Parir en la privada

Leo una noticia que cuenta la historia de una mujer que lleva pagando 51 € al mes a una compañía médica privada durante cuatro años. Cree estar bien cubierta. Pero a la hora de parir le largan una factura de 10.000 €. Narra después varios casos de mujeres que tenían programado un parto natural en distintas clínicas privadas. Sin copago alguno. Pero en el ultimo minuto "uuuuy no, tiene que ser por cesarea o corremos un serio peligro". Y, tracatrá, a pagar. Habla un doctor que lleva mas de 20 años sin atender un parto natural. Es la letra pequeña que nadie ve, el negocio, la trampa. Porque para la sanidad privada no eres una paciente: eres un cliente. Eres su fuente de beneficio. Días después leo otro artículo que dice que un reciente estudio de la Escuela de Medicina de Harvard (poca broma) concluye que los hospitales privados en EE.UU. registran un fuerte incremento de la mortalidad en salas de urgencias (13%) y UCIs en comparación con hospitales públicos. Las estancias en UCI se redujeron, lo que sugiere una presión para “descargar” camas rápidamente, y se observaron trasferencias frecuentes de casos graves a centros públicos. Vamos, lo que se llama "sacudirse el muerto", te ahorras una pasta y "el muerto" se lo cargas a la pública en las estadísticas. La sanidad pública, con sus carencias, con sus colas, con sus listas de espera, con sus profesionales "quemados", sigue siendo el único escudo real ante la vida. No porque sea perfecta -que no lo es- sino porque no busca lucrarse con tu salud. Defenderla no es nostalgia ni ideología: es sentido común. Pero hoy vemos como la desmantelan para inyectar dinero a la privada y no movemos un dedo. "Es que yo tengo un seguro privado de 40 eurillos al mes" ¿Y tú te crees que va a durar mucho que pagando 480 € al año te hagan gratis una operación de apendicitis que -tirando a lo barato- tiene un coste medio de 3.500 €? Aquí empieza a haber más tontos que ventanas.