martes, 15 de abril de 2025

No vivimos buenos tiempos 18-3

 No vivimos buenos tiempos. El desorden general, la ausencia de certezas, la rebelión de los necios, la conquista del poder por los miserables y el miedo ligado a la ignorancia y una cierta frivolidad, contaminan todos los ámbitos de la vida. Asistimos a una perversión de algo tan esencial como el lenguaje. Muchas palabras, antes de hermoso contenido, son denostadas, desvirtuadas para manipular a la sociedad. Creo que el lenguaje es un comportamiento: así nos expresamos, así somos. Por tanto, la banalización del lenguaje es la banalización misma de la existencia. Son planos que crecen o menguan en paralelo. Lamentablemente, esta edad es una edad superficial, frívola y banal en términos amplios. Como consecuencia lo es el lenguaje. Y a la inversa. No conozco otra herramienta para combatir esta situación más que el pensamiento: pensar cansa, pero es imprescindible. Los "banalizadores" lo saben muy bien y por eso dedican sus factorías de pensamiento a producir etiquetas sociales para moldearnos, y lo consiguen. Casi todo tiene que ver con el triunfo de lo tecnológico, su dominio por parte de gentes de un egoísmo feroz y grandes corporaciones a las que sólo interesan el beneficio, y con su mal uso. Los próximos años -quizás sólo meses- serán decisivos pero la cosa no pinta nada bien. Es necesaria la reacción de la sociedad pero lo que se aprecia es una contra reacción. De cómo salgamos de ella dependerá que desemboquemos en un futuro esperanzador o en un infierno. Sigue habiendo pensadores que son optimistas y publican libros admirables, yo quiero creer en ellos. Pero en lo inmediato soy pesimista. Ahora bien, ser pesimista no es sinónimo de ser pasivo. Por eso milito en el pensamiento donde milito, donde siempre he militado. Hay que volver a ejercer los deberes de ciudadanía de los que mucha gente ha dimitido, refugiándose en sus privados e irreales palacios de invierno a sestear. Esto es absolutamente contraproducente. No cambiaremos el mundo, pero es necesario empujar a favor, aunque sólo sea con el pensamiento. A ver si entre todos podemos, aunque sólo sea, remansar la vida. En recuperar el pulso tranquilo de lo cotidiano nos va el futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.