Un artista chileno ha colado en el Museo de Cera de Madrid, junto a la escultura de Trump, otras de Ayuso, Almeida y Abascal como ratas a sus pies, Netanyahu de muñeco diabólico y Milei como su perrito. Lo ha clavado. Bueno, quizá con Ayuso se ha excedido. Hubiera bastado con una repulsiva cucaracha. Yo la he comenzado a llamar "Israel" Díaz Ayuso, con "y" de Netanyahu, por haberse convertido en la principal agente del sionismo internacional junto a su pelele Almeida. Pero, chavales, no se lo tengáis muy en cuenta, pues sólo son criados del lobby sionista y no tienen autonomía -ni inteligencia- más que para repetir lo que le ordenan los defensores del genocidio gazatí en Madrid. Su "amo" es David Hatchwell, un empresario que mantiene unos lazos estrechísimos tanto con Almeida como Ayusita. El empresario, en una entrevista en Argentina, fue presentado como el mentor de "Israel" Díaz Ayuso. Cuesta pensar que sea tan miserable como manifiesta con sus declaraciones. Puede que hable así para disimular sus complejos de inferioridad intelectual. Esta impresentable no sería capaz de mantener un debate con un argumentario suficientemente coherente más de 5 minutos. Como tampoco de soportar una entrevista medianamente incisiva con un periodista auténtico. Por eso sólo concede entrevistas a Susana Griso, Ana Rosa Quintana o cualquiera de esos pseudo periodistas de ultraderecha que ella subvenciona con dinero público. La mayoría de sus intervenciones "no dirigidas" son una muestra de indigencia cultural y de una pobreza de expresión, que deberían avergonzar a todos los madrileños. La estrategia comunicativa de Ayuso -bueno, la que le diseñan M.A. Rodríguez o Jiménez Lo Santos, su gran protector- es la usada por Trump: inundar el campo mediático de "noticias", a cual de ellas más disparata, con el objetivo de que se hable de lo que ella quiere. Y le funciona gracias a la contribución de muchos medios "amigos". Yo podría darle 7.291 argumentos -tantos como ancianos ella dejó morir solos y aterrorizados- por cada una de las astracanadas, disparates, bufonadas, necedades, estupideces, barbaridades, vulgaridades, ordinarieces..., que salen de su boca. Sin embargo, aquí estoy, hablando de ella en vez del protocolo de sus residencias de Madrid o de los problemas judiciales de su pareja, su hermano, sus padres... ¡Maldito inútil!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.