Hola Paqui. Ha llegado el día. Y lo primero que quiero decirte es que no tienes razones para preocuparte más de lo que lo harías cualquier otro. Hoy no es día para preguntarse "¿Por qué?", sino para decirte a tí misma, "¿Por qué no?".
Queremos controlar la vida al 100% para estar tranquilos, pero eso no es posible. La vida es un 10% lo que nos ocurre, y un 90% cómo reaccionamos ante ello. Y esto último sí que está en nuestra mano. Mucho más cuando estamos rodeados de personas que nos mantienen a flote y nos empujan hacia adelante.
Hay dos grandes verdades que en ocasiones necesitamos recordar, especialmente cuando estamos bajos de ánimos o desalentados por alguna razón: La primera es que puedes más de lo que te imaginas. La segunda que quizás la vida te ha golpeado, pero todavía no ha logrado -ni podrá- quitarte la sonrisa.
Y si por un momento tienes ganas de llorar, no las reprimas, pero hazlo por dentro hasta no poder más... sabiendo que mañana vas a volver a sonreír. Y, por supuesto, mirando siempre hacia adelante, porque uno sólo debe mirar hacia atrás en la vida para recordar buenos momentos y para ver lo lejos que ha llegado.
Los que alguna vez nos hemos lanzado a patear los caminos, sabemos que el único sitio donde la meta (con m) aparece antes que el camino (con c) es en el diccionario. Así que recorre ese camino con ilusión para llegar alegre a tu destino.
Decía la Madre Teresa de Calcuta: "La vida es una oportunidad, benefíciate de ella. La vida es belleza, admírala. La vida es un sueño, alcánzalo. La vida es un desafío, enfréntalo, La vida es un juego, juégalo". Y yo añado: porque sólo jugando se puede ganar y porque tú te lo mereces.
Eres una persona fuerte. Hoy limítate a hacer lo que es necesario, mañana emprender la tarea de hacer lo posible y, después, antes de que te des cuenta, estarás haciendo lo imposible.
Y para estar más tranquila, haz como yo en estos casos, repasa si llevas todo lo necesario siguiendo la letra de una canción de Serrat:
"el carnet de majaras en la cartera... un plano detallado para salir del infierno, un cielo con estrellas y goteras, un manual de instrucciones para todo, un frasco con pastillas de colores, una flor en el pelo prendida, la carta esa que nunca terminaste, y remedios varios contra el mal de amores" y, lo más importante, la mano y el aliento de todos los que te quieren.
¿Qué puede fallar? Creo que nada. Así que ánimo y a coger carrera para poder mañana seguir transitando los caminos que tú elijas y que más te gusten.
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