Buenos días. Después de un fin de semana de ayuno voluntario de las redes y de una escapada al valle del Ambroz (si no lo conocéis, os lo aconsejo. Espectacular ver los castañares en otoño. Toda una sinfonía de colores. Alojamiento en Hervás. Hay que ver la magia de su barrio judío. Y ayer, todo un descubrimiento: Candelario, en Salamanca. Imprescindible. En un artículo periodístico dijo de este pueblo
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