¿Sapiens?, que risa 27-3

 ¿Sapiens?, ¡qué risa! Somos, sin duda, la especie más estúpida que ha habitado la Tierra. Cuando tendríamos que unirnos más que nunca en un esfuerzo colectivo para la salvación del Planeta, nos entregamos a una nueva ronda darwinista de guerra de todos contra todos y contra Gaia. Parece que nos urge acabar cuanto antes. Cuando tendríamos que ser más prudentes y cuidadosos nos entregamos al exceso y la locura nihilista: que personajes de la nula catadura moral de Trump, Musk, Putin o Macron -quizás mañana Le Pen- tengan a su alcance el botón rojo del apocalipsis nuclear es una de las pesadillas distópicas más tenebrosas que nunca hayamos podido imaginar. Que ante las innumerables urgencias vitales a las que nos enfrentamos la respuesta de los ciudadanos sea encumbrar a fanáticos como Trump, Milei, Meloni, Netanyahu, Orban... y permitir que se extienda el fascismo, no es buena noticia y, mucho menos, solución alguna. Más bien lo contrario. Así que, ante estas pavorosas perspectivas me pregunto cómo hacer para habitar los días oscuros sin dejar que los afectos negativos me hundan en la desesperación. Y la estrategia que sigo es la de aferrarme a las pequeñas luces y alegrías de la cotidianeidad, rumiar recuerdos bellos, amasar sueños y deseos liberadores. Iba a escribir "libertarios", pero esta palabra también ha sido víctima del brutalismo y la falsedad de la neolengua reaccionaria que coloniza el sentido común de este momento crepuscular. Su significado original se ha pervertido radicalmente: que ese monstruo argentino de la motosierra se autodefina como libertario es un buen ejemplo de lo bajo que estamos cayendo, aunque eso sí, hay que reconocerle a ese psicópata que la motosierra es un excelente símbolo de la barbarie destructiva de nuestro tiempo. Así las cosas intento dar las gracias por lo que tengo, sabiendo que en este momento, todo lo que tengo es todo lo que necesito y que lucho por ser yo el que posea las cosas y no las cosas las que me posean a mí. Y más, como decía Francisco de Asís, procuro necesitar pocas cosas y las pocas que necesite, las necesitare poco.