Las opiniones son como los culos, todos tenemos uno y creemos que el de los demás apesta. Pero claro, hay opiniones y opiniones. No entiendo por qué ahora todo el mundo opina de todos los temas todo el tiempo, muchas veces sin tener ni zorra idea de lo que dice. Veo cada vez más gente que tiene la lengua más larga que el conocimiento. Vivimos en la época de la opinión-exprés, el silencio ya no es una opción, no se ve como señal de prudencia. No, hay que opinar sobre todo, "porque tú lo vales", aunque abrir la boca sólo sirva para demostrar tu estulticia. ¿Debe existir el derecho de que cada hijo de vecino tenga una opinión -aunque sea de chichinabo- sobre cualquier tema y que, además, la pueda compartir con otros sin reparo alguno? Espero que no. No, porque intento sobrevivir entre tanta verborrea en una sociedad que glorifica a los bocachanclas. No, porque creo que habría que limitar la exposición pública de los ignorantes, los sectarios y los que creen que eructando sandeces logran su objetivo de no ser menos que nadie. Hazme caso, Federico, dejar de tuitear puede ser para ti una gran revelación. Lo mismo descubres que nadie te echa de menos, que el mundo sigue girando sin tus opiniones. Y lo mismo eso te deja tiempo libre para leer y cultivarte. Pero no sólo tú tienes la culpa. Me sorprende, por ejemplo, la facilidad con la que los periodistas piden opinión a los famosos sobre asuntos que quedan fuera de su negociado. No sé muy bien por qué tengo que escuchar las milongas de un cantante sobre geoestrategia, ni por qué tantos deportistas dan charlas sobre educación, o por qué un torero me tiene que dar la turra con eso de que antes (antes de qué) había más libertad (libertad para qué, para escabechinar toros o para tocarle el culo a una gachí). ¿Qué ha pasado para que cualquier miembro de la farándula se crea con derecho a pontificar sobre las cuestiones más diversas? ¿Desde cuándo las opiniones de Mario Vaquerizo tienen más valor que un chiste del Risitas? ¿Ustedes quiénes son y por qué tenemos que escucharles? Cuando los verdaderos problemas de nuestro tiempo son expuestos y discutidos por el primero que pasa por allí se crea la ficción de que todo no son más que opiniones.
domingo, 21 de septiembre de 2025
Respuesta grupo
¿La única democracia de Oriente Medio? ¿El sistema por el que un criminal de guerra llega al poder justifica un genocidio de libro? En la historia ya tenemos muchos ejemplos de falsas democracias y democracias de chichinabo responsables de atrocidades. Netanyahu, con sus 64 diputados, los 14 del Partido Sionista Religioso, los 11 de los ultraortodoxos Shas y los 7 del Judaísmo Unido de la Torá, ha creado una teocracia que pisotea a diario los principios más básicos de cualquier democracia decente, de cualquier principio de derecho internacional y del más mínimo respeto a los derechos humanos. Así que, de democracia como argumento de justificación, cero patatero. Y con esto, argumento mis opiniones, no machaco a nadie, para eso ya hay especialistas en el ejército de Israel, por ejemplo.
¿Tomado partido? ¿Es que esto va de tomar partido? No sé si para algunos es así, para mí es posicionarme ante una aberración, ante un moderno holocausto. Lo mismo que me posiciono ante el holocausto judío. Y no, por mucho que los negacionistas del holocausto me cuenten las "atrocidades" que la Organización Judía Combatiente (ZOB) y la Organización Militar Judía (ZZW) cometieron durante la rebelión en el ghetto de Varsovia, no por ello pensaré que lo que hicieron los nazis no fue una acción asesina ni la justificaré mínimamente.
¿Pensamiento único? En mi caso, desde luego si nos referimos al concepto de pensamiento único que describió por primera vez Schopenhauer en 1819, ese "pensamiento que se sostiene a sí mismo, de modo que constituye una unidad lógica independiente sin tener que hacer referencia a otras componentes de ningún otro sistema de pensamiento". Vamos, el que me dicta mi razón y mi conciencia, al margen de posicionamientos partidistas e ideológicos. Nada que ver con esos regímenes que hoy en día se hacen llamar «demócratas» y sin embargo esconden tiranías de pensamiento único.
¿Los que iniciaron el conflicto? ¿Es que el conflicto en Palestina se inició un 7 de octubre con el espantoso y criminal atentado de Hamás? Yo creía que se inició en 1948 cuando el proto estado sionista de Israel proclamó unilateralmente su independencia, pasándose por el forro la resolución Resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y siguió cuando tras la primera guerra árabe-Israelí Israel ocupó el 77 % del territorio que había tenido Palestina bajo el Mandato Británico y expulsó a más de la mitad de la población árabe palestina de la tierra que llevaban siglos habitando, porque, claro, así lo piensan los fieles de la Torá, porque esa es "la Tierra que les prometió su Dios". Formidable y racional argumento.
Providencia, haces una magnífica presentación de casos puntuales (un negocio al que le pintan "judío" en la fachada; un crucero en Creta, una terraza de Barcelona... No sé si también el caso de esos jóvenes judíos -sin saber que lo eran-expulsados de un vuelo por generar un serio problema de seguridad y aterrando a parte del pasaje cuando comenzaron, por ejemplo, a extraer los chalecos salvavidas e inutilizarlos. Supongo que eso es también antisemitismo en estado puro). Seguro que todos los que aquí estamos condenamos los actos de auténtico antisemitismo. Sobre "la que se ha liado con la Vuelta" podríamos decir muchas cosas, pero es mejor que no, que comenzamos comparando eso con Sarajevo y se nos acaba cayendo la cara de vergüenza
Qué razón tiene Ana cuando se refiere a actuaciones concretas de los colonos judíos. Hace muchos años estuve una semana visitando a una amiga que pasaba el verano en un kibbutz. Como podéis imaginar, antisemitismo cero. Poco antes de volver me dijo que no sabía si aguantaría hasta el final. Y me lo explicó: "Mucha de esta gente ha sido abducida por el odio. No tienen ningún interés en convivir en paz. Su único interés es incrementar sus tierras. Está robando violentamente tierras para construir sus sueños sobre la desgracia de otros. Y son cada vez más los que justifican ejecutar a pequeños propietarios palestinos para recuperar su tierra prometida. Ahora el gobierno de extremistas de Netanyahu jalea incluso las ejecuciones de palestinos en Cisjordania y se jactan de que estos cambios impedirán la creación de un Estado palestino. Hace un año, el poco sospechoso de antisemitismo jefe de inteligencia interna de Israel, Ronen Bar, escribió a los ministros advirtiendo que extremistas judíos en Cisjordania estaban llevando a cabo actos de “terror” contra los palestinos y causando “daños indescriptibles” al país. Debe ser el pensamiento único.
En fin, podemos rivalizar presentando casos concretos que nos ayuden a pensar quién es el más responsable de todo esto. Yo, sin esfuerzo, podría presentar 680.000 ejemplos, aunque no sé sii valdrían los más de 200.000 niños (lo dice la ONU) menores de cinco años que ya no podrán contar su versión de la historia. La vivida, no la fabulada durante siglos y que nos ha presentado matanzas de inocentes como si fueran gestas.
Reino Unido reconocerá mañana al Estado Palestino. También lo hará Portugal, Francia y otra docena de países. Qué fuerza tiene el pensamiento único. Supongo que lo hacen para lavar sus conciencias. Sólo falta que llamen a las cosas por su nombre y pronuncien la palabra genocidio. Es tan fácil como decir que Hamás es una organización asesina.
Felicidades
Angelita, siento decírtelo pero ya tienes una edad. Como yo, ya tienes por detrás más vivencias que las que nos quedan por delante, a no ser que tengas pensado vivir 115 años. Pero eso te permite mirar el camino recorrido con la grandeza que da la experiencia y la sabiduría. Y puedes sentir tranquilidad y orgullo. En tu cumpleaños sólo puedo ofrecerte el agradecimiento por haberte arriesgado siempre a ser tú. Gracias por estar ahí. Y por ser como te sale del corazón. Siempre hay cosas por las que merece la pena vivir, siempre hay alguien o algo esperándonos a la vuelta de cualquier esquina. Dale siempre tiempo al tiempo, y si va muy despacio, adelántate a él, y corre si hace falta; pero no te rindas nunca, por tí y porque siempre habrá quien te necesite.
Y como regalo te dejo está poesía:
Te estaré esperando al final del camino.Cuando las nieves del tiempo pinten tus cabellos y tu piel retrate el paso de los años.
Cuando el fruto amargo del hastío se refleje en tus ojos y lleguen hasta ti las brumas de la tristeza.
Allí, al final, con tu ausencia a cuestas, Lleno el equipaje de memorias del pasado.
Allí, en una esquina, entre las nieblas del Otoño, cuando nadie te recuerde, yo te estaré esperando.
Felicidades. Me acuerdo siempre de ti, y te quiero lo más feliz posible. En tu cumpleaños y siempre. 💕💝💕
sábado, 20 de septiembre de 2025
Preguntas, preguntas...
Últimamente sólo tengo preguntas. No sé si eso se debe a que con la edad se me acentúan las taras cognitivas o a qué me niego a aceptar el cinismo creciente de buena parte del personal. En todo caso despertarme y comenzar a preguntarme es todo uno. ¿Un señor que lee un teleprónter cree que tiene autoridad moral para leerle la cartilla a un país? ¿Soy gentuza por apoyar el fin del genocidio en Gaza, o es que sólo debería de no prestar atención a la basura que pronuncia algún que otro hijo de la gran puta? ¿Si las protestas contra el final de la Vuelta convirtieron a Madrid en un segundo Sarajevo, entonces como coño definimos lo que está pasando en Gaza? ¿El neoliberalismo es algo más que sociopatía y cocaína? ¿Cuando Vox gobierne y haya expulsado a todos los inmigrantes, sus votantes "tiesos" van a realizar sus trabajos en jornadas de más de diez horas diarias, sin contrato, sin cotizaciones y con salarios de 700 euros? ¿Sevilla será la tumba del fascismo, como dicen en la sede de Podemos en la misma Sevilla que se rindió a los golpistas el 18 de julio de 1936, por la tarde? ¿Se acepta como historia de superación la "chapa" de gente forrada gracias a sus millonarias herencias y con trabajo de élite asegurado desde antes de que terminara la Primaria? ¿Desde que momento un tipo de escasa formación, que ganó el Tour de Francia cuando en España se llevaban las cazadoras con tachuelas o flecos y que lleva años haciendo soporíferas retransmisiones de ciclismo, se cree con el derecho de decirme que yo protesto contra el genocidio de Gaza porque me lo "ordena el Perro"? ¿Hay que ser especialista en algo para distinguir entre Vallés, Motos o Iker Jiménez y un mamporrero? ¿Ese ruido de crispación constante es un reflejo del Fondo Cósmico de Microondas del Universo, o solo es el mercado auto regulándose? ¿A tí también te gustaría vivir un día que no sea histórico por algo? ¿Lo del "fin de la abundancia" que han decretado los que no saben cuanto dinero tienen en paraísos fiscales, nos lo vamos a comer los mismos que vivimos por encima de nuestras posibilidades siendo pobres de clase media? ¿Hay alguna otra razón para llevar camisa de manga corta con bolsillo que tener más de 70 años o ser Mormón? Y, por último, ¡Maldito Inglés! ¿Quién me mandará a mí comprar ese champú de la marca American Cree y, sobre todo, por qué nadie me advirtió que era un gel de baño? Y así...
Ensayo
Hace unos días pude ver un vídeo de la brutal ejecución de un caballo en Gaza, a manos del "heroico" ejército de Netanyahu. Ese ejército que con el armamento más moderno y letal, "donado" o comprado a países que dicen defender los derechos humanos en horario de oficina, está desarrollando la gesta de masacrar a un pueblo sin estado y sin ejército.
El caballo se llamaba Karat. Era solo un caballo que, para su desgracia, transportaba harina para amasar pan. Quizá porque en Palestina eso era normal. Quizá porque en Palestina se pasa hambre y la gente se alimenta a diario con un puñado de harina y agua mezclada con tierra. A Karat, dos aguerridos soldados del genocida ejército de Israel le descerrajaron tres tiros en la cabeza. El caballo se desplomó y, con él, la harina que portaba. Una harina que ya no sé podría amasar ni mucho menos cocer. Una harina que ya no podría prolongar un día más la hambrienta existencia de niños y niñas gazatíes. Karat era un caballo, sólo un caballo. Quizás fuese otro de esos peligrosos terroristas de la asesina organización de Hamás, pero no lo sé. ¿Qué necesidad había de asesinarlo? Hasta la pregunta me parece cínica.
Vi el vídeo con la misma actitud con la que en su momento vi el reportaje donde Almudena Ariza nos contó la historia del trauma de las mascotas israelís por los asesinos ataques de Hamás del 7 de octubre, aunque con 66.000 (o 680.000, según el último informe de la ONU) asesinados de retraso.
Hoy vemos esto, desde nuestros cómodos sillones y con nuestros modernos smartphones y nos horroriza. Y después pasaremos a ver algún otro vídeo de Tik Tok, o consultaremos nuestros grupos de WhatsApp, o asistiremos a un concierto, o lo que sea. Y se nos olvidará, porque nuestra memoria empieza a ser tan corta como nuestra conciencia social, adormecida por ese modo de vida convertido en un continuo reality show que nos mantienen aletargados para no ver realidades tan brutales como las del genocidio de Gaza, donde son asesinados, a diario, mujeres, niños, y también caballos. ¿Por qué también a los caballos? Quizá por la misma razón por la que bombardean escuelas, hospitales, o a gente mal alimentándose, para acabar allí con cualquier esperanza. Y de camino, aunque no nos demos cuenta, para proporcionarnos a todos un futuro sin esperanza.
jueves, 18 de septiembre de 2025
Rafa
Amigo Rafa, se que hablarte ahora es como intentar atraer la atención de alguien que se encuentra en un túnel oscuro y solo busca encontrar la salida. Y te aseguro que siempre la hay y la váis a encontrar. No tengas miedo a tener miedo, porque el miedo es sólo la señal de que estás a punto de hacer algo noble y necesario. Ahora, más que nunca, tu papel es el de servir de apoyo a otros y para ello has de mostrarte fuerte y seguro, pero también cercano, y tener los ojos, los brazos y el corazón abiertos. Las dificultades no están ahí para derrotarnos, sino para enseñarnos. No podemos controlar todo lo que nos pasa, pero sí cómo reaccionamos. Recuerda que las tormentas hacen que los árboles tengan raíces más fuertes, que lo que hoy duele mañana será solo un recuerdo más de tu fortaleza y que las cicatrices serán prueba de que juntos superasteis la batalla. Para afrontar esta situación todo lo que necesitas ya está dentro de ti, así que recuerda que no tienes que ser perfecto, solo tienes que ser tú mismo. Y, además, no os faltarán apoyos.
A paqui
Dijo Winston Churchill, el jefe del gobierno británico durante la Segunda Guerra mundial, que si estás atravesando el infierno, sigue caminando. Pero hazlo dejando que tu corazón se mantenga alegre y firme. Ahora, más que nunca, debes dirigir tu vida, debes tomar el control de tus acciones, cuidándote a ti misma, pero sin olvidar a los que tienes a tu alrededor, a los que te aprecian y te quieren, porque ellos serán tu principal apoyo. Aprovecha, si es que tienes dudas, para saber quiénes son, pues estas personas son las que permanecen en tu mundo cuando los demás se van. Y en estos momentos duros dile a tu corazón que el miedo es normal, pero no es una opción, porque el miedo al sufrimiento es peor que el sufrimiento en sí mismo. Y ningún corazón ha sufrido cuando lucha por lo que cree justo. No olvides dos cosas: que nadie puede volver atrás y comenzar de nuevo, pero si podemos comenzar hoy y construir un nuevo final, porque tu vida es tuya y tu tomas tus decisiones. Y Paqui, no olvides que si quieres apoyar a otros, primero tienes que mantenerte tu en pie, así que a apretar los dientes, poner buena cara y a seguir caminando hacia donde está la luz. Allí nos veremos.
Medalla de la vergüenza
Hace ya mucho tiempo que el PP madrileño se convirtió en un nido de víboras, liderado ahora por ese personaje miserable, vil, abyecto, narcisista, cínico en extremo, cortito de entendederas e impresentable que es Ayuso. La última provocación a la decencia de la "reina del vermut" ha sido comunicar, con 8 meses de antelación, que otorgará la Medalla de Oro de la Comunidad a La Vuelta ciclista a España. A la señora el ciclismo le importa, como todo lo que no sea su ego, una mierda. La concesión de la medalla no es un premio a la Vuelta, es un corte de mangas a todos los que apoyaron el fin del genocidio palestino por parte de Israel; es un apoyo explícito -otro más- al genocidio sionista; es la demostración de que las medallas de la Comunidad de Madrid se conceden con objetivos políticos: Este año se la han dado a Dani Carvajal, un simpatizante de VOX, amigo de Abascal, seguidor acérrimo de Alvise, Vito Quiles y los neonazis de Desokupa. En 2024 al sociópata Milei, mientras condecoró a Nacho Cano con la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo; en 2021 a Cristina Cifuentes, la expresidenta que tuvo que dimitir por el escándalo de su máster y por robar cremas en un supermercado; en 2018 a Alfonso Ussía, ese pseudo periodista despedido de La Razón por "radical" y que opina que los nazis no eran de derechas... y, finalmente, es toda una declaración de la falta de moral de esta energúmena, bien flanqueada por las personalidades más extremista y exaltadas del PP madrileño. Es el caso de Almeida que sigue negando el genocidio de Gaza; es el caso de Alfonso Serrano, secretario general del PP madrileño, que ha insultado a los ciudadanos que el pasado domingo salieron a las calles para protestar contra el genocidio en Gaza y contra la presencia del equipo ciclista israelí en la Vuelta Ciclista a España la llamándolos gentuza. "¡Gentuza, eran auténtica gentuza!". Hoy mismo la relatora especial de la ONU para los territorios ocupados palestinos comparecía ante la prensa para "actualizar" los datos del genocidio. Y se han cumplido los peores augurios: Según algunos investigadores, en 710 días, habrían muerto asesinados, no 66.000, sino al menos 680.000 palestinos, entre ellos 380.000 niños menores de cinco años. El mismo día la Comunidad de Madrid da la orden de prohibir en los centros educativos cualquier muestra de apoyo a Gaza. ¡Miserables en estado puro!
lunes, 15 de septiembre de 2025
El "mártir" Kirk
Vox volvió al pabellón de Vistalegre de Madrid para exhibir sus "alianzas internacionales". Pero le salió rana. Sin Milei, sin Meloni, sin Orbán, el acto de Patriots –el mayor grupo de extrema derecha en el Parlamento Europeo– no pasó de ser un mitin. Así que estos necrófagos aprovecharon un cadáver, el de Charlie Kirk, para montar su aquelarre fascista. Vox lo adoptó como un mártir de su propia causa. Los mártires sacralizan la violencia. La depravación se convierte en moralidad. Las atrocidades se convierten en heroísmo. El crimen se convierte en justicia. El odio se convierte en virtud. El asesinato se convierte en algo bueno. Pero, ¿quién era Kirk? En resumen, un fascista "cristiano". De esos cristianos que pisotean a cada paso los principios que dicen defender. Un tipejo que cuando una niña le espetó "Jesús dice que amemos a Dios y amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos", le aconsejó leer en Levítico 18 la frase donde dice que "si te acuestas con otro hombre serás lapidado hasta la muerte". Kirk defendía ferozmente la teoría del gran reemplazo y era un islamófobo enfermizo. Exigió que se derogara la Ley de Derechos Civiles de 1964 y se mostraba permanentemente despectivo hacia los negros, a los que calificaba de idiotas y merodeadores. Creó una fundación para purgar a los profesores y maestros con lo que él llamaba agendas «radicales de izquierda». Abogó por las ejecuciones públicas televisadas, que, según él, deberían ser de visionado obligatorio para los niños. Encarnaba la hipermasculinidad tóxica, definió a Trump como a "un gigantesco que te jodan" al movimiento feminista, fetichizaba las armas y defendía la idea de "acotar" la libertad de expresión y otras libertades siempre que fuese "conveniente". La muerte, victimización y elevación a la categoría de mártir de este "angelito" será muy útil a la ultraderecha. La historia ha demostrado muchas veces lo que vendrá después. El nombre de Kirk se utilizará para justificar otros asesinatos, exaltar la violencia y acelerar el camino hacia la tiranía, que es lo que él mismo hubiera querido. Los disidentes, los artistas, los homosexuales, los intelectuales, los pobres, los vulnerables, las personas de color, los extranjeros indocumentados o aquellos que no repiten sin pensar el discurso de este extremismo cristiano pervertido, serán condenados como elementos que deben ser extirpados del cuerpo político y social. Se convertirán, como en todas las sociedades enfermas, en víctimas de ese falso intento de lograr la renovación moral y recuperar la gloria y la prosperidad perdidas. Pese a todo, Kirk, descansa en paz.
La Vuelta de los miserables
Últimamente no se puede andar por la calle sin tropezarte continuamente con miserables. En este sentido lo del final de la Vuelta Ciclista ha sido de traca. Esta vuelta se convirtió en una vergüenza desde el momento en que sus organizadores decidieron alinearse con Israel invitando a su equipo ciclista. Desde el minuto uno los "equidistantes", a los que 65.000 muertos les parece cuestión menor, se esconden bajo la frase "No hay que mezclar política y deporte". Son los mismos que celebraron que a Rusia se le prohibiera participar en eventos deportivos. Esos que, en algún momento, tuvieron la bandera de Ucrania en su perfil. Después "cargaron" con el argumento de "se están poniendo vidas en peligro". Es evidente que se ha molestado, se ha boicoteado, pero es que nunca se ha conseguido nada sin hacerlo. Ningún avance social o económico se ha conseguido con sólo enseñar parcantas. Ante la afirmación de que son "protestas violentas", yo le diría a esta gente que si quieren saber lo que es violencia se informen bien sobre lo que desde hace décadas hace Israel en Palestina. Y les obligaría a escribir quinientas veces la frase "Asesinar a inocentes, matar a niños de hambre está muy mal, Incluso peor que tirar una valla". Esta Vuelta ha servido para muchas cosas. Ha servido para demostrar que los intereses económicos, publicitarios e incluso los personales de los que dirigen el deporte, hacen que lo deportivo se subordine a lo político. Ha servido para desenmascarar a personajes que van de "simpáticos", como Perico Delgado, pero poseen una faceta muy oscura. Ha servido para demostrar, si es que alguien tenía alguna duda, de qué parte está la derecha política española en relación con el infierno de Gaza: Almeida niega la existencia de un genocidio; Ayuso -elevando su nivel de cretinismo- compara las protestas de Madrid con un Sarajevo en guerra, dice que en Madrid se persigue al judío y que el gobierno tiene un plan para dañar la imagen de Madrid; Feijoo aprovecha para abrir otro frente de crispación y considera "inadmisible" la "falta de apoyo" del Gobierno a los policías". Porque como todo el mundo sabe para garantizar la libertad de manifestación o expresión lo que hay que hacer es garantizar que las fuerzas del orden puedan reprimir con seguridad a los que se manifiestan. Supongo que Feijoo intenta así conseguir el apoyo de los sindicatos policiales ultras -como Jupol- que orbitan alrededor de Vox; y Abascal, cada vez más en su papel de fascista sin sentimientos, repite que él hundiría el Open Arms, con su ayuda humanitaria para Gaza. Pero lo más significativo es que el discurso de las derechas es ya calcado al del propio estado genocida de Israel, ese que se burla de España creando un vídeo que mezcla sevillanas con el ataque de Hamás del 7-O, para atacar al Gobierno de España! ese que llega a justificar volar por los aires un centro educativo porque "se están eliminando las fuentes de incitación al terrorismo". Israel dice que las protestas no fueron palestinas, sino antiisraelíes; destaca el "respaldo" de Moncloa a los manifestantes, acusa a Sánchez de “incitar” las protestas que paralizaron la última etapa de la Vuelta y le ataca con insultos hasta llamarle genocida.
sábado, 13 de septiembre de 2025
EE.UU, pura contradicción
EE.UU. ha sido siempre un país de brutales contradicciones, un oxímoron viviente, una paradoja andante. Ese país de las "libertades" que mantuvo las leyes de segregación racial hasta 1964; ese país que "salvó al mundo" (Biden, dixit) en la segunda guerra mundial a la vez que "asesinaba" innecesariamente a más de 200.000 personas en Hiroshima y Nagasaki; ese país donde su presidente Harry S. Truman justificó en el hecho de que "cada pueblo debía forjar su destino sin presiones externas" la intervención y masacre de Vietnam; ese país que lleva décadas presentándose como garante de la democracia mientras ejecutaba o apoyaba golpes de estado para elevar dictadores al poder; ese país que sigue presentándose como la "Tierra de las Oportunidades" pero organiza redadas masivas y favorece las delaciones para deportar inmigrantes... Ahora, el asesinato de Charlie Kirk, prominente activista ultraderechista, vuelve a mostrar sus abismales contradicciones, a las que se añade una dimensión ideológica a la crisis de violencia en el país. Kirk, conocido por su defensa del derecho a portar armas y su violenta retórica polarizadora, habría sido víctima de un acto violento que, irónicamente, refleja las dinámicas que él mismo promovía. Su apoyo a una sociedad con acceso ilimitado a las armas, argumentando que esto garantizaba la seguridad personal, contrasta con la realidad de su asesinato, que subraya los peligros de una cultura armamentística desregulada. Y, para colmo, este paladín de la posesión de armas acababa de exigir que se prohibiese a las personas transgénero portar armas. Este "angelito", esta referencia de la ultraderecha americana, este "cristiano" provida, misógino, islamófobo y homófobo, decía cosas como que, según dios, hay que apedrear hasta matar a los homosexuales, que las personas trans son seres despreciables y tantas y tantas otras ideas miserables. Y sus seguidores, encabezados por Trump y Musk, lejos de buscar soluciones, exacerban las divisiones y llaman a la violencia. Su presunto asesino no era trans, no era latino, no estaba vinculado con ningún grupo de “ultraizquierda”. Es un muchacho blanco de Utah, sano hijo del patriarcado, criado por una pareja de amantes de los rifles de asalto, y metido hasta el tuétano en las subculturas de los foros de internet. El gobernador de Utah rezó "para que fuera alguien que hubiera venido de otro país". Musk llevó la acusación a la izquierda: "La izquierda es el partido del asesinato. Si no nos dejan en paz, entonces nuestra opción es luchar o morir”. Y pidió a Trump que "cierre, desfinancie y procese a todas las organizaciones de izquierda". Trump, sin pruebas, ya había acusado a la "izquierda radical" del asesinato y en los foros ultras del país ya se promueve una "guerra civil" contra la izquierda. Las "víctimas" son las que alientan la violencia política. El modelo americano es el escaparate para el aprendizaje de la extrema derecha en todo el mundo, esa que empieza a ver el momento propicio para prohibir y liquidar a la izquierda.
jueves, 11 de septiembre de 2025
Inmortalidad
Nuevas formas de ligar
Leo un interesante artículo. Se titula "Las nuevas formas de encontrar el amor". Habla de un tipo, comercial, con apartamento propio y un BMW de renting. Busca pareja usando una hoja de cálculo: Columnas con códigos de colores para altura, estudios, algo que denomina “potencial económico", que liga con una fórmula a otra columna llamada "retorno de la inversión". Lo actualiza en su teléfono todos los días. Habla de una mujer que mantuvo un cuaderno con 47 primeras citas del año pasado esperando sacar de ellas una novela de citas millenial. Luego otra alma en pena que somete sus fotos de perfil a intensos filtros y miente como un bellaco sobre su perfil; un mánager de marketing que está “en las aplicaciones” desde hace seis años y habla de momentos pico de conversaciones como si estuviese hablando de informes trimestrales. Así es como la gente se conoce ahora. Hojas de cálculo, estrategias y niveles de suscripción. Todo el mundo tiene un sistema. Todo el mundo está optimizando. Todo el mundo está solo..., con sus maquinitas. Antes la gente se conocía en el instituto, una fiestecilla, en la cola del cine o en una parada de autobús donde ella estaba leyendo un libro en edición de bolsillo, él le preguntaba de quién era, a lo que ella contestaba que "de un autor maravilloso" y se ofrecía a prestárselo. Allí iniciaban un largo noviazgo y se casaban seis años después. Ella nunca volvía a leer un libro de ese autor y él nunca leía otro libro, sin más. Hoy la misma parada, el mismo autobús, la misma hora. Dos jóvenes en el mismo sitio el tiempo suficiente para familiarizarse entre ellos. Pero, ¡ay!, ninguna proximidad de pensamientos, ninguna mirada amable, ningún libro de bolsillo, ninguna lenta acumulación de momentos ordinarios... Sólo dos miradas ajenas y casi enajenadas mirando sus respectivas pantallas y ningún algoritmo que las empareje, sólo la falsa socialización que desemboca en soledad.
miércoles, 10 de septiembre de 2025
Ensayemos el llanto
Nunca he visto a tantos hombres llorar como veo en Gaza. Lo hacen mientras abrazan los cadáveres de sus hijos e hijas recién extraídos entre los escombros. Y en sus rictus doloridos y en sus lágrimas derramadas se refleja todo lo que el mundo está perdiendo: la vergüenza, la compasión, la justicia, la humanidad. No lloran desconsoladamente por una derrota, ni por una herida propia. Lloran por otros. Por niños y niñas que ya no están. Por madres y esposas que ya no pueden abrazar, por hermanos, por amigos con los que ya nunca podrán conversar. Por ciudades que ya no existen. Por hogares en ruinas. Lloran de pena, de dolor y de rabia, porque ya no pueden sostener el peso de tanto horror. Ya solo tengo preguntas, porque el temblor ya ha llegado. Lo siento en el pecho, en la garganta, en la rabia que no se disuelve. Si esto no nos conmueve, si esto no nos quiebra, entonces ya no somos parte de la especie que presume de tener conciencia. Puede que podamos seguir llamándonos personas, pero muchas carentes de humanidad. Quizá, como en la novela de H. G. Wells "La máquina del tiempo", la humanidad se esté dividiendo entre los "monstruos" Morlocks y los frágiles Eloi. Los nuevos Morlocks sustentan su naturaleza en la falta de empatía, el egoísmo, el narcisismo, la falta de respeto, el desprecio hacia los que no piensan como ellos, la insensibilidad frente al dolor de otros, la ausencia de remordimientos, la aceptación de la mentira como herramienta y sus deseos de venganza. La pregunta es, ¿aceptarán los nuevos Eloi la dominación e inhumana explotación de los Morlocks?
Sólo me quedan preguntas
¿Quién, que sea buena persona, puede defender o justificar un genocidio planificado? ¿Cómo se justifica la muerte de más de 63.000 personas, la mitad mujeres y niños, como si fueran daños colaterales de una destrucción que ya no tiene rostros ni límites? ¿Qué conciencia puede dormir tranquila mientras se bombardean hospitales, escuelas, refugios y gente que solo busca alimentarse con una cucharada de trigo mezclada con tierra? ¿Qué ética tiene quien no se rebela ante el asesinato intencionado de médicos, periodistas, activistas de derechos humanos...? ¿Qué clase de persona anida en quien no se avergüenza, al menos, de lo que se está perpetrando? ¿Dónde quedó la compasión, la ética, el mínimo temblor ante el sufrimiento ajeno? ¿En qué momento nos volvimos espectadores indiferentes de una matanza televisada? ¿Qué más tiene que ocurrir para que se remuevan las conciencias de algunos? ¿Cuántos cuerpos más tienen que aparecer bajo los escombros para que los miserables abandonen su ceguera ideológica? ¿Cuántos niños y niñas tienen que morir de hambre antes de que la comunidad internacional diga basta? ¿Qué nos queda como sociedad si no somos capaces de llorar por Gaza ¿Dónde está nuestra humanidad si no sentimos que cada niño asesinado nos arranca un pedazo del alma ¿Dónde está nuestra voz si no gritamos por quienes ya no pueden hacerlo? ¿Cómo va a ser la vida que nos espera si aceptamos que nos rodee la muerte ¿Podemos seguir hablando de futuro mientras Gaza se convierte en un cementerio sin lápidas? Siento que, tras la desesperación, el dolor, la náusea y la pérdida de fé en la naturaleza humana a muchos sólo nos quedan preguntas.
martes, 9 de septiembre de 2025
Miremos a Grecia
En los tiempos que corren deberíamos reflexionar sobre la frase que dice, "valora lo que tienes antes de que el tiempo te enseñe a apreciar lo que perdiste". Cuando muchos se empeñan en convencernos de que nuestro país es un caos y conviene "empezar a cavar la fosa donde reposarán los restos de un Gobierno que nunca debió haber existido", deberíamos de volver la mirada a otros países donde ya gobiernan las ideologías que aquí están por venir y ver el sufrimiento social que allí están provocando. Hablo de la Argentina de Milei, de los EE.UU. o de Grecia. En España, esta semana, se presenta la ley de reducción de la jornada laboral, que será rechazada "gracias" al veto de los partidos de las derechas nacionalistas: JxCat, PP y Vox, siempre atentos a rechazar cualquier medida de mejora de las condiciones laborales. Mientras, en Grecia, en un contexto de inflación persistente, salarios estancados y pensiones a la baja, el gobierno de la derecha implementará una reforma laboral que, entre otras cosas, autoriza imponer la jornada laboral de 13 horas; permite a las empresas de sectores como la industria o el turismo imponer un sexto día laboral; aprueba los contratos de "guardia o cero horas", un contrato sin horario fijo, donde el empresario puede convocar al trabajador con solo 24 horas de antelación; se flexibilizan los horarios a merced de las necesidades productivas, aumentando la inestabilidad; se
facilitan los despidos; se limita la actividad sindical; durante el primer año de contrato se elimina la indemnización por despido; se restringe el derecho a huelga con penas de hasta seis meses de prisión y multas de 5.000 euros por bloquear accesos durante protestas; se reducen las inspecciones laborales (un servicio ya subfinanciado) abre la puerta a abusos generalizados por la falta de controles estatales efectivos, las empresas manipularán horarios y evadirán pagos de horas extras, profundizando la brecha entre ganancias de la empresa y pobreza de los trabajadores. Muchos creen que los derechos vigentes son irreversibles. En absoluto. Pero sigue vigente la frase de "no hay nada más idiota que el obrero que vota al partido que lo explota".
lunes, 8 de septiembre de 2025
Me da que no eres buena persona
Para mí el valor de la honestidad está en actuar con decencia, respeto y dignidad. Tal como está el patio creo que lo honesto es dejarse de poner paños calientes y decir lo que realmente se piensa. Dicho ésto, si simpatizas con quien organiza las cacerías de migrantes, con quienes ven a todos los menores migrantes no acompañados como delincuentes, con quienes aplauden a un grupo de descerebrados musculados que amenazan y pegan palizas a las personas que no pueden pagar su alquiler, con quienes se burlan y hostigan a las personas trans, con quienes niegan la violencia machista, con quienes irrumpen en la plaza de Chueca de Madrid gritando "fuera sidosos del barrio", con quienes agreden a periodistas que no piensan como ellos, con quienes presumen del franquismo, con quienes se burlan de los que aún yacen en las cunetas, con quienes vitorean los ataques a los Derechos Humanos, con quienes piden "colgar" a Sánchez o callan ante los que dicen que habría que fusilar a 26 millones de españoles, con quienes se ofenden más por una interrupción de la Vuelta Ciclista a España que por los miles de asesinatos de niños en Gaza, con quienes no se inmutan ante la muerte de 7291 ancianos en las residencias de Madrid, con quien desatendió el horror de una ciudadanía ahogándose en una DANA que se cobró 221 vidas, con quien otorga la Medalla de Honor municipal al Estado genocida y sionista de Israel, con quien aboga por hundir los barcos que llevan activistas pro Derechos Humanos, con quien anima a la población a gritarle "hijo de puta" al presidente del Gobierno, con quien llama "putas" a periodistas, con quien se niega a manifestarse a favor de las asesinadas por violencia de género..., perdona que te diga pero muy buena persona no eres. Será por falta de empatía, por el avance del fanatismo irracional alimentado por una información sesgada y manipulada, por miedo, por ignorancia, por venganza hacia no se sabe qué..., pero -como decía José Mota- "que sepas que no ser, no eres"
"Lo de Gaza no es un genocidio"
Almeida, el ínclito alcalde de Madrid, ha declarado que "no hay un genocidio en Gaza". Su razonamiento no puede ser más estúpido: "porque el genocidio fue el del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial". Por esa misma regla de tres lo de Julio César no fue un asesinato porque el asesinato fue el de Abel por Caín. Obsérvese el detallito de que el "carapolla" evita adjudicar el holocausto judío a los nazis y lo refiere al "convulso" contexto de la Segunda Guerra Mundial, no sea que se vayan a molestar sus socios de la ultraderecha. A mí, desde luego, lo de Almeida no me extraña perteneciendo a un partido que, día a día, sale del armario de una presunta moderación para hacer suyos los postulados de la ultraderecha. Los más salvajes, además. Así, un día, Semper dice que las manifestaciones de estudiantes en apoyo del pueblo palestino son en realidad “a favor de Hamás" y desde Génova se decreta que hay que acusar de terrorista toda denuncia del genocidio que ejecuta Israel. Me sorprende -es un decir- que el humanismo cristiano forme parte de la definición ideológica del PP. Lo que no me extraña es la postura del PP frente a las víctimas inocentes de cualquier tragedia, sean cual sea sus causas. ¿O se nos ha olvidado ya la estrategia que el PP ha empleado en todas y cada una de las catástrofes que han afectado a nuestro país y de las que, o bien tenían una responsabilidad directa como gobernantes?: Yak 42, Madrid Arena, Metro de Valencia, DANA de Valencia… Todos ellos suman 331 muertos, todos ellos fueron ninguneados, traicionados, vilipendiados. ¿Ya se nos ha olvidado que tras los atentados yihadistas del 11M mintieron sobre la autoría y manipularon la información con los muertos aún" entre los hierros de los vagones, para asegurarse una victoria electoral? En este caso fueron 192 muertos. El cinismo de gente como Almeida lo muestran sus declaraciones de hace apenas cinco meses, cuando en la conmemoración de estos atentados dijo: "Que no se debilite el recuerdo de la brutalidad". "Lo de Pilar Manjón es infame. Cada día dudo más que el hijo de esa tipeja fuese el 11M en un tren… deplorable su actitud”. Estas asquerosas declaraciones las hizo Luis Gutiérrez, secretario de Organización de las Nuevas Generaciones del Partido Popular de Majadahonda refiriéndose a la que fue presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo. Esta es la catadura moral de esta gente. España necesita con urgencia un partido de derechas serio, honrado, humanista y auténticamente democrático.
sábado, 6 de septiembre de 2025
Ignorantes, listillos y sabelotodo.
Vivimos en la era de la IA, aunque empiezo a sospechar que la I no responde a la palabra inteligencia sino a ignorancia. "Ignorancia Adquirida", así lo veo yo. Podemos pensar que el mundo se nos ha convertido en un lugar inhóspito, un lugar de tierras planas y de mentes poco relevantes, como muchísimos encefalogramas nos podrían mostrar. Nuestros pies marchan sobre arenas movedizas que no podemos pisar muy fuerte porque podemos hundirnos todavía más. La cosa viene de lejos: Fue acabársenos el paraíso terrenal y llegaron siglos de falta de convivencia, de autogestión, de apoyo mutuo y de desavenencias. Hoy la rigidez mental se alía con el fariseísmo, ese que habla más de defender las leyes que de cumplirlas, ese que da la vara con las leyes que pregonaban para los demás, pero que ellos no cumplen porque se sienten privilegiados e intocables. Así, cada día más, nos van carcomiendo la cabeza con esa connivencia farisaica, que olvida leyes y oculta maldades, disimuladas con sus sonrisas hipócritas de "gente de bien", que quieren siempre salvarnos de lo que a ellos les incomoda. Esa hipocresía, socialmente lesiva, aprovecha la poca información y cultura de la gente y ha conseguido que las creencias superen en mucho a las evidencias y las emociones a la razón. La honestidad y la verdad quedan ocultas por ideología barata de usar y tirar, pero que va inundando nuestro mundo, cada día más errante, anegado de un fango mortal que lo está inundando todo, sin más miramientos que el enriquecimiento de los poderosos, que todo lo supeditan al enriquecimiento particular, que se forran con nuestra pasividad, nuestro conformismo, nuestra falta de ánimo y una credulidad enfermiza. Son esos que se parapetan detrás de sus fortunas, de sus despachos, de sus micrófonos o columnas de opinión, de sus togas... y tienen como único objetivo defender los intereses de una tierra que suponen de antemano suya.
La esperanza de La Vuelta
Israel se ensaña con los restos de la Ciudad de Gaza. Su objetivo es la destrucción total, la deshumanización total, el terror total. Mientras, presiona para la anexión de Cisjordania y también allí aumenta su violencia. O alguien creía que estos malnacidos se iban a conformar con apropiarse por la fuerza de Gaza. ¿Qué será lo próximo, Transjordania? ¿Cuándo veremos a los sionistas reclamar territorios de Egipto, Siria, Irak y Líbano para conformar "su" Gran Israel? Si eso ocurre lo hará como acostumbra, "abriendo las puertas del infierno". Que esto ocurra ahora no es casualidad. El mundo se retuerce, convulsiona y el fascismo reacciona en su propio beneficio. Trump, Vox, Bolsonaro, Milei y, por supuesto, Israel como vanguardia y laboratorio de hasta dónde puede llegar esta reacción y esta forma de construir su futuro, su nuevo mundo. ¿Y nuestra apuesta por construir un mundo distinto? La hay, siempre la ha habido, pero ahora es tímida, encogida, impregnada de cierta derrota y fatalismo sobre lo que vendrá. Toleramos que un tipejo como Trump nos aseste, con su fascista mano, bofetada tras bofetada. En nuestra cara, en nuestra casa, en nuestros principios y valores. Toleramos que en Europa se detenga a gente por llevar una camiseta palestina y se les acuse de terrorismo. Pero sigue habiendo rayos de esperanza, por ejemplo en la Vuelta a España. Y todavía hay cínicos que son capaces de vincular a los que cortaron la carrera en Bilbao con ETA; de opinar que exhibir banderas palestinas es apoyar a Hamás y de mantener que pedir la retirada del equipo de Israel es violencia. Ahora La Vuelta, dicen algunos inmorales, ya no es lo mismo, no es deporte. Pues claro que no, nunca fue solo deporte. Como tampoco lo es nada de lo que vosotros tocáis con vuestras sucias manos.
viernes, 5 de septiembre de 2025
Gorras de caja rural
Estoy de acuerdo con que hay que respetar a la gente que no le gusta leer. Y más a los que no leen porque no saben. Espero que, por esto, nadie me acuse de defender el analfabetismo obligatorio, la censura estatal y la quema de bibliotecas. Siempre he dicho que no hay una relación directa entre los libros poseídos y los libros leídos, lo que nos llevaría a hablar del papel que el libro juega en el universo de las apariencias. Creo que es más bonita una estantería llena de libros que de trastos, sobre todo si son libros leídos. Eso sin entrar en los casos donde no se valora tanto el interior de un libro como la estética de su lomo. Pero si hasta hubo un tiempo donde la gente compraba libros por metros lineales para decorar la estantería y, en muchos casos, los libros eran de atrezo. Viene todo esto a una imagen de Donald Trump -el zopenco- universal-, quien, durante una reciente visita de diversos líderes mundiales a la Casa Blanca, exhibió una estantería repleta de productos de propaganda a mayor gloria de si mismo: tazas, camisetas y sobre todo gorras con el lema Make America Great Again. La degradación del ser humano es imparable. Augusto le encargó a Virgilio una epopeya sobre la fundación de Roma; Felipe IV mostraba orgulloso "sus" retratos de Velázquez, y Trump alardea de una estantería con gorras ilustradas como símbolo de su poderío. ¿Qué será lo siguiente, que Sergio Ramos saque un disco y aspire a ganar un Grammy Latino? Lo que veo urgente es que alguien envie a Trump una gorra verde de Caja Rural para que complete su colección y se afirme como un garrulo integral. Yo tengo una y os aseguro que están muy cotizadas.
Día de los hermanos
En el sendero de la vida,
donde los caminos se bifurcan,
apareciste tú, hermana/o amada/o,
para ser compañeros en la travesía.
Con la sangre que nos une,
forjamos lazos indisolubles,
nos unimos por hilos invisibles,
que trascienden el tiempo y el espacio.
Y fue así que llega un momento
dónde tu risa es mi sonrisa,
tu llanto, mi dolor,
somos espejos de un alma inmortal,
enredados en un abrazo eterno.
Desde los juegos de infancia,
hasta los desafíos de la vida adulta,
compartimos penas y alegrías,
tejiendo así nuestra propia historia,
la que sólo a nosotros nos pertenece.
Es hermoso traer a la memoria
cada paso que dimos juntos,
empapados de complicidad y lealtad,
enarbolando la bandera de la sangre
como faro en medio de la oscuridad.
Recordar esos momentos
cuando éramos los mejores confidentes,
cómplices de grandes secretos,
cuando bastaba una mirada
para encontrar consuelo,
y en las palabras, sabiduría y aliento.
Sueño en noches de primavera
que cuando el mundo se desmorona,
y todo parece estar perdido,
mis hermanos siguen sosteniendo
mi refugio, mi roca firme,
la fortaleza que me impulsa a seguir.
No importa la distancia que nos separe,
ni las vueltas que dé la vida,
siempre seremos hermanos,
unidos por ese hilo sólido e invisible,
inquebrantable y perpetuo que es la sangre.
En este poema, os rindo homenaje,
a vosotros, hermano incondicionales,
aquel que comparte mi sangre,
que siempre vivirá en mi corazón.
Asquerosos dirigentes deportivos
Vivimos en un mundo devorado por la corrupción moral, donde odio y cinismo se consideran discursos inteligentes y si hablas de sentimientos te tachan de buenista o de idiota. Desde que se supo que el Tech, el equipo ciclista israelí, fue invitado a participar en la vuelta ciclista a España el ejercicio de cinismo de sus responsables está siendo insuperable. El Tech está financiado por un millonario cercano al gobierno de Netanyahu, que está utilizando la técnica del sportswashing (emplear el deporte para blanquear la imagen internacional de un Estado) siempre que puede. Miles de personas pedimos a Unipublic, organizadora de la Vuelta, que anulara la invitación sin éxito alguna. El director de La Vuelta ciclista a España, Javier Guillén, un refinado canalla sin principios morales, ante las primeras protestas aseguró que presentaría una denuncia ante la policía por el boicot a Israel. "Un grupo de personas han querido boicotear la carrera y han impedido el trascurso normal del equipo en la competición. Eso es violencia", dijo. ¿Violencia? Usted es un cínico integral, un manipulador sin vergüenza, un imbécil o todo a la vez. Este tipejo lleva 60.000 muertos de retraso a la hora de entender el concepto de violencia. La Unión Ciclista Internacional también se pone de perfil, cosas que no hizo en 2022 cuando obligó a rusos y bielorrusos a competir sin bandera. De hecho, ningún organismo deportivo internacional ha promovido la descalificación de cualquier representación israelí de sus competiciones, como sí ocurrió con Rusia una vez iniciada su invasión a Ucrania. El cinismo de esta gente resulta insuperable en el caso del COI, que se "defiende" asegurando que Israel "está comprometido con espíritu olímpico". Supongo que eso lo hace Israel en relación con "el respeto de los derechos humanos reconocidos internacionalmente y los principios éticos fundamentales universales" de los que habla el COI. Esta gentuza sabe siempre el precio de todo y el valor de nada.
jueves, 4 de septiembre de 2025
Lobo no, hiena
Resulta vomitiva la pasividad con la que el mundo está asistiendo, entre la desidia y la impotencia, a la destrucción de Gaza y el exterminio de su población. La comunidad internacional muestra un electroencefalograma moral plano. Su inacción revela que su conciencia ética permanece en coma. El gobierno israelí es un conglomerado de extremistas de derecha, ultrarreligiosos y hooligans de la idea de apoderarse -sin más- del Israel bíblico, que está ejecutando un plan de tierra quemada que nada tiene que ver con un legítimo derecho de defensa. Usa una tramposa estrategia de tachar de antisemitismo toda condena de las abominaciones que perpetran mientras ejecuta una operación destinada a la eliminación sistemática de las condiciones de posibilidad para una vida digna en Gaza, acompañada de una limpieza étnica perfectamente orquestada y avalada por EE.UU. La tierra que fue definida en su día como la cárcel más grande del mundo se ha convertido en un matadero al aire libre, avalado por el "matón" americano y con organismos internacionales y gobiernos nacionales como simples espectadores. Pero lo que allí contemplan es un miserable abismo ético, el naufragio de sus valores y de la dignidad humana. Se equivocan los que opinan que el hombre es un lobo para el hombre. No, no es un lobo, es una hiena.
miércoles, 3 de septiembre de 2025
"Mi" vida no es mi vida.
A veces, ante la expresión de alguna gente de "soy dueño de mi vida" pienso lo mismo que cuando alguien que acaba de firmar una hipoteca a 30 años dice "pues ya tengo mi casa". Pienso: "hombre, tuya, tuya..." veces hacemos justo lo contrario. Nuestra vida depende de tantos factores, de tantas cosas, de tantos "otros"..., que a veces la conducimos por senderos que no nos gustan, rodeados de ruido y prisas, con una identidad basada en la competición, haciéndonos creer que es lo normal, conviviendo con gente que nada nos importa. En esta sociedad dominada por el ritmo acelerado y la productividad constante, tomarse las cosas con calma parece casi un acto de rebeldía. Vivimos atrapados en una rueda en la que siempre hay algo que hacer, un plazo que cumplir o una meta que alcanzar. El tiempo libre se ha convertido en un lujo y la pausa en un pecado capital. Todo tiene que ser rápido, eficiente y rentable, como si vivir despacio fuera una pérdida de tiempo. Hoy en día, tomar el sol en silencio, sin más tarea que respirar, es un acto revolucionario. Me he dado cuenta -creo que a tiempo- de que parar no es rendirse, es recuperar el control, que elegir un ritmo más lento es una forma de resistencia ante este sistema, que priorizar el sosiego, el disfrute y el bienestar no es flojera: es supervivencia. Si no frenas de vez en cuando, la vida se te escapa sin darte cuenta. Llega un punto en que cada día es igual al anterior y que escapar limitadamente de tu rutina es una fiesta. Al final te das cuenta con 60 años de que no sabes en qué momento se te fue la vida, que ésta se resume en nacer, crecer, intentar vivir, pagar una hipoteca, darte cuenta que es una mierda y morirte. Pues antes de llegar a eso recuerda que la vida no se ha hecho para comprenderla sino para vivirla... despacio.
Los 5000 dólares del Cerdo
Ya conocemos los planes de Trump, ese cerdo megalómano, para Gaza. Ofrece un cheque de 5000 dólares a todo aquel que acepte irse. Su plan para gestionar la Franja una vez que el genocida Netanyahu decida que ya tiene suficiente, que ya no le queda mucho más que bombardear y destruir, más personas que asesinar, más niños que matar de hambre. Esa es la gran "solución" de estos miserables tras dos años de genocidio, de muerte y de vergüenza. Vergüenza por el silencio y la inacción de quienes podían haber hecho algo, haber parado esta barbarie, haber impedido la aniquilación de un pueblo que lleva casi dos años bajo las bombas y la muerte... y que no han hecho nada. Vergüenza por todos aquellos que con su apoyo o su silencio son cómplices de esta barbarie. A los gazatíes que el asesino Netanyahu no haya matado ya, Trump les ofrecerá dinero, calderilla en realidad, y una serie de "subvenciones" durante unos años para que le despejen el terreno y, entonces sí, levantar esa monstruosidad que ya nos enseñó hace unos meses gracias a la inteligencia artificial y a la que llamó la Riviera de Oriente Medio. Un resort a todo lujo para aquellos que no tengan ningún escrúpulo en acudir a esa tierra plagada de muertos y de horror para relajarse y tomar el sol. La joya de la corona de un estado, el sionista, que no tiene escrúpulos para hacer negocios sobre las cenizas de un exterminio.
martes, 2 de septiembre de 2025
ASALTO A LA RAZÓN
Para una sociedad basada en la producción -para beneficio de algunos- y el consumo incesante de mercancías la razón, el pensamiento, la reflexión, son cuestiones superfluas y prescindibles. La peste del totalitarismo amenaza con desatar una epidemia de sinrazón favorecida por el sistemático desprecio al pensamiento, el sentimiento, la empatía y todo lo que nos hace humanos. Estamos asistiendo impávidos a una reedición corregida, y no se sabe si aumentada, del asalto a la Razón. Y la esperanza de resistirlo pasa por el diálogo, esa rareza en la era digital debido a la prevalencia de la comunicación rápida e informal a través de medios como chats y mensajes de texto, que han sustituido la oralidad y reducido los espacios de conversación cara a cara. Se ha convertido en un tópico la imagen de dos o más personas juntas, enfrascadas cada una en su móvil, tablet u ordenador. Si entre sus cuerpos hay apenas unos centímetros, sus consciencias distan años luz. Se dice que dos no discuten si uno no quiere, pero es necesario que los dos quieran para entablar un diálogo fructífero y no de sordos o de besugos, lo cual entraña privilegiar la variable ética sobre la instintiva. Y eso es un problema porque somos seres cada vez más instintivos, más impulsivos, atenuando así nuestra capacidad humana de reflexionar, elegir y cooperar. Eso explica muchas, muchas cosas.
Banesa, Sorra
Leo en una pintada: "Banesa, Sorra". No me asusta la ortografía. Nuestra sociedad está fracasando miserablemente en la educación de ciudadanos libres, solidarios, responsables, tolerantes y racionales. Sería conveniente plantearnos que la proliferación de zafios borregos no ha sucedido por generación espontánea y que no puede traer nada bueno en el futuro. Y no me refiero sólo a esos zánganos asilvestrados que no necesitan ser adoctrinados por los medios de manipulación masiva, los grotescos payasos del grito y las cloacas más o menos tenebrosas de las redes sociales. A éstos, si la naturaleza les hubiese otorgado el don de la reflexión, podrían haber concluido que a ellos, por ejemplo, lo que les han arrebatado esos inmigrantes que tanto odian, no ha sido el trabajo sino su puesto en las clases de Lengua española. Eso por no hablar de las de Filosofía, Ética o Historia. Letras y ciencias sociales, filosofía y arte contribuyen a que nos conozcamos más y seamos mejores. El gran atributo del hombre es el de interrogarse. Husmear y meter las narices en todos los rincones, rastrear los secretos más recónditos allende sus limitadas dotes perceptivas y sensitivas. Por eso, creo que los que se niegan el saber y la reflexión tienen alguna falla en su humana naturaleza. Sin embargo, a pesar del océano de ignorancia que nos rodea, debemos estar orgullosos del acervo acumulado por la Humanidad en su andadura. Lástima que a cada vez más gente eso le importe un carajo.
lunes, 1 de septiembre de 2025
Ya están aquí
Ya están aquí, haciendo lo que mejor saben, lo que siempre han hecho, lo único que saben hacer: amenazar, insultar, amedrentar, agredir. "Varios encapuchados asaltan a menores migrantes cerca del centro de Hortaleza ". "Un grupo de ultraderechistas agrede al periodista Román Cuesta frente a su casa". "B. Ndongo -Vox- llama prostituta a Silvia Intxaurrondo". "Jaime de los Santos -portavoz del PP- llama prostituta a una periodista". Lo de Ndongo y los Santos no es una salida de tono: es un ataque directo, machista y peligroso contra unas periodistas. Cuando un dirigente del PP se permite llamar "prostituta" a una periodista en televisión, no solo la insulta a ella, señala a todas las mujeres que alzan la voz y pone diana sobre quienes les incomodan. La ultraderecha vive de fabricar insultos. No tiene un proyecto social, ni un modelo económico viable más allá de blindar sus privilegios. Lo suyo es degradar al adversario con palabras que funcionan como armas arrojadizas: feminazi, okupa, chavista, perroflauta, mena, liberticida. No son simples exabruptos, son una estrategia. El insulto se convierte en un arma. El lenguaje, en trinchera. Quien defiende derechos humanos es tratado de ingenuo patológico. Quien rescata migrantes se convierte en "negrero". Quien exige justicia social es acusado de "chavista". Pero cuando se pronuncia la palabra precisa -nazi-, el artificio se derrumba. Los mismos que agreden a diario claman persecución. Los verdugos se disfrazan de víctimas. Prefieren autodenominarse patriotas y esconderse tras la bandera de la que se han apoderado. Lo que no soportan es el término que los conecta con dictadores, con las fosas comunes, los campos de exterminio y la memoria del horror. Su gramática es simple: licencia absoluta para insultar, hipersensibilidad cuando se les devuelve el espejo. El tertuliano vociferante, el diputado inflamado o el troll digital comparten la misma dramaturgia: degradar al otro y exigir respeto solemne para sí. El fascista no llora porque se le insulte, sino porque ha sido reconocido.
domingo, 31 de agosto de 2025
¿Otro héroe que no lo es?
En su aconsejable libro "Si esto es un hombre", Primo Levi menciona el caso de un presidiario en Auschwitz que, pese al terror cotidiano del campo de concentración, casi se podía decir que era feliz. Dentro de la pesadilla, aquel hombrecillo pequeño, feo y contrahecho, defenestrado para la vida social, sabía sobrevivir mejor que nadie, y eso daba sentido a su vida, lo situaba por encima de los demás en su misma situación y le proporcionaba una senda clara. Eso le llevó a simpatizar con sus verdugos nazis que, sin querer, habían dado un sentido a su vida. He considerado siempre héroes a los supervivientes de Auschwitz. Pero hay algo que me inquieta. Si sobrevives al infierno, la sabiduría emocional es un premio merecido, una sabiduría que preferirías haberte ahorrado, claro, pero sabiduría en mayúsculas. De hecho, algunos supervivientes de Auschwitz alcanzaron tal grado de sabiduría que terminaron suicidándose. No en el Campo -donde sólo podían pensar y actuar para sobrevivir-, sino cuando tomaron conciencia de que quienes -como ellos- habían logrado salir vivos no siempre fueron los más nobles, ni los más humanos, ni los más honestos. A esos se los había tragado el nazismo. Las reglas del campo de concentración eran tan perversas que castigaban cualquier virtud humana. Así, la trampa, la maquinación, el egoísmo se volvían necesarios para aguantar un día más, una hora más, un minuto más. Había que robarle las botas a aquel, la comida a este otro, delatar al compañero. Tú te salvabas, pero ellos morían. El superviviente arrastraba una losa: la culpa. Esto me inquieta mucho porque me puede llevar a destruir a un héroe, a otro más. Por eso me refugio en la idea de que quién soy yo para juzgar las acciones de los que, en el infierno, jugaban cada día una partida con el horror y la muerte.
Objetivo: auto machacársela
La vida, al final, es un regalo que solo adquiere dimensión con la nostalgia, cuando se va quedando atrás. Pero, antes, necesita también cobrar sentido mediante un propósito. Si no, todo es confusión y zozobra. Hasta aquí, todos de acuerdo. Menos, quizá, los negacionistas del acuerdo. Todo el mundo necesita construirse un camino, aunque sólo sea por razones de supervivencia. El problema es que hay personas dispuestos a destruir lo que sea, a pisotear a quien sea, con tal de construirse un camino. Supongo que prefieren atacar poblaciones o países, asesinar inocentes, matar a niños de hambre o joder al prójimo antes que ir al psicólogo. Todas las atrocidades del mundo tienen detrás el plan de vida personal de algún personaje turbio, aunque la sangre derramada se justifique con palabras grandilocuentes: seguridad, patria, libertad. Palabras que en su boca permanecen vacías de contenido y apestan a cinismo. Esas personas creen estar persiguiendo un objetivo, pero en realidad son adictos al camino, aunque sea a costa de los demás que, casi siempre, son los más débiles, lo que confirma su corrupción moral y su naturaleza cobarde. El camino -el suyo- les conforma. Lo único que deberíamos pedir, salvo fuerza mayor, es que ese caminar en busca de un sentido vital sea pacífico. Aspirar a escribir novelas que no interesan ni a tu familia, por ejemplo, es un objetivo plausible, pues sólo generas daño emocional en círculos muy reducidos. Yo sólo espero que cuando vea a uno de estos desalmados con dos piedras en la mano su objetivo vital inmediato sea auto "machacársela".
Otra vez intentando escribir sobre Gaza
Dijo Chantal Maillard, premio nacional de poesía y filósofa: "Escribo para que el agua envenenada pueda beberse”. Pero, cada vez más, me pregunto si puede de verdad la escritura limpiar lo emponzoñado, depurar el mal. Poner sobre lo atroz el foco de la lengua nunca es suficiente. El decir no transforma aquello que ilumina. No modifica la realidad material. El decir de cada uno, eso aislado y pequeño que sale de las bocas o las teclas, por más que nuestra voluntad sea otra, no va a cambiar el mundo. El único modo de amplificar una voz lo suficiente para que pueda ser escuchada es sumarla a otras voces, diluirla en un coro. Sin embargo, algunos escribimos (si a esto que yo hago se le puede llamar escribir). Quizá lo hagamos bajo el disfraz de la salvación o el compromiso, pretendiendo a menudo que eso nos exima de nuestra propia ruina moral. Al menos, que nos distancie de quienes no están diciendo nada. O como un escudo que consiga apartar los golpes con que nos sacude la realidad. Visto así, a veces pienso que empecé a escribir para dar respuesta a las preguntas que me trituran y me tajan el cuerpo; para darle a la mente suelo y tiempo; para desviar el filo de la realidad de mi carne. Pero ¿qué pasa con los cuerpos de los otros, con los cuerpos que están siendo sajados por ese mismo filo sin poderlo esquivar? Me planteo estas cosas al tiempo que me propongo escribir sobre Palestina, otra vez. Maniobro con mis contradicciones, sospecho de mi propia intención. Vivo doblado sobre mí. Me encojo para intentar librarme de la culpa. Rememoro todo el tiempo imágenes terribles, como si sobreexponerme al horror lo pudiera evitar. Trato de convencerme de que en esta militancia de andar por casa el monstruo decrece. Pero sé que no es verdad. Y a pesar de lo inútil, persisto en el gesto, aunque sé que se vuelve aspaviento en la insistencia y que, por mucho que persevere, no logro ni aliviar su inutilidad porque lo único que no admite duda es que el mal sigue creciendo.
viernes, 29 de agosto de 2025
Proyecto agosto
Lo confieso, por mi apuesta por la rebeldía, por ir a la contra, por alterar las estadísticas de la gente que sigue a Vicente, he decidido -a punto de acabar agosto- hacer una lista de cosas que puedes hacer en agosto. Y me ha salido la siguiente parida: Autofabricar horchata. Meditar sobre por qué un Dios bondadoso hizo seres capaces de sudar. Fingir que vas a leerte, por fin, el Ulises de Joyce. Comer higos frescos; a ser posible, robados. Fantasear con las refrescantes lluvias de octubre, calar sandías y melones en el supermercado, dormir hasta que el puto calor te despierte. Sentarte en el jardín -como concepto general- al caer la tarde, fumar tabaco aromático, llevar sombrero panamá, calzar alpargatas y respirar el aire salino de la costa. Desmenuzar con las manos salmonetes fritos, rechupetear coquinas, dormir siestas larguísimas ante el zumbido de un ventilador. Levantarte a las seis de la mañana a correr.., la cortina. Darte baños pausados, releer a Manrique, jugar al cinquillo, aprender castellano antiguo, huir de los best seller, guisar chipirones encebollados, echar en falta a los que no están mientras recuerdas quienes son. Aprender relojería, borrar de la agenda a todos esos que tienes que recordar quiénes son, escuchar fandangos cabales, mirar por la ventana distraído, tocar la flauta, no tocar la trompeta, caminar descalzo por el suelo fresco, majar salmorejo en el mortero, repasar la lista de los Reyes de Navarra y Aragón. Plantearte si tras la vida terrena hay una vida ulterior para, después, discutir sobre la resurrección de la carne. Charlar con viejos amigos sobre asuntos mundanos, visitar a los muertos de otros, murmurar canciones de los payasos de la tele. Limpiarte en servilletas de tela, morder tomates maduros, ver películas malas cabeceando de sueño, recoger jazmines al caer la noche, frotarte un poco de yerbabuena en las manos, dar pan a los gorriones. Recordar los placeres de la infancia. Dejar, lentamente, que el día pase sin mirar la hora. No leer, ver ni escuchar los medios de desinformación e intentar ser vagamente feliz.
miércoles, 27 de agosto de 2025
Viajes de duelo
Hasta hace poco un viaje nos llevaba hacia el descanso, la aventura o el descubrimiento. Pero ahora... Los lugares marcados por la tragedia se han convertido en rutas turísticas: campos de concentración, memoriales de guerra, zonas arrasadas por desastres naturales... El “turismo de dolor” no es nuevo, pero hoy se multiplica y adquiere tintes grotescos. Cada catástrofe se convierte, poco después, en un destino visitable, en un punto del mapa donde el horror se transforma en atracción. Visitar determinados lugares es un modo de memoria, de acercarse a lo que duele para no olvidarlo, para reconocer el horror y sostenerlo en la conciencia. Visitar Auschwitz fue para mí una forma de enfrentar de manera directa la magnitud del genocidio, sentir en el propio cuerpo la huella de un crimen contra la humanidad. Lo mismo me ocurrió visitando la Fábrica de Schindler o los cementerios militares en Normandía. Ir allí es un modo de decir “esto ocurrió, y no debe repetirse”. En ese sentido esas visitas son también un acto político. Para mí lo fue. Fue habitar y situarme en la historia, en el dolor. Pero esa dimensión se ve ahora contaminada por la lógica del espectáculo y el consumo. Las redes sociales multiplican selfies frente a cámaras de gas, sonrisas en lugares donde se exterminó a miles de personas, rostros con morritos ante un decorado de miles de sepulturas, poses alegres sobre ruinas humeantes. El dolor se convierte en fondo de pantalla, en "chulada" compartible, en trivial emoción para provocar el me gusta. La industria turística ha sabido explotar esa moda. Así el horror se reduce a escenografía, a experiencia generadora de "nuevas" emociones. Y el dolor se privatiza, se convierte en una experiencia que se compra y se consume, perdiendo toda su potencia ética y convirtiéndose en simple entretenimiento. La autenticidad se erosiona cuando el dolor se masifica, cuando las lágrimas se mezclan con las colas de entradas, las audioguías y las cafeterías de los memoriales. Visitar los lugares del dolor debería ser un acto de resistencia contra el olvido, no una postal para sumar al archivo del viaje ¡Qué pena!
La nueva lucha de clases
La lucha de clases no ha desaparecido. Solo ha cambiado de escenario. Antes era la lucha entre los explotadores y los explotados, entre los dueños de los medios de producción y los obreros que venden su trabajo a cambio de un salario. Ahora, los "de arriba" han conseguido reclutar a muchos de los "de abajo" para que luchen contra los de más abajo. Hoy la lucha de clases se libra entre quienes venden gafas en la playa o recogen verduras en un invernadero y los que tienen trabajo inseguro, hijos titulados sin vivienda, pensiones mediocres o son egoístas sociales. Pero todos éstos luchan, sin saberlo, para quienes venden el país desde un despacho. Al final, los que arriesgan su libertad por cinco euros son víctimas de las grandes empresas del IBEX, de la banca, de los que se llevan sus capitales a paraísos fiscales, de los vecinos de los barrios de Salamanca de cualquier pueblo o ciudad, de quienes se enriquecen con contratos públicos amañados. Pero la tropa descamisada y la que defiende su título de clase media como un certificado de limpieza de sangre, también son víctimas de la clase dominante. Se persigue al pobre (el que no es rico), se protege al poderoso. Se criminaliza la necesidad, se blanquea el privilegio. Y mientras tanto miles de migrantes, el nuevo lumpen proletariado, formado por manteros, repartidores en bicicleta, camareros con contratos de mierda, cuidadoras que sostienen vidas ajenas, recolectores que llenan nuestras mesas, obreros que levantan edificios que nunca habitarán... son combatidos por trabajadores que ahora no quieren llamarse obreros. Los he visto este verano. Son los invisibles que hacen posible la fiesta. Los que no salen en las fotos, pero sin los cuales no habría celebración.
martes, 26 de agosto de 2025
Tiempos de locura
La enfermedad mental es la pandemia de nuestros días. Es un problema porque tenemos miedo a los "locos" y, precisamente miedo, es lo que nos sobra. No sé si la gente tiene tanto miedo porque enferma mentalmente o es el miedo el que induce la enfermedad. En Oriente, se respetaba a los locos. En Occidente, se les temía. Quizás porque la Iglesia, siempre tan preocupada por atemorizar a la gente, consideraba la locura como producto de la posesión demoníaca, ante lo que sólo quedaba la reclusión y la tortura. A esta sociedad le faltan psiquiatras y le "sobran" personas con patología dual: psicosis, paranoias y pedradas varias, mezcladas con el consumo de alcohol o de narcóticos. La realidad social tampoco ayuda, sumiendo a mucha gente en una depresión recurrente. Pero lo peor -insisto- es cuando la locura se convierte en colectiva. Ya la vivimos antes: cuando las brujas poblaron los bosques de la intolerancia y se pusieron de moda los inquisidores que encendieron sus piras; cuando decretamos las guerras santas y las cruzadas para convertir a los infieles y salvarles, aunque para ello fuera necesario el degüello de una espada templaria o de una cimitarra sarracena; cuando el crack del 29 provocó que los empobrecidos decidieran votar con sus "uvas de la ira" al Partido Nazi de Alemania; cuando los judíos decidieron volver a "Sión" con las escrituras de propiedad de la Biblia, para expulsar o masacrar a los palestinos; cuando los comunistas aplaudieron que Stalin "purgase" a los disidentes. Hay más ejemplos y todos son vomitivos. Todo eso ocurre cuando la ciudadanía se deja devorar por la masa y está volviendo a ocurrir. Los consumidores de televisión, como el principal ocio de los pobres, los que creen que la vida es una tertulia a primera sangre, los que creen tener la razón todo el tiempo..., ansian soluciones fáciles para problemas complejos, sin llegar a comprender que lo más fácil que ocurra es que los charlatanes que le venden el elixir milagroso les engañen, se queden con su dinero y acaben provocándoles más problemas de los que ya tenían. La inteligencia tiene muchas limitaciones. La locura, casi ninguna.
Enfrentamiento entre locos
Me viene a la cabeza un periodista poco conocido que contaba que tras participar en una tertulia recibió la felicitación del productor, aunque acto seguido le explicó que no lo llamarían con frecuencia porque era demasiado sensato y comedido. La insensatez y la estulticia cotizan al alza. Nadie ha prosperado más desde la crisis de 2008 que los imbéciles, que a veces se confunden con los locos. Quizás por eso aumentan exponencialmente las enfermedades mentales. Vivimos una epidemia de “demencia masiva”. A ella nos enfrentamos en forma de avance de los populismos, tanto los de la derecha como los de izquierda. Los primeros, bajo su máscara, esconden el fascismo, visible en sus soflamas, sus obsesiones, sus mentiras y sus acciones. Los otros se parapetan tras lo que Lenin, hace más de 100 años, llamó “El izquierdismo, esa enfermedad infantil del comunismo”, señalando ablos que adoptaban posturas “radicales” y “poco prácticas”. Lo peor es que tampoco la izquierda "práctica" y poco radical, por cainita y autodestructiva, parece demasiado en sus cabales. Esta encrucijada histórica va a terminar resolviéndose en un duelo entre los locos de atar y los que llevamos, como cantaba Serrat, "el carnet de majaras en la cartera... un plano detallado del infierno,
un cielo con pirañas y goteras,
un prontuario en la comisaría,
un frasco con pastillas de colores,
la carta con la que te despedías
y remedios varios contra el mal de amores".
lunes, 25 de agosto de 2025
En proyecto
Va dejando de sorprenderme el descaro y la desvergüenza con que se expresan y se comportan numerosos representantes políticos. Lo hacen de manera natural, lo han convertido en un ingrediente más de los “argumentarios” que elaboran las cúpulas de sus partidos para marcar sus posiciones y dañar al adversario. Tanto esos políticos, como sus medios afines, que ejercen una notable influencia en la opinión pública, constituyen un ejemplo sublime de desfachatez. Una desfachatez planificada y desacomplejada que tiene como eje la mentira. Estas actitudes hablan bien a las claras de la altura ética y estética de esta gente. Lo volvemos a ver con la tragedia de los incendios. A cada paso batimos récords de temperaturas, de frecuencia y duración de las olas de calor... La ciencia lleva años advirtiéndolo: más calor, más sequía, más riesgo. Los incendios de sexta generación, cada vez más violentos, prolongados e incontrolables, asolan el Planeta. Ante esta evidencia, lo que se reclama es responsabilidad y prevención. Sin embargo, las derechas responden con lo contrario: imponiendo recortes, negligencia y negacionismo. Da igual que esté escrito que las competencias en prevención y extinción de incendios corresponden a las autonomías. Ellos seguirán responsabilizando al gobierno mientras, allí donde gobiernan, las políticas forestales se han reducido, precarizado o directamente subordinado a intereses de empresas privadas. En Castilla León recortaron un 90% del presupuesto de prevención y calificaron de “despilfarro” mantener brigadas todo el año. Cuando la Comunidad ya ardía mantuvieron parados recursos enviados por el Gobierno central mientras Mañueco exigía más medios a Sánchez. El PP llegó a pedir un despliegue de medios aéreos contra los incendios que duplica al del que dispone toda la UE. En el Congreso, PP y Vox no apoyaron ni la Ley Básica de Bomberos Forestales ni la Ley Básica de Agentes Forestales y Medioambientales. En Extremadura, María Guardiola ha entregado la política forestal a Vox, que niega la emergencia climática, ridiculiza a la ciencia y a los ecologistas y desprecia las advertencias de los expertos. No es sólo improvisación, es irresponsabilidad extrema, arropada por puro cinismo político.
Catástrofes y ultraderecha
En su estrategia de hacerse con el poder, como sea, las derechas han aprendido -y explotan- que las catástrofes se convierten en un caldo de cultivo de desafección y de antipolítica. Así, con sus mentiras, el PP contribuye a alimentar su estrategia de oposición al Gobierno mientras oculta su incompetencia e intenta eludir sus responsabilidades. Y Vox, con las suyas, sigue sentado viendo como engorda su nómina de votantes tan cabreados como ilusos. El patrón es calcado. Primero, una catástrofe. Después, una respuesta inadecuada de las administraciones públicas. Y, a partir de ahí, el ruido que lo envuelve todo: acusaciones infundadas, elusión de responsabilidades sobre las competencias propias como táctica de desgaste del adversario y, sobre todo, mentiras y bulos. Decenas de bulos que se esparcen sin control por redes sociales y que se cuelan en discursos políticos, en medios de comunicación y, por tanto, en la gente. Da igual que sean absolutamente disparatados. Cuelan. Con el país ardiendo por los cuatro costados se han viralizado mentiras absolutas como que la responsabilidad de la prevención y lucha contra los incendios es del gobierno central, que la Agenda 2030 prohíbe limpiar los montes, que existe una trama criminal organizada que provoca los fuegos, que -por supuesto- el cambio climático es un invento, que Sánchez ha dejado arder media España por sus intereses con los chinos, que aprovecharían para explotar las tierras raras de las zonas quemadas.. La calaña de los que inventan estos bulos la demuestra un tal Víctor Sa..., uno de esos tipejos que en sus mensajes de X coloca más banderas de España que caracteres. En uno de ellos dice: "Detenido un Menor de Edad por iniciar !!!8 incendios forestales
Ha sido internado en un centro de Menas. Adivina la Nacionalidad". Casi todo es falso. Según el ayuntamiento de Santiago el detenido “no es extranjero” y la Policía Nacional tuiteó que el menor detenido fue ingresado en un Centro de Internamiento de Menores, no en uno de Menas. Pero da igual, estos canallas ya han inculcado en parte de la opinión pública que los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo, a robarnos, a violar a "nuestras" mujeres y, ahora, en sus ratos libres, a quemar nuestros bosques. El resultado es una confusión generalizada, un caldo de cultivo perfecto para la tesis de la antipolítica, piedra angular del discurso de la extrema derecha. Esta, con el insensato y suicida apoyo del PP, solo sabe señalar culpables, siempre inventados, ligar las consecuencias de las catástrofes a todos aquellos que quieren destruir (inmigrantes, servicios públicos, autonomías, acciones contra el cambio climático, Agenda 2030...) y jamás, jamás, proponen soluciones. Salvo que alguien crea que negar la violencia de género, expulsar a los inmigrantes, defender el franquismo, atacar a los homosexuales o multiplicar el dinero para fomentar los toros son buenas soluciones contra las catástrofes. Pero son expertos en exacerbar y canalizar la ira contra el sistema que pretenden echar abajo. Y lo están consiguiendo.
domingo, 24 de agosto de 2025
Séneca y la vivienda
Los signos que demuestran el fin de la civilización que hasta ahora nos ha acogido se suceden uno tras otro. El último ha sido que se ha acabado el último rollo de papel higiénico comprado en la Pandemia. Pero no hay que entrar en pánico, primero porque no tener con qué limpiarse el culo no aparece en ninguna de las encuestas del CIS sobre cuáles son los principales problemas de los españoles. Pero eso no es definitivo. Prueba de ello es que entre las preocupaciones de la humanidad tampoco aparece la caspa. En segundo lugar porque, como dijo Séneca, "todo nuevo comienzo proviene del final de algún otro comienzo". Aunque no sé yo si mantuvo su idea mientras se aplicaba su suicidio forzado ordenado por Nerón. La muerte del estoico tiene bemoles, pues aunque se cortó las venas de piernas y brazos, no murió desangrado; ni le hizo efecto la cicuta que tomó, finalmente murió por el vapor del baño en que se sumergió debido a que sufría asma. No estaría de Dios que muriese a la primera. Gracias a Dios que yo soy ateo, más que nada para evitar confusiones sobre en qué dioses debo creer. Aunque para confusiones la de Baldomero, que tras confundir la IA con AI, le ha pedido a Amnistía Internacional que le recomiende los mejores pisos turísticos de Córdoba. El de la vivienda, ese sí que es un problemón, pese a los intentos del Idealista de convencer a los jóvenes de que el tamaño no importa y que 14 cm es el tamaño medio de la vivienda en España. En fin que hay que ser imaginativos. Yo aconsejo a los estudiantes "sin casa" que recojan las cajas de pizza que tienen tiradas en el piso de alquiler para autoconstruirse una vivienda. También aconsejo visitar la página "Cinco reformas para convertir tu colchoneta hinchable en un loft de lujo". De momento trabajo con una maqueta de corchopan para desarrollar un método que permita desplazar viviendas a la hiperperiferia, que -de momento- no es zona tensionada.
sábado, 23 de agosto de 2025
Reivindicación del torrezno
Lo confieso: me pierdo en este mundo dominado por la velocidad presuntamente necesaria, del griterío tonto, de la venta ambulante en las pantallas, de la reivindicación de la idiocia y de la búsqueda del clip viral que, en realidad, no sirve para nada. La estupidez es ahora un filón, un negocio seguro. La gente pasa horas viendo a seres estúpidos diciendo y haciendo estupideces. En ese sentido yo soy un raro y mi única aportación decente al mundo que me ha parido es el de la sala de "no estar". Es mi gran invento para desaparecer, desconectarme, dedicarme a la bella ocupación de la lectura o para practicar lo que comúnmente viene siendo hacer el haragán sin tener que dar explicaciones. Ahora, mi nuevo proyecto, es abanderar causas perdidas. Y me gustaría comenzar por reivindicar el valor del torrezno. Se que lo tengo difícil en un mundo donde la gastronomía es la nueva moral, donde hay gente que tiene los riles de publicar una foto de un plato de sardinas asadas mustias aderezadas con perejil y esperar que le lluevan los "me gusta", donde muchos confunden comer bien con ser buena persona y otros creen que dar una buena educación a sus hijos pasa por alimentarlos de un modo estricto y sano. Hemos sacralizado que el azúcar es el nuevo enemigo, una droga peligrosa que debemos desterrar y que las “piezas” de fruta son el bien. Hay peña que va a un restaurante convencida de que todo está bueno porque el chef le reza a los cuchillos y ritualiza el encendido de los fogones. Hay quien entra en trance o tiene un orgasmo cuando el maître les aconseja una esfera de tartar de salchichón de bellota hispánica con mousse de foie gelificada con gelatina de vino de hielo rosa. Hay gente que lleva años probando "superalimentos" como si buscara el Santo Grial o acudiendo a garitos gastronómicos que prometen "comida orgánica" (¿Qué coño como yo?. Pues bien, a la mierda los chefs famosos, los restaurantes de moda, los nombres de platos que requieren traductor, la quinoa, la chía, las bayas de goji, el açai, el kale, la col rizada, la cúrcuma, el jengibre, la espirulina, el tofu, el sushi plastificado, el aguacate, el té verde y su ramera madre. Compra en la carnicería un buen torrezno para freír y deja que surja la magia mientras mojas pan en la grasita. Y apúntate a torreznossinfronteras.org
A veces tengo miedo
Reconozco que a veces siento miedo. Ese miedo que se deriva de la incertidumbre y la desesperanza sobrevenida de la certeza de que no avanzamos en la dirección correcta. A veces desearía poder hacer clic e irme a un lugar sin ruido, sin crispación, sin enfrentamiento, sin odio irracional, sin imbéciles, sin mierda. Estoy a punto de sobrepasar el límite de poder dialogar con "esa" gente que sólo es capaz de percibir la realidad como conflicto. Estoy al límite de seguir intentando hacer del mundo, o al menos de mi localidad, de mi vecindario un lugar un poco más respirable. Siento que es difícil competir contra una maquinaria ideada y engrasada para que la posverdad reine y mantenga las relaciones de poder invariables y el odio prevalezca ante la solidaridad, la empatía, la simple humanidad. Antes pensaba que mediante el BOE y políticas sociales disruptivas se podría cambiar la sociedad. Creía en la gente, en su poder de convertirse en una furia en movimiento ante la pobreza, la injusticia, el dolor de los otros. En nuestra capacidad como colectivo para rectificar el mal. Pero ya no lo tengo claro. Lo siento. ¿Podría un gobierno hacer una Ley de Vivienda que responda a las necesidades actuales, que limite precios, que termine con el alquiler vacacional, que haga accesible el acceso para todos? Lo dudo. Y si así fuera saldrían votantes cavernarios a decirte que estás limitando su libertad para hacer negocio y premiando a los "vagos", aunque ese mismo votante tenga hijos de treinta y tantos que no pueden independizarse o, él mismo, no tenga ni dónde caerse muerto. ¿Podría un estado aplicar una política criminal basada en el asesinato masivo y premeditado, llevar a cabo un genocidio a la luz del día, sin que la comunidad internacional mueva un dedo?Parece mentira, pero hasta ese punto hemos llegado. Ahora mismo me resulta más fácil creer en unicornios azules que en el futuro de nuestra civilización.
Se lo tragan todo
Ya dijo Trump que podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos. A ese nivel ha llegado la catadura moral, no de Trump, sino de la gente que le seguiría votando. Y el fenómeno es global. Eso lo saben bien en las derechas españolas. Lo vemos tragedia tras tragedia, cuando los máximos responsables de las consecuencias evitables de las catástrofes siguen en su cargo, culpando a otros y tratando con soberbia a las víctimas, esperando sólo ser reelegidos. Que digo yo que no todos pueden ser tan tontos, que alguno tiene que estar fingiendo, que no puede ser que tanta gente se trague todos los bulos y todas las acusaciones que vierten sus líderes favoritos. Por mucho whatsapp reenviado con vídeos manipulados que le lleguen, por muchas horas de Horizonte o Espejo Público que vea en televisión, por mucho sesgo de confirmación que favorezca a creerse la mayor mentira que le llegue sin contrastar ni pestañear. Algún límite tiene que haber. Alguna vez tienen que dudar o al menos torcer un poco el morro ante tanta mentira prefabricada para conseguir réditos electorales. Conozco a mucha gente que era normal y se ha pasado al lado oscuro, ese dominado por el sectarismo donde toda persona que no comulga con sus ideas es vista como cómplice de una conspiración mundial que quiere anteponer una ideología woke a las libertades individuales. ¡Joder, que risa! Ellos nunca tienen ideología, ni son manipulados, ni "sus" medios ni nadie influyen en su manera de pensar. Se dicen libres y con derecho a odiar al adversario. Es curioso que éstos que no se dejan manipular por nadie defiendan las mismas ideas de los tipejos más ricos y sociópatas del mundo. No intentes dialogar con ellos porque dato ya no mata relato. Tienen respuesta -la que otros le dan- para todo y de nada sirve que les enseñes información contrastada, el BOE o una confesión en vídeo de su líder confesando sus mentiras. Te espetarán que "eso es mentira", que "eso es lo que decís vosotros" o que "pues anda que los otros". De nada les sirve la realidad, pues viven en una existencia paralela y virtual en la que la ignorancia, el partidismo, el sectarismo, el miedo o el odio no les deja ver más allá. Pero los manipulados somos nosotros y estamos cegados por vaya usted a saber.
viernes, 22 de agosto de 2025
Fascistas y educación
Bukele, presidente de El Salvador, acaba de nombrar ministra de Educación a una capitana general del Ejército. Su principal objetivo declarado es el de "fortalecer la disciplina y el orden de los estudiantes". Para ello militariza la Educación Pública: cortes de pelo adecuados y oraciones a la bandera. Los directores de escuelas e institutos públicos del país estarán obligados a "recibir diariamente a los estudiantes en las puertas de entrada para supervisar que todos los alumnos llevan un "uniforme limpio y ordenado" y un "corte de cabello adecuado". Un gran logro de un presidente fascistoide que usa gorras y jeans en actos oficiales. Mientras, Trump -otro fascista redomado- va a recortar 780 millones de dólares en fondos para investigación médica. Eso después de desmantelar el Departamento de Educación con más de mil despidos, cancelar más de 2.500 millones de dólares en fondos federales para la investigación en universidades, congelar 2.200 millones en subvenciones a Harvard, anular todos los contratos federales con la universidad, impedir la admisión de estudiantes extranjeros o solicitar datos personales de estos alumnos. Y todo acusando públicamente a la universidad de ser un "foco de liberalismo". Trump ataca a quienes imparten la docencia y la forma en la que lo hacen. Ataca a la libertad de expresión y la autonomía institucional. Vance, su vicepresidente, ya advirtió de que "los profesores son el enemigo". En Argentina, Milei -ese fascista enloquecido- inició nada más llegar una cruzada contra la educación pública, a la que acusa de "lavar cerebros" y "adoctrinar". Y para "evitarlo" pone la educación en manos del sector privado, permitiéndole sustentar proyectos de recaudación en las escuelas. Su "biblia" educativa reduce los procesos educativos a las estructuras económicas borrando todo rasgo social en los procesos formativos y machacando el principio de igualdad de oportunidades. Milei hace suyas las palabras de uno de sus diputados, que defendió que los niños no estudien si esa deserción escolar ayuda a la economía de una familia. "Muchas veces -dice el zopenco- puede pasar en la estancia que no te puedes dar el lujo de mandar a tu hijo al colegio porque lo necesitas en el taller para ganar plata". Aquí, Vox propone una educación -preferentemente privada o concertada- basada en los "principios de la familia y la defensa de la unidad de España, con un enfoque en los valores tradicionales, la libertad de elección educativa y el refuerzo del español como lengua vehicular", vamos, la vuelta a la casposa educación del franquismo con Rodrigo Díaz de Vivar como modelo de español de bien. Se nos está quedando un mundo "la mar de apañao".
Política y ruido
Tras la vuelta de vacaciones he convertido el de "no perder la paz" en un objetivo básico, en un acto de rebeldía, de autoafirmación, de dominio propio y hasta de supervivencia. "Desconectar" en vacaciones te demuestra que la política es necesaria, pero no absoluta. Sobre todo cuando está plagada de inútiles que la conciben como una estrategia para el voto y la conquista o permanencia en el poder. Pero el político no sería nada sin los medios de comunicación que, además, son los que generan o amplifican el ruido. Cuando hablamos de medios hablamos de empresas, de sus intereses y su rentabilidad. Hay sinvergüenzas que viven como reyes de las subvenciones que "su partido" de cabecera les da para atizar sin descanso al adversario, mintiendo, Dios mediante, día sí, día también. Además hay que recordar que a efectos de generación de informaciones, la política es muy barata. No hay que pensar casi nada. Hay que seguir la agenda que te marcan los partidos, hacer lo que toca, poner el micrófono, repetir lo que ha dicho el dirigente de turno y colocar después a tres o cuatro loros vociferantes a debatir en un plató. Con este panorama, tenemos ruido hasta en la sopa, así que volvemos de las vacaciones y parece que hemos dejado entrar a algún político, conducido por una manada de cabestros con cencerros al trote hasta el salón de nuestra casa. Es evidente que dejar tu paz y tu sosiego en manos de un grupo de sinvergüenzas sin escrúpulos (llámalos políticos, periodistas de trinchera, tertulianos, gente que te invita a divertirte en su programa o a viajar en su nave del misterio o boca chanclas sin conocimiento ni vergüenza) no es una buena decisión. Así que haz como yo, pídeles que se callen para disfrutar en paz del silencio o, en su defecto, desconecta e infórmate sosegadamente.
jueves, 21 de agosto de 2025
Los que vician lo vaciado
Ahora son incendios que agotan a bomberos que luchan impotentes, arrasan campos, destrozan la vida de las gentes, sus viviendas y ganados, y matan a las criaturas que habitan los bosques. Antes fueron salvajes inundaciones. Qué más da. Las olas de fuego y calor se suman a otras olas, más peligrosas y largamente sostenidas de indiferencia y abandono de los pueblos, de sus recursos y sus gentes y medios de vida. Limpiar bosques o cauces de ríos para evitar tantas catástrofes es tarea ineludible. También lo sería limpiar su conciencia los responsables de los despachos, los políticos pendencieros y los que encienden las mechas del enfrentamiento estéril en las redacciones de prensa, radio y televisión para que el humo tape las vergüenzas de "los suyos". Esta tarea es tan urgente para quienes tienen responsabilidades públicas como la de buscar fórmulas de repoblar la España "vaciada" y dotarla de los medios para hacerla atractiva. No para los amigos del negocio, del pelotazo o de los turistas -esa plaga-, no, sino para los que en ella quedan. Y eso se consigue reforzando los servicios públicos, no recortándolos. Manteniendo centros de salud, servicios de urgencia, colegios, oficinas de correos y lo que haga falta aunque no sean puñeteramente rentables. Me revienta que tipos mediocres, inútiles, trepas e improductivos hablen de la vida de otros en términos de rentabilidad. Se consigue obligando a los bancos a mantener oficinas abiertas, a las telefónicas a prestar los mismos servicios que en grandes núcleos urbanos y a las eléctricas a invertir para dar un servicio decente, aunque no les sea rentable, y no votando siempre a favor de los intereses de esas grandes compañías. Se consigue llenando el "vacío". Propongo a estos "defensores" de la España vaciada que la llenen con esos inmigrantes que quieren expulsar, con mujeres maltratadas con hijos al cargo, con familias desahuciadas, con pobres, con jóvenes sin empleo ni vivienda en las ciudades, con niños africanos, y muchos otros. Pero claro, a todos estos prefieren ignorarlos o criminalizarlos. Eso haría cambiar la geografía humana en pueblos y aldeas, favorecería la convivencia y la ayuda mutua, serviría a muchos para rehacer sus vidas, y evitaría la desaparición de los pequeños núcleos rurales, el consiguiente descuido de campos y bosques y el aumento de desastres como los que estamos viviendo. Pero claro, una cosa es preocuparse en falso para atraer el voto y otra muy distinta aplicar políticas efectivas que solucionen la vida de la gente cuando se llega el poder. Porque, entonces, toca aplicar la política de recortes, de favorecer a los amiguetes, de garantizar la rentabilidad, de adoptar medidas de chichinabo para tener contento al voto ideológicamente "cautivo", sean estas permitir temerarias quemas de rastrojos, recuperar la caza del lobo, reducir los periodos de veda, anular prohibiciones en el uso de productos tóxicos en la actividad agraria, negar el cambio climático o invertir cada vez más dinero en espectáculos taurinos. Y, con esto, pretenden que la gente llegue a los pueblos a cascoporro. Aquí cada cual pretende arrimar el ascua a su sardina, pero el pueblo no tiene ascua porque su conciencia colectiva ética y como clase social está apagada, así que se queda sin ascua y sin sardina y entonces solo le queda rendirse, que es lo que hace tan a menudo nuestra absurda civilización materialista. ¡Así nos va!
No es suerte, es amistad
No creo en la suerte vinculada con la superstición, cuando se le atribuyen eventos a fuerzas sobrenaturales o a la casualidad "merecida". Pero si creo en otra suerte más decisiva: la de encontrar amigos -sin género- que te acompañan, te escuchan o te curan heridas que ellos no te han hecho con solo un abrazo. Son esos que te ven llorar y se quedan. Los que te sacan una sonrisa con sólo aparecer en tu cabeza. Los que jamás olvidamos por muy lejos que estén en el espacio y el tiempo. Son personas a las que admiras simplemente por ser. Celebras sus logros como si fueran tuyos. Les confías todo porque sabes que nunca te van a fallar. Y sabes, también, que son tan buenas personas que su presencia hace del mundo un lugar menos hostil, un poco más justo, infinitamente mejor. Aunque sea un tópico son la familia elegida, hecha de confidencias, de fidelidad sin contrato, de risas que atraviesan cansancios, de manos que sostienen sin condiciones. La amistad, la que no espera recibir nada a cambio, no se mide en horas compartidas ni en la obligación de estar siempre presentes. Se mide en la tranquilidad de saber que incluso el silencio no rompe nada, en la certeza de que no me fallarán porque yo tampoco lo haré. Ese pacto invisible, no escrito, pesa más que muchos lazos de sangre. En un mundo que premia la superficialidad y donde los vínculos muchas veces se consumen tan rápido como un mensaje de Whatsapp, la amistad real es un acto de resistencia, la certeza de que la vida no se vuelve más fácil con ella, pero sí infinitamente más digna de ser contada. No creo en la suerte, porque la suerte no es azar puro, es vínculo, cuidado, lealtad que se ofrece sin pedir nada a cambio.