Bruselas ha presenta su guía de supervivencia para los hogares europeos. Un inventario de productos básicos que, en caso de grave crisis climática (como si no estuviésemos ya en una), nuclear (¿un accidente en una central obsoleta a la que se le prolonga la vida, cuenta?), sanitaria (¿que supusiese, por ejemplo, dejar morir a miles de ancianos en sus residencias?) o energética, permitiría a las familias sobrevivir las primeras 72 horas desde la llegada del caos sin necesidad de ayuda externa. ¡Hombre, claro!, después de lo de la Dana yo confío en que, en caso de catástrofe mundial, en tres diítas tengo yo resuelto cualquier problema. No encuentro palabras. ¿Neurosis, desvergüenza nivel Dios, Acipotamiento integral colectivo? Pero sí sé que la historia nos recuerda que, cada vez que desde el poder se nos pide sin disimulo que pensemos en un futuro de apocalipsis es para evitar que pensemos en el presente. Nadie puede decirte cómo pensar, pero sí en qué pensar. Y no hay nada mejor que pensar con miedo en caos y pastillas de yodo para aceptar con naturalidad que el ambulatorio de la esquina cierre para que una base militar abra. Los políticos, empezando por Sánchez, insisten en que esto no es rearme sino "inversiones en seguridad". ¡Vamos, no me jodas! ¿Seguridad? Dirección General de Seguridad se llamaba la rama de la Policía franquista que se dedicaba a perseguir la disidencia con violencia y torturas. Además nos juran por Snoopy que estás "inversiones" no se detraerán del gasto social. ¡Ya! Hoy mismo el gobierno laborista (perdón, pero son ellos los que se llaman así)
anunció el aumento del gasto militar desde abril, al tiempo que confirmó más recortes en prestaciones sociales de aquí al final de la década. ¿Nos van a volver a poner en el dilema de cañones o mantequilla? Vamos a dejarnos de milongas. La historia nos recuerda que el miedo y la resignación siempre han sido las mayores fuentes de riqueza de los ricos. Y los que más tienen han apostado por seguir aumentando su riqueza en la próxima década con la industria armamentística. El caos y penurias que provocará en las familias que buena parte del gasto social se destine en los próximos tiempos a armamento que resulta inútil frente un escenario de potencias nucleares no lo va a solucionar ningún kit doméstico de emergencia. Estamos a un paso de que los "curritos" vuelvan a ser considerados carne de cañón. A ver quién es el primero en plantear la vuelta del servicio militar obligatorio.
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