El Templo de Edfu, la ciudad que durante el periodo grecorromano fue conocida como Apolinópolis Magna, dedicada al dios de los dioses, Horus-Apolo, es el segundo templo más grande de Egipto después de Karnak y uno de los mejor conservados. Estuvo dedicado al dios halcón Horus y fue construido durante el periodo helenístico entre 237 y 57 a. C.
Las inscripciones en sus paredes proporcionan información importante sobre el lenguaje, la mitología y la religión durante el mundo grecorromano en Antiguo Egipto. En particular, sus textos inscritos sobre la construcción del templo "proveen detalles de su construcción y también conservan información sobre la interpretación mítica de este y otros templos.
Edfu fue uno de varios templos construidos durante el periodo helenístico, incluyendo Dendera, Esna, Kom Ombo y File. Su tamaño refleja la relativa prosperidad del periodo.
Responde a la tipología más extendida de templos ceremoniales egipcios. Si bien el actual templo pertenece a la etapa tardía de la dinastía griega de los Ptolomeos, está levantado con total respeto por el Canon egipcio y se supone que sigue las líneas generales del templo anterior.
El templo fue empezado "el 23 de agosto de 237 a. C., durante el reinado de Ptolomeo III y se terminó en 57 a. C. durante el reinado de Ptolomeo XII. Se construyó en el emplazamiento de un templo más antiguo y pequeño, también dedicado a Horus, aunque la estructura previa estaba orientada este-oeste en vez de norte-sur como la actual.
Inicialmente estaba formado por un vestíbulo con pilares, dos vestíbulos transversales y un santuario rodeado por capillas". Un pilono en ruinas está situado justo al este del templo actual; se ha encontrado inscripciones que muestran un programa de construcción bajo los reinos del Imperio Nuevo Ramsés I, Seti I y Ramsés II.
Se ubica en zona cercana a un embarcadero en el Río Nilo, desde dónde partía una avenida procesional. Al llegar al templo lo primero que se apreciaba era un muro de cerramiento perimetral con 3 entradas. Intramuros se presenta majestuoso un gran Pilonos, pórtico monumental cuya función es la de frenar las malas energías y delimitar, conjuntamente con el muro perimetral del conjunto, el espacio sagrado del espacio profano.
El Pilonos consta de 2 grandes torres simétricas y trapezoidales, unidas por un pórtico bajo, en cuyo dintel figura el disco solar, alado y con cuernos de Amón Ra. Desde el Pilonos sobresalían altos mástiles desde dónde se colocaban banderas y estandartes ceremoniales.
Una vez atravesado el Pilonos, se accede a un patio ceremonial porticado, donde columnatas bajas delimitan el espacio de galerías circulatorias en festividades específicas. Hasta el patio podía ingresar el público profano.
Al fondo del patio se ubica la Sala Hipóstila, o Sala de la Vida, que consta de 12 columnas en su interior y 6 columnas adosadas a muros en su fachada. Esta estructura es hermana de la Sala Hipostila del Templo de Hathor en Dendera, pero en este caso los capiteles se intercalan: 4 capiteles compuestos y 2 capiteles palmeriformes. Dichas columnas son monumentales y el techo es muy alto.
En este caso el cielorraso no está tallado como en su templo hermano de Dendera. En este espacio se daba cátedra a estudiantes o aspirantes a los misterios. Hasta aquí podían ingresar los estudiantes, ya que más al interior del templo solo lo podían hacer los sacerdotes.
Seguidamente hay una Sala Hipóstila más baja destinada a la organización del ritual del templo. Generalmente desde aquí se ingresaban las ofrendas para sacrificios, se accedía al Nilómetro hoy derruido, especie de cisterna o aljibe que tomaba agua del río y que medía el nivel de la crecida anual del Nilo. También desde este espacio se salía fuera del recinto del templo para dirigirse al Lago Sagrado, también desaparecido actualmente; lugar indispensable para abluciones y purificaciones de los oficiantes.
Más adelante se accede a la Sala de las Ofrendas y desde ésta se accedían a escaleras que conducían a la terraza del templo, parte fundamental en el rito osiríaco. Normalmente se ascendía por una escalera de 4 tramos en caracol y luego de las ceremonias sagradas el cortejo ceremonial descendía por una larga escalera lineal, ubicada del otro lado del templo, como regreso al mundo de la divinidad, como heraldo de la buena nueva, del comienzo del nuevo ciclo solar.
También desde la Sala de las Ofrendas, a la derecha se accedía a un pequeño patio interior que oficiaba como vestíbulo de una pequeña capilla denominada Capilla del Nacimiento, (germen de los baptisterios cristianos que en época tardía fue complementado por los Mammisi), en cuyo cielorraso se encontraba a la diosa NUT, la bóveda celeste nocturna, en el acto de devorarse al Sol para después parirlo nuevamente al amanecer.
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