martes, 15 de abril de 2025

Le Pen, otra choriza

La ultraderecha global está en pie de guerra con la condena de Le Pen. La hija ultraderechista, no el padre ultraderechista, negacionista del Holocausto, furioso racista, machista, homófobo y maestro del odio. Supongo que es genético. Ya ni robar tranquilos les deja la pérfida dictadura woke. A este paso ni ondear sistemáticamente el estandarte del odio, ni dar golpes de Estado justificando salvar a la patria, ni dañar a los débiles hasta la muerte, ni mezclar a las Instituciones con asuntos turbios personales..., nada les van a dejar hacer a los pobres. ¿Qué van a hacer ellos si delinquir está en su código genético?. ¡Pero si siempre lo han hecho! Lo cierto es que la ultraderecha global ha cerrado filas en torno a Le Pen tras ser condenada en Francia. Y lo han hecho con toda la carga cínica y grotesca que cabía esperar. Los más "moderados" hacen acusaciones de falta de separación de poderes. ¡"Pa mearse"!, si tenemos en cuenta que el fascismo se opone, de oficio, a la separación de poderes. Los más cínicos, o sea todos, proclaman que la sentencia "asesina a la democracia francesa". Eso lo dicen los amantes de las dictaduras. Y los más "aguerridos" dicen que la sentencia es una declaración de guerra por parte de "la Unión Europea". Ya que estamos echando mierda -han debido pensar- vamos a ensuciar el nombre de Europa. Además, ya hablan de combatir en las calles, con la movilización del pueblo. Los líderes políticos de la ultraderecha en Italia, Países Bajos, Hungría o España, rechazan de forma categórica la sentencia. Algunos, en su habitual y grotesca pose teatral de falsedad y cinismo, han dicho que el fallo judicial es una estrategia antidemocrática para “silenciar al pueblo francés”. Porque ya sabemos que estos fachas travestidos de falsos demócratas son muy partidarios de que el pueblo se exprese. Siempre -claro está- que sea a su favor, si no mandas a los antidisturbios a apalear ancianos, ¿verdad, Milei? Desde la Rusia de Putin -gran amigo de todos estos fachas-, su portavoz presidencial ha dicho que “cada vez son más las capitales europeas que siguen el camino de pisotear las normas democráticas" ¡Joodeeeer!. Salvini ha dicho que "no se dejarán “intimidar". Orbán, el fascista húngaro, ha declarado “Yo soy Marine” Yo, que él, me lo hacía mirar. Que un ultramachista y homófobo como él se declare mujer... No sé, yo creo que además del complejo de Aristóteles, tiene el complejo de complejo de Agar y Sara; el de Madame Bovary; el de Eróstrato y hasta el de Lolita. Aquí, Abascal se ha limitado a compartir en redes el hastag "Je Soutiens Marine" (Yo apoyo a Marine). Primero porque éste anda flojito de idiomas. Además, porque así trabajas menos que escribiendo algo personalmente. Y en EE.UU., el dúo de caricatos "Trumpelon", los modernos Abbott y Costello con gorra de béisbol, o los nuevos payasos de la tele -como prefiero llamarlos- han hecho lo habitual: mirarse el ombligo, hacer muecas grotescas, escupir sandeces y falsedades y apoyar a los fascistas del planeta.

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