lunes, 3 de noviembre de 2025

¿Recocilia qué?

Lo clavó aquel eslogan turístico español de los años 60 que rezaba: "España es diferente". Las democracias europeas tienen un poderoso componente fundante que las define y les aporta solvencia ética y política a su convivencia democrática. Ese carácter fundante es el antifascismo. En el caso de España el camino recorrido ha sido justamente el contrario, pues la democracia llega con la restauración monárquica impuesta por un dictador fascista y "obligada" por la evidencia de que una monarquía tutelada por una dictadura era inviable en la Europa del último cuarto del siglo XX. De ahí se derivan muchos problemas, pues la democracia se impuso sin tocar un ápice las estructuras de una dictadura que, no fue ya vencida, es que ni tan siquiera fue amonestada. El jefe del Estado fue el que el caudillo había designado y formado. Los jueces que un viernes salieron del Tribunal de Orden Público ocuparon el lunes sus mismos despachos en la Audiencia Nacional. Ni un solo militar de alta graduación fue, ni tan siquiera, enviado a la reserva. Los policías de la Brigada Político Social siguieron en sus comisarías y, algunos de ellos, acabarían condecorados por sus servicios. Los antiguos ministros de Franco fueron los encargados de organizar la derecha democrática. Esa singularidad morbosa del origen de nuestra derecha explica todavía hoy sus pulsiones autoritarias y su negativa a condenar la dictadura. Esa es la base de la Transición en España, basada en una torticera interpretación de la "reconciliación", usada como un obstáculo para revisar o confrontar el pasado de manera honesta; y la "concordia" impuesta como forma de hacer caso omiso de los agravios y las heridas pasadas, en lugar de resolverlos de forma significativa. Es curioso que las memorias del "Campechano" se titulen "Reconciliación" (Yo creo que son des-memorias y podrían llamarse "Recochineo") y que éste y sus lacayos mediáticos y bufones varios estén ahora obsesionados por recuperar el "espíritu de Concordia". ¿Tendrá esto algo que ver con esas "leyes de concordia" que impulsan PP y Vox (cada vez más proclives a defender y exaltar al Franquismo) que sustituyen -con la intención de cargarse su intento de justicia y reparación- a la Ley de Memoria Democrática? Que cada uno ate cabos.

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