba DB320 de la dinastía XI, localizada en el extremo meridional del complejo, contenía más de cincuenta momias reales y de nobles, trasladadas allí desde el Valle de los Reyes. Los cuerpos habían sido depositados allí por los sacerdotes de la dinastía XXI, para prevenir su profanación y saqueo. Fueron encontradas las momias de Amosis I con los líderes de las dinastías XVIII y XIX, Amenofis I, Tutmosis I, Tutmosis II, Hatshepsut, Tutmosis III, Ramsés I, Seti I, Ramsés II, y Ramsés IX.

En un cuarto separado fueron encontrados los sumos sacerdotes de la dinastía XXI y los faraones Pinedyem I, Pinedyem II y Siamón. Además, se encontraron en otro lugar, 153 momias enterradas.

También fueron encontradas en Deir el-Bahari tumbas de nobles del Imperio Medio, como la de Meketre (TT280), que contenía el primer vaso canopo registrado, con tapa en forma de cabeza humana. Otra tumba relevante, DB353, es la de Senenmut, el arquitecto y administrador que supervisó la construcción del templo para Hatshepsut. La tumba de Senenmut fue destruida en la antigüedad, pero todavía perduran algunos fragmentos decorados. En una de sus cámaras se pintó el primer techo astronómico conocido de la historia egipcia.

Templo de Hatshepsut

El templo funerario de Hatshepsut, conocido como Djeser-Djeseru («el sublime de los sublimes») se encuentra en la necrópolis de Deir el Bahari, sobre la orilla occidental del río Nilo, cerca del Valle de los Reyes, al pie de unos acantilados de piedra caliza. El templo se integra de manera perfecta con el paisaje desértico, creando un grandioso espectáculo visual.

Este templo funerario fue construido en honor a Amon-Ra, el dios del Sol, y está ubicado junto al templo funerario de Mentuhotep II.

Lo que hace especial a este monumento es que fue construido bajo las órdenes de Hatshepsut, la reina-faraón de la dinastía XVIII, hacia el año 1470 a.C. A través de su arquitectura y sus relieves, el templo refleja no solo la religiosidad y el arte del Antiguo Egipto, sino también la fuerza y la visión política de una mujer que desafió tradiciones milenarias.

Estratégicamente orientado al este, se alinea con el templo de Karnak en la orilla opuesta del Nilo. Su diseño estaba destinado a legitimar el reinado de Hatshepsut a ojos de sus súbditos.

El canciller, arquitecto real y posible amante de Hatshepsut, Senemut, probablemente diseñó el templo.​ Aunque el templo funerario adyacente de Mentuhotep se utilizó como modelo, los dos difieren en muchas de sus características. El templo de Hatshepsut -conjunto de 105 m de ancho por 273,5 de largo y 24,5 de altura- posee tres terrazas con columnatas de gran tamaño que lo diferencia de la estructura centralizada del modelo de Mentuhotep, una anomalía que pudo haber sido causada por la ubicación descentralizada de su cámara funeraria.

Las terrazas escalonadas alcanzan los treinta metros de altura. Cada nivel está conformado por columnatas de pilares de caliza de sección cuadrada, precedidos por estatuas osiríacas. Estas terrazas están conectadas por una gran rampa central, que en la antigüedad estaba flanqueada por jardines de plantas exóticas traídas del Punt, tales como árboles de incienso y mirra.

El templo tiene tres niveles y los tres reflejan columnatas con características precisas. En el nivel inferior hubo un jardín con árboles exóticos de las expediciones de Hatshepsut a Punt. Detrás del patio, había columnatas con pilares cuadrados. Hay decoraciones que incluyen a Tutmosis III bailando frente a Amón y algunas escenas que representan los pantanos del Bajo Egipto.

En el segundo nivel había dos estanques reflectantes y esfinges que bordeaban el camino hacia otra rampa. Contiene una de las primeras documentaciones pictóricas de una expedición comercial. También hay un santuario para la diosa Hator, a quien se representa con rostro de mujer y orejas de vaca, sosteniendo un instrumento musical. La columnata "Nacimiento" se encuentra en el lado derecho de la rampa y cuenta la historia de la creación de Hatshepsut con Amón, y la columnata Punt, que se encuentra en el lado izquierdo de la rampa y revela su gloriosa expedición al misterioso 'Tierra de los dioses', que los egipcios no habían visitado en siglos. También está la Capilla Hathor que contiene una sala hipóstila con doce hermosas columnas con cabeza de Hathor y la Capilla Anubis, que tiene una sala hipóstila con doce columnas estriadas y un techo astronómico.

El tercer nivel alberga un pórtico con doble fila de columnas que dan al frente. Todas las imágenes de la reina Hatshepsut han sido destruidas y reemplazadas por imágenes del rey Tutmosis III. También está el santuario de Amón que se encuentra detrás del patio. Fue reconstruido durante el período ptolemaico y dedicado de nuevo a Imhotep.

La capilla de Anubis, en la zona nordeste del templo, posee columnas de sección poligonal, de estilo protodórico, mientras la capilla de Hathor, en la zona sudeste, tiene pilares con capiteles hatóricos.

La forma escalonada del templo se corresponde con la clásica forma tebana, con elementos arquitectónicos tales como pilonos, tribunales de justicia, salas hipóstilas, patios al aire libre, capillas y santuarios.

Los relieves del templo de Hatshepsut narran la historia del nacimiento divino de la reina-faraón Hatshepsut, la primera de su tipo. El texto y el ciclo pictórico relatan también una expedición al Punt, un país exótico en las costas del mar Rojo, en la actual Eritrea, de donde los egipcios traían productos de lujo como incienso, mirra, pieles de leopardo y plumas de avestruz. Aunque las estatuas y los demás detalles ornamentales fueron robados o destruidos a lo largo de los años,en su época, el templo albergaba estatuas de Osiris, esfinges y numerosas esculturas de Hatshepsut en diferentes posiciones: de pie, sentada o arrodillada. Varios de estos retratos fueron destruidos por órdenes de su hijastro Tutmosis III después del fallecimiento de la soberana.