jueves, 25 de septiembre de 2025

La queja de los jóvenes

Ante la realidad -reflejada en numerosas encuestas- de que los jóvenes en el conjunto de España votan ya mayoritariamente a la extrema derecha, estoy ya harto de oír, como explicación, eso de "la culpa es de nuestra generación, por la mierda de sociedad que les dejamos". Me niego a aceptar esa afirmación, tan extendida entre personas progresistas de mi generación. ¿Cómo que les hemos dejado una mierda de sociedad? La mierda de sociedad fue la que yo viví hasta mi mayoría de edad: niveles de analfabetismo espectaculares, calles sin asfaltar, viviendas insalubres, condiciones de trabajo que vale más no recordar, cientos de miles de españoles obligados a emigrar, barrios sin servicios, mujeres discriminadas, minorías perseguidas, censura, falta de libertad, falta de trabajo... En una palabra: una dictadura con pésimas condiciones de vida y trabajo. Eso fue lo que recibimos cuando "cogimos el relevo" con nuestra adolescencia y juventud. Y eso que nuestros padres lucharon para mejorar la situación tercermundista que a su vez habían recibido. Los jóvenes de hoy, en general, han crecido con una mínima seguridad económica, con libertades garantizadas, con paz, educación asegurada y comodidades, pero -lo he vivido de primera mano- han caído en la apatía, han sucumbido al individualismo, la obsesión por la autorrealización y el consumo y, sobre todo, han renunciado a organizarse colectivamente. Cuando alguien dice que nuestra generación ha dejado una “mierda de sociedad”, lo que en realidad hace es liberar de responsabilidad a los jóvenes. Y eso no les ayuda. No hay avance social sin autocrítica. Basta de pasividad y victimismo. Basta ya de quejarse de la precariedad y tantas otras cosas sin pasar a la acción. "Dejad de lloriquear y empezad a implicaros, asumid responsabilidades y recuperad la ambición de cambiar la sociedad". No basta con desahogarse en Twitter, Instagram o TikTok. Las redes difunden rabia, pero no cambian las cosas. No se trata de culparlos. Se trata de recordar que la historia no se mueve sola. Ahora les toca a ellos. Y si no actúan, otros ocuparán ese espacio: la extrema derecha, los que explotan su frustración para dividir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.