martes, 20 de mayo de 2025

Renuncio a mí condición humana

Por encima de cualquier otra polémica, el pasado festival de Eurovisión ha sido un acto de suprema obscenidad. Ya la edición del año pasado acabó oliendo mal pero la de este año apesta. Que en medio de una tragedia humanitaria de dimensiones históricas -que debería avergonzar a cualquiera con un mínimo de humanidad- se haya permitido la participación del estado responsable de la misma, no solo ha sido un error diplomático o una falta de sensibilidad institucional, ha sido la demostración de la total decadencia moral de Europa. Me produce asco ver cómo mientras en Gaza se sigue asesinando a diario y de manera impune a familias enteras, se aplaudía, se reía y se festejaba la casi victoria de Israel como si los focos del escenario pudieran borrar la tragedia de Gaza. Fue otra cínica actuación sionista de lavado de imagen, cuidadosamente coreografiada para proyectar "normalidad" desde el epicentro mismo del horror. Antes, durante y después de ésto, todo apesta, todo resulta execrable. El festival está patrocinado por Moroccanoil, una marca cosmética israelí. El único país cuyo jurado técnico concedió 12 puntos a Israel fue Azerbaiyán, un gran aliado de los sionistas. No en vano es su principal abastecedor de petróleo, mientras Israel es su gran abastecedor de armas y su principal apoyo en su guerra contra Armenia. El televoto, ese que permite a todo aquél que tenga 20€ usar un teléfono para dar cobertura ideológica a quien le interese, resultaba poco creíble a cada paso. Organizaciones ultras de toda Europa se habían movilizado para "conducir" el voto hacia Israel. Las juventudes del PP aplaudieron públicamente el voto a los sionistas... Un genocidio requiere siempre de amplias complicidades. El que Israel está cometiendo a la luz del día en Palestina solo es posible con muchos apoyos y con muchos vergonzosos silencios. En España, oficialmente, el sentido común ha muerto. Hemos perdido la humanidad que nos quedaba y apostamos fuerte por ser un despojo de Europa. El ínclito y "respetado" Vicente Vallés, ligaba el domingo el apagón, los Whatsapp de Ábalos, los comentarios de los locutores de RTVE y las peticiones del gobierno español a la UER, concluyendo que el éxito de Israel y el fracaso de Melody eran responsabilidad de Sánchez. ¡Me dan arcadas! Y ayer mismo, envalentonado con el apoyo de los ultras europeos, Netanyahu anunció la limpieza étnica definitiva en toda la Franja de Gaza. Y lo hacía impunemente gracias a la complicidad occidental. Hay días en los que desearía poder renunciar a mi condición humana.

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