"Israel"Díaz Ayuso se ha autoproclamado como la más firme defensora del derecho a la vida... de los fetos de menos de 22 semanas. Pero que no se asusten sus incondicionales ultras, no se le ha ablandado el corazón; que no, que no es eso. Ella sigue representando a todos esos grupos antiabortistas ligados a la ultraderecha o a los ultracatólicos del PP que defienden a los "no nacidos" pero no mueven un dedo por los nacidos desfavorecidos. A ella -como a ellos- le importa una mierda el asesinato de 20.000 niños palestinos de corta edad a manos del ejército israelí. Le trae al fresco que otras cuantas decenas de miles soporten la hambruna que les impone su admirado Netanyahu. Salvo por su interés en deshacerse de ellos, se la trae al pairo lo que les pase a los 6.000 menores extranjeros no acompañados que llegaron a España en patera en 2024. Y no se conmoverá un ápice ante los cientos que seguramente mueren ahogados en las travesías. Se la suda cada uno de los 200.000 menores migrantes que sufrieron abusos y que Trump ha puesto en la fila de la deportación. No moverá un dedo para que los más de 1800 niños y niñas que viven en la Cañada Real recuperen la luz eléctrica, ni para que mejoren las condiciones de vida de los casi tres millones de niños en riesgo de pobreza que hay en España. No, qué va. Bastante tiene ella con bajar impuestos a los ricos mientras garantiza las becas de sus hijos. La verdad es que a Ayusita la vida de un feto le importa exactamente lo mismo que la de un anciano sin seguro médico privado: nada. Lo que le importa a la presidenta madrileña es el rédito político que pueda obtener de cualquier situación. Es enfrentarse al gobierno central. Es confundir, hacer que muchos crean que es una cuestión de ética personal cuando, en realidad es un "asunto de negocios". Porque, que nadie se equivoque, descartado el interés por los nacidos, lo único que queda es el interés por conseguir que abortar gratuitamente en la sanidad pública no reste negocio a la privada. Por eso, también, el interés por no desvelar el nombre de esos médicos que alegan "objeción de conciencia" en la pública para ganar más dinero practicando abortos en la privada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.