jueves, 6 de noviembre de 2025

Víctimas de su desvergüenza

Urge crear una asociación protectora de gentuza autovictimizada, aunque lejos de estar en peligro de extinción están en imparable crecimiento. Los del "me gusta la fruta", "os vamos a triturar" o el "galgo de Paiporta", han cambiado ahora la estrategia y del insulto y el jolgorio han pasado a la lágrima de pacotilla sin solución de continuidad. Primero un tal Mazón, un tipejo que ha generado más barro del que produjo la Dana. Se ha ido -bueno, lo han echado- como un burro con artritis: dando coces. Ha tratado de escurrir el bulto y salvar su imagen recurriendo a lo de siempre: el cinismo, la desvergüenza y una sarta de mentiras cuando ya existen pruebas judiciales que desmienten sus versiones. Se fue reconociendo errores que, acto seguido, atribuyó a los demás: al Gobierno central, a la Aemet, a la Confederación Hidrográfica del Júcar, a los medios e incluso a la opinión pública. Sólo le faltó mencionar a la Caja Rural y a Payasos sin Fronteras. La hediondez moral del personaje solo es superada por aquellos que han llegado a decir que es un ejemplo. Días después le ha tocado a la pareja de la Marquesa de Quirón. El del saxofón y el Maserati, para más señas. En medio del esperpento de un juicio por la filtración de un correo destinado a combatir una mentira propagada por la mano derecha de Ayusita y que, antes de emitirse, ya era Vox Populi, este defraudador confeso ha dicho cosas como:"Me han destrozado la vida", o "me voy de España o me suicido". ¡Pobrecito! Me da tanta pena que ya no pienso en los más de 300.000 € -que se sepa- que nos ha tangado a todos. Tanto él como MAR se han choteado del tribunal, han frivolizado con la mentira, con el bulo, con la situación del Fiscal General y hasta con el suicidio y la salud mental. Después llega el "Campechano" y en sus des-memorias se queja de que su hijo ha sido insensible con él; de que se ha sentido maltratado y humillado por "Sofi; de que la "Leti" no ayudó a la cohesión de sus relaciones familiares; de que el gobierno del "Perro" ha impulsado una “caza de brujas” contra él; y, como buen imbécil sin sensibilidad, añade que "es el único jubilado que no cobra pensión después de 40 años de trabajo". Mazón víctima, al novio de Ayuso le han destrozado la vida, al Emérito lo ha chuleado hasta el elefante..., ya solo falta que a Bonilla le quiten una teta. ¡Que país!

miércoles, 5 de noviembre de 2025

Pobreza educada

Más de cuatro millones de personas viven en España con menos de 644 euros al mes. Como no arman ruido, ni cortan carreteras, ni salen en las fotos, ni a las figuritas mediáticas o a los tertulianos de carnet les sirven para su guerra sucia ideológica, permanecen invisibles y han aprendido a ser pobres sin molestar. Lo que vende es difundir las mentiras e infamias de Mazón; dar "vox" a Santi y los suyos para que desgranen sus falsos discursos supremacistas y cargados de odio; atender a la última bufonada prevaricadora del juez Peinado; empachar al personal con las provocaciones fascistas de Vito Quiles; enseñarnos la bronca continua de la que viven muchos políticos mediocres e incapaces; hablar de las necedades de un fulano deshonesto y vengativo como el Emérito... Ahora la pobreza es educada, esa que compra lo mínimo y para el resto hace cola callada en los comedores sociales, se disculpa por existir; trae algunos tápers de casa de la abuela y procura esconder a sus hijos su precariedad. La pobreza actual ya no huele mal, no llama la atención. En Madrid, el 20% más rico gana cinco veces más que el 80% restante. Pero nadie se escandaliza de que su gobierno haga una política que favorece sistemáticamente a ese 20% mientras se opone a cualquier medida que mejore la vida de los menos pudientes. La desigualdad ya no escandaliza. Nos hemos acostumbrado a que haya quien no pueda calentar la casa, llenar la nevera o pagar el alquiler y cuando la indiferencia sustituye a la justicia, el sistema respira tranquilo: ha logrado domesticar la pobreza. Ha logrado que nos quedemos ciegos, incapaces de ver a esa cuidadora que trabaja por horas, ese inmigrante que trabaja diez horas diarias sin contrato por 400 euros, ese jubilado que empieza a temblar en noviembre. La pobreza de hoy es casi invisible. Crecemos, batimos récords, pero la desigualdad aumenta y niega el futuro. No basta con ayudas que apenas evitan la caída. Hay que tocar lo intocable: alquileres, sueldos, fiscalidad. Por mucho que a ese 20% le joda. Si aceptamos que cuatro millones vivan con 644 euros al mes, no somos un país decente: somos quien ha educado a sus pobres para no molestar. Y mientras, seguimos dando voz a los que nos prometen el oro (que nunca nos darán) y "echar al moro". Pero cuando se deshagan de los más pobres tú habrás bajado un escalón.

martes, 4 de noviembre de 2025

El mar y el camino

Uno intenta, a veces, regresar a la niñez para comprender todo mejor. Allí fui un niño retraído. Mis ojos observaban desde fuera la vida de los otros, que terminaba anudándose en mi garganta. La timidez perpetua del ánimo me destinó a desarrollar la imaginación. La que me falta hoy para ver lo que está por venir. Y ahí estamos, mirando al horizonte, que, por momentos, se ve como un mar oscuro, temido y obstinado. Ola a ola moja el alma, el ánimo, la piel. El cuerpo se sumerge en su inmensidad, inerte y olvidado. Las infinitas maneras pensadas para sobrevivir parecen ahogarse todas juntas. El rumor secreto del agua se desarma y su abismo reprime el único acorde conocido: tic, tac, tic, tac, tic, tac. Una extraña corriente hace converger las dos caras contrapuestas: la vida y la muerte. La oscuridad. La nada. El silencio incoloro. Una insignificante porción de aire que aún habita por dentro deja un cordel de burbujas como guía. Son la posibilidad de elegir. El oxígeno que devuelve la movilidad de los párpados para abrir los ojos, mover el cuerpo, impulsar los brazos. Y una vez más, se deshace el ritual y se recupera el ritmo para transitar el camino. Siempre hacia adelante. Pero tras la bocanada de aire que me trae de regreso, queda todo ese mar celeste de tristeza.

La derecha gestiona bien, por los cojones

Llevan décadas ondeando la bandera de su buena gestión. El problema es que es una bandera de conveniencia, un señuelo más para cazar incautos. La afirmación de que la derecha gestiona bien es un mito, una mentira más, que se desmantela al analizar cómo sus políticas benefician siempre a ciertos sectores a expensas de otros. Las políticas económicas de la derecha tienen profundas implicaciones morales que ésta intenta disimular con supuestos logros económicos. No voy a mirar hacia atrás y recordar, por ejemplo, que Rajoy vació el 90% de la hucha de las pensiones. Cuando inició su primer gobierno (2011) se encontró en ella 67.000 millones. Seis meses antes de dejar el gobierno habían "volado" ya 59.000 millones. ¡Eso es eficacia" Leyendo hoy la prensa, y sin rebuscar mucho, encuentro tres titulares que demuestran cómo gestiona la derecha. El primero: "Más de 5.000 personas han muerto esperando su ayuda de Dependencia en los últimos nueve meses en Andalucía". Los que la reciben tardan, de media, 496 días. Sólo Murcia supera a Andalucía". Segundo: "Las seis universidades públicas de Madrid convocan huelga para protestar por la asfixia económica. El presupuesto que Ayuso destina a las universidades públicas no llega ni al 0,5% del PIB regional". Y tercero: "Las primeras lluvias tras los incendios dejan sin agua potable a miles de personas en Ourense. Los ayuntamientos denuncian la inacción de la Xunta." Es evidente que el mito de que la derecha gestiona bien es sólo una forma de justificar políticas que ahondan las desigualdades económicas. No es casual que se oponga sistemáticamente a cualquier norma que pretenda mejorar salarios, pensiones, condiciones de trabajo o servicios públicos mientras sus primeras medidas, allí donde gobiernan, son siempre subirse los sueldos, repartir chiringuitos y bajar los impuestos de los que más tienen. Que nadie se engañe, la derecha solo gestiona muy bien sus propios intereses y las de las élites a las que favorecen. Esto me hace pensar sobre cómo se crean las identidades y los valores a través de los medios digitales. Cómo éstos pueden manipular a los menos favorecidos para que apoyen a la derecha sin que obtengan beneficios económicos, sino más bien lo contrario.

lunes, 3 de noviembre de 2025

¿Recocilia qué?

Lo clavó aquel eslogan turístico español de los años 60 que rezaba: "España es diferente". Las democracias europeas tienen un poderoso componente fundante que las define y les aporta solvencia ética y política a su convivencia democrática. Ese carácter fundante es el antifascismo. En el caso de España el camino recorrido ha sido justamente el contrario, pues la democracia llega con la restauración monárquica impuesta por un dictador fascista y "obligada" por la evidencia de que una monarquía tutelada por una dictadura era inviable en la Europa del último cuarto del siglo XX. De ahí se derivan muchos problemas, pues la democracia se impuso sin tocar un ápice las estructuras de una dictadura que, no fue ya vencida, es que ni tan siquiera fue amonestada. El jefe del Estado fue el que el caudillo había designado y formado. Los jueces que un viernes salieron del Tribunal de Orden Público ocuparon el lunes sus mismos despachos en la Audiencia Nacional. Ni un solo militar de alta graduación fue, ni tan siquiera, enviado a la reserva. Los policías de la Brigada Político Social siguieron en sus comisarías y, algunos de ellos, acabarían condecorados por sus servicios. Los antiguos ministros de Franco fueron los encargados de organizar la derecha democrática. Esa singularidad morbosa del origen de nuestra derecha explica todavía hoy sus pulsiones autoritarias y su negativa a condenar la dictadura. Esa es la base de la Transición en España, basada en una torticera interpretación de la "reconciliación", usada como un obstáculo para revisar o confrontar el pasado de manera honesta; y la "concordia" impuesta como forma de hacer caso omiso de los agravios y las heridas pasadas, en lugar de resolverlos de forma significativa. Es curioso que las memorias del "Campechano" se titulen "Reconciliación" (Yo creo que son des-memorias y podrían llamarse "Recochineo") y que éste y sus lacayos mediáticos y bufones varios estén ahora obsesionados por recuperar el "espíritu de Concordia". ¿Tendrá esto algo que ver con esas "leyes de concordia" que impulsan PP y Vox (cada vez más proclives a defender y exaltar al Franquismo) que sustituyen -con la intención de cargarse su intento de justicia y reparación- a la Ley de Memoria Democrática? Que cada uno ate cabos.

Ya no nos queda ni París

 "Siempre nos quedará París", le decía Rick a Ilsa en Casablanca. Pues, seguramente, ya ni eso. Los centros de cualquier ciudad son clones impersonales, escenarios adocenados, espacios tomados por las avalanchas turísticas, cada vez más frecuentes y más multitudinarias, que alimentan el negocio más pujante de la ciudad. Pero claro, no es lo mismo negocio que beneficio. El que debería ser espacio disponible para quienes viven o frecuentan el Centro se ve reducido para beneficio de marcas franquiciadas cuyas cajas recaudadoras -no lo olvidemos- se encuentran muy lejos. La mayor parte de la riqueza que recolectan no se queda en las manos de quienes trabajan en ellas, ni en las de quienes habitan, cuidan y pagan con sus impuestos los lugares cuyos atractivos explotan, aunque –eso sí– son los principales sufridores de sus inconveniencias. Es la globalización, amigos. Otra versión más del rentismo característico del capitalismo en el siglo XXI. Una parte muy considerable del dinero producido a base de vender lo mejor de los espacios públicos de nuestras ciudades se va en forma de rentas del capital a otras ciudades, las ciudades globales donde residen los más ricos del planeta. Cada una de esas urbes es un nicho con las condiciones ideales para su estilo de vida millonario. Ciertamente las estrategias residenciales son un componente significativo de la constitución de una plutocracia global. Y mientras, los demás a jodernos con la conversión de nuestras ciudades en vulgares parques temáticos en pos de la utopía del libre mercado. Pero el libre mercado nunca es lo suficientemente libre para hacer negocio a tu costa. Así que, como diría la Marquesa de Quirón. "Si no te gusta mi modelo de ciudad, vete a otro lado a vivir"

sábado, 1 de noviembre de 2025

Franco en The Times

Con muchos años de retraso, por fin alguien ha iniciado el proceso de ilegalización de la Fundación Francisco Franco. De manera inmediata los mamandurriados que la dirigen han levantado el hacha de guerra, arropados por el corifeo de medios ultras y esas gentes de bien (de bien disimular su apoyo a la Dictadura) que vuelven a utilizar términos como transición y concordia para pisotear la Memoria Histórica en beneficio de un régimen fascista. Su verborrea incluye bufonadas como que los ampara la Constitución que garantiza la libertad de opinión, expresión y reunión; que si esto es otra cortina de humo para distraer de los graves problemas del país; que ellos, simplemente, dan a conocer la historia... Lo mejor en estos casos es tomar distancia y acudir a medios fiables como el periódico conservador "The Times", que en un artículo dedicado al libro "El Generalísimo, del escritor Giles Tremlett, titulan: "General Franco: una mediocridad en todo excepto en crueldad" y en el subtítulo han añadido "el tirano de pacotilla que gobernó España durante 40 años". Después van dejando frases lapidarias como: "Ascendió en el ejército no por ser un comandante brillante, sino por ser un disciplinario severo con una crueldad despiadada". "El aislamiento -que impuso- convirtió a España en un desastre económico y en un paria". Incluyen al dictador en esa categoría de "hombres mediocres, personalidades tóxicas e ineptas para la política convencional". Se pregunta" ¿Qué misterioso proceso dicta que, en tiempos de crisis, las naciones recurran a hombres tan mezquinos y vengativos? Y concluyen: "Resulta difícil imaginar a este mediocre triunfando en la España actual, próspera y liberal". A ver si leemos un poquito.

Esclavos del algoritmo

En esta sociedad donde a tanto monigote se le llena la boca de la palabra libertad, resulta que vuelven a aparecer distintos modos de esclavitud en su forma de régimen de servidumbre. El individuo ya no es ciudadano: es usuario, cliente, dato. El desclasado, el apolítico, el ignorante, el emprendedor ingenuo… todos giran en torno a un sistema que nos devora mientras nos promete éxito, visibilidad, pertenencia. Pero lo que recibimos es ansiedad, precariedad, aislamiento. Somos piezas de una maquinaria que no entendemos, pero que se alimenta cada día con nuestro tiempo, nuestra atención, nuestro deseo. Y buena parte de ello nos llega por nuestro teléfono. El algoritmo es el nuevo capataz. Decide qué ves, qué sientes, qué crees. Te premia si confrontas, te castiga si reflexionas (te censura y no te viraliza). Te empuja a odiar al pobre, al migrante, al diferente, mientras oculta a los verdaderos amos del cortijo: los fondos de inversión, los complejos militares-industriales, las transnacionales que saquean el planeta. Todo realizado sigilosamente, como una gran maniobra de distracción. Una coreografía de espejismos. Nos enfrentan a los de abajo para que no miremos hacia arriba. La sociedad actual es un teatro de sombras. Las redes sociales simulan comunidad, pero son cápsulas de soledad. El trabajo simula dignidad, pero es una carrera sin meta. La política simula representación, pero es un juego de trileros. Y el individuo, perdido en este laberinto, cree que vive, que emprende, pero lo que hace es sobrevivir. Cree que opina, pero lo que hace es repetir. Cree que elige, pero lo que hace es aceptar. Hay una más que significativa coincidencia entre las redes y la ultraderecha. Ésta se alimenta de estructuras emocionales profundamente arraigadas. Supuestamente ofrece orden, pertenencia, identidad. Pero lo hace a costa de la libertad, la empatía y la conciencia crítica. Exactamente lo mismo que acaba liquidando el algoritmo. Las corporaciones tecnológicas, por medio de los algoritmos de las redes sociales, amplifican el discurso del odio y la polarización, generando una falsa sensación de participación mientras manipulan emocionalmente a los usuarios. Y, sobre todo, distraen su atención para que no perciban quién es el auténtico responsable de su malestar. ¡Nos roban!, dicen muchos cabreados. Pero no se paran a pensar: ¿A quién va a parar el beneficio del "robo", a masas empobrecidas -que contradicción- o a las élites cada vez más ricas? Que saquen conclusiones.

viernes, 31 de octubre de 2025

Los Charlie Kirk españoles

Casi todos los días tenemos que ver en nuestras pantallas de cabecera la jeta de algunos de esos tipejos expertos en acosar a políticos de izquierdas, inventarse bulos sobre cualquier cosa, emprender campañas de odio contra periodistas, convocar a las hordas ultraderechistas o reventar ruedas de prensa. Esta escoria tiene gran predicamento entre la clase cayetana, el facherío obrero y el ejército de frikis, trolls y terraplanistas mentales que inundan las redes y los platós últimamente. En el fondo son perretes rabiosos que buscan un amo que les acaricie el lomo y, ya de paso, que aflojen la cartera. Como buenos mercenarios sólo buscan venderse al mejor postor para vivir como Dios sin dar palo al agua. No tienen principios, valores, ni palabra. Son puro humo. Se presentan como audaces y valientes hombres que quieren recuperar los valores... de la hombría… No hay que abundar más. Sólo son una panda de mamandurriados, hipersubvencionados por gobiernos municipales y autonómicos, que viven de monetizar sus discursos de odio y a la espera de que venga un patriarca con muchos billetes y ejerza de ventrílocuo. También tienen sus méritos: su habilidad para inocular odio, orientar el malestar hacia chivos expiatorios o inventarse las mejores conspiranoias del mercado. Siento sus evidentes carencias afectivas pero sólo siento desprecio por quienes solo son dobermans de quienes quieren hacer negocio con cada parcela de nuestra vida y hacerles vivir peor a quienes solo tienen su trabajo para salir adelante.

Pagafantas

Supongo que sabes que los "listos" de turno hace tiempo que decidieron que entre tus "obligaciones" como ciudadano estaría la de convertirte en un "pagafantas". Ahí tienes a Juanma Moreno, que ha decidido congelar la subida salarial de 77.000 funcionarios andaluces -los peor pagados de España- para derivar el gasto a paliar la crisis de los cribados. El negocio es redondo. Primero reduces la inversión en la sanidad pública y, con ello, empeoras el servicio y generas carencias y listas de espera. Para "solucionar" el problema que has creado comienzas a privatizar servicios públicos concertando y derivando a la sanidad privada. Sólo en Granada, la Junta ha derivado más de 300.000 mamografías a una clínica privada. Luego "algún" responsable del Virgen del Rocío ordena a los técnicos que dejen de notificar a las pacientes con mamografías dudosas "porque lo haría una empresa privada". Y ésta, embuchada la pasta, deja de hacerlo. "Error informático", lo llama la Junta. Y ¿cómo atajamos el escándalo?, pues birlándole a los pagafantas su subida salarial para pagar nuevos contratos con la sanidad privada para que hagan mamografías a la carrera. Frente al centro de salud La Plata, en Sevilla capital, la empresa Centro Diagnóstico Granada ha hecho pruebas de cribado en el remolque de un camión. Es evidente que la "pedrea" se ha adelantado para la sanidad privada. Cuando empiecen a salir los escándalos de la Marquesa de Quirón en Madrid todo esto nos va a parecer una broma. Y los pagafantas siguen pagando: las becas para ricos, la bonificación del impuesto de sucesiones a los ricos, las bajadas de impuestos a los ricos..., o el beneficio de las empresas de armamento americanas con el truco de elevar la contribución al gasto en defensa hasta el 5% del PIB. Por decirlo en latín, que es más fino: ¡Ite merdam!

Jalouin

Reconozco que me incomoda caminar por la calle detrás de alguien que, sin necesidad, me ajusta el paso. Tampoco me gusta que me señalen en el calendario en qué fechas tengo que celebrar o divertirme. Y todavía más si las celebraciones son importadas y apestan a negocio comercial. Las tradiciones inoculadas sin anestesia, como esa cosa del Halloween, me resultan idiotas, como una competición de bobsleigh en Jamaica o una corrida de toros en Oslo. Pero, claro, cuando uno ve en la calle un cartel anunciando que con motivo de la celebración de los Fieles Difuntos se llevará a cabo la salida procesional de la Virgen del Carmen, uno concluye que la "tontá" ha alcanzado un nivel global. El arraigo creciente de "Jallouín" empieza en guarderías y colegios con el aplauso de las familias y se ha convertido en una prueba más de nuestra subordinación provinciana, de nuestro papanatismo cultural, de nuestra fascinación aldeana por las mojigangas de la hiperconsumista sociedad americana. Quiero creer que, en el fondo lo hacemos porque nos gusta la fiesta, como coartada. Se trata de arramblar con lo que sea que haya por ahí que pueda darnos otro pretexto para el jolgorio, la parranda y el cachondeo. Lo trincamos y a disfrutar. No sin antes justificar nuestra entrega a la causa argumentando que "los protagonistas son los niños, que es una fiesta para ellos; para hacerlos felices". Y gilipollas de por vida. Me voy a pasar por la procesión de la Virgen del Carmen para ver si, en vez de nazarenos, la imagen va acompañada de diablillos, brujitas, hechiceros, vampiros, zombis, los Addams o Carlos Mazón. ¿Tradiciones? No, cuchufleta en estado puro.

jueves, 30 de octubre de 2025

Promoción 29 octubre

¡Qué tiempos aquellos! ¡Qué buenos recuerdos! Soy de los que creo que cualquier tiempo pasado fue, simplemente, "anterior". Posiblemente ni mejor, ni mucho peor que el actual. Seguro que lleno de matices y filtros. Lo que pasa es que nuestra mente dulcifica el pasado, idealiza y exalta los recuerdos agradables y difumina o borra los que nos incomodan. Lo que pasa es que quizá añoramos el edén perdido, ese que se ubica en los territorios de nuestra niñez y juventud. Nostalgia, creo que se le llama a eso. Un constructo mental, en definitiva. Y, aún sabiéndolo, mis pequeños tesoros siguen siendo mi madre y mi abuela (las mujeres, siempre mujeres dedicando su tiempo a otros) cosiendo juntas; son las altas malas hierbas que nos servían para jugar al escondite; son las noches tomando el fresco con los vecinos que los niños aprovechábamos para jugar hasta altas horas; son los baños clandestinos en una alberca infestada de sanguijuelas; son los días que nos subíamos a una "parilla" sólo por el gusto de saber qué había al otro lado; son las meriendas de pan con chocolate; son el recuerdo de mi primera caída de la bicicleta tras tirarme por una cuesta. Justo después de la advertencia contraria de mi madre. Justo antes de su frase "cuando venga tu padre te vas a enterar"; son los atrevimientos casi suicidas de la infancia; son los raspones y pantalones rotos, los arañazos en rodillas, codos y palma de las manos que lucíamos como medallas al valor. Son los olores: a ropa limpia, al pelo de las niñas, a la hierba fresca, a la enea húmeda de la silla del cine de verano... Y, es curioso, los recuerdos tristes se vuelven opacos. Como los rostros de esos vecinos, de esos amigos de la infancia, que desaparecían de la noche a la mañana porque -te decían- se habían ido a Barcelona, o a Francia, o a Bélgica, sin que tú supieras a ciencia cierta sí eso estaba más cerca o más lejos de esa luna que poco antes habías visto pisar por vez primera. Había muchas cosas que no sabías, pero no tenías tiempo de preguntar porque Pedrito te llamaba a voces desde la calle para salir a jugar. Y sólo después, mucho después, entendí hasta el silencio de los mayores o las lágrimas de mi abuela cuando una conversación, siempre la misma, se interrumpía. Sólo años después comprendí que esos silencios eran protectores y supuraban miedo. Pero entonces tu vida ya había pasado a la siguiente ventana. Esa que sigue abierta para los que nos gusta mirar hacia atrás y hacer memoria y nos sirve, a veces, para dejar de mirar a un futuro que nos produce vértigo.

A tomar por culo la luz de la razón

Hasta hace poco, y por la inercia que imprimieron los ilustrados, muchos creímos que la luz de la razón iluminaría el porvenir y el progreso sería irreversible. ¡En toda la frente! Hoy vivimos tiempos oscuros, liderados por gentuza: patanes, sociópatas y genocidas, y el mundo se nos ha vuelto un desquiciadero de charlatanes, chamanes, tarambanas y vendedores de humo. Vemos al expresidente de Brasil pegándose un lingotazo homeopático en medio de una pandemia. Un cantante en declive nos aconseja beber lejía en vez de vacunarnos. En una emisora de radio, el presentador cede el micrófono a un julái, de profesión pelotero, que hoy escupe sobre la tumba de Ptolomeo y jura por todos sus muertos que la Tierra es plana, mañana dice que los aviones nos fumigan con no sé qué mierda. En la tele, una lunática con diploma de actriz que ha hundido la vida a un político baboso con cara de niño, da detalles de cómo la DANA de Valencia fue provocada por la OTAN. Una vez descartada la ciencia; creencias absurdas, supersticiones y religiones -si es que no son lo mismo- se frotan las manos. Hay sectas de gurúes, conversos y estafadores piramidales que prometen un cielo de lamborghinis y piscinas. Una devota llama "satanista" al "Perro". Un influencer con ínfulas apostólicas, que aspira a sentarse a la ultraderecha de Dios, recorre las universidades pastoreando rebaños cayetanos que lo vitorean como a un Mesías. Un exfutbolista acusado de violación se hace pastor pentecostalista y ya hay calles que tienen más tráfico de pasos de Semana Santa que de furgonetas de reparto. Hoy la prensa sitúa el nuevo álbum de Rosalía en los aledaños del christiancore. Es una mezcolanza entre el parloteo viral, los bulos negacionistas y un uso instrumental de la iconografía religiosa. Todos estos "integristas de sus creencias", de mente obtusa, acaban necesitando de inquisiciones, quizá por eso las bibliotecas estadounidenses purgan libros de Gabriel García Márquez. Hoy se premia al macarra fanático con verbo de visionario que predica el odio. Y de la luz de la razón, nada se sabe.

Bienvenido al club

Veo a Manolo García en una entrevista. Dice que "la gente no es feliz, que está jodida". Y añade: "estoy haciendo huelga de televisión, de noticiarios. No quiero ver más políticos que hacen sufrir y no ayudan a vivir”. ¡Bienvenido al club! El desprecio y la indiferencia también son una forma de protesta en este mundo donde la bronca y las amenazas se imponen a las esperanzas. El pesimismo es hoy un sentimiento generalizado que, con frecuencia, nos invade. El estado del bienestar, tal y como lo hemos conocido, está amenazado y una parte importante de la ciudadanía ha perdido la confianza en la democracia, favoreciendo el auge de la extrema derecha. La incertidumbre lo ocupa todo y el miedo nos atenaza. Los discursos y mensajes que nos llegan responden, en su mayoría, a voces totalitarias, que aspiran a controlar el mundo. Y a joderlo en beneficio propio. Quieren sustituir el derecho y los organismos internacionales por la única ley de la fuerza. Han forjado -y lo sabíamos- una sociedad dominada por el individualismo, el consumismo compulsivo y la apatía. Mucha gente vive en una burbuja de temor, aislamiento, resignación y sálvese quién pueda, que la convierte en presa fácil para el auge de déspotas y tiranos, que terminarán por llevarnos al abismo si antes no logramos frenarlos. Les sobra testosterona y les falta conocimiento, racionalidad, empatía y humanidad. Su poder se basa en difundir el odio, la imposición de regímenes autocráticos y la persecución, cuando no la aniquilación, de quien piensa distinto. No toleran la disidencia y su voluntad es imponer su hegemonía en el mundo. Se perciben a sí mismos como invencibles y quieren que sepamos que no les temblará el pulso en ningún momento en su ambición por ser los amos y señores de nuestros destinos. Hoy más que nunca es la hora de una ciudadanía consciente y responsable que ejerza el pensamiento crítico. Pero, ¡ay!, eso no se encuentra en Instagram ni en TikTok.

miércoles, 29 de octubre de 2025

Mirar con el corazón

 Lo decía Antoine de Saint-Exupéry en boca del Principito: “Lo esencial es invisible para los ojos. Solo se puede ver con el corazón”. Lo malo es que, cada vez más, miramos sin ver. Nos ponemos unas gafas mentales prejuiciosas; pero nuestra visión interior está aún por estrenar. Nos han enseñado a ver una realidad viciada, desde las reglas y los intereses de lo dominante. Y así hemos llegado a forjar esta banalidad de mundo inhumano, egoísta, materialista, fatal, donde la inmensa mayoría se esfuerza por vivir una vida plana y artificial. El precio lo pagan sobre todo los desdichados: los "sobrantes", "desechados", migrantes, refugiados, los distintos, los inadaptados… ¡Y no te descuides! Necesitamos urgentemente otra forma diferente de mirar, que aprendamos desde dentro y nos dé humanidad. Otra forma de sentir, y comportarnos, de proyectar nuestra vida desde dentro de nosotros y pensando en los demás. Una nueva educación de lo que somos y buscamos que desenmascare la mentira tan dañina con la que han troquelado nuestra forma de pensar. Tendremos que abrirnos a la vida sorprendente, a lo distinto que nos llega, y muy atentos caminar por sendas nuevas que aún no conocemos e inseguras nos inquietan… Pero sus frutos nos desbordarán. ¡Hay tanto que aprender juntos! ¡Tanto que compartir y regalar! Bienaventurados aquellos que saben conjugar generosidad y necesidad.

PP y las moscas

El PP, como las moscas de otoño, no tolera el invierno político que supone estar en la oposición. Y eso que, incluso desde allí, sigue chupando del bote y manteniendo sus bisnes, que es para lo que está en la política. Han desarrollado una corrupción tan endémica que pueden vivir del aire del Estado incluso sin estar en el poder. Rozándolo. Y no tolera ese invierno porque necesita el calorcito del BOE, las butacas ministeriales, las mordidas de sus amigos y los sobres sin remitente. Por eso, cuando pensabas que ya se habían marchado con el raca raca a otra parte, vuelven y llenan tertulias, periódicos, informativos y timelines con su cantinela de siempre: fraude electoral, gobierno ilegítimo, España se rompe, dictadura bolivariana, ETA, comunismo… Una playlist pésima y escasa que repite desde 2018. Y que también incluye el éxito "la culpa no es mía". Sí, el PP es capaz de decir que la culpa de la desaparición de datos sobre los cribados de cáncer en Andalucía la tiene La Oreja de Van Gogh por vender demasiadas entradas para sus conciertos. Creo que todo esto tiene su origen en el hecho de que el PP llega al poder con espíritu colonizador y como si gobernar en democracia fuera para ellos –pero solo para ellos– un derecho hereditario. Pero no, en lo que se refiere a su ADN, el único gen que les distingue es el de la corrupción. Se da en todos sus especímenes en mayor o menor grado. Así que, una vez dentro, colocan sus huevos por todas partes: think-tanks y fundaciones afines que financian con dinero público, cargos en Administraciones autonómicas gobernadas por los populares y subvenciones a pseudomedios. Lo malo de todo esto es que no importa cuántas veces cierres la ventana: la ‘mosca pepera cojonera’ siempre encuentra una rendija por la que colarse. Por eso comparo al PP con esas moscas plastas del otoño. Con la diferencia de que el PP da por el saco las cuatro estaciones.

M"ASCO"N.

 Se le atribuye a Larra la frase apócrifa "Escribir en España es llorar". Muchos años después Luis Cernuda completó la frase de Larra: "Escribir en España no es llorar, sino morir". Hoy lo que hace llorar, morirte de vergüenza ajena y mascar la rabia es leer la prensa. "Mazón asiste al funeral de Estado en contra del deseo de las familias de las víctimas". "Mazón perdona las sanciones a las empresas que pusieron en peligro a sus trabajadores en la DANA". "Mazón se lleva a 160 «palmeros» para que aplaudan su mitin convertido en burla a las víctimas". "Vox tilda de «marketing» el debate sobre la palabra «disminuido»". "El PP vota en contra de impulsar el empleo de los discapacitados". "El rey Juan Carlos vuelve a arrogarse la llegada de la Democracia y blanquea la figura de Franco". "Vox propone dedicarle a Charlie Kirk (el supremacista) un reconocimiento público en Madrid". "Israel dice que vuelve a aplicar el alto el fuego tras matar a más de 100 palestinos en una nueva oleada de ataques en Gaza". "Trump justifica los bombardeos israelíes sobre Gaza en plena tregua: “Habían matado a un soldado, tenían que responder". Y podríamos seguir con titulares que definen a gente infame. Pero, ¿para qué, para seguir llorando?. Entiendo la pena de los periodistas honestos, porque escribir hoy en España es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta. Porque la palabra escrita necesita retumbar. Y hoy la palabra se pierde en el vacío. Pocos parecen escuchar, o al menos entender. Uno percibe que ya no puede escribir ni siquiera para los "suyos". Hoy, escribir de lo que pasa, es sólo tomar apuntes, es dedicar en un libro de memorias, es realizar un monólogo desesperante y triste. Para uno solo. Hoy, ojalá pudiera encontrar una palabra, una sola palabra que desvelara la inmoralidad de Mazón, su ser miserable. Una palabra que le llenará de vergüenza, que infernase su existencia y le llenase de amargura.

Mazón el miserable

Mazón se escribe con M de mezquino, de mentiroso, malparido, mamporrero, mastuerzo. Con M mayúscula de miserable. Con M de muerte. Este tipejo está podrido por una tenebrosa lista de incompetencias: ocultar información esencial de su paradero en las horas claves del desastre, absentismo laboral, el jaleo del Ventorro y la periodista, de la factura no presentada de aquel almuerzo. Por desentenderse de todo, por abandonar a las víctimas, antes, durante y después. Resultado: 237 muertos. Ese será el resumen de su gestión. Esa en la que nombró como consejera de Emergencias a alguien que confesó ante la jueza que instruye el caso que carece de conocimientos sobre la gestión de Emergencias y que tampoco contaba con asesores capaces de resolverle las dudas. ¿Por qué la nombró entonces? Mazón regaló a VOX el área de Emergencias de la Comunidad. Su gran aportación fue calificar de “chiringuito” la Unidad Valenciana de Emergencias. Y cargársela. Así son estos "magníficos" gestores, expertos en repartir cargos para que unos incompetentes ocupen puestos remunerados con dinero público. Resultado: 237 muertos. Cada día que este miserable sigue en el cargo de presidente es una puñalada que reciben cada uno de los familiares de las víctimas que se marcharon cuando no les tocaba. Hoy Mazón se ha llevado a 160 altos cargos, a 160 palmeros a un acto institucional conmemorativo de la tragedia de la DANA. Palmeros, tan miserables como él, que le han dedicado un aplauso de dos minutos tras su infame discurso. Hoy, cada una de las 237 víctimas de la incompetencia de esta gente, ha recibido su puñalada diaria y, de regalo, Mazón se ha meado en sus heridas. Pero que a nadie le quepa duda. Si este miserable sigue en el cargo es gracias al apoyo incondicional de su partido y de VOX. Es gracias al apoyo infame de Feijoo, a la defensa numantina de los medios corruptos que viven de las subvenciones de los gobiernos de la derecha. Me imagino lo que deben sentir los familiares de las víctimas cuando ven a Mazón siendo recibido con aplausos y abrazos por Feijóo y sus presidentes autonómicos. Debe ser como si alguien les levantara una ampolla en el corazón y dejase la memoria en sangre viva. Pero esta gente es especialista en bailar encima de la tumba de las víctimas que su gestión provoca.

lunes, 27 de octubre de 2025

Cumplealberto

Bueno Alberto, un año más, una vuelta más al sol. Hoy es un día importante, un día para celebrar, pero no olvides que la vida, en sí misma, tiene motivos suficientes para ser celebrada una y otra vez sin tener que buscar justificaciones. El cumpleaños debe celebrar, sobre todo, la oportunidad de seguir conviviendo con todas las personas que te acompañan en tu viaje. Cumplir años es el regalo de la vida para seguir sumando momentos de felicidad, para seguir juntando experiencias, aprendiendo y mejorando.

Cuando uno es joven el paso de los años ayuda a conocerte mejor, a aceptar quien eres, con tus virtudes y tus defectos, ni mejor ni peor que los demás, pero siempre único. Deseo que este año más te sirva para seguir creciendo como persona, para desarrollar tu mejor versión, que es la que te hace realmente feliz.

Deseo que valores las cosas realmente importantes de la vida y que puedas disfrutarla con pasión, sintiéndote bien  contigo mismo, aceptando las cosas como vienen y disfrutando de ellas. Te deseo que, si aparecen, seas capaz de dejar atrás los miedos y te sientas fuerte para soñar y alcanzar esas cosas que te hacen feliz.

Te quedan aún muchas cosas que aprender, muchas puertas por abrir, muchos viajes que hacer, mucho amor que dar y recibir, muchas aventuras que vivir, muchas cosas que compartir. Porque lo más bonito de cumplir años es poder cumplirlos junto a las personas que quieres.

domingo, 26 de octubre de 2025

Mentiras fascistas

Estupor. Consternación. Desconsuelo. A los que seguimos creyendo que la verdad es un valor positivo nos cuesta entender el porqué de tanta falsedad y tanta mentira. Me llevo las manos a la cabeza cuando escucho bulos, imposturas, como si el mundo se hubiera convertido en un chismorreo constante de gente infame. La información se ha convertido en una algarabía de taberna, en una conversación de patio de colegio, donde insultos y calumnias se suceden a golpe de titular. Trump alertando contra el paracetamol en embarazadas, las mentiras de Ayuso sobre la Covid o las de Mazón acerca de la Dana. Redes infestadas de noticias falsas, de imbéciles e ignorantes propagando bulos; medios de comunicación que manipulan, mienten y difaman con desparpajo, escupiendo injuria y desprecio. La ofensa, antes un exceso aislado, se ha convertido en norma, incluso en los parlamentos. Los gritos sustituyen el argumento, el escarnio ocupa el lugar del debate. Y las imágenes, propagadas como el fuego, nos producen un desánimo cada vez más profundo. Nada de esto es casual. Los que saben del tema hablan de expertos en imagen, comunicación digital y manipulación de datos que, a través de los medios, las redes sociales y la explotación de las emociones, moldean la opinión pública y reconfiguran el orden social. Estos "ingenieros" fabrican el desorden para canalizar mejor y en su propio beneficio la ira popular, desempeñando un papel decisivo en el ascenso de líderes populistas y el progresivo debilitamiento de las instituciones democráticas. Son cuervos oportunistas que se alimentan del desconcierto, la ignorancia y el miedo de ciudadanos que ven tambalearse su mundo, debilitado por la inoperancia de gobiernos que incumplen, una y otra vez, las promesas de un mundo más próspero y seguro. Muchos políticos se han convertido en bufones. Los defectos de los líderes populistas se convierten, a los ojos de sus votantes, en cualidades. Su inexperiencia es la "prueba" de que no pertenecen al círculo "corrupto" de las élites y su incompetencia es garantía de su autenticidad. El caos ya no es un accidente de la política, sino una estrategia. En una época de incertidumbre y cambios profundos, el desorden se instala y en estas aguas movedizas, el nuevo fascismo se muestra imbatible. Pero son como los cantos de sirena, esos seres marinos cuyo canto seductor ofuscaba la mente de los marineros y los llevaba al naufragio.

viernes, 24 de octubre de 2025

80-85

Nada nuevo bajo el sol. En agosto de 1933, cuando los nazis ya estaban en el poder, la Federación Sionista de Alemania, el Banco Anglo-Palestino (bajo las órdenes de la Agencia Judía para Israel, ya entonces ubicada en Palestina) y las autoridades económicas de la Alemania nazi firmaron el Acuerdo de Haavara para "facilitar la emigración de los judíos alemanes a Palestina". Varios futuros primeros ministros israelíes como Ben Gurion, Moshe Sharret, Golda Meir y Levi Eshkol, lo apoyaron.

En un memorando de la Federación Sionista de Alemania al gobierno nazi del 21 de enero de 1933 declaraban (no tiene desperdicio): "En la fundación del nuevo Estado, que ha proclamado el principio de la raza, deseamos adaptar nuestra comunidad a estas nuevas estructuras (...) Nuestro reconocimiento de la nacionalidad judía nos permite establecer relaciones claras y sinceras con el pueblo alemán y sus realidades nacionales y raciales. Precisamente porque no queremos menospreciar estos principios fundamentales, porque también estamos en contra de los matrimonios mixtos y a favor del mantenimiento de la pureza del grupo judío (...) Los judíos conscientes de su identidad y en cuyo nombre hablamos, pueden encontrar un lugar dentro de la estructura del Estado alemán, pues están libres del resentimiento que deben sentir los judíos asimilados; (...) creemos en la posibilidad de unas relaciones leales entre aquellos judíos conscientes de su comunidad y el Estado alemán.

Este acuerdo priorizaba a los sionistas millonarios, cuyo capital era necesario para la colonización palestina, y dejaba a su suerte a las masas trabajadoras judías, quienes pronto se verían encerrados primero en guetos (y ya más tarde en campos de concentración). A cambio, los sionistas pactaron colaborar con el gobierno nazi y rompieron el boicot que otras organizaciones judías estaban llevando adelante contra la Alemania hitleriana, logrando que mercancías alemanas pudieran ser vendidas en Inglaterra, por ejemplo.

En Italia, Vladímir Jabotinsky,  dirigente del sionismo revisionista y fundador en 1935 de la Nueva Organización Sionista, se mostró siempre dispuesto a colaborar abiertamente con Mussolini. Hasta tal punto que en 1934, en pleno gobierno fascista, logró el permiso de Mussolini para fundar la Academia Naval Betar en Civitavecchia. En ella se formaron los futuros dirigentes de la marina israelí y en aquel entonces incluso llegaron a combatir como cadetes junto a los soldados italianos en la invasión de Etiopía.

Cuando los nazis habían aprobado ya la llamada "Solución Final", en un memorando de 1943 del Comité de Salvación de la Agencia Judía, ésta declaraba:

¿Debemos ayudar a todos los que lo necesiten sin tener en cuenta las características de cada uno? ¿No debemos dar a esta acción un carácter nacional sionista y tratar de dar prioridad a la salvación de los que pueden ser útiles a la Tierra de Israel y al judaísmo? 

Hoy, el apoyo financiero de distintos lobbys sionistas a todo tipo de grupos fascistas está ampliamente demostrado.

jueves, 23 de octubre de 2025

"Caramendi"

A ver si se enteran los incautos, todo derecho laboral y social se ha conseguido con lucha y jamás ninguno, ni uno solo, ha sido un regalo de la patronal. Ni de Dios bendito. A la CEOE le vieneal cualquier cambio. Que suponga una mejora de las condiciones de los trabajadores, se entiende. Se oponen a la subida de salarios, a la mejora del SMI, al control de las horas trabajadas, a la reducción de la jornada laboral, a la mejora de los permisos por maternidad, por fallecimiento de un familiar... A todo, coño, a todo. Esta gente no tiene nada que aportar al diálogo o la convivencia social. Para Garamendi controlar el horario laboral es totalitarismo, pero que te obliguen a hacer horas extras y después no pagártelas parece que es libertad. Lo que molesta a los empresarios no es el control horario es perder el privilegio de explotar el tiempo del trabajador. Intentar que se paguen las horas extra es para la CEOE autoritarismo e intervencionismo, aunque otros lo llamamos dignidad laboral. Lo que ellos llaman "libertad" significa "ningún derecho que moleste al patrón". Esta gente vive en su burbuja de privilegios y la vida de los trabajadores se la trae al pairo. El anterior presidente de la patronal acabó en la cárcel por blanqueo de dinero, alzamiento de bienes e insolvencia punible. El actual se ha subido el sueldo un 11% en los últimos 3 años y ahora gana casi 400.000 € al año. Un trabajor que perciba el SMI necesitaría casi 28 años de trabajo para ganar esa cantidad. Pero Garamendi dice que la gente no quiere trabajar y tacha de “ocurrencia” la ampliación del permiso por fallecimiento de un familiar cercano. Sólo le ha faltado decir que no debería existir permiso ni por fallecimiento propio y que, de producirse, debería ser causa de despido fulminante.

Capitalismo en vena

El capitalismo hace ya mucho que no tiene rival alguno. Es un monopolio y, como tal, impone sus reglas. La clave está en que ya no puedes elegir. Ya no necesita convencerte, te lo inoculan desde pequeño. En cada vez más países, los curriculum escolares incluyen talleres de “educación financiera” y “proyectos de emprendimiento”. Se enseña al alumnado a crear marcas, calcular beneficios, simular inversiones y planear negocios. No se habla de cooperación, justicia social o sostenibilidad. No, qué va. Se le habla de riqueza, rentabilidad, competitividad y liderazgo. La escuela deja de ser espacio de pensamiento crítico -así nos va- y se convierte en incubadora de futuros obsesos por el beneficio propio. Es como si en lugar de enseñar a leer, enseñaran a redactar contratos. En vez de aprender historia, aprendieran a adaptarla para mejor venderla. Por eso el capitalismo ya no necesita presentarse como ideología, ni siquiera como sistema económico. Ahora se disfraza de oportunidad, de juego, de falsa libertad, de necesidad vital, de competencia básica. Y lo más perverso es que ahora se reproduce sin esfuerzo. Como un virus bien diseñado, se replica en cada ciudadano que lo abraza sin saber que ha sido infectado. No importa si eres camarero, enfermera o profesor. El sistema te obliga a adaptarte a las reglas del mercado: A alcanzar objetivos, a mejorar resultados, a evaluar procesos, a planificar recursos... Y así, miles de ciudadanos aspiran a ser empresarios, emprendedores, microinversores, rentistas... La escuela, la salud, el arte, el deporte, la infancia, la vivienda, la espiritualidad incluso, todo esta impregnado del ADN del capitalismo salvaje. Hasta el amor y la amistad hace tiempo que se miden en utilidad. ¿Te aporta algo? ¿Conviene a tu proyecto o intereses? ¿Te ayuda a crecer? Si no, se descarta. El vínculo se convierte en capital social. El café con un amigo, en reunión estratégica. El afecto se administra calculando el retorno de inversión emocional. Es como si los abrazos, la confianza o la lealtad tuvieran cláusulas. Como si la confianza viniera con condiciones de uso. El capitalismo en vena no se nota. No duele. Solo te convierte en replicante. 

martes, 21 de octubre de 2025

Trump es un reflejo

Gentuza como Trump no son una rareza, una anomalía. Son el espejo deformante de una sociedad enferma que ha convertido la codicia en virtud, la mentira en herramienta y la ignorancia en identidad. Sin el ruido de su circo, sin el jaleo de sus fieles, sin el apoyo de sus medios, no son nada. Si se le quita eso sólo queda la sombra de un rico sin principios, la caricatura de un empresario con alma de charlatán, la parodia de un hombre "hecho a sí mismo" con la fortuna de papá, la triste imagen de un bufón que se cree emperador. Pero no es una anomalía, es un síntoma. Su impostura, su patanería, su ignorancia, su soberbia, su engreimiento, su falta de escrúpulos... son un reflejo, la consecuencia visible de décadas de degradación cultural de una sociedad que ha validado la insolidaridad, el egoísmo, la falta de empatía, el racismo, el clasismo arrogante, la misoginia, el desprecio por la verdad, el odio al diferente. No sólo se valida, se defiende con la desvergüenza de los que tienen demasiado ego que alimentar. Su fuerza no nace del coraje, sino del ruido y el miedo. Camuflan su vulgaridad de autenticidad, dicen no tener complejos cuando lo que no tienen es humanidad, hablan el idioma de la furia y del resentimiento, porque saben que el miedo es más contagioso que la esperanza. Y en esa alquimia perversa la política se ha convertido en espectáculo y el espectáculo en profesión de fe. Son una vaciedad espiritual rodeada de capas de vanidad. No tienen convicciones, solo cálculo. No tienen ideas, solo reflejos de su propia imagen en el escaparate de sus ídolos. Todo gira en torno a su ego, y bajo la máscara de gente preocupada sólo late el vacío de personas incapaces de sentir vergüenza por lo que defienden y a quiénes defienden. Gentes que han olvidado lo que significa la dignidad. Trump es la advertencia de lo que ocurre cuando una sociedad, agotada de pensar y conocer decide entregarse al ruido y a la mentira con tal de no enfrentarse a sí misma.

¡Premios!

Los premios, todos los premios, empiezan a tener el mismo valor que una guitarra obtenida en una tómbola. Pensemos en el Nóbel de la Paz o en el Planeta, antaño premios de referencia y prestigio pero que hoy apestan más que una gorrinera. La vergüenza por el Nobel de la Paz ya es tradición. Pero, si se lo dieron a Kissinger -un genocida internacional experto en métodos de tortura- pocos días antes de ordenar el brutal golpe de Estado que encabezó Pinochet. Ahora se lo dan a una señora ultra que alaba la acción del criminal de Netanyahu por sus “logros” en el genocidio de Gaza. Lo de Juan del Val sólo sorprende a los incautos. ¿A quién pretendéis que se conceda un premio literario patrocinado por la misma empresa que venderá los libros, a un profesional de la literatura, pudiéndoselo dar a una famosa figurita mediática que trabaja para ti y que es presentado como "polémico" en vez de como cuñao y todólogo? Hasta la elección política de presidentes se parece a la concesión de premios. Y a cada cretino al que suben a un podio nos pillan con carita de idiotas. ¡Ojo, cuidado!, que ahora vienen los supercalifragilisticoprestigiosos premios Princesa de Asturias. Concedidos por una entidad privada que, a finales de 2022 tenía un patrimonio neto de 32,5 millones, gracias a los ingresos que le llegan de las administraciones públicas (13%), es decir tus impuestos (o creías que ésto lo pagan los Borbones), los rendimientos de su patrimonio (libre de impuestos) y los donantes del sector privado (73%), anónimos, aunque a juzgar por la composición del patronato, llena de banqueros y de consejeros de empresas del IBEX 35-, no es difícil adivinar quiénes son. Teniendo en cuenta que casi cualquiera de los premiados tiene mucho más prestigio internacional que la casa real española, es evidente que estos premios fueron pensados para que aquellos prestigien a ésta, y no al contrario. Es decir, no son otra cosa que la Corona absorbiendo anualmente el prestigio de los premiados, la monarquía premiándose a sí misma. Y, desde ya, tendremos que asistir abochornados a horas y horas de almíbar monárquico en las teles, convertidos -para la ocasión- en programas del corazón. Y así, entre bandas de gaiteros, "Asturias patrias queridas", paseítos por la alfombra azul, gente agitando banderitas, imágenes de la yaya en el palco, lecturas de discursos escritos por otros, visitas "de sport" al galardonado como Pueblo Ejemplar de Asturias y comentarios a tutiplén sobre la profesionalidad de la Emérita, la elegancia de Letizia, lo monísima que está Leonor, la complicidad con su padre "el preparao", lo liada que está la hermana y las monteras piconas, vamos completando otro publirreportaje.

lunes, 20 de octubre de 2025

La farsa de la paz

Lo que se ha firmado en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij no es un acuerdo de paz, es -ante todo- una farsa. Trump, esmerándose en ser imbécil, tras decir que lo que se ha producido allí es un hecho histórico, añadió: "Hemos necesitado 3.000 años para llegar a este momento". ¡Casi ná lo del ojo! Digo yo que fue terminar el reinado de Salomón, y dividirse el Reino Unido de Israel entre el de Samaria y Judea, y se montó un bochinche que, como ya anunciaron algunos preclaros profetas hebreos, sólo se solucionaría con la mediación de un rey sabio e inmensamente rico de pelazo anaranjado venido del oeste. Eso sí, en no menos de tres mil años.

Para mí, la principal consideración que invalida el término "paz" para referirse al acuerdo firmado es que la paz es algo que llega después de la guerra. Pero en Gaza -ya está bien de falsas equidistancias y eufemismos interesados- no ha habido una guerra. Lo que ha acontecido allí durante los últimos dos años ha sido una operación planificada de exterminio. De genocidio, según no pocos expertos y juristas internacionales que llevan décadas estudiante estos fenómenos de la aniquilación física y moral. Convendría que los medios fueran menos seguidistas de los grandes poderes políticos y económicos al etiquetar y valorar los conflictos mundiales y sus consecuencias, pero ese es otro tema.

Por otro lado este "acuerdo de paz" se ha llevado a cabo sin existir un armisticio. ¿Qué tratado de paz se negocia mientras una de las partes sigue asesinando? ¿Cuántas treguas conocéis donde una de las partes no deja de asesinar? ¿Cómo se implementa un acuerdo de paz cuando desde el minuto cero una de las partes exige cosas que sabe imposibles, amenaza, provoca, decide unilateralmente no cumplir algunos de sus compromisos y... sigue asesinando?

No, compañeros, a lo que hemos asistido en las últimas semanas ha sido a un ejercicio de lo que algunos expertos llaman la “diplomacia de la intimidación”, para definir a la "chulesca" actuación de Trump en la escena política internacional. El "Plan Trump" ni es de Trump, ni es un Plan. A lo sumo es una hoja de ruta alentada por un consorcio de intereses económicos y políticos para aliviar la que comenzaba a ser fuerte presión internacional contra Israel; hacer borrón y cuenta nueva respecto a los crímenes de "guerra" y delitos de lesa humanidad cometidos por Netanyahu y su gobierno (habéis visto que en el Plan se recoja nada sobre asunción de responsabilidades, indemnizaciones o reparaciones); proteger los "avances" territoriales e intereses sionistas y, finalmente, poder iniciar el gran negocio allí proyectado. ¿Por qué, si no, el "ceo" americano de la negociación ha sido el multimillonario yerno de Trump? La "ausencia de violencia" en Palestina es una oportunidad de negocio y el hijo y el yerno de Trump, con una banda de buitres amigos desean invertir cientos de miles de millones en el sueño familiar para edificar su Gaza Resort.

 Aunque teniendo en cuenta que Melania acaba de dar una rueda de prensa oficial anunciando que mantiene un "canal abierto de comunicación" con Putin y que ha logrado que ocho niños ucranianos se reunan con sus familias, a lo mejor es que la diplomacia mundial está ya en manos de la "familia real norteamericana".

Creo que la pretensión de Trump de mostrarse ante el mundo como un “pacificador” que consigue, sólo con su genio, resolver los conflictos en los que otros invariablemente han fracasado, además de intentar justificar "su" Nobel de la paz y reforzar su imagen de superhéroe ante su populista público, se basa en una narrativa falaz e hiperbólica de unos acuerdos apresurados que las partes implicadas suscriben para no ser blanco del instinto vengativo del déspota.

Personalmente creo, siguiendo la idea del historiador israelí Ilan Pappé (que tuvo que exiliarse en Reino Unido ante el hostigamiento del Gobierno israelí, los académicos sionistas y las amenazas de muerte recibidas por su defensa del trato humanitario al pueblo palestino) que está farsa de paz pretende dar cobertura al “genocidio progresivo” o “por goteo” que viene practicando el sionismo desde hace décadas.

Pero claro, ante casi setenta mil muertos, las imágenes de cuerpos infantiles desfigurados, familias enteras aniquiladas, niños famélicos y núcleos de población totalmente arrasados, entiendo que haya en mucha gente un confuso y candoroso reflejo de esperanza ante un aparente final de la narrativa del horror impuesta por los genocidas. Está, además, eso que llaman la "fatiga de la compasión”, porque la persistencia en el tiempo, la "rutina", por muy macabra que ésta sea, acaba cansando. Y no olvidemos el poder de la propaganda, donde ésta se impone al rigor en la consideración mediática.

Este Plan sólo pretender continuar el genocidio progresivo; demostrar a los que han sobrevivido y/o regresado que su vida será mucho más miserable aún que la que soportaban antes del 7 de octubre; lograr que muchos acaben, exhaustos y sin futuro, abandonando Gaza a cambio de una miserable "gratificación" y permitiendo que una minoría permanezca como mano de obra barata que haga viable el plan neocolonial.

Y si esto es así la única reacción válida tendrá que ser una amplia y sostenida en el tiempo acción de protesta y oposición frontal de resistencia internacional a los intereses de Israel.

sábado, 18 de octubre de 2025

Avortox

Poco a poco las derechas se van quitando la máscara y, a "pildorazos", nos van enseñando en qué quieren convertir España si llegan a gobernarla. Las diferentes sucursales de la derecha -cada vez es más dificil distinguir entre las propuestas del PP y VOX- lo tienen claro: tras amenazar con persecuciones racistas y deportaciones masivas, es el turno de las mujeres y sus derechos sexuales y reproductivos. Y llegarán más. Primero, Almeida pactando con VOX. Obligando a las mujeres que van a abortar a escuchar una sarta de tonterías y dogmas contrarios a la ciencia empaquetados y presentados como síntomas del ficticio e irreal “síndrome del posaborto”. Son maestros de la mentira. Luego Ayuso, a la que no le parece suficiente con hacer imposible abortar en la sanidad pública. Hasta ahora ha conseguido que en la Comunidad de Madrid el 99.6% de las interrupciones voluntarias de embarazo se tengan que realizar en clínicas privadas. ¡Viva el negocio! Con ello, además, las mujeres quedan indefensas frente a la exposición de grupos fundamentalistas católicos que acosan a las mujeres a las puertas de dichas clínicas. Se niega, además, a cumplir la ley y crear el registro de objetores de conciencia de la interrupción voluntaria del embarazo. Eso sí, gasta dinero público para darse un paseíto por En Texas, con el objetivo de "aprender" desde el terreno la más furibunda política antiabortista. No sé si ha apuntado que la mortalidad infantil aumentó allí un 12.9% tras impedir el aborto tras la quinta semana de gestación. Del mismo modo, la mortalidad de neonatos atribuibles a anomalías congénitas se incrementó un 22.9%. Pese a que se disfrazan de provida, las propuestas antiabortistas generan todo lo contrario. Nos encontramos ante una ofensiva integral contra la autonomía e independencia de las mujeres. Supone la materialización de su frustración por sus conquistas frente a la sociedad patriarcal. Es su manera de responder al mantra de que “el feminismo ha llegado demasiado lejos”. Y esto es, también, un ataque frontal al modelo de sociedad al que aspiramos los que creemos en la igualdad. Y vendrán otras castraciones de derechos.

El tiempo de la Bestia

Vivimos días extraños. Días donde nada es lo que parece. Vivimos tiempos líquidos, donde la vida es líquida, como líquida es la cultura, el arte y hasta la moral. Sólo el consumo y el miedo son sólidos. Vivimos tiempos en los que las grandes corporaciones depositan su poder en bestias dispuestas a desencadenar la violencia y la infamia por todo el planeta. El latido que impulsa siempre es el mismo: el amor al dinero, el amor al poder, nacidos de lo más oscuro de la condición humana. Pero las bestias son muchas, se multiplican, intervienen sin medida ni control, se internan en las selvas más profundas, ascienden a las montañas más solitarias, se adentran en las calles, las plazas, los callejones de las ciudades, en los poblados más ricos, en los barrios más pobres. Tienen las caras de paramilitares, terroristas, identitarios, ultranacionalistas, ultraortodoxos, ultraislamistas, ultraviolentos o dirigentes elegidos por ciudadanías desquiciadas. Tienen cuerpo de mafias, hooligans, hinchas, ultras, exaltados, extremistas, fanáticos… Pero también de elegantes ceos de grandes corporaciones, de políticos electos, de "reputados" periodistas, de ilustres escritores, de mediocres togados, de engreídos líderes mediáticos... Son bestias que exigen honores, genuflexiones, distinciones, alabanzas... Hasta premios de la paz piden. Creen que todo lo pueden, pero quizás sólo estén preparando su propia extinción. Nos llevarán a todos por delante pero serán los que desaparezcan con mayor sufrimiento. Ya nadie escucha. Nadie quiere escuchar. Sólo atienden a las ofrendas depositadas a sus pies, a las víctimas que son capaces de producir, a los dineros que saben amasar, a las locas aventuras en las que se embarcan, a los honores que un género humano entregado a la adulación se muestra dispuesta a conceder a las bestias, en forma de premios, condecoraciones, halagos plañideros y profundo sometimiento. Las masas creen que su "seguridad" vendrá de su fidelidad a la bestia. Por eso guardan silencio ante las infames destrucciones. Parlotean y se exaltan ante quienes son señalados por la bestia. Son rastreros y pelotas ante el fuerte, inclementes, intransigentes, duros y fuertes ante el débil. No saben aún que serán arrastrados al desastre por la Bestia a la que veneran. Pero prefieren no ver.

viernes, 17 de octubre de 2025

El polémico Juan del Bal

Este año el premio Planeta ha recaído en "el polémico" Juan del Val. (Perdón por usar sin permiso una de las recurrentes, vacías y cansinas frases del señor Motos). A propósito, por qué los premios "recaen" ¿Ya lo había conseguido antes? ¿Vuelve a contraer una dolencia? ¿Reincide en un error o un vicio? Vaya por delante que no pretendo hacer una crítica literaria. Ni he leído, ni pienso que llegue a leer su obra. Sin juzgarla, no me atrae esa literatura. El prestigio del Planeta se basa en ser el premio literario con mayor dotación económica del mundo. Pero yo pasaría a llamarlo premio Atresmedia. Recordemos que el Grupo Planeta es el principal accionista de Atresmedia, el grupo en el que trabaja Juan del Val y su mujer, Nuria Roca. También es dueño del panfleto La Razón, de ahí la sobrepresencia de su director, el ínclito y tóxico Paco Marhuenda en A3 y La Sexta. Cosas. Del Val sigue los pasos de Sonsoles Ónega, otra estrella de la cadena y ganadora de su premio. Su novela ya la ha convertido Atresmedia en serie. Pues nada, hace dos años el premió rebañó, perdón, recayó, en Sonsoles Onega. Este año en Juan del Val. ¿Quién será la siguiente figura literaria descubierta por Planeta? ¿Cuál será premiada, alguna novela ñoña de Mónica Carrillo, algún libro escrito por un "negro literario" para Susana Griso, una autobiografía ilustrada de Pablo Motos o una nueva versión del Mein Kampf de Vicente Vallés? El título provisional de la novela de Juan del Val era "No es tan fácil morir de amor". Le faltó añadir "...como que la empresa para la que trabajas te conceda su premio" Así, además, la publicidad sale gratis y llenas tus programas de contenidos. Creo que hasta Roberto Brasero estará obligado a concluir su espacio con la frase "y aprovechen el mal tiempo para leer la novela del "polémico" Juan del Val.

Para Promoción

En una fase ya avanzada de lo que iba a ser mi tesis doctoral (Transformación y destrucción del casco histórico de Córdoba a través del instrumento legal de la ruina urbanística, 1950-1986), y cansado ya de batallar con "cordobitas" que decían amar lo que desconocían y justificaban la adulteración de la "ciudad heredada" en nombre del "progreso", encontré un artículo de Herbert E. Caen, ganador del premio Pulitzer, donde decía que "una ciudad no se mide por su longitud y anchura, sino por la amplitud de su visión y la altura de sus sueños". Decide utilizarla como exergo de la tesis.

Muchos años después, y cada vez más, sigo pensando que tenía razón. Como también creo que desde hace tiempo las fuerzas dominantes -y son muchas- se han empeñado en destruir esos sueños.

Yo, que por lo general soy poco dado a excesos de optimismo, creo que todo -al menos todo lo hermoso- va degenerando. La ciudad clásica -con sus sombras- fue, ante todo, un lugar de plaza, ágora, discusión, elocuencia. La ciudad servía para salir de la casa y encontrarse con otros que también habían salido de la suya. Hoy las ciudades son, cada vez más, "deslugares", espacios que no guardan relación con la comunidad en la que se insertan, donde no hay una comunicación entre el lugar y las personas que lo habitan a diario. Las ciudades están envenenadas. Mancha el humo de los coches, mancha la contaminación, mancha el desinterés humano. Todo está lleno de carteles con gente incitándote a comprar algo, a venderte algo, a votar por alguien, a odiar a alguien. Aunque no despreciemos el ingenio popular reflejado en pintadas callejeras que te despiertan la sonrisa. Recuerdo tres: "Contra el hambre: Come"; "Levantáos vagos, la tierra para el que la trabaja" (en la tapia de un cementerio gaditano); "Viva Franco (Y con otra letra y otro color) Battiato.

Hoy el ágora ha sido sustituida por los centros comerciales, grandes superficies estandarizadas, no importa la ciudad donde te encuentres, son exactamente iguales entre sí. Su esencia no se ve alterada o influenciada por los factores sociales, culturales y humanos de su entorno. La gentrificación está devorando las ciudades, hurtándola a sus habitantes. Muchos de ellos son expulsados por la transformación del Centro, generalmente respondiendo a tendencias del mercado o dinámicas del tardocapitalismo. Aunque no hay nada nuevo. ¿Habéis oído hablar de los 'asustaviejas"? En Córdoba, a principios de los 50, muchos propietarios ya utilizaban a familias gitanas para expulsar a sus inquilinos, preferentemente personas mayores y, sobre todo, mujeres.

Hoy vemos como los barrios pierden su esencia. En un proyecto de nueva distritación de Córdoba que Cristina Martín y yo hicimos para el Ayuntamiento, nos sorprendió que muchos vecinos de siempre de los barrios de Valdeolleros, Santa Rosa, Huerta de la Reina o Margaritas, cuando se les preguntaban cuál era su barrio contestaban: El vial norte. Que viste más, nos decíamos nosotros, que llegamos a la conclusión que vivir en un barrio obrero limítrofe con una moderna zona urbana acredita automáticamente pertenecer a la clase media.

Hoy incluso el Centro, ve desaparecer el comercio local en pos de franquicias de marcas multinacionales, de espacios orientados a servicios de última generación o de ocio "hipermoderno" ¿Cuántos bares de siempre han cerrado para que se abra una cafetería de especialidad, un burguer, un restaurante de orientación turística o cualquier otro negociete cool? Los centros de las ciudades -da igual dónde estés- empiezan a parecerse como gotas de agua.

Ni una pizca de originalidad. Son escenarios para la práctica mercantil. El caso de la turistificación es exactamente igual, solo que "el asesinato" de los barrios se produce para amoldarse a los gustos o dinámicas de los turistas, en detrimento de las necesidad o interés de los vecinos. El efecto sobre sobre el acceso a la vivienda es demoledor. Cuando la ciudad deje de ser un lugar, cuando su vida deje de estar enraizada con la vida y desarrollo de las personas que la habitan estaremos condenados. La ciudad se está convirtiendo en una "tristeza urbana". Los edificios no dialogan, las personas corren y consumen y el cansancio se adueña de los cuerpos. Los niños se esconden y no huele a flores. Hay auténticas estrategias urbanísticas pensadas para desanimar a estar, a permanecer, en lugares donde el objetivo no sea consumir. Los bancos se acortan, se les colocan piezas intermedias o bases onduladas para que los indigentes no puedan dormir en ellos. Las fuentes públicas desaparecen. Se talan árboles, se diseñan espacios áridos, duros, tan amplios como inhóspitos, cementados, granitizados, que a lo que menos invitan es a la permanencia. A este paso me temo que pronto se prohibirá circular a menos de 30 metros de una terraza sin consumir o se apostarán francotiradores en las azoteas para abatir a los transeúntes y paseantes sin intención de hacer gasto. Decía Fraga que la calle era suya. Hoy la calle es de quién pueda pagársela. Sin casa y, pronto, sin calle. Vaya futuro que tienen nuestros jóvenes.

Dijo Maquiavelo que "el único medio seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir libre es destruirla." Cuanta verdad. Y cuantas formas de hacerlo.

Ahora retuercen la palabra "paz"

Por sí mismas, las palabras están investidas de inocencia. Es la intención que se tiene al pronunciarlas las que las dota de uno u otro significado, positivo o negativo. Ya el filósofo mallorquín Ramon Llul dijo que “la palabra es el arma más poderosa”. Esto, en el contexto crispado y polarizado de la política actual, empieza a ser cuestión de supervivencia. Día a día vemos como el lenguaje da lugar a campos de batalla donde se juegan y se deciden las relaciones de poder, provocando que las palabras no solo comuniquen, sino que también moldeen realidades y configuren el orden social. Personalmente me asquea el modo en que las derechas se apropian, retuercen, prostituyen y pisotean el verdadero significado de hermosas palabras como libertad, pueblo, democracia, honradez... Cuando los "señoros" del Comité del Nobel, políticos designados por el Parlamento noruego, decidieron entregar el Nobel de la Paz a María Corina Machado, lo que hicieron realmente es retorcer, hasta hacerlo irreconocible, el significado de la palabra paz. Lo que hicieron fue un "fraude de significado". Fue llamar “paz” a lo que muchos llamamos intervención y tutela. Hecho el fraude le entregó el galardón a una persona que por años se ha puesto a disposición de una potencia extranjera para promover un golpe de Estado en su propio país. Alguien que ha llegado a pedir, incluso en foros internacionales, una intervención militar extranjera para "remover" a Maduro. Alguien que avala al Estado Genocida de Israel, y que, en plena devastación de Gaza, defiende a la entidad sionista con la gramática de la “autodefensa". Como hubiese dicho mi abuela, a esta señora le pega el Nobel de la Paz tanto como "a un santo dos pistolas". La decisión es mucho más que un error de casting: es una declaración política que termina por sepultar el ya discutible prestigio de un premio que ha ido transformándose en instrumento simbólico del capital global. El Nobel actúa como un aparato de hegemonía "atlántica" que convierte el orden imperial en una tan supuesta como falsa virtud moral. Sin saberlo, el Comité, con sus seguras presiones e influencias, ha decidido dar la razón a Marx y Engels cuando dijeron: “El derecho no es sino la voluntad de la clase dominante erigida en ley”. Aquí, la “paz” es la voluntad de las potencias erigida en ceremonia de consumo. El continuo ataque al lenguaje inclusivo o de "espíritu woke" y el despliegue en los foros de derecha extrema de ese lenguaje patriotero de desmanes factuales, dislates verbales y tópicos ñoños, no es sino otro escenario de su declarada guerra cultural.

jueves, 16 de octubre de 2025

El cáncer de la ignorancia

La última encuesta del CIS arroja un dato preocupante, muy preocupante. Y desolador, pues certifica muchos fracasos: del sistema educativo y los docentes; de los medios de comunicación -o no-; del sistema político; de la cacareada transición; de la sociedad, en fin. El dato es que para un 21,3% de la población los años del franquismo fueron "buenos o muy buenos". Dicho de otra manera, la cuarta parte de los españoles ven con buenos ojos una época de atraso político, económico y social, una tiranía de cuarenta años devenida de una guerra civil, una España de vencedores y vencidos, un sistema de clientelas, corrupción y tiranía, de desigualdades y falta de libertades. Definitivamente la ignorancia, como un cáncer con rápida metástasis, nos acabará arrastrando al abismo. Estamos llegando a una ignorancia que legitima la violencia, la injusticia o la explotación y exalta y premia a los peores autoritarismos y dictaduras. Esta ignorancia no es sólo la ausencia de conocimientos, es un estado de exaltación, confusión o soberbia que impide aceptar hechos y evidencias incómodos. Es una ignorancia que se refugia en negacionismos y conspiraciones, acepta soluciones simplistas o falsas, apoya a figuras mesiánicas de depravada moral y alimenta un ánimo social de polarización y enfrentamiento. Y lo peor de la ignorancia es que, a medida que se prolonga, adquiere confianza. Al final todos somos ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas ni todos practicamos una ignorancia autolesiva.

miércoles, 15 de octubre de 2025

Yo no sé escribir de héroes

Yo no sé escribir de héroes. Sólo entiendo de almas perdidas, de personajes que buscan un sentido a la vida y chocan una y otra vez con el absurdo y con ellos mismos. Aunque quizá ambas cosas sean lo mismo. También intento aproximarme a la belleza de la decadencia y el silencio. En el fondo no pretendo hablar de desesperación, más bien de una compasión profunda. No pretendo juzgar a mis personajes. No pretendo obligarlos a cambiar de dirección. Al contrario, sólo pretendo ser su observador. A lo sumo pretendo animarlos a mirar de frente a la niebla hasta que encuentren destellos de su propia e íntima humanidad. Nunca estoy ausente de cualquiera de estas historias. ¿Cómo podría cuando no ceso de llamar a la resistencia? Aunque algo me impide dejar de desgranar un mundo que se me antoja de una materialidad asfixiante, de contornos borrosos, envuelto en una atmósfera enigmática y enrarecida, un mundo del que está a punto de erradicarse la bondad y la nobleza, y en el que reina el ultraje a la inteligencia y el caos. Un mundo donde las ilusiones son tímidas, pues para seguir viviendo algunos necesitan creer en falsos mesías y charlatanes. A mí no me interesa creer en algo, sino entender y creer en la gente. Creo que no sé escribir con la imaginación, sino con una sensibilidad que me permite acceder a un espacio que forma parte de nuestra realidad. Sólo quiero encontrar las palabras para describir mi destino. Yo no sé escribir de héroes, porque su desastre y destrucción sería inevitable debido a la condición humana. O quizá porque, para mí, no hay gran diferencia entre héroes y supervivientes.

Al "festolín" celebrado en Egipto para mayor gloria de Trump y como acto viral de desagravio por no haber recibido el Nobel de la Paz le han llamado "Cumbre de Paz" y ha sido presentado como un esfuerzo diplomático para resolver el "conflicto" palestino-israelí. Pero no es más que una farsa cuidadosamente orquestada que reduce la paz a una tregua interesada.

¿Qué plan de paz puede ser acordado por una organización terrorista como Hamás que no tiene en la salvaguarda de la vida de los gazatíes su principal objetivo? Hamás juega aquí el papel de "asesino" útil. Su radicalidad y su afán de controlar políticamente por la fuerza las "ruinas" de Gaza, acabarán dando la excusa para completar el Plan ahora pausado. Aunque, como "casus belli", Israel no necesitaría más que algún niño, si tiene aún fuerzas para ello, arrojase una piedra a uno de sus blindados.

¿Qué plan de paz puede ser acordado por un genocida como Netanyahu? ¿De verdad que alguien cree que este criminal de guerra ha cambiado un ápice su forma de pensar en apenas unos días? ¿Que ha aliviado, ni mínimamente, su depravación moral? ¿Que, en su perversa mente, ni una sola de sus víctimas han adquirido rostro y apelan ahora a su conciencia? Netanyahu comenzaba a tener un serio problema interno con los familiares de las víctimas y... ya no lo tiene. Comenzaba a sentir la presión internacional y, de nuevo, podrá esgrimir su viejo relato del derecho a defenderse y del "nosotros sólo aplicamos el método de acción-reacción" 

¿Qué plan de paz puede tener como muñidor a Jared Kushner, multimillonario yerno de Trump e ideólogo del actual plan para Gaza? Kushner fue el cerebro de los Acuerdos de Abraham cuyo objetivo era dividir a los países árabes y "conseguir la paz" pero sin incluir a Palestina. Ello después de legalizar la mayoría de los asentamientos ilegales israelís y crear un Estado palestino aún más reducido y totalmente rodeado por Israel. Vamos, un inmenso campo de concentración donde el futuro palestino es inviable. Un tipo cuya primera frase en las negociaciones fue "no me habléis de historia", pero que poco después, interpelado por los 67.000 muertos dijo: "Me siento orgulloso del Estado de Israel, que en lugar de imitar la barbarie del enemigo, ha optado por ser excepcional, ha optado por defender los valores en los que creen"

¿Qué plan de paz puede tener como principal avalista a un fulano que usa su inmenso poder para aprobar un decreto que le permita poder ducharse a gusto porque "quiere cuidar su precioso pelo"? ¿Qué catadura moral tiene un tipejo que después de chantajear a países "amigos" dice que "estos países lo están llamando para besarle el culo"? ¿Qué puede valer el aval de un tipo que pertenece a esa clase de sabandijas que campan por sus respetos como si la maldad les proporcionara prestigio y gloria. Capaz de causar, de forma deliberada, un daño económico sin precedentes a la práctica totalidad del planeta y maltratar a los más débiles (le da igual perseguir criminalmente a inmigrantes como abocar al hambre a cientos de miles de personas en países pobres). Un tipo que, a estas alturas, ya ha conseguido auparse a la categoría de los seres más abominables de la historia? Un necio endiosado, un patán sin formas ni maneras, un narcisista enfermizo que, a base de que todos "le besen el culo", está consiguiendo hacer de nuevo a América grande, grandísima. Grandísima hija de la gran...

El acto de la "firma de la paz", donde no estaba Netanyahu ni Hamás, fue un esperpento donde Trump, autoproclamado emperador del mundo, sin máscaras, sin eufemismos, sin ruborizarse, sin esconder su fascismo, les impuso a todos la ley del garrote. No recuerdo una humillación diplomática del calibre de la que le infringió gratuitamente al primer ministro británico, llamándolo de lejos como si fuera un perrito y despachándolo con un gesto de la mano antes de que pudiera alcanzar a saber qué quería de él.

Personalmente siento vergüenza de ver cómo muchos de los que nos deberían representar se arrodillan y le rinden pleitesía al sátrapa, mientras él reparte maltrato y humillación. Es la sumisión de los vasallos ante su señor y el total ninguneo de los siervos.

A Sharm el-Sheikh, no fue a hablar de paz, sino a recordarle a sus vasallos quién manda: «Sé que mucha gente no está de acuerdo conmigo, pero yo soy el único que cuenta" ¿Lo queréis más claro?

Fue un aquelarre disfrazado de audiencia real. Fue patético. Fue un desfile de personajes donde cada uno desempeña el papel que el nuevo emperador le adjudica: desde el presidente ¡de la FIFA!, Gianni Infantino (para cuándo un mundial de fútbol en Israel-Palestina), hasta la "guapa" (así se dirigió a ella el baboso) presidenta del Consejo de Ministros italiano, Giorgia Meloni, pasando por los representantes de los Emiratos, clave en el futuro que Donald Trump imagina para Gaza y la región, y a los que señaló con el dedo mientras murmuraba ante la cámara "unlimited cash", para después hacer un gesto de complicidad a su yerno. Porque, ahora sí, el negocio está ya asegurado y, además, lo financiarán los "pagafantas".

La gran desgracia de este mundo en este momento es que todo lo que vemos, todo lo que sucede, todo lo que tenemos, ansiamos y esperamos está hilvanado por el hilo del mercado. Todo se vende, todo tiene un precio, todo se compra. Todo.

¿Qué puede fallar en este plan de paz?.

lunes, 13 de octubre de 2025

Cultura del esfuerzo borbónico

Hace unos años, la Infanta Elena de Borbón dijo en una entrevista que agradecía mucho que su padre el rey Juan Carlos les transmitiera a ella y a sus hermanos “la cultura del esfuerzo”. "Pa reventar, colegas". Esta frase, saliendo de la boca de un Borbón, es un completo despropósito. Como Elena era una estudiante mediocre y quería hacer Magisterio (por descarte de capacidades), la matricularon en una escuela universitaria privada montada por una cuchipandi integrada por el Arzobispado de Madrid junto a 7 congregaciones, 7, religiosas. Pese a tanta asistencia divina, Elenita tuvo que recibir "clases particulares" para acabarlo, y trabajó luego, un ratito, dando clases de infantil en un centro privadísimo "amigo". Total, que acabó "colocadita" como directora de proyectos sociales y culturales de la Fundación Mapfre, sin que nunca se supiese qué demonios hacía allí. Su hermana Cristina parecía un poco más espabilada. Pero no. Y tras sacarse, a saltos, Ciencias Políticas en la Complutense..., le dieron un carguito en la Fundación La Caixa. En cuanto a Felipe, dicen los cortesanos que es el primer rey con estudios universitarios, aunque la peña valora más que sea piloto de helicópteros y aviones de combate, un hacha en navegación trasatlántica (?), un prodigio en el manejo de los carros de combate y un experto en la lengua de Cervantes, como demostró en su mítica frase "... habéis pillado un buen mojón". Podemos añadir que Froilán se pegó un tiro en el pie y que Victoria Federica no madruga porque no quiere. Y todo gracias a la cultura del esfuerzo.

domingo, 12 de octubre de 2025

Fiesta Nacional y borbones

Lo tengo claro. La Fiesta Nacional en España ha sido siempre -en democracia- la excusa para "endiñarnos" un amplio publirreportaje sobre las falsas maravillas de la monarquía. Seguramente porque sus muñidores saben bien cuál es la realidad. Descubrirla de la mano de gente fiable no es tan difícil. Ya en 1797 Tayllerand, Ministro de Napoleón, dijo: "Es costumbre real el robar, pero los borbones exageran". Unamuno, por su parte, afirmó "Nos están robando, españoles. Una banda de forajidos que se ha apoderado del poder público para saquear a mansalva a la patria. Y creo que tenemos derecho a creer que el rey cobra su quiñón del botín". Valle Inclán, refiriéndose a Alfonso XIII, hizo un "castizo" retrato de su estirpe: "Cabrón el tatarabuelo (Carlos IV. Su propia esposa escribió que no era padre de ninguno de sus hijos). Un canalla el bisabuelo (Fernando VII, el Rey Felón). Puta y reputa la abuela. (Isabel II, casada con Francisco de Asís de Borbón, alias "La Paquita"). El padre, chulo y pardela (Alfonso XII). El hijo más listo, lelo. (D. Juan de Borbón)¡Pistonuda parentela la de nuestro reyezuelo". En 1931, cuando se vió obligado a exiliarse, dijo: "Los españoles han echado al último de los Borbones, no por rey, sino por ladrón". Y Blasco Ibáñez sentenció: "El país de Don Quijote, gracias a la monarquía de los Borbones, se ha convertido en el asno de Sancho Panza: glotón, cobarde, servil, incapaz de ninguna idea que exista más allá de los bordes de su pesebre". La naturaleza, aventuras y desventuras y catadura moral de Juan Carlos I las conocemos todos. No me extraña que para tapar tanta cochambre se solape la celebración de la Fiesta Nacional, el día del Pilar, la Patrona de la Guardia Civil, la dichosa y casposa Hispanidad y hasta del santo Rotobaldo de Pavía. Menos mal que ahora tenemos un rey muy "preparao" y una princesa "mona, monísima".

El desfile

A mí es que se me junta todo. No es que uno no sea patriota. Aunque seguramente mi concepto de patriotismo escocería a los patriotas de banderita. No, no es eso. Es que no me explico por qué narices el Día Nacional se tiene que celebrar el 12 de octubre, coincidiendo con el antiguo día de la Hispanidad -más antiguo de "La Raza"- manoseado por el franquismo para exaltar la "unidad de la patria" y la "misión civilizadora de España" en América; con el día de la Virgen del Pilar, ¿Patrona? de la Guardia Civil, una rocambolesca asociación de cuestiones militares y de fé en un país supuestamente laico. ¿Por qué no se celebra el 6 de diciembre, el 2 de mayo, el 19 de marzo o el 23 de abril? (Estas fechas, espero, no requieren explicación para los patriotas de banderita. Y si no es así, ¡hala! a estudiar un poquito la historia de aquello que dicen amar). A lo mejor es que, como cantaba Paco Ibáñez, "la música militar nunca me supo levantar". A lo mejor es que preferiría gastarme el pastón que cuesta ver desfilar soldaditos uniformados, vehículos militares, armas diseñadas para matar, personajes varios a caballo, "unidades" caninas sacando la lengua, miembros de protección civil de la agrupación de Alpedrete y hasta un pelotón de cajeras del Mercadona, en cosillas culturales. A lo mejor es que soy un raro y no me motiva ver a un pelotón de señores con camisas dos tallas menos que la suya trotando a paso de "me estoy cagando" acompañados de una cabra. Y, por cierto, felicidades a todas las pilares y a los pilares y columnas que lo cortés no quita lo valiente.

Violencia machixta

La banda terrorista ETA cometió su primer atentado en 1968 y el último en 2010. Cuarenta y dos años acumulando víctimas. En total, 853. Ningún bien nacido tiene dudas sobre la naturaleza criminal de la banda; sobre la gravedad del problema que causó a la sociedad española; sobre el valor de las vidas que destruyó; sobre el dolor que causó a sus allegados; sobre los ingentes medios que se dedicaron a combatirla o el necesario consenso que fue necesario para luchar contra ella. Ni un pero. Entre 2023 -cuando comienzan los registros- y 2024, la mitad de 42 años, en España ha habido más de 1.270 mujeres víctimas mortales de violencia de género. Es decir, en la mitad de tiempo, casi el doble de víctimas. Creo que no hace falta recordar la instrumentalización perpetua que la derecha sigue haciendo de ETA y sus víctimas catorce años después de que anunciase el "cese definitivo de la actividad armada". Por el contrario, VOX niega la propia existencia de la violencia de género porque dice que el término "está politizado". Allí donde participa o sostiene gobiernos ha impuesto eliminar cualquier alusión oficial a la violencia de género o violencia machista. Votaron en contra de renovar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género; han prometido derogar la Ley de Violencia de Género y los Juzgados de Violencia sobre la mujer; se ausentan sistemáticamente de los actos de minuto de silencio después de un crimen machista; mantienen en sus filas a condenados por maltrato; banalizan continuamente los asesinatos de mujeres... Su oposición frontal al rechazo a la violencia machista está en su ADN. Una de sus "hienas" llegó a afirmar que "son mucho más peligrosas las piscinas, las carreteras e incluso las propias mujeres entre ellas mismas que la propia violencia de género". Estas asquerosas declaraciones, aparte de indignantes para las víctimas y sus familias, son solo un reflejo de su ideología profundamente machista. Para la extrema derecha la violencia sexual contra las mujeres es una preocupación, pero solo cuando se puede achacar a la población extranjera y rascar votos.

sábado, 11 de octubre de 2025

Pilar

Que tu vida sea como un relato poético que combine infancia, recuerdos, presencias, ausencias superadas y todo el inventario de temas que nos salvan y reconfortan. Prefiere siempre la parte de la vida que te hable sobre la inocencia de la infancia inocente, el amor, la amistad desnuda, la esperanza, la reivindicación de lo humano, los agradecimientos, en fin, sobre el mundo interior que nos hace y nos ayuda cuando nos deshacemos. Que tú fortaleza te permita vivir entre dos aguas, ser capaz de desenmascarar lo trascendente de lo cotidiano y construir un paisaje que te aleje siempre de lo sombrío y lo lejano. Que tus momentos de melancolía estén siempre repletos de memoria y de evocaciones que te lleven a una serena invitación al optimismo y la alegría. Que sepas domar la soledad interior y cargarla de futuro en tu tarea de mejorar un mundo árido donde no todo son derrotas. Arrincona, en fin, los miedos y las sombras que alguna vez a todos nos habitan y degusta juntos a los que quieres la vida con su sabor agridulce.

Nobel de la paz

Uno transita últimamente por el mundo con la sensación de que un olor rancio y nauseabundo lo inunda todo. Es como si en algún sitio hubiese algún "bicho" muerto. En realidad, lo que pasa es que hay tantas cosas pudriéndose que el olor a descomposición lo impregna todo. Estábamos muchos con el alma tan en vilo temiendo que el Nóbel de la paz se lo diesen al "socichulópata" Donald Trump que no vimos venir -ni de lejos- el nombre de la ganadora. Lo de este premio se las trae: instituido por un sueco, fabricante de armas e inventor de la dinamita (la de uso medicinal no, la otra); es el menos selectivo en su nominación, pues puede autonominarse cualquier jefe de estado, ser nominado por sus ministros, parte de sus parlamentarios...; es otorgado por un comité formado por cinco personas elegidas por el Parlamento de Noruega; es el único que se entrega en Oslo y no en Suecia como los demás... Políticos hasta en la sopa. Los días previos se hablaba de fuertes presiones para que se lo concediesen al sátrapa que ocupa la Casa Blanca. Este, directamente, deslizaba solapadas amenazas en caso de "no ser honrado" con el premio, después de sus méritos contraídos: haber parado -él solito- ocho guerras.¿Qué podía fallar? Pues quizá sólo falló el temor del comité de concesión a hacer un espantoso, mundial y viral ridículo a reconocer a un tipo que -ojalá me equivoque- en pocos días estará justificando la ruptura del acuerdo de paz en Gaza por parte de Israel. Así que van y se lo conceden a una señora que no se ha caracterizado precisamente por defender una salida pacífica al laberinto de su país, salvo que "invitar" a una invasión militar o reaccionar a un reciente bombardeo de EEUU a una embarcación en aguas internacionales del Caribe que dejó 11 muertos, con la frase “falta poco” para la caída de Maduro, se consideren gestos de paz. Lo primero que ha hecho la premiada ha sido llamar a Trump para dedicarle su Nobel de la Paz. Toda una declaración de paz.

El aborto de Ayuso

"Israel"Díaz Ayuso se ha autoproclamado como la más firme defensora del derecho a la vida... de los fetos de menos de 22 semanas. Pero que no se asusten sus incondicionales ultras, no se le ha ablandado el corazón; que no, que no es eso. Ella sigue representando a todos esos grupos antiabortistas ligados a la ultraderecha o a los ultracatólicos del PP que defienden a los "no nacidos" pero no mueven un dedo por los nacidos desfavorecidos. A ella -como a ellos- le importa una mierda el asesinato de 20.000 niños palestinos de corta edad a manos del ejército israelí. Le trae al fresco que otras cuantas decenas de miles soporten la hambruna que les impone su admirado Netanyahu. Salvo por su interés en deshacerse de ellos, se la trae al pairo lo que les pase a los 6.000 menores extranjeros no acompañados que llegaron a España en patera en 2024. Y no se conmoverá un ápice ante los cientos que seguramente mueren ahogados en las travesías. Se la suda cada uno de los 200.000 menores migrantes que sufrieron abusos y que Trump ha puesto en la fila de la deportación. No moverá un dedo para que los más de 1800 niños y niñas que viven en la Cañada Real recuperen la luz eléctrica, ni para que mejoren las condiciones de vida de los casi tres millones de niños en riesgo de pobreza que hay en España. No, qué va. Bastante tiene ella con bajar impuestos a los ricos mientras garantiza las becas de sus hijos. La verdad es que a Ayusita la vida de un feto le importa exactamente lo mismo que la de un anciano sin seguro médico privado: nada. Lo que le importa a la presidenta madrileña es el rédito político que pueda obtener de cualquier situación. Es enfrentarse al gobierno central. Es confundir, hacer que muchos crean que es una cuestión de ética personal cuando, en realidad es un "asunto de negocios". Porque, que nadie se equivoque, descartado el interés por los nacidos, lo único que queda es el interés por conseguir que abortar gratuitamente en la sanidad pública no reste negocio a la privada. Por eso, también, el interés por no desvelar el nombre de esos médicos que alegan "objeción de conciencia" en la pública para ganar más dinero practicando abortos en la privada.

viernes, 10 de octubre de 2025

Hermana

Hay palabras que se las lleva el viento, otras que emocionan, pero todos los silencios ahogan. Hay que entender que el que no se expresa no es por no querer sino que es por temer. Miedo a la soledad, miedo a la multitud, miedo a ser diferente, miedo a lo que fue, miedo a lo que será, miedo a lo que puede perder, miedo a vivir, miedo a morir. Pero los miedos te hacen su esclavo.

Yo a veces me canso de atreverme, de arriesgarme. Me canso de cansarme. Pero nunca me cansaré de gritar lo que pienso, porque gritar es estar vivo y callarse es empezar a morir.

Quizás me canse de vivir el momento, de equivocarme de camino, de luchar a brazo partido con una vida que no te regala nada, de sonreír a personas que nunca te aportan nada, de respetar a personas que no te respetan, de mendigar un cariño que los egoístas se niegan a dar y los pobres de espíritu ni tan siquiera tienen. Si, son ya muchos años vividos, muchos años acumulando cansancio. Pero el cansancio no impedirá que siga diciendo lo que pienso, gritándolo si hace falta. A quien sea, donde sea, cuando sea. Porque a estas alturas de mi vida nada me impedirá callar.

Ya pasó el tiempo de la juvenil sonrisa, pero yo ya no pretendo venderle nada a nadie con una sonrisa. Yo ya no sonrío para agradar por interés, ni por obligación social, ni para manifestar un bienestar que, a lo mejor no tengo. Yo sonrío ya para mí mismo y para otros cuando merecen mi sonrisa. Bueno, también sonrío socarronamente ante esa gente que te juzga por la edad y se creen superiores a tí. Pero los pobres, son tan ignorantes que no se dan cuenta que te ríes de su ignorancia.

La edad es otro peso que te carga la vida, pero ese peso no te paraliza la boca, por eso te digo que ni por nadie, ni por nada, lograrán que calle lo que en algún momento piense. Sólo la muerte podrá, llegado el momento, detener el huracán que me lleva a expresarme.

Te aconsejo que hagas lo mismo. Dí, expresa, grita lo que sientes. No lo dejes pudrirse dentro, porque si es bueno repartirás felicidad y si es malo y no lo liberas actuará como una alimaña que te devorará por dentro. ¡Total, que podemos perder!, en el fondo la felicidad total es un artificio que se crea la gente para no acabar siendo una víctima más de la frustración. Si todo el mundo fuese tan feliz como aparenta, o como dice ser, la gente no estaría continuamente pidiendo deseos de cosas que no tiene; esperando que lleguen las uvas para que el nuevo año cambie sus vidas; los gimnasios no estarían llenos; no habría colas en la sala de espera de los psicólogos; las enfermedades mentales no estarían disparadas y no habría tanta gente malgastando su tiempo odiando a otros a los que ni tan siquiera conocen, estarían disfrutando de esa felicidad que dicen tener.

Uno ha llegado ya a un punto donde no le cuesta ya trabajo ir siempre de cara, donde ya no tiene que guardarse la cara ni guardársela a nadie, donde sabe que merece la pena el riesgo de que le partan la cara por algunas cosas y que es mejor apartarla en presencia de alguna gente. Si piensas como yo, ante esa gente aplica aquello de "si no me aportas, aparta" o, simplemente, diles aquello otro de "A mí me disparas de frente, que ya tengo muchas puñaladas dadas por la espalda"

En fin, ya lo decía Santa Teresa de Jesús:

¡Ay, que larga es esta vida!

qué duros estos destierros, 

esta cárcel y estos hierros 

en que está el alma metida!

Y ahí seguimos, porque la vida es todo eso que pasa a nuestro alrededor mientras nosotros intentamos encontrarnos a nosotros mismos y que no podemos controlar.

El "Tinglado"

Nada parece encajar. El mundo parece haberse salido de sus goznes. Todo queda, o demasiado grande o demasiado pequeño para su fin. La ideología burguesa está mucho más extendida que la clase social que le da nombre. Los barrios obreros se llenan de "señoritos". El individualismo se torna egoísmo, ahogando así a la persona. El fetichismo de la mercancía ha devenido en religión de Estado y el consumo incesante es la única prueba de vida válida para mucha gente. El sujeto se hace objeto, carne de publicidad. Oprimido y disuelto, ya no sobrevive más que como sombra. El egocentrismo expropia la personalidad, la cosifica, la trivializa y termina por destruirla, enajenando al individuo de sí mismo. Absorbida por el Consumo, gigantesca máquina de generar insatisfacción, mucha gente acaba siendo un confuso revoltijo de instintos, emociones primarias y pulsiones no controladas. Son meros peones de una partida que no comprenden, ni siquiera sospechan. Renuncian a todo proyecto de construcción personal. Solo bajo la máscara de cliente se sienten a salvo, creen ingenuamente en todo aquello que les da la razón, sin reparar que eso no es algo más que un anzuelo para incautos. Sin intelecto y sin conciencia moral, la facultad de juzgar correctamente desaparece. La incoherencia, la confusión, el absurdo..., dominan el mundo. Cuando cada cual presume de ser absolutamente libre, con un descaro portentoso, lo que triunfa sin discusión es el instinto gregario. La libertad se reduce al color del yugo al que cada uno se unce. No reparan, sin embargo, en que no difieren en nada. Todo estos espíritus fuertes que abominan de la idea de igualdad son idénticos el uno al otro, cortados por el mismo patrón que, lejos de una muestra de alta costura, es un prêt-à-porter desechable y carente de alma. A la par que los derechos, los valores humanos están inmersos en una profunda crisis. Los valores éticos se evaporan en la realidad cotidiana mientras crecen sin parar los que son incapaces de analizar el sentido de sus propias elucubraciones y actos. El examen de conciencia ha caído en desuso. Los remordimientos, como las dudas, son reliquias del pasado. Los miserables se sienten más limpios que una patena. Y mientras, los malvados se encuentran a sus anchas en un mundo a su medida, pues el objetivo del "Tinglado" es la demolición de todo sistema de valores plural para imponer el suyo.

jueves, 9 de octubre de 2025

Morenito el moderado

¡Que cansancio! Otra vez lo mismo: Ahora es el "fallo en el protocolo del cribado" para prevenir el cáncer de mama. Cuantas más palabras, más voluntad de ocultar la verdad. Pues eso, la misma estrategia, las mismas mentiras, la misma desvergüenza, el mismo cinismo... El gran problema es que éste, como otros muchos escándalos políticos del PP, se cobra muertos: Accidente del Yak-42, 62 muertos; Atentado del 11M, 191 víctimas, la verdad asesinada, la dignidad de los familiares pisoteada; Residencias de Madrid, 7.291 ancianos dejados morir indignamente; Dana de Valencia, 227 muertos... Ahora también hay víctimas. La estrategia, la misma de siempre. Primero, ocultación. Ahora sabemos que las primeras denuncias se hicieron ya en enero de 2024. ¿Qué se ha hecho desde entonces? Canal Sur sólo ha comenzado a hablar del tema cuando ya era un escándalo a nivel nacional y sin dar voz a las afectadas. ¿Pero, no es TVE la que manipula? Después toca mentir como un bellaco. En un primer momento, la consejera de Salud, casi se reía del problema, limitándolo a "tres casos puntuales". Sólo un día después, la Junta reconoció que la cifra ascendía a unas 2000 mujeres, pero que el problema estaba casi acotado al hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Hoy el Defensor del Paciente ha denunciado que hay 3000 casos más en Huelva y calcula que unos 20.000 en toda Andalucía. De momento, la Junta lo niega. Después toca echar la culpa al contrario. Como sea. ABC o El Mundo publicaban ayer que el sistema de cribado fue aprobado por María Jesús Montero cuando era consejera en Andalucia. Dos detallitos: El PP lleva al frente de la sanidad andaluza casi siete años. ¿Qué se les ha pasado a estos linces? Y, además, Montero dejó de ser consejera de sanidad hace más de doce años. A las pocas horas la "fachosfera" sale en tromba afirmando que fue Montero la que eliminó la obligación de informar a las pacientes. Pero, ¡ay!, basta ojearlo para ver que en su protocolo eso no aparece por ninguna parte. Pero la mierda ya está sembrada. El tema irá a más, por eso la Junta habla ahora de "fallos en la comunicación interna". "Que sí, que están muertas, pero por problemas de comunicación" Y, sobre todo, irá a más porque Moreno se ha sacudido a la consejera de sanidad. Y ya van cuatro. Los amiguetes mediáticos ya lo ponen como ejemplo de honestidad y los votantes del PP creen que ya está todo solucionado. Las afectadas insisten en que faltan radiólogos. Yo les preguntaría a los andaluces, ¿esa carencia no tendrá algo que ver con las rebajas de impuestos a los ricos, con el lento desmantelamiento de la sanidad pública y el entregar grandes recursos a la sanidad privada?