miércoles, 30 de abril de 2025

Otra sin aprender a hacer pan

Perdón por existir en un tiempo que no es el mío. Yo debo ser un raro de cojones o lo que viene siendo, literalmente, un inútil de manual. Me ha vuelto a pasar lo mismo que durante el confinamiento. Entonces ni aprendí a hacer pan con masa madre, ni me hinché a hacer aerobic de salón, ni visité virtualmente los mejores museos del mundo, ni recuperé los juegos de mesa, ni pinté acuarelas, ni me integré en la orquesta de los balcones del vecindario. Sólo tuve tiempo de encabronarme con esa estafa de la enseñanza on line y atender a adolescentes sin control, padres descerebrados y autoridades incompetentes. Ahora no he sido capaz de aprovechar el "apagón". Diecisiete horas sin luz y no he sido capaz ni de terminar mi gigantomagnífica novela, ni de escribir dos artículos de opinión sobre lo mega guay de desconectar, ni de volver a lo analógico, ni de ver a los niños riendo en el parque, ni de escribir no sé cuántos poemas, componer canciones, pintar cuadros o construir un complejo sistema filosófico que explique el Todo. Vamos, que de nuevo he sido todo lo contrario de un hombre de provecho y he perdido miserablemente el tiempo. Me agobio con eso, porque pienso que todo tiempo libre en el capitalismo, por muy apocalíptico que sea, lo aprovecha el personal para seguir produciendo, no al servicio del capital, pero si al servicio del consumo, de la imagen personal, de la notoriedad... Aunque supongo que también aquí hay clases. Es igual, pero no es lo mismo, que el apagón te deje varado en un aeropuerto o una estación de tren jodiéndote las vacaciones, que te deje atrapado varias horas en un atasco, porque trabajas en el centro pero vives en la quinta puñeta porque tu sueldo no te permite un alquiler próximo a tu centro de trabajo. De nuevo leemos y escuchamos a las "víctimas" del apagón, a los que desde su casa hubieron de soportar la terrible tragedia de no atender sus redes sociales, mandar Whatsapps, ver una serie en su plataforma, hacer un almuerzo y una cena caliente o usar el telesilla para subir a esquiar. Y, de nuevo, fueron los trabajadores de supermercados, bares, limpieza, centros de salud, colegios, hospitales, bomberos, policía... los que, como siempre, fueron los que pusieron su empeño en una situación de crisis. Ojo, me alegro mucho por quien pudo vivir el colapso energético de una forma amable, que supo ver lo bonito de toda la situación, quien lo pasó en comunidad y con la calma de estar a salvo, quienes petaron las terrazas de los bares, cogiendo fuerzas para ejercer después la crítica irracional.

¿Apagón cuando no hay luces?

No recuerdo quién dijo que es conveniente alejarse de las personas que creen siempre llevar la razón, nunca admiten que están equivocadas y son expertas en culpar a otros de todo, pero cuanta razón llevaba. Lo mejor del "apagón" ha sido que durante horas nos ha liberado de escuchar los gruñidos de los buitres políticos y mediáticos. Éstos, mientras, volaban en círculo sobre aquellos a los que ya habían decidido declarar culpables. Y fue "volver la luz" e intensificarse el graznido de estas gentes. Hay que ser muy cínico, o muy imbécil, para acusar a Sánchez de "apagón informativo" cuando proteges a un tipejo que mientras muchos valencianos morían ahogados, estaba de comilona "privada", llegó seis horas tarde al centro de decisiones; a las 13 horas -cuando la alerta roja llevaba horas activa- comparece para afirmar que la situación "tenía visos de amainar" y no emite una alerta hasta que ya hay decenas de muertos. ¿Verdad, Feijoo? De la morralla mediática con querencia ultra mejor no hablar. En su apestosa charca sólo cabe el cultivo del odio en un ambiente de crispación perpetua y bronca barriobajera. No esperéis de ellos solución alguna a ningún problema. Muchos individuos han podido -de nuevo- practicar su deporte favorito: quejarse de todo mientras se presentan como víctimas, comportándose como perfectos egoístas, siendo súbditos con traje de libertad cervecera y prestándose a ser emisores y distribuidores de los bulos más descabellados. Irrepetibles por estúpidos, para estúpidos. Éstos son los que ya aburren con la frase "total, no nos vamos a enterar de lo que ha pasado". Son los que reclaman complejas explicaciones técnicas cuando son incapaces de distinguir entre un magnetotérmico y un diferencial. En fin, en un momento donde ya vale todo, que el apagón haya servido para que las eléctricas arrecien en su intento de "cargarse" las energías renovables, perpetuar las plantas nucleares y confrontar con el gobierno, con el inmediato apoyo de la derecha, siempre desleal, siempre dispuesta a apoyar a los poderosos en contra del interés general, me da que pensar. Todo apunta a que la causa del apagón estuvo en la desconexión "repentina" de dos centrales de generación eléctrica en el suroeste de la península. ¿Quién opera esas centrales y por qué se desconectaron? Yo siempre, tras preguntarme por qué ha sucedido, me pregunto quién se beneficia de lo que sucede. A menudo, aclara muchas cosas.

martes, 29 de abril de 2025

El gran apagón

¡Pero si es normal! Cuando la luz viaja a 300.000 Km por segundo, cualquier traspiés garantiza un hostiazo monumental. Siempre se ha dicho ¡Se ha ido la luz! Mi pregunta es, ¿adónde?, ¿A dar una vuelta, a por tabaco, de parranda, a dar un recado? En este caso, y dada la situación de crispación del país, sostengo que ha cogido la puerta y se ha largado. De momento nadie sabe la causa que ha provocado el "gran apagón" pero se barajan distintas hipótesis. Sólo se sabe que a las 12:33 desapareció el 60% de la energía que se estaba consumiendo. ¿Quién se la llevó? Yo sospecho de alguna mafia romaní dedicada al robo de cable de cobre. Me pregunto dónde tendrán escondidos 15 gigavatios de electricidad. Tampoco descarto otra teoría. Ayer la infanta Sofía cumplió 18 años. El fiestuqui que debió montarse sería espectacular. ¿No será que se les fue de las manos la iluminación; no se pasarían colocando guirnaldas y cortinas de luces LED, farolillos, globos luminosos...? Pero también sé que las "titas", Elena y Cristina, habían declinado la invitación al "cumple" por no haber invitado al abuelo y que habían llamado al electricista de palacio. Esto huele a sabotaje que apesta. Otras teorías apuntan como responsables a Putin con un mando a distancia; al hijo de Elon Musk que le dió a un botón jugando en el despacho oval; a los ensayos que se hacen en Vigo para la próxima iluminación de Navidad; al Emérito, que confundió una subestación eléctrica de Sanxenxo con un elefante y le pegó dos tiros; Trump abusando del secador tras lavar su pelazo; los fabricantes del Kits de supervivencia para vender excedentes... Falta por conocer la opinión de los "cuñaos", aunque ya circulan teorías: que si Ábalos se ha llevado los "plomos" para su chalecito; que si el Falcon de Sánchez ha enganchado una línea de altísima tensión; que si la energía la está usando el juez Peinado para instruir el caso de Begoña, empeñado como está por llamar a declarar a todos los españoles, que "alguien sabrá algo", dice; que si esto demuestra que la tierra es plana... Lo peor: millones de yonkis del smartphone que han entrado en pánico y desarrollado comportamientos psicopáticos y violentos después de los primeros quince minutos sin internet. Y para colmo, viene la luz y la primera llamada que recibo es de una teleoperadora ofreciéndome cambiar de operadora eléctrica. ¡La gente no tiene luces ninguna!

viernes, 25 de abril de 2025

Vendepatrias

Me resulta, digamos curiosa, la relación entre los "problemas" con Hacienda y el carácter ultra de determinados personajes muy mediáticos: Carlos Herrera, Jiménez Losantos, José Manuel Soto, Figo, Carmen Porter, Bertín Osborne... A algunos de ellos el "facherío" les viene de fábrica. En otros ha ido aumentando en una relación directamente proporcional al saldo de su cuenta corriente. Esto es también muy común en niñatos influencers y famosillos de chichinabo. Todos comparten ser muy patriotas. Al menos, eso dicen ellos. Pero yo creo que en realidad quieren decir "vendepatrias", término definido en el Corpus Diacrónico del Español como persona “que actúa en contra de los principios, la legalidad o el beneficio de su propia patria”. Son gentes que exhiben su ardor patriótico simbolizado en banderitas para muñecas, balcones, coches, solapas... A muchas de estas personas se les llena la boca de Patria, aunque no les tiembla el pulso a la hora de venderla a intereses privados o sacrificarla en aras de su propio interés. El auténtico patriota jamás apoyaría la supresión de pensiones, sanidad, educación o dependencia del Sistema Público para que empresas privadas hagan "su" negocio. El vendepatrias tiene plan de pensiones y seguro sanitario privado, lleva a sus hijos a colegios privados y malpaga de forma ilegal a mucamas “ilegales” para el servicio doméstico. Defiende la colaboración público-privada, justifica privatizar beneficios, socializar pérdidas y el chorreo de comisiones en sus entornos. El vendepatrias sólo busca su propio beneficio y no dudará en señalar el color de la piel, el origen y la religión del trabajador extranjero, aunque lo busque sin papeles para explotarlo. El vendepatrias exhibe "su" bandera, que utiliza en su interés, pero tiene otras, siendo la más llamativa las de los paraísos fiscales donde guarda lo que expolia al resto de la sociedad. Amén de meter el cazo en el bien común, siempre que pueda, agitará estandartes de populismo religioso sin fe ni credo y utilizará la propia bandera del país de forma sectaria y excluyente. Para ellos Hacienda somos todos... los tontos que pagamos sin defraudarla ni evadir.

jueves, 24 de abril de 2025

Permanecen en la memoria

Nadie, nadie está preparado para perder a alguien a quien ama. Hay pérdidas que parten el tiempo en dos: lo que era antes y lo que viene después. Cuando se tienen algunas pérdidas, irremediablemente, comienza otra vida. Una donde él o ella ya no están. Una donde todo lo que teníais en común sigue ahí, pero sin ellos dentro. Todo lo suyo sigue ahí, intacto, como si pudiera volver en cualquier momento. Aunque no podamos abrazarlos, ni apoyarnos en su pecho lleno de latido y vida. Hay pérdidas que nos rodean de un silencio nuevo. No es el silencio de una casa vacía, sino el silencio interno de quien ya no sabe qué decir. Ese silencio es un hueco en el pecho, un dolor que te gustaría gritar sin parar, pero intuyes que no debes dar morbo a ese dolor gritando, llorando y deseando desaparecer. Pero el cuerpo guarda memoria. Y el dolor no desaparece porque se niegue. Así que te duele en lo pequeño, en los recuerdos más sencillos. Esos recuerdos permanecen pero el dolor, sin irse, empieza a dejar espacio. Las lágrimas llegan menos y los recuerdos empiezan a doler distinto. Incluso sonríes al recordarlos. Entonces entiendes lo que escribió Joan Didion en "El  año del pensamiento mágico": “Si hemos de continuar viviendo, llega un momento en que debemos abandonar a los muertos, dejarlos marchar, mantenerlos muertos.” No se trataba de olvidar, ni de reemplazar. Se trataba de aceptar que hay algo que ya no está, y que por amor a la vida, tienes que soltarlo. Soltar no como quien renuncia, sino como quien deja que el otro descanse. Nada será igual. No puede serlo. Será distinto. Otro horizonte. Otras palabras. Otro ritmo. Pero algunos recuerdos serán más intensos. El tiempo no borra a quien se va. Solo acomoda su ausencia hasta que deja de doler como cuchillo, y empieza a doler como canción. Una canción que sigue sonando cuando menos te lo esperas.

miércoles, 23 de abril de 2025

Progres y regres

La RAE define progreso como la “acción de ir hacia delante”. Que digo yo que mal asunto si lo que hay delante es un precipicio. Me pregunto si el progreso progresa. No sé, pero me da a mí que la jodimos cuando, con simpleza, pasamos a asociar progreso con desarrollo tecnológico. Se equivoca, y mucho, quien crea que el progreso está ligado, sin más, al paso del tiempo. El progreso tiene avances, paradas y retrocesos, marcados por el contexto político y social. Me parece perfecto el ejemplo de una plaza de Madrid que tiene su origen el año 1840, cuando ocupa el solar que dejó libre el derribo de un antiguo convento. Se la llamó Plaza del Progreso y en ella se colocó la estatua del liberal progresista Mendizábal. En la plaza vivieron Sorolla, los hermanos Bécquer y tuvo su sede la CNT. Pero en 1941 al Franquismo le pareció que la plaza apestaba a progreso, así que le cambió el nombre por el de un religioso mercedario, Tirso de Molina, cuya estatua sustituyó a la derecha Mendizábal. Todo un símbolo de como los ultras entienden el progreso. Yo entiendo el progreso en términos sociales, asociándolo a un sentido de mejora de la condición humana y califico de progresista toda iniciativa surgida de la "santísima trinidad laica": libertad, igualdad y fraternidad. "Cosas de rojos", dirán los ultras. De ahí que el apócope “progre” lo hayan reconvertido los alegres chicos de la horda en insulto. Pero bueno, cada uno tiene el derecho de manipular el lenguaje como quiera. Por eso yo propongo que como antónimo al uso peyorativo del término progre comencemos a utilizar el término “regre”. En todo caso te aconsejo que si quieres conocer a alguien no te límites a escuchar sus palabras, mejor observa sus hechos.

El poder de la escritura

El cuerpo es un territorio que hereda los traumas. Pero es la mente la que soporta una lucha constante con el "yo" en una dialéctica de perpetuo enfrentamiento para construir la propia identidad. Esto me genera no pocas contradicciones, entre otras la que tiene que ver con preguntarme si es necesario contraer una responsabilidad tan importante con esa búsqueda agotadora del yo. Por eso defiendo un sujeto paciente, amigo del diálogo firme y exigente consigo mismo pero que, al tiempo, comprenda su deseo y sea empático con lo que busca: uno no puede ser del todo sin el otro. Debemos ser conscientes y tolerantes con nuestras contradicciones, procurando no ser su esclavo. Podemos estar marcados, intervenidos, ser frágiles, pero debemos ser resistentes. No importa sostener brasas en las manos si logramos dominar su temblor. La escritura es una buena forma de documentar heridas, pero también de resistirlas: Lo que nos contamos no solo puede materializarse a través del asombro que acumulan los ojos, los oídos, las manos o los cuerpos en los que vivimos o compartimos, sino también a través del derrame que queda fuera de la cartografía humana, logrando remover todo lo que se acomoda en los quicios, en los flancos, en los huecos de nuestra existencia. El lenguaje nos pertenece. Sólo hay que dominarlo para que nos ayude a conquistar las zonas no visibles, a expandirnos hacia lo que no encuentra aún su forma. No pretendo hacer de la escritura una práctica para clausurar la brecha con mis contradicciones, sino para sostenerla sin estetizarla. ¿Acaso el dolor no incorpora siempre un plus de resistencia y nos empuja con fuerza a buscar salidas?. La escritura o el arte pueden reconfigurar las heridas, pero han de hacerlo sin caer en la tentación de lamérselas sin descanso, sin la prisa a la que nos induce la vida. Porque hemos de entender a ésta como una fuerza de exploración en movimiento, no como una carrera contra nosotros mismos. Tenemos que construir una estética, sencilla y precisa, de la lentitud y de la atención. Hemos de tener presente que es inevitable que en el camino perdamos cosas, pero nadie pierde todo de una vez. Luchemos por hacer que esa pérdida se extienda en el tiempo para compensar lo extraviado con las cosas hermosas que iremos hallando.

martes, 22 de abril de 2025

Los cristofascistas

Francisco, el ducentésimo sexagésimo sexto Papa de Roma, ha dejado de existir. Ello, sin duda, ha debido de alegrar a una amplia caterva de energúmenos que se autodenominan católicos, hacen continua profesión de fé y nombran continuamente a Jesús de Nazaret en vano. Me refiero, por ejemplo, a esos sacerdotes de Toledo que desde una tertulia de internet instaban cínicamente a rezar para que el Papa Francisco "pudiese ir al cielo cuanto antes". O al imbécil con mala baba de la motosierra, que dijo del Papa que era un "zurdo hijo de puta que andaba pregonando el comunismo por el mundo y era el representante del maligno en la casa de Dios". O ese psicópata amante del odio y el insulto, que es Jiménez Losantos, que tras decir aliviado: "Por fin nos ha dejado”, y asegurar que el pontífice “odiaba a España profundamente", ha concluido diciendo que "perteneció a esa generación criminal de la extrema izquierda montonera peronista”. A toda esta gentuza les une su odio visceral a todo lo que no comulgue con sus ideas ultraderechistas. Su Jesús no es el de Nazaret sino el Legionario. Estos seres abyectos defienden el culto a la tradición y el rechazo de lo moderno, la negación de la diversidad, el miedo a la diferencia, la apelación al odio de los que se sienten frustrados económicamente, un populismo selectivo, la acción fascista y el grito de “¡viva la muerte!”. Sus diez mandamientos son el racismo antiinmigratorio, el supremacismo blanco, la homofobia y el machismo, la negación del cambio climático, el gusto por el caudillismo, el autoritarismo, el rechazo de la justicia social, la crítica a los medios críticos y a la libertad de información, la afirmación religiosa católica de cuño fundamentalista y la política del miedo. Son falsos cristianos que desprecian el mensaje de amor cristiano para abrazar el cristofascismo. Dicen apoyarse en las raíces cristianas pero sólo les interesa la bandera de una extrema derecha política cristiana y eclesial. Son el fundamentalismo cristiano. El mensaje y el estilo de Jesús es lo más opuesto a sus ideas: habla de amor y fraternidad, justicia, ayuda a los necesitados, humildad, servicio, comunidad, perdón, respeto a los diferentes, confianza sin miedo ni violencia, defensa de mujeres y descartados sociales, defensa de la libertad y crítica de los poderosos que oprimen al pueblo y luego se hacen llamar bienhechores. Pero para esta gente el Mesías debe ser un "salvador" político de mensaje ultra. No soy creyente, pero sé que el evangelio de Jesús es lo más opuesto al Duce, al Führer, al Caudillo “por la gracia de Dios” y a toda esa patulea impresentable de dirigentes que se autoproclaman únicos Salvadores y Mesías insustituibles y necesarios. El mensaje del Evangelio está en las antípodas de esa extrema derecha fascista que esta gente representa.

domingo, 20 de abril de 2025

Supercherías mediáticas

La charlatanería tiene abierto el camino en una sociedad sin conciencia crítica ni ambición intelectual, dispuesta a seguir como artículos de fe dos o tres tenebrosas necedades. Las grandes cadenas de radio y televisión compiten por dar pábulo a noticias estúpidas y llevar a ilustres necios y hediondos manipuladores a sus platós, por lo demás ya sumamente deficitarios en neuronas funcionales. Lo único que cuenta es el espectáculo. ¿Lo único?. No, qué va. El espectáculo atrae público, pero el interés está en adoctrinarlo. Por inverosímil que parezca, numerosas encuestas revelan que las cadenas privadas, para la población en general, son los medios más fiables, los que menos manipulan ¡"Pa mearse" Esto ha permitido a esas grandes máquinas de persuasión transformar sus emisiones en productos ideológicos virales que infectan al paciente sin que sea consciente de ello. Los programas conducidos por las reinas de la televisión son el mejor ejemplo. Han ido evolucionando desde una colección de chorradas del corazón y una explotación sin piedad del filón de los sucesos a una permanente labor de propaganda política de la peor especie. La falta de altura intelectual y moral de sus responsables no parece suficiente, y se rodean de una corte de pseudo periodistas, opinadores varios y comentaristas políticos, económicos y "de temas de actualidad" a los que sólo se les exigen mucha cara dura, cinismo y desvergüenza a raudales. Agítese todo esto en la coctelera de tertulias o debates con participantes cuyo nivel cultural y honestidad moran en el subsuelo, y tendremos un cumplido panorama de la categoría de nuestros medios. Así, la sucesión de cantamañanas y periodistas de carnet con mala baba que migran de una cadena a otra y de un programa al siguiente pululando por las televisiones en abierto es deprimente. La zafiedad de nuestras empresas mediáticas, abonadas tanto a la banalidad del mal como al mal de la banalidad, sirve a sus designios con prodigiosa eficacia. Tener todo atado y bien atado requiere audiencias sumisas a las que se amanse con ruido y espectáculo en lugar de reflexión. Después, un rostro aparentemente amable y que genera falsa confianza se encarga de propagar mensajes que llaman a filas a lo más primitivo del encéfalo y a las emociones más primarias, seduciendo con la promesa de un presente o futuro de calma, prosperidad y felicidad..., si se sigue la línea marcada.

Un mundo extraño

Vivimos en un mundo extraño y desquiciado, donde los hombres desean la muerte a sus semejantes mientras llevan flores a los muertos. Donde hay quien prefiere hacer el mal aunque ello hace infelices a los otros y mediocres, frustrados y despreciables a ellos mismos. Donde nos ocultamos para hacer el amor pero practicamos la violencia a la luz del día. Donde pintar un graffiti es un delito pero matar un toro es un arte. Donde la forma de vestir se valora más que la de pensar. Donde el odio ha sustituido al amor como motor del mundo. Donde la pizza llega más rápido que cualquier ayuda o esperanza. Donde no podemos encontrar mayor lealtad que la de nuestro perro. Donde nos relacionamos con los demás mirando una pantalla y hablándole a un electrodoméstico. Donde no se intenta resolver los problemas sino convivir con ellos. Somos claramente animales en peligro de extinción de todo lo que nos rodea. Y todo porque, como dijo Jean de la Bruyere, "la mayoría de los hombres emplean la mitad de su vida en hacer miserable la otra". Y pese a todo debemos procurar dejar siempre un trozo de cielo azul sobre nuestras cabezas, aún en medio de la tormenta.

sábado, 19 de abril de 2025

Paseítos espaciales

Ya no me queda duda, debe haber algún concurso global, un reality show, un Talent show, un idiot show..., yo que sé, para elegir al más gilipollas entre los superlativos gilipollas que inundan el planeta. Se ha puesto de moda últimamente informarnos de los "paseítos" espaciales que la aburrida "beautiful people" se da en las naves de Space X, el último gran negocio de Elon Musk. El último, el protagonizado por Katy Perry y un puñado de millonarias, sirvió para que nos deleitaran con las imágenes de su viaje espacial cortesía de Jeff Bezos. Una vez descendida del espacio, Katy Perry reivindicó su viaje como un gran logro feminista y ecologista: “Esto no es sobre mí, no va sobre mis canciones. Es sobre una energía colectiva, es sobre nosotras, es sobre hacer el espacio para futuras mujeres (...) y es sobre este magnífico mundo que vemos ahí fuera y apreciamos (...). Esto es todo para el beneficio de la tierra.” Afirmó ante las cámaras tras su viaje espacial de 11 minutos. Y yo añado: ¡Vete un poquito a la mierda Kate Perry! O eres profundamente imbécil, o no tienes ni idea de lo que hablas, o te pagan por largar estás mentiras, o todo a la vez. Jeff Bezos, al menos, fue más honrado cuando en 2021 y tras descender de la misma aeronave dijo: “Quiero mostrar mi agradecimiento a todos los trabajadores y clientes de Amazon porque vosotros pagasteis por esto” Le faltó decir: "Tontos, que sois tontos". Kate Perry, una cosita: Mucho antes de que tú nacieses, concretamente en 1963, la rusa Valentina Thereskova, a los mandos de la Vostok 6, fue la primera mujer en orbitar la Tierra. Y lo hizo durante tres días. O sea, tu logro feminista llega sólo 62 años después del de Valentina. Otro detallito: lo de que esto es para beneficio de la Tierra..., ni de coña. Esto es un carísimo y elitista entretenimiento para aburridos millonarios, esos que muchos estudios muestran cómo su consumo desmesurado acelera la crisis climática. Por ejemplo, un estudio de 2019 - y la cosa se ha acentuado- mostró como el 1% más rico del planeta emitía más emisiones que el 66% más pobre. Automóviles de lujo, yates, jets privados.. y ahora excursiones espaciales son el ejemplo más gráfico del modo de vida hiperfosilista de los ricos actuales. Cada paseíto suborbital -porque lo de "viaje espacial" es un camelo- emite más de 27 toneladas de CO² a la atmósfera. Que nadie se engañe, esta nueva “carrera espacial” liderada por Bezos y Musk no va a beneficiar en nada al mundo, pues no tiene otro objetivo que el enriquecimiento de unos pocos y el dar cierto sentido a las vidas vacías, pero llenas de dinero, de una minoría. Todo eso, por supuesto, a costa de acelerar aún más la crisis climática. En fin, mientras legiones de almas de cántaro miran al cielo embobados con los paseítos en limusina espacial que sólo los muy ricos podrán darse, yo sigo pensando que la honestidad es el lujo que los ricos no pueden permitirse.

viernes, 18 de abril de 2025

Quo Vadis, Brian

En Semana Santa las buenas costumbres se están perdiendo. Pero yo me mantengo firme en mi fe, renovando mi devoción, y no pienso renunciar a sus mejores tradiciones que llegan con cada primavera. Me refiero, obviamente, a comer torrijas mientras contemplo el paso procesional de joyas como Ben Hur, Quo Vadis o, sobre todo, La vida de Brian. De Quo Vadis me encanta su sentido del cachondeo bíblico-pasional y su maravillosa estética, por muy hortera que parezca. Es un desparrame kitsch de agárrate y no te menees capaz de convencer, tanto al más fervoroso creyente como a quien profese un ateísmo sin fisuras, siempre que estén dispuestos a no tomarse en serio lo que ven en la pantalla. La peli auna el cachondeo bíblico y el golferío romano en Technicolor, con un Peter Ustinov glorioso como Nerón y el inenarrable episodio de la ensalada de leones merendándose a piadosos cristianos en el Coliseo. Obviamos el detallito de que Nerón no sacrificó ningún cristiano en el Coliseo…, más que nada porque cuando murió ni se había comenzado a construir. Pero para mí la joya es La vida de Brian, una sátira genial -casi una burla- de la religión, de la política y, en general, de la sociedad que hemos creado. Una película que hoy sería imposible de hacer pero que sigue muy vigente porque representa a la perfección las contradicciones del presente. Tanto como vender barbas de contrabando, un oficio con bastante sentido en el año 37 si una mujer quería participar en una lapidación. Tanto como el milagro fallido de Jesús al curar a un leproso, que pasa de ser un "leproso con un oficio" a "perder su sustento". ¿Cómo se puede pedir una moneda para un exleproso? También de máxima actualidad la del personaje que proclama: "Desde ahora quiero que me llamen Loretta. Es mi derecho como hombre", aunque se pasa de frenada cuando pretende quedarse embarazado. Y qué me dices del enfrentamiento entre el Frente del Pueblo de Judea, el Frente del Pueblo Judaico y el Frente Judaico Popular. Cómo no ver en ello la compleja ensalada de nombres y valores que condena a la izquierda. Cómo no ver el reflejo de esa derecha negacionista y reinterpretadora de la historia en la frase "Y qué hicieron los romanos por nosotros?". ¿Cómo no aceptar como realidad vigente esa actitud del Frente Popular de Judea de tener la charlatanería como solución? Y, sobre todo, nada más actual que el mensaje final de la película: cuando todo parece que está podrido, ¿qué queda? “Reír y sonreír”. La única solución es no ser un idiota dolorido y silbar para ver el lado bueno de la vida. Porque, como la de Brian, esta se encuentra llena de estupideces.

jueves, 17 de abril de 2025

Relato

Hay personas que viven sin darse cuenta. Son como figuras inertes insertadas en un paisaje inmóvil que solo cambia bajo la diferente luz de las estaciones. A otras, la vida, simplemente, las atraviesa. A ella la vida la atravesó desde su llegada al mundo. No nació libre, pero tampoco se sometió sin resistencia a la esclavitud. Aprendió a estar callada y la enseñaron a pasar hambre mientras alimentaba a otros, y por el camino descubrió el oficio de buscarse la vida. A cintarazos atravesó él la vida, los que recibió de un bebedor violento que nada le dejó, salvo un cuerpo con cicatrices en las que no mirarse. En la huida, memorizó el camino más fértil para convertirse en un hombre sin pasado y sin miedo. Los dos fueron pies desnudos sobre el granizo y el fuego de los rastrojos. Juntos, sortearon los hachazos de la existencia con una bravura serena que no levantó sospechas. Atravesaron tierras que les eran extrañas sin otra ropa que una humilde esperanza y habitaron lugares hostiles, donde nadie los esperaba y nada tenían. Sin bendición, cruzaron los campos insólitos de la indiferencia agarrados sólo a la ternura de su espíritu. Fue así como conquistaron el reino de los supervivientes. Cuando por fin, después de un largo y fatigoso camino, regresaron al mundo que un día los abandonó, levantaron la casa donde criaron a sus hijos como bellos paisajes que danzaban suavemente al compás del ritmo de las estaciones.

Jueces hediondos

La justicia española está plagada de "señores" con toga que nunca superaron un test psicológico antes de recibir el carné de dioses con autoridad sobre la vida de los demás. Nada que ver con los muchos oficios en los que uno debe demostrar cierta estabilidad antes de acceder al cargo. En el caso del oficio de juez, cualquier psicópata con los recursos económicos necesarios y cierta capacidad para memorizar textos tiene las puertas abiertas. Ser un desequilibrado, un fundamentalista o un político frustrado que decide convertir su juzgado en un escaño del Congreso no son impedimento alguno en España para desarrollar una larga y próspera carrera judicial. El juez Piñar condenó a Juana Rivas, por "secuestro" a cinco años de prisión. Después de 30 años ejerciendo, Piñar, recientemente jubilado, se enfrenta por primera vez al banquillo. Sobre él pesa una petición de 18 meses de cárcel por un delito continuado de odio. Durante años, Piñar fue, al mismo tiempo, juez en Granada y "community manager" en Facebook. Tras emitir sentencias, alimentaba una cuenta personal repleta de activismo ultraderechista, bulos, ataques racistas y machismo. “Chusma feminazi”, “moros que deben ser expulsados o ejecutados” o acusaciones sin pruebas contra políticos de izquierdas a los que llamaba “chorizos” son una pequeña muestra de cómo pasaba su tiempo libre este tipo con mazo y toga. En el caso de Juana Rivas debió pensar que estaba ante un caso evidente de "chusma feminazi". Piñar, ejemplo de jueces machistas, racistas, homófobos. Jueces que inventan con descaro delitos de terrorismo como parte de una agenda política. Jueces que dictan sentencias sin pruebas o ignoran pruebas evidentes para llegar a la conclusión previamente diseñada. Jueces que alargan instrucciones por razones políticas para hacer efectiva la "pena de banquillo mediático" o, por contra, para que los delitos que han de ser juzgados prescriban. Sin más, sin amonestaciones ni sanciones. Jueces que, en lugar de aplicar las leyes aprobadas por el legislativo, se manifiestan contra ellas. Incluso si aún no han sido redactadas. Jueces que inician investigaciones en base a bulos. Jueces que prevarican mediante técnicas prospectivas. Jueces que, sin vergüenza alguna, retuercen la realidad a su antojo sin importarles que el truco sea visto por todos. Son hooligans con toga, poder absoluto e impunidad manifiesta. Jueces que no disimulan su radicalismo en público porque son arropados y jaleados por los suyos, porque son muchos y porque nadie les exige que lo hagan. Se creen dioses con poder para decidir con impunidad sobre la vida de todos nosotros y hundirla si con ello imponen su forma de ver las cosas. Que le pregunten a Juana Rivas y a tantísima otra chusma formada por feminazis, moros, izquierdistas, "maricones", cómicos o activistas que han sufrido sentencias firmadas por éstos fanáticos. Menos mal que quedan muchos jueces justos. Los demás, que se vayan a hacer las puñetas de sus hediondas togas.

Antes de que nos devore el caos

Si consideramos el caos como desorden, confusión e impredecibilidad, entonces el mundo se encuentra sumido en el caos: en la injusticia social, en la oscuridad espiritual, en interminables guerras, en genocidios abiertos y en la degeneración climática. Casi todos lo sabemos, lo sufrimos o lo presentimos. Me pregunto con qué principios éticos puede enfrentarse todo eso y qué sentido tiene hoy el hablar de “verdad”, “justicia", "conciencia”, “espiritualidad” o “alma”, términos que, en general, forman parte de nuestro aprendizaje y acervo cultural, pero que al madurar mínimamente percibimos con qué bajos principios éticos, con cuántas mentiras y con qué cinismo ha sido construido nuestro mundo mental, el mundo político y social e incluso el aprendido como religión. Muchos han perdido la fe en todo este mundo, pero se encuentran desarmados de ideas y principios espirituales y éticos correctos y a merced de poderosos gobiernos y jerarquías religiosas, con su eterna doble moral y su falta de argumentos convincentes a la hora de ofrecer soluciones a cualquiera para enfrentarse a los grandes problemas de su vida y de su muerte. Desde hace siglos, gobernantes y fanáticos religiosos con poder han ocultado la verdad a las masas e impedido que les lleguen la verdad y los principios espirituales liberadores de las conciencias y basados en las ideas de libertad, igualdad y justicia entre seres de la misma condición, que den sentido a su existencia. Las masas contemporáneas han añadido al opio de la religión otros nuevos ligados al consumo y las nuevas tecnologías. Sin embargo estas masas perciben un vacío interior que no llenan los conocimientos culturales y religiosos caducos en que nos hallamos inmersos, ni el sistema de vida materialista en declive que vivimos. Saben quiénes son los principales responsables, saben quiénes son los que crean ídolos y les distraen de infinitas maneras. Tienen los datos suficientes como para saber que este mundo no tiene porvenir con ellos al frente. Pero parecen inermes y atenazados por una desidia suicida. Es desolador ver cómo aumentan las enfermedades espirituales, mentales y sociales de la humanidad en general, como avanza la enorme frustración íntima y la falta de felicidad del colectivo humano aunque se intenta disimular lo contrario. Si la gente fuese tan feliz como aparenta no habría tanta crispación, tanto odio, tanto miedo. Sería bueno que comenzaran a despertar las conciencias libres antes de que sea tarde.

Sin atisbo de esperanza

Es demoledor. Ni un atisbo de esperanza. Pese a la salvaje acción política de Trump que lleva al mundo al desastre; pese al daño irreparable que los políticos de la "motosierra" están causando a la sanidad, la educación, las pensiones, la igualdad, los derechos... allí donde gobiernan; pese a la demostración de que la corrupción y la rapiña del Estado están en el ADN de la ultraderecha; pese a que las políticas y las promesas de ésta empujan al mundo a la brutal explotación que sobre cada vez más amplías de la población ejercen los ricos; a la guerra; a la pobreza; al desastre climático..., la ultraderecha se dispara en las encuestas. Esto parece expresar una tendencia global desesperada. El victimismo, el uso sistemático de la mentira, el ultrapopulismo y la violencia verbal son sus mejores armas. Sin más ideas políticas que las de adelgazar el Estado -liquidando el del bienestar-, laminar derechos, pulverizar la regulación en materia económica y social y machacar a las minorías; pero con un programa oculto que traduce los postulados del neoliberalismo más salvaje, se llevan de calle a amplias capas de la sociedad. Ofrecen falsas soluciones a los más débiles, los más ignorantes, los más cabreados, los más sectarios, los que tienen más miedo. Y con eso les basta. Atraen a una mayoría silenciosa con su “silencio de los corderos” y su voluntad de autolesionarse. Su propio miedo les impide tenérselo a quienes los van a explotar y gobernar injustamente. Por eso les interesa una sociedad ignorante y con miedo. Por eso trabajan sin descanso para cultivar a diario la mentira y el miedo. Saben muy bien lo fácil que resulta hoy manipular con esas armas para conseguir ignorantes, deprimidos, inseguros, infelices, pobres, divididos, indiferentes y así hacer lo que se quiera con la humanidad, que no es otra cosa que llevarla al desastre.

miércoles, 16 de abril de 2025

Felipe VI, al cesto

Los Niños Perdidos liderados por Peter Pan y su hada Campanilla,  temibles piratas, indios, sirenas, hadas, y demás criaturas que habitaban en sus selvas y aguas profundas, vivían en el País de Nunca Jamás. Yo, desgraciado de mí, vivo en el País de Nunca es el Momento. Aquí nunca es el momento de aplicar mejoras laborales, ni de subir salarios, ni de reducir jornadas, ni, por supuesto, de que nos dejen decidir sobre la forma de Estado. Además de en España, en el siglo XX hubo otras dictaduras en Europa. A los ciudadanos de países como Italia, Grecia o Albania se les ofreció la posibilidad de decidir en referéndum si querían retomar la monarquía. En Portugal la revolución de los claveles liquidó la monarquía ligada a la dictadura. Pero España es una excepción, España es una monarquía porque así lo decidió un dictador que se mantuvo en el poder durante casi 40 años. ¿Por qué asumir la legitimidad de los deseos de un dictador? Y nos tragamos a Juan Carlos. Y después a su hijo. Y tenemos que aguantar que nos digan que cualquier miembro de la familia real es "como un español más", cuando es una institución clasista, una familia privilegiada y aristocrática que se transmiten entre ellos el derecho a ser jefes de Estado con el único mérito que su linaje. Y si por lo menos simbolizaran y representaran a la mayoría de los españoles. Pero supongo que yendo a esquiar por la mañana y a los toros por la tarde -los españoles que acuden a espectáculos taurinos no llegan ni 2%- o decidiendo que sus hijas estudien, como él hizo, en colegios privados, terminando con un exclusivo internado en Gales, Felipe "el preparao" no lo consigue. Quizá si hubiese elegido la educación pública simbolizaría más a todos los españoles y no tan claramente a una pequeña clase privilegiada, la suya. No tengo nada en contra de Felipe, al menos hasta que se demuestre que es un vividor y un chorizo como su padre, pero la transmisión hereditaria de privilegios no pienso que cuadre mucho con la igualdad de todos los ciudadanos, requisito de una auténtica democracia. Me parece muy difícil que un rey simbolice bien a un pueblo. Por eso creo que la monarquía debería ser una institución extinta.

Mario Vargas, el Paladín

Parece que las personas con capacidades extraordinarias están condenadas al fracaso vital. No es casualidad, hay estudios científicos que lo demuestran. Einstein expresó como nadie esta idea trágica que comparten tantas personas excelentes, genios como él o repletas de talento cuando dijo: “Es triste ser conocido de forma tan universal, y a la vez estar tan solo”. ¿Qué será lo que empuja a estas vidas -tan diligentes, creativas, lúcidas e instruidas-, a la desgracia? Supongo que, en ocasiones, una personalidad fuerte está asociada a un cierto desorden en la esfera personal. Es la imagen del científico despistado. Otras veces supongo que debe ser muy castrador para un genio compartir su vida con mediocres o, peor, imbéciles. Quizá no soporten vivir en un mundo que se les queda demasiado pequeño. Existe un curioso sesgo cognitivo por el cual las personas con nula habilidad o escasos conocimientos en una materia sufren un sentimiento de superioridad ilusorio frente al resto, y viceversa. En el primer caso podemos hablar de zoquetes muy creídos. En el segundo de genios auto infravalorados. Esto lo tradujo impecablemente Bertrand Russell, padre de la filosofía analítica, en una frase: “El problema con el mundo es que los estúpidos son arrogantes y los inteligentes están llenos de dudas”. Lo que tengo claro es que un genio, un maestro en lo suyo, puede ser regulinchi como persona. Acaba de morir Vargas Llosa. Admiro su literatura tanto como reniego de su deriva política. En este caso hay unanimidad en el reconocimiento del genio y la pérdida que para la literatura supone su muerte. Y ello porque la derecha, siempre dispuesta a descalificar, ningunear, cancelar, silenciar o -directamente- atacar a los literatos de izquierdas, tiene a Vargas Llosa por uno de los suyos. Recuerdo a Ayuso y Almeida, su inquina hacia Almudena Grandes manifestada desde el mismo día de su muerte. Recuerdo a Almeida borrando los versos de Miguel Hernández de un memorial. Almeida y Ayuso no tienen pinta de haber leído a Almudena, ni a casi nadie en su vida, así que la juzgan solo por ser de izquierdas. Sólo por el placer de haber leído tantas de sus novelas muestro veneración y respeto por el Mario Vargas escritor. Pero me da la risa cuando leo en ABC que fue un "paladín de la libertad contra los tiranos". Los tiranos a los que se opuso el paladín Vargas últimamente fueron Lula, Boric o Sánchez; en cambio apoyó a Bolsonaro, Kast, Uribe, Fujimori y, faltaba más, Javier Milei. Así que mejor hablemos de libros.

martes, 15 de abril de 2025

Yo si sé lo que quiero 15-4

 Aunque no siempre, y al contrario que tanta gente, yo sí sé lo que quiero. Quiero dejar de vivir días históricos o momentos decisivos sin que la camisa me llegue al cuello. Quiero levantarme sin sobresaltos y acostarme sereno. Quiero que a cada hora no haya una "Última hora". Quiero aburrirme ¡coño!. Quiero dejar de etiquetar y de que me etiqueten. Quiero que no haya imbéciles y desalmados decidiendo sobre nuestras vidas. Quiero volver a desayunar en un bar sin escuchar estupideces de gente falsamente indignada. Quiero no seguir engañándome ni que me engañen. Quiero sobremesas donde no tenga que combatir necedades y mentiras. Quiero que los teatros se llenen y los hemiciclos se vacíen de teatro y payasadas. Quiero relatos que despierten mi curiosidad, no relatos épicos. Quiero que no me digan lo que tengo que pensar, sentir o creer. Quiero que los analistas de cualquier cosa me dejen de analizar. Quiero que dejemos de perder tanta energía en temas interesados. Quiero que la represión se le aplique a los represores. Quiero balcones con macetas, no con banderas. Quiero dejar de tener una conversación y escrutar si alguien me mira mal. Quiero que haya más celos que recelos. Quiero que la astucia no sea la virtud de los que mandan o manejan la economía. Quiero que dejen de velar por mis intereses los que sólo atienden a los suyos. Quiero que protestemos ante los bancos cuando los rescatan. Quiero que los medios dejen la propaganda para su publicidad. Quiero más autocrítica. Quiero menos prietas las filas. Quiero pasos atrás cuando la gente se equivoca. Quiero que nos dejen en paz los que apuestan por la guerra. Quiero que los muy "lo que sea" entiendan que no a todos nos gusta lo mismo que a ellos. Quiero no pensar que vivo en el mejor país del mundo, ni que somos los mejores, ni que a por ellos oé. Quiero que mi patria no supere las fronteras de mi barrio. Quiero que mi patria sean mis amigos. Quiero que los salvapatrias se salven ellos solos, que es lo que acostumbran a hacer. Quiero que la gente de más vivas a la libertad que a la patria, a los novios que a las tallas de vírgenes dolientes. Quiero que se deje de hablar de las pérdidas en bolsa de las tecnológicas y se vuelva a hablar del genocidio en Gaza y del dolor de los inocentes en cualquier lugar del mundo. Quiero que los protagonistas sean los inocentes y no los malvados.

La saeta 14-4

 Todavía me sorprende cuando el "bocachancla" de turno, que encima va de ilustrado, califica la canción "La saeta" de Serrat como el más hermoso homenaje a la devoción popular de la Semana Santa andaluza. El problema es de comprensión lectora. ¿Cómo interpreta esta gente el estribillo que dice: Oh, no eres tú mi cantar, no puedo cantar, ni quiero, a este Jesús del madero sino al que anduvo en la mar? A lo mejor es sólo un efecto colateral de la alergia primaveral sobre las mentes predispuestas. Lo cierto es que muchas ciudades andaluzas sufren en primavera la seducción de la peor religiosidad kitsch. Pero ahora, lo que me sorprende es el empeño de los "puristas" por imponer una celebración a su gusto, con claros tintes clasistas y de segregación social. A muchos cofrades de impecable traje semanasantero les preocupa rozarse con la plebe. No les gusta la espontaneidad de esa bulla que se separa y se reúne por las calles de forma autónoma con la Semana Santa como pretexto. Por eso llevan tiempo usando para ella términos como movida, botellón, masificación o niñatos y multiplican las llamadas a “poner orden”. Encima no paran de sugerir la existencia de contubernios contra sus tradiciones, cuando es lo contrario, estando como están mimados por el poder. Hasta la prensa más afín reconoce, por ejemplo, la “avalancha de cultos extraordinarios -extemporáneos- que soporta Sevilla: en 2023 más del 60% de las cofradías salieron a la calle fuera de Semana Santa. Ésta se ha quedado pequeña y los desfiles procesionales se desbordan ya a la semana anterior. Eso no ocurre donde los conspiradores andan tramando boicots por las esquinas. Quizá con ello intentan esconder sus afanes elitistas con el apoyo de los poderes locales. Con la excusa de la seguridad y el miedo de unos pocos cada año se sacrifica un trozo de calle útil para el "populacho"; cada año se engorda más la crítica a esos jóvenes reacios a "comportarse debidamente"; cada año, en según qué plazas, no se tolera detenerse; en otros lugares se establece un “aforamiento”, un numerus clausus de personas que pueden acceder; se prohíbe la venta de alcohol; se colocan pantallas para que nadie se detenga a contemplar las cofradías allí donde tienen preferencia quienes han pagado una silla; se anuncia que habrá vigilancia desde el cielo por medio de drones, policías infiltrados entre los espectadores, inspección de las alcantarillas, rastreo de redes sociales, bolardos y vehículos policiales formando barrera para evitar atropellos masivos, pintadas orientativas sobre la calzada... “Operación Cirio” se llama en 2025. A tomar por culo el "cantar del pueblo andaluz que todas las primaveras anda pidiendo escaleras", porque ya no es para subir a la cruz sino para auparse sobre la bulla cuando no tiene para pagarse una silla -o un palco, que siempre ha habido clases- y ver el espectáculo.

Teorema del punto gordo 14-4

Tengo la sospecha de que uno es un mierda si a lo largo de su vida no ha creado algo sublime y definitivo. No sé, construir una catedral, componer una sinfonía, pintar alguna que otra Capilla Sixtina, descubrir la penicilina o proponer que E = mc². Así que me he propuesto ser solo un semi mierda y establecer un sencillo teorema. La idea me vino cuando me enteré de la existencia del teorema del punto gordo (TPG), que sostiene que dos rectas paralelas se cortan en un punto, siempre que ese punto sea lo suficientemente gordo. Este teorema es un "puntazo", pensé. Sin duda le debió ser muy útil al constructor de la torre de Pisa. Es más, a mí me ha servido para resolver mis dudas sobre la teoría del Big Bang. Nunca había entendido cómo en un principio toda la materia y energía podía estar concentrada en un punto. Y claro, se me abrieron los ojos: la clave está en que ese punto era muy gordo... Muy muy muy gordo, de dimensiones cósmicas... de hecho creo que todavía hoy sigue concentrada en ese punto. Para intentar evitar abandonar este mundo como un mierda, mi primera idea fue establecer una variante compleja del TPG. Lo llamé "teorema de El Punto gordo y la Recta Astuta" Y se enuncia así: "Una recta pasa por tres puntos no alineados siempre que al menos uno de los puntos sea lo suficientemente gordo o la recta lo suficientemente astuta". Sin embargo reconozco que la utilidad práctica de mi teorema es bastante escasa. Sólo se me ocurre útil para los alumnos de dibujo técnico cuando en un examen donde tres o más líneas que deberían de juntarse en un punto común, por alguna razón incomprensible, cada una cruza por donde le sale de los cojones. Así que he decidido establecer otro teorema más general, más popular, más de lo que interesa al ciudadano medio. Lo he llamado "el teorema del gilipollas en Internet" y postula que cualquier persona aparentemente normal puede transformarse en un auténtico cretino cuando interactúa con una audiencia cautiva bajo una capa de anonimato. Y, ¿para qué sirve?. Pues para poco más que quedarme a gusto. Ahora solo me queda ampliar sus bases teóricas respondiendo a la pregunta de si el gilipollas nace o se hace, hacer un documental y emitirlo en los principales operadores de televisión de pago para brindar al espectador la posibilidad de resolver sus dudas. ¿Sospecha que algún amigo, compañero, pariente, o incluso usted mismo pueda ser gilipollas? ¿Querría confirmar el diagnóstico con algo más de base que su propia impresió? Pues responda a estas preguntas con el próximo estreno de "Gilipollas: la teoría". Ahora ya no moriré siendo un mierda, quizá gilipollas, pero nunca un mierda.

Bésame el culo 11-4

"Bésame el culo”, es la frase favorita de Bart Simpson. Ahí está hoy situado el nivel. Ya no hay espacio para la poesía ni las catedrales góticas. La razón es obvia: Antes la gente tenía convicciones; ahora sólo tenemos opiniones. Y se necesita algo más que una simple opinión para construir algo eterno. Este mundo se fue definitivamente a la mierda cuando el neoliberalismo estableció, y la ciudadanía aceptó, que el problema era que los ricos no eran lo suficientemente ricos y los pobres no eran lo suficientemente pobres. El gran truco de prestidigitación política y social del liberalismo salvaje ha consistido en convencer a los que no son lo suficientemente pobres para que crean que sus intereses están en apoyar a los que no son lo suficientemente ricos. ¿Cómo se ha conseguido esto? Pues sustituyendo la ideología, los valores y el sentido común por una situación caótica de confusión intelectual, rudimentarios sentimientos identitarios y elevando el egoísmo a categoría de valor supremo. Se ha convencido a las mayorías sociales de que los conceptos de igualdad, justicia, conciencia de clase o solidaridad son elementos perniciosos o demodé. Una vez que amplias las capas de la población que son capaces de votar contra sus propios intereses todo está permitido. Ya dijo Warren Buffet, el hombre más rico del mundo en 2008, que "hay una guerra de clases y la estamos ganando los ricos". El poder del dinero y sus utópicas promesas se han encargado de anestesiar cualquier principio de solidaridad social. La estrategia de las élites económicas-financieras es arrojar a las mayorías sociales a la necesidad, a la material y a la que surge de la carencia de alternativas. De ahí su interés de propagar la no-ideología, esperando que la mayoría abrace la idea del "caudillo" salvador. Los medios de comunicación y las industrias culturales hacen el resto: socializan los valores del sistema dominante y ahogan el pensamiento crítico que propicia un pensamiento único y condiciona la conducta del individuo en la sociedad. Los millonarios en el poder y sus fascistas esbirros no conciben otra alternativa que la felicidad de los ciudadanos por besarles el culo, unos ciudadanos que creen que sus intereses son los mismos de aquellos que les niegan el pan y la sal.

¿Eres cristiano?

 Si me preguntas si soy cristiano te diré: "Soy cristiano por la gracia de Dios", porque eso es lo que me enseñaron a decir de pequeño como un papagayo cuando me obligaban a estudiar el Catecismo, sin tener ni pajolera idea de lo que aquellas frases significaban. Con los años la "gracia de Dios" empezó a no hacerme gracia y, hasta aquí. Por contra, mi curiosidad y mis estudios de Historia del Arte me han hecho saber bastante de Historia Sagrada. Supongo que soy un ateo respetuoso, furiosamente incrédulo, con ningún interés, nula práctica y suficiente conocimiento teórico para saber qué estoy muy por encima del cristiano medio, nivel usuario. Durante mucho tiempo he comprobado in situ el brutal desconocimiento que mis alumnos cristianos tienen de la historia sagrada y, no digamos ya, de los fundamentos teológicos de su propia religión. Por no saber, la mayoría no sabían ni dónde había nacido o muerto Jesús. Esto me ha ayudado a comprender el porqué de lo poco cristianos que son muchos de los llamados cristianos. Pero si ni tan siquiera saben distinguir entre los conceptos de cristiano y católico. Muchísima gente es cristiana por costumbre, por inercia, porque lo "apuntaron" de pequeño, porque hacer la comunión, casarse por la Iglesia o confundir emociones con fé en Semana Santa es patrimonio de la sociedad que les acoge. Esta sociedad, sus usos y costumbres, es la que imbuye nuestra vida de elementos tangenciales a la religión, empezando por el santoral, las festividades y el lenguaje. Personajes y acontecimientos del cristianismo son protagonistas de multitud de refranes, festividades y topónimos. No en vano la lengua es el archivo de la historia. No en vano el lenguaje está trufado de referencias religiosas. Así alguien está "hecho un Cristo"; es un ángel o un demonio; está condenado o tiene el cielo ganado. Llevamos nombres de pila (bautismal, por supuesto) de apóstoles, evangelistas, vírgenes y el martirologio en pleno. La toponimia es otra traducción del santoral. En el modo de transitar la vida de los cristianos perduran elementos religiosos: calendario, festividades y vacaciones, edificaciones, saludos y despedidas, patronos, romerías y gastronomía. Así esperamos el puente de la Inmaculada, las vacaciones de Navidad o Semana Santa; visitamos como turistas iglesias y catedrales; respondemos a un estornudo con un ¡Jesús!; despedimos a alguien con un "ve con Dios"; deseamos que cada uno esté en su casa y Dios en la de todos". Comemos huesitos de santo, yemas de Santa Clara o San Leandro, Bollitos de Santa Inés, Rosquillas de Santa Rosa o monas de Pascua. Sabemos que hay gente "más falsa que un Judas", "que llora como una Magdalena" o que "está más alegre o contenta que unas pascuas". Vamos a menudo de "Herodes a Pilatos"; nos "lavamos las manos como Pilatos", o "estamos hechos un Ecce Homo". "Montamos el cirio", "apuramos el cáliz" o "hacemos barrabasadas". Pedimos la "Dolorosa" y esperamos que no nos "claven". En general, esperamos no sufrir más que "Cristo en la cruz", ni ir de "fariseos". Soltamos un "aleluya", o interjecciones como ¡Santas Pascuas! o ¡Por los clavos de Cristo!. Pasamos un Calvario o nuestro Gólgota, o un vía crucis, o cualquier cosa nos trae por la calle de la amargura. Y, para más "Inri" hasta un lance taurino se llama Verónica. Quizá por todo ésto me causa desazón la ignorancia de las raíces y tradiciones de nuestra cultura y civilización por muchos cristianos. ¡Yo es que me cago en San Apapucio Mártir!

Bosé el decrépito

Lo de gente como Miguel Bosé me toca las narices. Quizá debería hacer como José Sacristán cuando una vez le preguntaron por él: "¿Miguel Bosé? No pierdo el tiempo con imbéciles”, pero como un moderno Quijote no puedo evitar luchar contra estos "gigantes" gilipollas. Y ma da pena arremeter contra alguien que, sin duda, ha hecho grandes cosas pero que ya hace tiempo no es otra cosa que un personaje decrépito, física y moralmente, un fantoche, un narcisista que reclama puerilmente atención aún a costar de exponer su necedad. Yo creo que el problema no es de estos personajillos -tontos de baba ha habido siempre y seguirá habiendo- si no de aquellos que le prestan su altavoz. Esta vez Bosé ha sido invitado -de nuevo- por Pablo Motos a El Hormiguero, ese programa que lleva 18 años ofreciendo lo mismo, y dijo que "Europa ha caído en el wokismo más absoluto. Las libertades que teníamos en los años 70, 80, ya no las hay". ¡Qué cansancio oír a gente que ha tenido vidas fáciles, que ya la tienen resuelta, ambas cosas, o que hablan desde la más supina ignorancia o el más cínico sectarismo ideológico, decir sin consecuencia alguna que ya no se puede decir nada. La paradoja es hasta cómica. El problema de esta gente no es que no puedan decir nada, es que no toleran que se les responda y contradiga. Su problema es que no les gusta que les recuerden que "Necio es el que dice necedades”. Bosé busca la notoriedad que su creatividad ya no le da, persigue la polémica falsamente rompedora que otrora lo definían como un atractivo rebelde. Bosé tiene mala memoria. Ya no recuerda cuando, hablando de su bisexualidad, decía: "En aquella España, todavía esas cosas no se podían así hablar tan alegremente". Pero bueno, no es inusual ver a Bosé cambiar de parecer. Él, que defendió la búsqueda de una vacuna contra el VIH, para después convertirse en un rabioso antivacunas. Es la incongruencia de un tipo que se ha "metido" todo tipo de sustancias, que le han licuado las meninges, y ahora teme a una vacuna. Pero, en fin, vivimos una época en la que los discursos cuanto más estrambóticos, extremos, cuantas más patadas den a la evidencia, al conocimiento, a la ciencia y la razón, más virales se hacen. Muchos mediocres, muchos famosos trasnochados, muchos "ofendiditos", muchos hiper ideologizados auto victimizados, han encontrado un altavoz y todo tipo de necios discursos tienen hoy su voz. Por eso no sé si habría que replantearse ese discurso victimista de "no me dejan hablar". Hay que ser muy "cuñao" para decir que en los 70 había en este país más libertad de la que hay ahora, Boselito. Entiendo que él que viene de una familia con muchos posibles, de una familia pija, con padre bien relacionado con el franquismo, no sintiera todas estas falta de libertades de la clase obrera de este país. Hace unos años la exsuegra de Miguel Bosé dijo públicamente de él que era un ser endiosado y caprichoso; un déspota, un cretino y un imbécil. "Está neurótico perdido", dijo. A lo mejor es sólo que antes de cada entrevista el "activista por las libertades" procede a chupar la piel de un sapo bufo, y mientras los demás nos dedicamos a "plancharnos el corazón, él nos da Bambú ... turap tuhe oh yeah!"

Monstruos y vacíos 10-4

Nuestro destino es vivir luchando contra monstruos y vacíos. Y no sé qué es peor, pues lo peor que te puede hacer un monstruo es matarte, pero los vacíos te dejan viviendo mucho tiempo después de haber engullido. Los monstruos son agotadores e irritantes porque te obligan a estar constantemente perdiendo las fuerzas combatiendo contra ellos. Además, para nada, porque los monstruos son inmortales y siempre terminan ganando en algún momento por incomparecencia del contrario. Lo peor que te puede hacer un monstruo es matarte, pero morir es parte de la vida, y puede ser una gran putada, pero desaparecer es mucho peor y más aún cuando los vacíos nos están llevando a seguir vivos hasta mucho tiempo después de haber desaparecido. Si, ya sé que todo ésto es propio de un aprendiz de intelectual sin gafas, por eso para reivindicarme llevo tiempo por el mundo haciendo trabajo de campo y buscando por ahí vacíos. Y sin querer pecar de falta de modestia, he de decir que he tenido un éxito absoluto en mis pesquisas. He estado en centros comerciales descubriendo abismales vacíos que devoran personas a las que apenas les quedaban fuerzas más que para comprar y comprar. He visto en las calles vacíos, como gigantescos socavones, donde la gente comía, bebía o decían vivir alguna “experiencia especial” tras otra sin pararse a disfrutar de ninguna. Algunos bebían alcohol hasta reducir a sus cerebros a su funcionamiento más básico. Otros se drogaban hasta matarse físicamente y algunos, simplemente, se dejaban ir hacia la desaparición sin cuestionarse absolutamente nada. Pero el peor vacío anida en la mente de mucha gente y, lo peor, es que intentan rellenarlo mirando sus manos, donde invariablemente habita un teléfono móvil en el que se aíslan y se sumergen en un vacío de colorines y falsas promesas. En él reciben o envían mensajes totalmente prescindibles que les justifican evitar el contacto directo con sus semejantes, o consumen fruslerías en forma de vídeos banales e insustanciales, o ven pornografía, o entregan su tiempo a videojuegos, o a series de moda, o pasan horas simulando que están socializando en "redes". En cualquier caso dejando pasar el tiempo para llegar lo más anestesiados posible a su final desaparición. Con menos energía y ganas decidí relacionarme con aquellas personas y preguntarles acerca de sus vacíos. Y descubrí que muchos detestan profundamente hablar de sus vacíos. Por contra hablaban mucho de vida, de ocio y de disfrute, pero como un comercial de agencia de viajes, de una manera impostada que se percibía como ansiosa y que les situaba -creo- en modo huida desesperada. Me imagino que realmente es muy jodido sentir como vas cayendo en ese vacío que te va a desintegrar de la realidad en la que vas a tener que seguir viviendo. Por eso cualquier cosa que te haga creer que estás en movimiento se puede convertir en un engaño para una mente que confía en que puede escapar del "gran vacío". Por eso, quizás, además de otras usar otras estrategias, a lo peor mucha gente esta intentando llenarlo con lo que le venden y parar su avance destructivo a base de cebarlo con dinero y cosas materiales. No he tenido ningún éxito en encontrar solución a estoy y ya estoy cansado de tanto pensar, por lo que he decidido escribir mis hallazgos y dejarlos ahí, a ver si alguien más inteligente u otro intelectual, está vez con gafas, puede hacer algo con ellos.

Religiosidad popular

 Como la mayoría de las fiestas cristianas, también la Semana Santa tuvo un origen pagano, ya que coincide con las celebraciones del equinoccio de primavera. Su conmemoración no comienza hasta el siglo IV y tiene su base en una celebración pagana: el culto al dios Atis, celebrándose su muerte y su posterior resurrección. Quizá por ello, todavía hoy esta celebración está trufada de elementos lúdicos y festivos que poco tienen que ver con el sentimiento religioso profundo. "Religiosidad popular" es el eufemismo con el que la jerarquía eclesiástica ha ido tolerando y después oficializando y fomentando las procesiones, el culto exagerado a las imágenes, la ostentación innecesaria, la exhibición narcisista, penitencias, autolesiones y las explosiones de pasión colectiva con que muchos fieles pretenden demostrar su piedad religiosa, que ha de adaptarse al dictado del universo cofrade. Por un lado, se exalta la "devoción" y el compromiso con la fe. Pero lo que se ve es una creciente superficialidad y un gusto excesivo por lo estético y por el espectáculo barroco y efectista. Hace tiempo que se está desplazando el verdadero propósito religioso por la búsqueda del reconocimiento personal en un contexto de exhibición narcisista. A muchos cofrades les sobra "el morbo del exhibicionismo", el de la imagen cuidada con gemelos de oro o mantilla de encaje y el afán de figurar. A veces, bajo el pretexto de conmemorar el sacrificio de Cristo solo se esconden egos, vanidades, superficialidad y hasta ideología. En la "bulla" o el silencio impuesto de los desfiles procesionales falta devoción sincera, humildad y una mayor cercanía a los valores que predicó Jesús. Se ha abandonado cualquier intento por preservar la esencia religiosa y evitar que ésto se convierta en un mero escenario de exhibicionismo y ostentación. Como en otras fiestas, se ha producido aquí un fenómeno de "comercialización". La Semana Santa se ha convertido en un producto de consumo anual, en una multitudinaria fiesta de primavera en la calle, en un producto de interés turístico, en un entretenimiento disfrazado de devoción. La música, las flores, los "bailes" de los tronos, el lujo y la ostentación han desplazado a la verdadera espiritualidad. Cuanto devoto olvida entre tradiciones y novedades teatrales, símbolos artificiosos, mantos bordados y oropeles y olor a incienso, que la Semana Santa debería ser un tiempo de reflexión y conexión con Dios, y no un espectáculo.

Cofrade Pablo

 Decía el poeta, y cofrade ejemplar, Pablo García Baena que "La Semana Santa no son las cofradías. Es la Pasión de Cristo. Es el Evangelio de San Juan. Es el martirio de un hombre por sus ideales". El problema es que vivimos en una sociedad secuestrada por lo efímero y lo lúdico a la que le cuesta aceptar el recogimiento. Prefiere lo inmediato y el infantilismo, que se hace perenne en forma de un espectáculo permanente en el que no hay tiempo para la reflexión y la introspección. Se desata así la esclavitud por el espectáculo, que es muy distinto de lo artístico. Sólo parece interesar la celebración de la "fiesta" y el folclore, acompañados de una obscena mercantilización; la Semana Santa como un gran teatro con personajes y escenas a la mayor gloria del oropel, el lujo, y el aplauso fácil. Casi todo es espectáculo, gregarismo, ambiente festivo, ruido e impostación, adornados de símbolos e iconos ajenos al asunto: banderas e himnos patrios, legionarios, políticos de frac y de mantilla, músicas festivas... Quizás habría que volver a la mirada interior y duradera, como lo es una oración en silencio y soledad, reduciendo los comportamientos idolátricos e infantiles.

Precioso pelo

 ¿Qué se puede decir de un fulano que usa su inmenso poder para aprobar un decreto que le permita poder ducharse a gusto porque “quiere cuidar su precioso pelo”? ¿Qué catadura moral tiene un tipejo que después de chantajear a países "amigos" dice que "estos países lo están llamando para besarle el culo"? ¿Será que tiene el culo igual de precioso que el pelo? No se el culo, pero el personaje en su conjunto apesta. Pertenece a esa clase de sabandijas que campan por sus respetos como si la maldad les proporcionara prestigio y gloria. Causando, de forma deliberada, un daño económico sin precedentes a la práctica totalidad del planeta y maltratando a los más débiles (le da igual perseguir criminalmente a inmigrantes como abocar al hambre a cientos de miles de personas en países pobres), Trump consigue auparse a la categoría de los seres más abominables de la historia. Con la patochada del "día de la liberación" nos llamó a todos ladrones mientras implantaba una estúpida autarquía comercial que amenaza con una recesión económica global, la escalada de la inflación, la ruina de cientos de miles de empresas y la pérdida de millones de puestos de trabajo en todo el mundo. Los daños ya han afectado a grandes compañías y a pequeños inversores en bolsa. Los planes de pensiones han sufrido serios recortes por la delirante iniciativa de este gañán. Las deportaciones arbitrarias a las cárceles salvadoreñas de Bukele y el trato que depara a los inmigrantes habla de su falta de respeto a los más básicos derechos humanos, desata el pánico entre los residentes extranjeros y visitantes y devalúa la marca América. La detención de una estudiante turca, residente legal que estudiaba un doctorado en la Universidad de Massachusetts, por agentes de inmigración enmascarados que la acusaban de escribir un ensayo a favor de Palestina, empieza a parecerse mucho a los primeros momentos del nazismo en Alemania. Muchos viajeros empiezan a cancelar sus vuelos a EE.UU., temerosos de acabar detenidos por "error" y acabar deportados como criminales o encarcelados por Bukele. Según un estudio de la revista Nature, tres de cada cuatro investigadores norteamericanos están considerando el marcharse de Estados Unidos. Afortunadamente no todos están dispuestos a besar el culo de Trump, ese necio endiosado que está consiguiendo hacer de nuevo a América grande, grandísima. Grandísima hija de puta.

Mi ciudad desconocida

 Después de un mes de marzo brumoso como una pesadilla, quizás por la certeza de que el tiempo es una mochila donde depositas los aciertos y los errores de un pasado que se hace presente cada día; quizá por la novedad de que un día la persistente lluvia había dado una tregua, salí a pasear por la que siempre he llamado "mi ciudad". Y fue ese día cuando me di cuenta de que, como un oso que saliese de su madriguera después de varios años hibernando, todo había cambiado. La ciudad que yo conocía ya era un animal que había mutado de piel, produciéndome una vaga sensación de extrañeza. Al pasear por calles que me fueron familiares, sentí frío, un sentimiento de lejanía y soledad de quien piensa que ya no vive en la misma ciudad en la que casi siempre ha vivido. En esas circunstancias es inevitable pensar que sus calles son tus calles y te son cercanas, pero tuve la persistente sensación de que ya no me son familiares, no son de nadie, o, mejor dicho, que el alma de la ciudad se ha subastado al mejor postor. En estas calles, otrora territorio amigo, las antiguas tiendas, los antiguos bares, han desaparecido, dando paso a negocios uniformes, ordinarios, que convierten la ciudad en un decorado, que la camuflan y la hacen casi indistinguible de cualquier otra ciudad. Cuando me senté a tomar café en uno de los establecimientos de toda la vida, yo era el único "parroquiano" genuino. Yo era un extraño entre gente extraña y con prisa. No seré yo quien se oponga a la evoluación de las ciudades, pero me niego a que ciertos hechos me sean indiferentes, porquee provocan un sentimiento impropio de pérdida de identidad. Cuando el motor del cambio es sólo el negocio para algunos, aunque sea a costa de los antiguos residentes, siento una tristeza infinita. No todo vale, pero hay a quien le da igual. Eso no es riqueza, al menos para quienes, como yo, la riqueza no puede tener un origen ilícito o inmoral. Y una parte de esa riqueza, lamentablemente, lo tiene.

Lo que está ocurriendo 9-4

 Cuando oigo a alguien decir , "lo que está ocurriendo...", inmediatamente me pregunto: ¿En relación con qué? ¿con la economía, con la vivienda, con la sanidad pública, con la política caníbal, con una sociedad crispada donde empieza a reinar la idiocia...? "Lo que está ocurriendo" no tiene nada que ver con decisiones de la inteligencia humana, es producto de decisiones calculadas de quienes ostentan las mayores cuotas del poder en el mundo, algunas premeditadas y otras no. Ahora el foco está sobre Trump, un personaje grotesco con pretensiones mesiánicas y una preparación intelectual escuálida y retorcida. Sus incoherencias y sus mentiras constituyen una marca personal. Sus razonamientos son tan elementales, tan zafios, tan irracionales, tan de "cuñao", tan de "matón de patio de colegio" que son muy, muy preocupantes. Este tipejo parece que es así desde que salió de la academia militar en la que le metió su padre convertido en un rottweiler enloquecido. El caso es que todos los días nos sentamos delante de las pantallas para ver el siguiente capítulo del preparado espectáculo que nos ofrece la Casa Blanca, con la probable tentación de pensar que todo esto obedece a una alocada sucesión de ocurrencias de un payaso desnortado, de pensar que no es más que un espectáculo. Este tipo no es nada fiable. La traición y la burla son intrínsecas en él. Su última barrabasada ha sido decir: "me están llamando para besarme el culo". Así es este gañán. Pero que nadie se engañe, lamentablemente, detrás de este bufón con mala leche y el alma muy negra, hay mucho más pensado. Porque, más allá del trágico espectáculo diario, hay una estrategia que bajo los anuncios de gran relumbrón -nunca unos aranceles se parecieron tanto a un chicle eterno- permite a los estrategas de la destrucción proceder silenciosamente para conseguir sus fines. Internamente están destruyendo la estructura del Estado para reducirlo, como siempre soñaron los autócratas, a Interior y Defensa. Esperan servir de ejemplo a los ultras del mundo. Hacia el exterior están destruyendo las reglas internacionales, humillando incluso a amigos y aliados, imponiendo un nuevo colonialismo global, amenazando con apropiarse de territorios y recursos ajenos, dinamitando la cooperación internacional... De que lo que ocurre es una locura no pueden caber dudas, pero nos equivocaríamos al pensar que es una locura carente de un plan. Quizá estén tan locos y sean tan malos como parecen, pero no son tan tontos como parecen.

¡Ya está bien! 7-4

 Ya está bien de echarle la culpa a la guerra, a las "coyunturas", al "malo" fabricado ex profeso para la ocasión, al diferente, al "otro", al "Cha Cha Cha"... Ya está bien de infantilismos, de puerilidades, de comulgar con ruedas de molino, de egoísmos... La culpa es de un sistema económico explotador y miserable; de sistemas políticos manipuladores y corruptos; de gobiernos que no saben o no quieren gobernar, dominados por unas élites a las que no le importan ni los pobres ni las clases medias y que sólo atienden al incremento de sus fortunas. Estoy harto de que me señalen a los "malos": Fidel Castro, Chávez, Maduro, Gadafi, Sadam Hussein, Al-Ásad... No conozco un solo caso en que la desaparición de éstos autócratas haya supuesto mejora alguna, ni para el mundo ni para sus propios países. Libia, Irak, Siria..., son países destruidos después de su "liberación". Ahora son Putin, Kim Jong-Un, "los chinos", Irán... Da igual. Todo es un plan para imponer el sistema único, ese que ha sembrado el planeta de gente hambrienta, de pobres, de clases medias amortizadas, de jóvenes generaciones sin trabajos estables, sin viviendas, sin futuro. Y lo han hecho en todos esos "paraísos" donde no gobiernan los "malos". Y lo quieren seguir haciendo. Cada vez más. Sin límites, sin normas, sin remordimientos ni vergüenza. ¿De verdad te crees que la situación de crisis permanente en la que vivimos es natural? ¿Te crees que el actual polvorín, el desastre que se nos viene encima, es sólo achacable a la supuesta ignorancia del personaje que preside la primera economía del mundo? No caigas en el error de atribuir decisiones planificadas y previsibles desde hace meses a una reacción simplista por parte de un gobernante de temperamento inestable, corrupta moral y formas zafias. Trump y los suyos saben perfectamente lo que hacen. Sólo aplican la estrategia de la Internacional Ultra en todo el mundo. Buscan acceder al poder, apropiárselo, acrecentarlo en clave autocrática y corromperlo. Buscan acumular riqueza sin límite en las élites de la tecnocasta oligárquica. Y buscan, con sus aspavientos, ocultar el desastre de su gestión para con el interés de las mayorías. Las oligarquías llevan siglos inventando enemigos para aplastarnos a nosotros, que somos su enemigo real. Y ahora han empezado a hacerlo a cara descubierta, alucinadas de contar incluso con el apoyo de muchos de aquellos a los que vampirizan. Llegados a este punto estoy harto de que me hablen de moderación. ¿Acaso ellos la tienen? ¿Acaso tienen alguna empatía? ¿Acaso les preocupa algo que no sean ellos mismos? Sacrifican a sus "amadas patrias", venderían a su madre si con ello obtuvieran beneficio. Ellos son moderados porque la tranquilidad social beneficia a sus negocios. Pero cuando la gente estalla, porque ya no puede más, exigen moderación, y diálogo, y concordia, a la vez que azuzan a sus funcionarios uniformados para que muelan a palos a los discordantes, a los que protestan contra sus "paraísos". Lo han hecho siempre. Da igual que sean obreros, estudiantes, mujeres o jubilados. No son los suyos. Ellos sólo se juntan con los que más tienen, con los que más explotan, con los que más pisan.

FundeuRae 6-4

 Quedan meses para que la FundéuRAE elija la palabra del año y me atrevo a aventurar que ésta va a ser arancel. A ver, que lo mismo de aquí a diciembre toman fuerza otras como autodestrucción, apocalipsis o soplapollas, pero apuesto por arancel. Lo sé porque en cualquier reunión de "cuñaos" que se precie, esos sabelotodo que ven siempre todo hecho unos zorros y opinan que ellos lo arreglaban en dos patadas, esos "sabios de calle" que antes chupaban palillo mientras leían el Marca en el bar, pronuncian -mínimo- tres veces la palabra arancel entre buche y buche de gin tonic. Ahora el "cuñao" es interclasista. Va desde el "clase media" que no tiene donde caerse muerto, hasta el "señorito" de noble cuna. El primero socializa y pontifica usando como fuente el saber popular, entendido éste como una mezcla de a) lo que dice la tele; b) lo que a mí me parece y c) una mezcla de refranes y aforismos sacados del Super Pop. El señorito puede ser tan ignorante como el anterior, pero en su impostada superioridad cree que su opinión, como la del Papa, está inspirada por Dios y es -por tanto- infalible. Hasta que choca con sus intereses. Ahí está el aristócrata Cayetano Martínez de Irujo, despotricando contra Trump y la postura de Vox a propósito de los aranceles. Y es que les tocan el parné y sueltan eso de "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros". Lo mismo le ha pasado a Willy Bárcenas, el vástago melódico del presidiario Luis Bárcenas, el que lleva años luchando contra lo woke desde su "taburete", que ha dicho: "Yo antes de las elecciones iba con Trump..., pero ahora con esto de los aranceles...". Nótese la complejidad intelectual que subyace bajo la frase. Pero lo mejor es el "papelón" de personajillos que llevan meses haciendo la pelota a Trump, caso de Abascal o Ayuso. El primero lleva días eructando estupideces: “entiendo y respeto los aranceles de Trump a los productos españoles"; "PP y PSOE están arrastrando a los españoles a una guerra comercial suicida"; "Quien parece que se va a librar de los aranceles es la señora Meloni, porque le cae bien a Trump, porque no se ha convertido en la persona antagónica de Donald Trump". Este tío le tendrá alergia a trabajar pero como vidente..., es una mierda. Ayusita se ha olvidado de los aplausos a Trump y ahora ve "un fallo garrafal" la imposición de aranceles... pero critica que Sánchez... tenga un Falcon. "¡Me cachis! No voy a poder darle a Donald la medalla de la Comunidad de Madrid este año". En fin, demostrar que eres un patriota idiota seguidor de Trump ahora es un 20% más caro. ¿No se te queda cara de pingüino?

Nuestra guerra comercial 5-4

 A lo mejor los "parias" podemos convertir una guerra comercial, que nos está vedada y donde sólo jugamos el papel de víctimas, en una guerra de inteligencias. Teniendo enfrente a un zote engreído que cree saberlo todo, darle una lección, un baño de realidad, una patada en el culo de sus empresas y sus votantes, no sería muy difícil. Si a este lerdo sin vergüenza ni moral sólo le interesa el dinero, utilicemos el nuestro para ello. Sólo hay que tener una "miajita" de voluntad y podremos darle a los ricachones americanos donde más les duele. Usemos menos WhatsApp, propiedad de Meta. Usemos un buscador distinto a Google, y Discovery, ni mirarlo. Para desayunar, unas tostadas con margarina que no sea Flora. Si optas por unos cereales, evita marcas como Frosties, All-Bran, o cualquier producto de la norteamericana Kellogg’s. Y no se te ocurra guardar sobras en un "Tupperware". No olvides que si quieres calentar algo precocinado es susceptible que sea de Unilever. Y si optas por llevarte a la boca algo para picar, una chocolatina por ejemplo, seguramente sea de Mars Inc, también de EEUU. A la hora de vestirse evita "mercarte" unos Levi’s que, además, pueden estar fabricados por niños en régimen de semiesclavitud en Bangladesh, India, Egipto, Vietnam. Si evitas entrar en un Starbucks, además de aplaudirle el hocico a Trump, lo mismo logras no ir de moderno y hacer el "canelo". Y ya sería de nota que evitarás pedirte en el bar una Coca-Cola, una Pepsi, una Fanta, un Red Bull, un Seven-up, un Sprite, un stickers, un Minute Maid, una Budweiser, un Aquabona, un Aquarius, un Bacardi... Y si te entra hambre recuerda que estás en el país de las tapas, las raciones, los bocatas... Aplica aquello de "más flamenquines y menos burguerkines" y huye como de la peste de McDonald´s, Burger King, KFC, Taco Bell, Dunkin’ o Domino’s. En la merienda evita las Oreo y, antes de calzarte unas Nike, recuerda que este gigante de ropa deportiva es campeón en violaciones de derechos humanos en sus fábricas proveedoras. Y al acabar el día, si te echas en el sofá a ver una serie… en Netflix, también estarás engordando la cuenta del "amigo americano". Evita también usar ambientadores, geles de baño o detergentes de Procter and Gamble (P&G), o su productos de higiene bucal (Oral B, Listerine, Colgate). Y si los sustitutos no los compras por Amazon, lo estarás petando.

En abril, aranceles mil

 Ya lo dice el refrán: "En abril, aranceles mil. Y los tontos ya no caben en un barril". Empezamos el mes con el cambio de hora. ¡Me preocupa! Me preocupa que, junto a las campanadas de fin de año, esto demuestre la idocia de los españoles que, año tras año, visibilizan su incapacidad para enterarse de "lo de los cuartos" o de lo del reloj (Tik tok, Tik tok...) "si a las dos serán las tres, o a las tres serán las dos". El personal necesita semanas para acostumbrarse al cambio de hora. Es como el "jetlag" de los pobres. Algunos lo aprovechan para justificar sus retrasos, aunque ahora se lleva más decir eso de "es que me he liado en El Ventorro". En todo caso llevamos pocos días y yo ya no sé donde meter la pasta ahorrada por el cambio de hora. Después está lo del Emérito (o deberíamos llamarlo Emirito?) y Revilla; es decir, lo del Campechano, el Bribón, el Comisionista, el mataelefantes, el telepredicador navideño, el moderno Prometeo, que robó la democracia a los dioses para regalársela a los españoles...; y el cansino parlanchín. Ahora mismo, mi ilusión es que el Emérito se persone en el juicio del brazo de Froilán IV de la ESO y llame a Revilla "Caranchoa". En este duelo de octogenarios, el más rico le pide al otro 50.000 euros. ¡Qué torpe!. Podría haberle pedido algo que no tuviera en Abu-Dabi, como anchoas, vergüenza o dignidad. Para colmo, el padre aparece con la cara como un inglés después de su primer día de playa en Torremolinos, porque se ha achicharrado la cara esquiando. ¿Qué será lo próximo, hacerse ronchas en las pelotas de tanto rascárselas? Y Leonorcita es motivo de escándalo por bañarse en una playa en bikini en vez de con un refajo adornado con el Toisón de Oro, la banda de la Gran Cruz del Mérito Militar y el Collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III. Para colmo el bikini es catalán, sostenible y sólo cuesta 77 euros. ¿Dónde vamos a llegar? Yo le ponía aranceles a la estupidez humana. Ojo, que yo no me obsesiono con el tema. No soy como mi amiga Aranceli, que paga 15 euros por un café y un bollo en el Starbucks y ahora teme que le suban los huevos (Esto suena fatal). Entre los lugares afectados, dos islas, Heard y McDonald, donde solo hay pingüinos. Se entiende: El necio de Trump ha entendido que McDonald's iba así a obtener pingües beneficios. En fin, al ritmo al que va la actualidad, el incendio del Reichstag es ya el mes que viene. Y, mientras tanto, no te quejes de que te quieren silenciar las élites y comprueba antes si tú banco te ha devuelto el recibo del internet de este mes.

Renuncia a pensar 4-4

 El pensamiento único está cosechando su última victoria: que mucha gente renuncié a pensar. Y el ser humano, sin pensamiento, sólo es el más bruto de los animales. Seguramente no es el fin de la Historia, pero se le parece. Eso sí, es el fin de una Historia, porque la situación es tan grave, más allá del decorado de la acumulación material, el consumo inmoderado y la felicidad postiza, que se necesitaría de una corrección radical -que casi nadie quiere asumir- para revertirla. Así que la enfrentamos con el precipitado de una acumulación de postureos y de aberraciones que, en todo caso, alargarán la agonía del moribundo. Y para colmo llega Trump y arrastra a su país a una delirante situación de aislacionismo económico e intervencionismo "golpista" a todos los niveles. Trump, su política, su gobierno tecnofascista y gran parte de sus seguidores, son la muestra de una debilidad congénita, de un infantilismo retrógrado propio de quien se cree superior y quiere apropiarse de todos los juguetes, de quien quiere marcar reglas propias y absolutas para que todos se sometan a sus irracionales propuestas. Trump no es la solución a nada, es el problema, es el efecto más patente de la descomposición de un régimen que ha llegado a su fase "brutalista", una fase de sumisión forzada y extracción, de explotación intensiva y depredación de recursos y personas. Trump, es una especie de dino-empresaurio nato. Una máquina de calcular beneficios donde quiera que aposente su gordo culo, un provocador, un moroso empedernido, la última expresión de cómo la política obedece casi siempre a cálculos económicos. Pero, lo más preocupante -al menos para mí- es que masas enteras de baja extracción social están comprando sus discursos a toda esta gente sin escrúpulos morales y desprovista del menor atisbo de ética y que está ascendiendo a la cúspide de numerosos gobiernos del mundo. Trump es solo el referente principal, otros como Bukele, Miley, Bolsonaro, Orban, Meloni… son aprendices de él. Y llegarán muchos más, todos ávidos de poder y dinero. Las masas, cuando son ignorantes, son siempre así. "Make America great again" -como cualquier otra apelación a la patria- no deja de ser una patochada, un recurso infantil para el consumo destinado a distraer a individuos con deficiencias cognitivas, un engaño masivo a la clase media empobrecida de los EEUU que le ha votado en masa o a cualquier cobarde acomplejado que vea un enemigo en los emigrantes, las mujeres, todo lo que huela a transgénero, o que no sea supremacista blanco o detractor del cambio climático… Todos esos zombis (tomen o no fentanilo) que quieren mantener el "sueño americano" consumiendo recursos sin límite y, a ser posible, de otros países. Algunos, en su estupidez infantiloide, sueñan con viajar como turistas a Marte en la nave Starship con el comandante Elon Musk al mando.

Guerra cultural 3-4

En estos tiempos agonizantes que vivimos, algún estratega de la ultraderecha descubrió que la guerra ideológica que libraban se ganaría mejor camuflada, y lo bautizó como guerra cultural. Esa guerra pasaba por apropiarse de las palabras del "adversario" y cambiar su sentido. Y empezaron a hablar de libertad para referirse a la ausencia de reglas civilizadas. Y de liberalismo para dar nuevo nombre a la explotación salvaje. Ahora Trump llama el día de la liberación a la agresión económica de su gobierno contra el resto del mundo. Así, de paso, oculta que en su país están empezando a detener a la gente por las calles o que hay turistas que son retenidos durante semanas en centros de detención migratoria antes de ser deportados. Conviene, por tanto, no dejarse engañar y llamar a las cosas por su nombre. Decirle a esta gente que justicia es promover que todos los seres humanos sean iguales, de manera efectiva, sin distinción de género, de raza, de color, y que cuando ellos hablan de justicia e igualdad, se equivocan o mienten. Es el momento de gritar que es injusto que los jóvenes no tengan acceso a la vivienda en nombre de una libertad de mercado que no es más que el privilegio de algunos acomodados. Gritar que mienten los que dicen que el mercado dará satisfacción a todos. Gritar que es injusto que se deterioren la sanidad y la educación, y a aquellos que dicen que dejarlas en manos del que pueda pagárselas es un ejercicio de la libertad, gritarles ¡Y una mierda! Hay que decirle a esta gente que el estado del bienestar es el gran logro de las sociedades democráticas, avanzadas y humanistas, y que su guerra contra ella sólo persigue su beneficio económico. Hay que decirles que sí, que el diálogo, la cooperación, la diplomacia y las reglas de convivencia internacional son mejores que la ley del más fuerte. Y que no, que el más fuerte no tiene derecho a pisotear a nadie. Hay que decirles que no nos engañan cuando llaman "invertir en seguridad" a lo que son vulgares compras de armamento. Hay que gritar que lo que hace Putin en Ucrania es una agresión sin paliativos. Y que lo de Israel en Gaza no es una guerra, es una acción salvaje, inhumana y criminal; un genocidio a la vista de todos. Ahora que tanto nos hablan de "seguridad", de rearme, de guerra..., hay que saber que la primera guerra que hay que ganar es esta triste guerra ideológica y comenzar por no dejarse engañar. El problema es que, como decía Jorge Bucay, "nadie tiene más posibilidades de caer en el engaño que aquel para quien la mentira se ajusta a sus deseos".

Hipócritas 3-4

 Decía Homero: "Odioso para mí, como las puertas del Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra". Y Moliere afirmaba que "la hipocresía es el colmo de todas las maldades". En España las élites han sido siempre especialmente hipócritas, empezando por la monarquía y siguiendo por la iglesia y los que han detentado el poder. No han pensado más que en sí mismos. Siempre han ensalzado un falso e hipócrita patriotismo, pero, en realidad, lo único que les ha importado son sus propios intereses. Y seguimos igual. Ahí tenemos a Santiago Abascal, que ha construido su imagen a partir de fotos con caballos y un discurso basado en la defensa de la empresa privada, el esfuerzo individual y la crítica feroz al supuesto parasitismo del Estado. Sin embargo, un análisis de su trayectoria laboral revela su flagrante hipocresía: Abascal no tiene ni un solo mes cotizado en una empresa privada. Su vida entera ha transcurrido en el ámbito político, sostenido por el dinero público, a menudo practicando la mamandurria en chiringuitos montados para que cobrará sin trabajar, lo que lo convierte en un ejemplo paradójico de aquello que dice combatir. Su vida vida profesional está exclusivamente ligada a la política. Destaca su puesto de director de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social de la Comunidad de Madrid, un chiringuito que le montó Esperanza Aguirre cun un sueldo anual de 82.000 €. La fundación quedó disuelta en 2013, sin que Santi dejase un solo papel que certificase su trabajo. El mismo día de la disolución fundó Vox. A pesar de su retórica en favor del sacrificio y el trabajo duro, no hay registro alguno de que Abascal haya trabajado alargen de la política: Ni un empleo en una empresa, ni un negocio propio sostenido por su esfuerzo, ni un solo día enfrentándose a las vicisitudes del mercado que tanto dice defender. Sólo una tan breve como oscura incursión como "autónomo", con la empresa Hammer Hostelería SL. la compañía, que supuestamente gestionaba una franquicia de Heineken, terminó en quiebra, con deudas de más de 131.000 euros y condenas por no pagar a sus trabajadores. Abascal ha hecho de la crítica a los "chiringuitos" políticos y al despilfarro del dinero público un pilar de su discurso. Sus ingresos entre 1999 y 2013 -cuando funda Vox- se estiman en más de 730.000 euros solo en sueldos públicos. Este es el que despotrica contra "la casta" o los "parásitos" del sistema. En un país donde millones de personas madrugan cada día para ganarse la vida, enfrentándose a la incertidumbre y el esfuerzo real, la figura de Abascal resulta un insulto. Es sólo un beneficiario perpetuo del sistema que dice despreciar. Si hay un parásito en esta historia, búscalo con su semblante hipócrita envuelto en la patriótica bandera de sus intereses personales. Es un tipo de chiste sin gracia. Como la representación de Vox en Santa Cruz de Tenerife, que ha pedido que los chistes de gangosos sean declarados "patrimonio artístico". O las declaraciones del propio Santi, acusando al gobierno y el PP de los aranceles de Trump a España. ¡Patriotismo de mierda practicado por perritos falderos!

Le Pen, otra choriza

La ultraderecha global está en pie de guerra con la condena de Le Pen. La hija ultraderechista, no el padre ultraderechista, negacionista del Holocausto, furioso racista, machista, homófobo y maestro del odio. Supongo que es genético. Ya ni robar tranquilos les deja la pérfida dictadura woke. A este paso ni ondear sistemáticamente el estandarte del odio, ni dar golpes de Estado justificando salvar a la patria, ni dañar a los débiles hasta la muerte, ni mezclar a las Instituciones con asuntos turbios personales..., nada les van a dejar hacer a los pobres. ¿Qué van a hacer ellos si delinquir está en su código genético?. ¡Pero si siempre lo han hecho! Lo cierto es que la ultraderecha global ha cerrado filas en torno a Le Pen tras ser condenada en Francia. Y lo han hecho con toda la carga cínica y grotesca que cabía esperar. Los más "moderados" hacen acusaciones de falta de separación de poderes. ¡"Pa mearse"!, si tenemos en cuenta que el fascismo se opone, de oficio, a la separación de poderes. Los más cínicos, o sea todos, proclaman que la sentencia "asesina a la democracia francesa". Eso lo dicen los amantes de las dictaduras. Y los más "aguerridos" dicen que la sentencia es una declaración de guerra por parte de "la Unión Europea". Ya que estamos echando mierda -han debido pensar- vamos a ensuciar el nombre de Europa. Además, ya hablan de combatir en las calles, con la movilización del pueblo. Los líderes políticos de la ultraderecha en Italia, Países Bajos, Hungría o España, rechazan de forma categórica la sentencia. Algunos, en su habitual y grotesca pose teatral de falsedad y cinismo, han dicho que el fallo judicial es una estrategia antidemocrática para “silenciar al pueblo francés”. Porque ya sabemos que estos fachas travestidos de falsos demócratas son muy partidarios de que el pueblo se exprese. Siempre -claro está- que sea a su favor, si no mandas a los antidisturbios a apalear ancianos, ¿verdad, Milei? Desde la Rusia de Putin -gran amigo de todos estos fachas-, su portavoz presidencial ha dicho que “cada vez son más las capitales europeas que siguen el camino de pisotear las normas democráticas" ¡Joodeeeer!. Salvini ha dicho que "no se dejarán “intimidar". Orbán, el fascista húngaro, ha declarado “Yo soy Marine” Yo, que él, me lo hacía mirar. Que un ultramachista y homófobo como él se declare mujer... No sé, yo creo que además del complejo de Aristóteles, tiene el complejo de complejo de Agar y Sara; el de Madame Bovary; el de Eróstrato y hasta el de Lolita. Aquí, Abascal se ha limitado a compartir en redes el hastag "Je Soutiens Marine" (Yo apoyo a Marine). Primero porque éste anda flojito de idiomas. Además, porque así trabajas menos que escribiendo algo personalmente. Y en EE.UU., el dúo de caricatos "Trumpelon", los modernos Abbott y Costello con gorra de béisbol, o los nuevos payasos de la tele -como prefiero llamarlos- han hecho lo habitual: mirarse el ombligo, hacer muecas grotescas, escupir sandeces y falsedades y apoyar a los fascistas del planeta.

Esperpento 2-4

 Hace poco más de un siglo Valle-Inclán creaba el esperpento: una técnica literaria que se basa en deformar sistemáticamente la realidad, acentuando sus atributos grotescos e incoherentes. Don Ramón supo leer perfectamente lo que era España, esto es, un país de gente grotesca. La denuncia del "Emérito", ese esperpento coronado, a Miguel Ángel Revilla, es el último capítulo del sainete llamado España, ese país donde te levantas por la mañana, enciendes la radio o la tele y empiezas a escuchar noticias increíbles, despropósitos delirantes y a personajes absolutamente disparatados, grotescos, engreídos, asalvajados. Hoy, un sujeto amante de la caza de elefantes y señoras de buen ver, que ahora vive en Abu Dabi tras ser pillado en múltiples delitos fiscales y tejemanejes, ha denunciado al expresidente de una comunidad autónoma, conocido por regalar anchoas y salir en un programa de televisión con hormigas. Y lo ha hecho por atentar contra su honor. Y yo me pregunto, ¡coño!, ¿pero a este tipo le queda algo de honor? Lo mismo lo tiene guardado en algún banco suizo y no lo sabemos. Me imagino a Letizia despotricando contra el emérito mientras le echa aftersún al marido. Otro que bien baila: ha aparecido este lunes en un acto con el rostro quemado por el sol, y antes de comenzar su discurso, ha pedido disculpas por su aspecto. El "pobre" se ha quemado esquiando, pues sigue dedicando los fines de semana a "hacer vida de soltero". Con las "niñas" esparcidas por el mundo, una jugando a Nancy marinera y la otra en Gales estudiando Bachillerato -como cualquier chica normal-, dicen voces cualificadas que con su mujer tiene pactado un matrimonio de conveniencia, con vidas privadas autónomas. Debe ser como el "cese temporal de la convivencia” de sus hermanas. Lo cierto es que Felipe pasa los fines de semana viviendo su vida y ahora con un añadido peligroso, pues sabemos que algunas actividades las hace sin protección. Pero volviendo al jefe del clan, ¡espera, que hay más!. Para completar el sainete, la abogada que le representa es la misma que se encarga de las acciones civiles del novio de Ayuso. Aunque teniendo en cuenta que es la abogada de González Amador,el presunto defraudador confeso..., con eso se entiende todo. A lo mejor, lo que busca el Emérito es la complicidad de "Ayusita la fantástica" y el respaldo de su rabioso sabueso Miguel Ángel Rodríguez para amedrentar a cualquiera que se le ocurra hablar de sus golfadas. No descarto que Abogados Cristianos se querellen contra Revilla por delito de odio contra sus creencias en los Reyes Católicos. Y Hazte Oír hará lo propio porque a defensores de los valores ultrapatrios, a ellos no les gana nadie. El "del Golfo" dice que si gana los 50.000 € que reclama los va a donar a Cáritas. Ya podía haber hecho lo mismo con algunos de los muchos millones de "nuestro" dinero con los que durante años ha estado tapando las bocas de sus "querindongas". Y lo peor, la turra, nivel cósmico, que nos va a dar Revilla. ¡Con lo que habla este hombre! Temo que el pobre muera ahogado en su propia verborrea.

Jano

Jano es el dios romano de las dos caras. Debido a ello tiene una doble personalidad. Una tiende a mentir y otra a decir la verdad. Ambas tienen el mismo objetivo: causar la indecisión y la desgracia en aquellos con los que se encuentra. Creo que Jano debería ser proclamado el patrón de la actual Justicia y aceptar que es el responsable de las decisiones de muchos jueces y la defensa, o el ataque, que muchos crispadores profesionales hacen de ellas. Tenemos sobre la mesa dos ejemplos. Por un lado la condena a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer cargo público de la ultraderechista Le Pen, tras ser declarada culpable de desviar fondos del Parlamento Europeo a su partido. Ha sido el punto final de "la semana fantástica de la financiación ultra". Primero supimos que Anticorrupción investigaba a Vox por financiación irregular; después que uno de los alumnos aventajados de Le Pen en nuestro país, el ultra Luis Alvise Pérez, será investigado por un posible delito de financiación ilegal y, por último lo de Le Pen. Mala semana para los salvapatrias de la extrema derecha, esos que se disfrazan de honrados pero sólo esperan el momento para meter la mano en la caja. ¿Y qué hacen estos "defensores" de la Justicia? Pues se reúnen en manada para patearla. Esto gusta mucho a los ultras. Le Pen dice que la condena viola el estado de derecho, su partido se victimiza y ya intentan convertirla en mártir; ponen en duda la imparcialidad de la justicia; los medios próximos a la extrema derecha hablan de "golpe de estado", acusan al tribunal de estar escorado hacia la izquierda y ya planean una "rebelión popular". Como era de esperar, la ultraderecha europea (Orban, Meloni, Salvini, Vox...) y el Kremlin se han volcado con Le Pen. Elon Musk, en su zafio e infinito cinismo ha calificado el fallo como un "abuso del sistema judicial" que "la izquierda radical" utiliza cuando no puede ganar las elecciones. Y Trump, en su egolatría, dice que la condena a Le Pen es un "asunto importante" y la compara con su historial judicial, victimizándose. Otro ejemplo, el de la absolución de Dani Alves, porque "los jueces no se creen a la denunciante". Habría mucho que decir en este asunto, pero es curioso que todos los de la cruzada anti sanchista, todos los que convulsionaron con la "ley del sí, es sí", tras despellejar públicamente a Errejón, andan por las tertulias defendiendo al Tribunal que absuelve a Alves y jurando dar su vida por la "presunción de inocencia". Esperando estoy al juicio y sentencia del ex de Podemos. Si se le absuelve por falta de pruebas, toda esta patulea se pasará dicha presunción por el forro y echará pestes contra el magistrado de turno. ¡Maldito Jano!