domingo, 30 de noviembre de 2025

Joer con la educación

El primer problema de la educación es que todo el mundo cree saber del tema, con argumentos tan "sólidos" como "yo he estado muchos años en la escuela" o "tengo dos hijos". Desde hace tiempo, muchos expertos en sandeces y pamplinas, ante cualquier problema que preocupa, sueltan aquello de "es cuestión de educación... hay que incluir en los programas el tema". Y así, en la escuela hay que enseñar educación vial, educación sexual, afectiva, financiera, digital, para la salud, la alimentación sana, el emprendimiento, educación en valores y dimensiones de los clavos de Cristo. ¡Coño, que no da tiempo a enseñar a la chavalería a leer, escribir y las cuatro reglas!. Entre muchos progres visionarios con gafas nerd, esos que tienen como libro de cabecera un manual de psicopedagogía y piden elevar a los profesionales de la orientación educativa a los altares, la culpa de la situación política la tiene el escaso peso de la Educación para la Ciudadanía. Curiosamente, los carcas del "con fulanito se vivía mejor" también achacan todos los males del orbe nacionalcatólico a la pérdida de los valores de la civilización europea occidental provocada por "wokadas" como la Educación para la Ciudadanía. Miren ambos, muchos nos formamos en las escuelas primarias del franquismo y nos pilló la Constitución en el BUP. Eran tiempos de adoctrinamiento político y religioso, de cantar el Cara al Sol antes de entrar en clase, de colegios donde niños y niñas estaban separados, de clases presididas por crucifijos y catequesis obligatoria... Y fachas, muy fachas, no hemos salido. Ya está bien de cargarle el mochuelo de todo a la escuela. Si de todo tiene que hacerse cargo la escuela, resulta altamente ineficaz. Su capacidad de "educar" es limitada. Pocas veces se considera educación la que se recibe en la familia, lo que aprendemos por experiencia, lo que nos llega de los medios de comunicación, internet, las redes, lo que nos aportan los grupos en los que participamos. Pero lo que si depende de la escuela es fomentar el conocimiento, la capacidad de comprensión, despertar la conciencia crítica y capacitar al individuo para entender y cuestionar la realidad. Y ahí, precisamente ahí, es donde la izquierda lleva años pegándose tiros en el pie con sus políticas educativas.

La mala suerte de Tillman

 En abril de 2004 Pat Tillman, un exitoso jugador de fútbol americano en la NFL, murió en Afganistán. La primera versión oficial decía "muerto en una emboscada talibán tras salvar a varios compañeros". Se le convirtió en un héroe y lo cargaron de medallas póstumas. Pero su familia promovió una investigación que determinó que en realidad su muerte se produjo por disparos de sus compañeros -todos en la cabeza- "tras confundirle con un talibán". Pero había cosas muy extrañas como que esos "compañeros" quemaron su chaleco antibalas y su casco. Y alguien quemó también su diario. Sus amigos sabían que le había escrito a Noam Chomsky para "contarle la verdad" en su deseo de convertirse en un defensor de la paz. Alguno de ellos, que había leído su diario, confesó que llevaba tiempo cuestionando las razones de la presencia de EE.UU. en Afganistán, escribiendo cosas como: "Espero que esta guerra sea más que petróleo, dinero y poder. Pero dudo que sea así". Dos días antes de su muerte había escrito: "Solo estamos aquí para proteger las drogas de la CIA y los banqueros". Trump ha emprendido -dice él- una cruzada contra el tráfico de drogas en el Caribe. Inmediatamente focalizó esa lucha contra Venezuela. Hace unos días declaró formalmente a Maduro como miembro de una organización terrorista extranjera. Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, superando las de Arabia Saudita. Que cada cual ate cabos, no sin recordar antes la explosión del Maine, que sirvió a EE.UU. como excusa para declarar la guerra a España y arrebatarle Cuba, Puerto Rico y Filipinas; el incidente de Tonkin, la excusa para intervenir en Vietnam; las armas de destrucción masiva de Irak o "la confusión" que mató a Tillman.

El silencio del olivar

Nos hemos convertido en expertos liquidadores de la naturaleza, de la belleza, de la vida. Somos feroces depredadores de nuestro propio futuro y sólo parece que nos decidimos a proteger aquello sobre lo que podemos implementar un beneficio económico. La misma razón que nos lleva a alterar y destruir todo lo demás. La ciudad no es sólo el opuesto a lo natural, es su principal agente destructor. Lo vemos bien cuando en tren o en coche nos acercamos a una ciudad y atravesamos ese espacio desordenado y caótico como un trastero desordenado que es su área periurbana. Es el patio trasero donde vamos "dejando" todas aquellas cosas que resultan molestas en la ciudad. Me causa pesadumbre atravesar esos lugares, antaño zonas de campo, que hoy son secarrales repelentes a los sentidos. Mirarlos es ubicarse en medio de una nada apresada entre carreteras y nudos de autovías. Son zonas inhóspitas, sólo habitadas por una rala vegetación huérfana de contexto, roedores, insectos y algunos pájaros despistados. A menudo camino entre olivares. Hace sólo 30 o 40 años, el olivar era un "bosque" humanizado, un lugar donde campeaban las perdices y cantaba el mochuelo al caer la tarde. Hoy el olivar tradicional, el de secano, agoniza por la degradación y erosión del suelo, la reducción de las lluvias que provoca estrés hídrico y plagas que se ven agravadas por el cambio climático. Esos olivares donde tantas especies encontraban refugio, desaparecen, dando paso al olivar de regadío intensivo, adocenado, donde los olivos son como los tomates de supermercado, tan perfectos como insípidos. Donde ya tan sólo queda espacio para olivos y aceitunas, en una actividad mecánica e industrializada. Donde el aumento del beneficio se hace a costa de la pérdida de un elevado número de aves comunes, de millones de toneladas de suelo fértil, del saqueo de los freáticos y la contaminación puntual en ciertos lugares del agua y del suelo. El resultado es el silencio del olivar.

viernes, 28 de noviembre de 2025

Revisar

 Dijo Joseph Pulitzer: "Unos medios, una prensa cínica, mercenaria y demagógica producirá un pueblo cínico, mercenario y demagógico"

Vivimos tiempos cínicos donde vemos a tipejos infames decir que hay que preservar la democracia mientras la golpean sin piedad e inoculan en la mente social que la democracia no es un valor a preservar. Suelen ser expertos en manipulaciones y mentiras. Los periódicos, televisiones y radios de nuestra derecha mediática venden ya más silencios que noticias. Es la otra cara del bulo: la ocultación de la verdad. Y se hace de una forma tan descarada como se difunden las mentiras. Esta gente no tiene más interés que el de instalar el hartazgo suficiente como para que la gente abandone la política y les deje el terreno libre. Interés en que abandone toda esperanza, toda lucha y reivindicación y termine buscando únicamente protección, la que "ofrecen" los ultras. Ese es su único objetivo, no tienen otro.

Después la extrema derecha aprovecha esos hartazgos y esos miedos lógicos, los que sólo se curan con más justicia, para transmutarlos en temores irracionales, los que no tienen remedio o, mejor aún, los que sólo se remedian con acciones racistas, xenófobas, homófobas, aporofóbicas... cargadas de violencia, la pócima mágica del fascismo.

ANOTOP AT

La luz viaja más rápido que el sonido. Es por ello que algunas personas parecen brillantes hasta que abren la boca. Eso es lo que le pasa a Don Alberto. A Feijoo me refiero. No se lo que le pasa a esta criatura pero creo que lo han tangado con la operación para quitarse las gafas y no ve un pijo. Así pasa que se mira al espejo y se ve tan inteligente que intenta comprobarlo y, a veces, no entiende ni una sola palabra de lo que dice. Se cree tan humilde que cree ser el mejor en ello. Este señor es el típico que si tuviese dos cerebros, seguro que diría el doble de tonterías. La última vez que ha quedado como Cagancho en Almagro ha sido cuando en el Congreso se trabó -leer tampoco es su fuerte- en una de sus réplicas a Sánchez durante la sesión de control al Gobierno. Así, cuando intentaba pronunciar una frase elocuente le salió un críptico: "Anotop at". Inmediatamente un comité de sabios compuesto por insignes lingüistas, reputados filólogos, eruditos bíblicos, brillantes neurocientíficos, prestigiosos científicos conductuales, expertos en poliglotía, estudiosos de la Torá, los evangelios apócrifos, los Vedas y el Bhagavad Gita y lumbreras varios con doble grado en esoterismo y máster en ciencias ocultas, se reunieron para descifrar la frase. Ahí siguen. Yo, en un primer momento pensé: Ozores y Chiquito de la Calzada viven. La lucha sigue. Después pensé que el muchacho está poseído por el algoritmo de Ikea y le hace anunciar su último modelo de taburete de cocina. Tampoco descarto que sea una frase satánica, pues si la lees al revés resulta "Tapotona", la abuela gorda del topo demoníaco. Aunque quizá sea todo más fácil y sólo ocurra que este tío es un zote. En fin, qué sería de la vida sin la oportunidad de escuchar estúpidas frases.

jueves, 27 de noviembre de 2025

Para Vicente de M.J. y J.

La vida de una persona no la definen sus logros, la definen sus frutos, la cosecha que logra recoger tras una vida de trabajo. Y la de Vicente es ya a estas alturas copiosa. Hoy Vicente es ya hijo adoptivo de La Luisiana, el pueblo al que consagrado una parte importante de su sagrado ministerio de enseñar y ha entregado un largo período de su fecunda vida.

Vicente es muchas cosas pero para nosotros es, sobre todo, y además de amigo, un maestro, un buen maestro, ese que a base de desvelos puede inspirar afecto por el aprendizaje, prender la imaginación y crear esperanza.

De esos maestros que siguen creyendo que cada alumno, cada alumna, merece una oportunidad y que la escuela es uno de los últimos lugares donde todavía es posible equilibrar las desigualdades y potenciar las capacidades. De los que nos recuerdan que enseñar es un oficio tan antiguo como complejo, tan difícil como bello, y que él ha dominado a base de vocación, compromiso y corazón, hasta dejarse jirones de piel en el intento.

Vicente es un maestro de los que nos enseñan que un buen docente, antes que un técnico del aprendizaje, es un profesional con vocación de entender el mundo y guiar a otros para que también lo entiendan.

Vicente no es un maestro de 8 a 3, de maletín para pasear los "trastos" y taquilla ordenada. El es de los que ha hecho de su vocación una profesión casi artesanal y, más allá de la simple labor docente, se ha preocupado de conocer la complejidad de su alumnado, las dinámicas sociales de su entorno, las dificultades de las familias, los conflictos de convivencia, la diversidad creciente y hasta los sueños a medio hacer y los miedos que no siempre se dicen.

Vicente siempre ha sabido que antes de enseñar hay que comprender. Y comprender exige tiempo, dedicación, esfuerzo... Pero sobre todo proyectar hacia afuera una mirada limpia, comprensiva y solidaria, porque como dijo Antoine de Saint-Exupéry en boca del Principito: "Lo esencial es invisible para los ojos. Solo se puede ver con el corazón".

Los que en algún momento le hemos acompañado sabemos, como él, que entre reformas apresuradas, competencias que se enumeran como si fueran ingredientes de una receta y recortes que llegan siempre a la misma puerta, la educación no es algo que funcione por decreto ni el resultado de la gestión administrativa y laboral de un funcionario.

Vicente, por el contrario, ha ejercido una labor de filigrana, tejiendo una comunidad educativa que piense en el bien común. Entendiendo que insuflar vida a un Centro no es una técnica, es una forma de mirar y entender la sociedad. Y en esa mirada cabe la solidaridad, el cuidado, el respeto, la colaboración y el cariño. Es una forma diferente de mirar, de sentir y de comportarse, de proyectar la propia vida desde dentro pero pensando en los demás. Por eso a Vicente sus frutos lo desbordan. Es el resultado de más de media vida sembrando en el alma de sus "niños" semillas de esperanza, en una comunidad que ahora lo honra y se honra dándole categoría de hijo adoptivo. Y no olvidemos que la palabra adoptar proviene del latín "optare", que tiene el hermoso significado de "desear".

Esto que aquí hemos escrito quizá no sean más que palabras. Pero esas palabras son también fruto de la cosecha de Vicente. Algunos sólo verán en esta palabra un nombre. Pero nosotros vemos en ella admiración, amistad que compartir, ilusiones por estrenar, una ventana que sigue abierta para vivir lo sorprendente. Porque, como decía Pablo de Olavide -ese nuestro viejo conocido-, "No hay nada más personal que la manera en la que entendemos las palabras".



miércoles, 26 de noviembre de 2025

El "Pepinismo"

Valor es lo que se necesita para defender públicamente tus ideas, y desvergüenza lo que se requiere para mentir con descaro y exponer sin remordimientos tu naturaleza ruin y canalla. Esta "gente" ha perdido la vergüenza y ya no le incomoda ser indecente. Es más, ni se molesta en disimularlo. Han pasado de decir eufemísticamente que "no tienen complejos" a hacer del cinismo su herramienta favorita. Sin ambages. Lo que ha hecho el PP durante la celebración del día internacional para la eliminación de las violencias machistas es una auténtica metáfora visual de la falsedad de lo que venden. Han publicado un vídeo donde aparece un hombre (Jaime de los Santos, nuevo "perro de presa" del partido) hablando ante la cámara, explicando qué mujeres son feministas y cuáles no, y detrás un grupo de señoras "de bien" escuchándole sin hablar. Toda una declaración de intenciones. Están dispuestos a arrasar con cualquier avance conseguido y retrotraernos a tiempos pasados. Aquí, como en tantas otras cosas, esta gente se limita a copiar de los ultras americanos. Allí, organizaciones antifeministas exhiben con desparpajo ideas y eslóganes como: "No se necesita un título para triunfar, no te obsesiones con un sueldo o un título, tu corazón debe estar dedicado completamente al hogar”. "La cocina es donde empieza la verdadera revolución” o hay que “cambiar el feminismo por la feminidad”. Venden pegatinas con lemas como: "Mi estación favorita es la caída del feminismo" o "Menos agotamiento, más bebés, menos feminismo”. Sueltan perlas como que “el acoso sexual en el trabajo no supone un problema para la mujer virtuosa". Las "empresas" antifeministas "disparan" ideas como que “la cocina es donde empieza la verdadera revolución". En los stands de sus ferias antifeministas venden “vitaminas para mujeres conservadoras” o permiten escribir frases en el mural de “chicas malas” sobre fotos de mujeres progresistas para dejarles insultos o deseos de muerte, a modo de dedicatorias. Ya veis. Todo tiene una raíz y no surge de la nada. Vox niega sistemáticamente la violencia de género y se desmarca del minuto de silencio por las víctimas de violencia machista. El vídeo del PP tiene un claro mensaje: Detrás de un gran machista siempre hay un grupo de mujeres calladas.

Para Manolo

 Pues esta vez tampoco has acertado, pero has estado cerca. Cómo demuestra la foto es un antepasado mío, pero no es oro todo lo que reluce. Sólo la aureola mística, que la tenía brillante como una patena a base de frotarla con una gamuza de piel de conejo untada con netol y saliva. Su nombre es una mala traducción. El verdadero era Jonás y le conocían como "el que más va al bar". Y, claro, los pastores belgas (los perros no, los de alzacuello), sin saber papa de andalú y muy aficionados a la cerveza, tradujeron el nombre como Juan Berchmans. A muy temprana edad no sintió la llamada de Dios. Después tampoco. Pero el era tornero fresador, se hizo daño en la muñeca por beber del botijo a una mano, desarrolló el síndrome del túnel carpiano y tuvo que dejar el trabajo. Como no sabía hacer otra cosa, salvo cantar flamenco por martinetes como la madre que lo parió, acabó emigrando a Bélgica con una talega de ropa y una gallina utrerana. Al llegar llevaba una chaqueta de su primo y un jersey de cuello alto que le quedaba ridículo de chico. Tanto que al meter la cabeza rajó la parte anterior del cuello, de manera que asomaba por ella el pico de una camiseta blanca de franela, cuyo tejido estaba más tieso que el obispo de Cádiz en una guardería. Total, que parecía que llevaba un alzacuello, lo confundieron con un sacerdote y lo alojaron en el convento jesuita de Villiers. Allí, harto sopas, dedicó su vida al estudio de la elaboración de chocolates y, en sus ratos libres, a hacer chuletas, con las cuales acabó aprobando las oposiciones a presbítero del convento. Tras ello mandó "convento" fresco la vida seglar y se dedicó a vivir del cuento piadoso. Pero eran malos tiempos para la orden jesuítica, escaseaban las limosnas y los monjes estaban más quemados que el mapa de Bonanza, así que el convento montó una FP concertada de Fabricación Mecánica para aprovechar la experiencia de Jonás. Y ahí, como bien dice el texto, fue considerado un modelo para sus jóvenes estudiantes, pues para ir a clase se ponía unos monos muy ajustados que le hacían tipín y se dedicaba a cantar flamenco. Con el ruido de las máquinas no se oía bien su voz y un cachondo de la FP básica corrió la voz de que sonaba como Rosalía. Fue su triunfo definitivo. Pero -ahí también lleva razón el texto- empezó a destacar en su alegría y fidelidad a las reglas. Hasta tal punto que se fabricó una metálica con la que se dedicó a abrear de palmetazos a todo alumno que no progresaba adecuadamente. Esa fue su perdición. Un padre del consejo escolar lo denunció a inspección, lo emplumaron y ahí comenzó su martirio. Fue condenado a no jubilarse nunca, lo apartaron de los talleres y lo confinaron en el aula de convivencia para que elaborase actas, rellenase a mano y por triplicado todo tipo de inútiles informes, se encargase de todo el proceso de evaluación, mejora y recuperación e hiciese a diario todas las tareas del alumnado. Cómo hacía mucho frío en la sala de convivencia, estaba siempre resfriado, se le caía el moquillo y lo limpiaba con la bocamanga del mono de tergal. Su problema de túnel carpiano le hacía no controlar la fuerza del brazo y se daba unos tremendos golpes en la nariz que, por ello, se le quedó como a Lucas, el enemigo de Andy. Era el reidero de alumnos y compañeros y el inspector inquisidor se apiadó de él y decidió darle matarile. Primero intentaron quemarlo, pero según cuenta la leyenda el fuego no le hizo ningún daño. Después se le realizó la extracción de sus ojos, pero él dijo "no os puedo ver, sois lo peor" e interpretaron que seguía viendo. Después lo arrojaron repetidamente y de cabeza desde lo alto de una escalera de recoger melones, pero tampoco funcionó. Finalmente fue decapitado con un cúter oxidado y mellao. La aureola dorada, antes deslumbrante, quedó pringada de sangre. Esa es su reliquia, expuesta para su adoración en una caseta de plástico que, a manera de capilla" se la levantado en la rotonda de su pueblo que está enfrente de la chatarrería. Y esa es la verdadera historia de Jonás. Por tanto hoy tampoco es San Juan. Te aconsejo que aproveches el Black Friday para comprarte el martiriológico 3.0 que trae ya las últimas actualizaciones.

martes, 25 de noviembre de 2025

Debe haber un lugar

Si algo fue, fue un amante de la vida, un devorador de la vida, que se bebía a grandes tragos, y en la que se revolcaba, feliz y triste al mismo tiempo. Si algo es, es un ser hondamente vital, explorando todos los recovecos de la existencia, hurgando en sus pliegues, enfangándose en las luces y las sombras del mundo, entre carcajadas y quejidos. Pero siempre insumiso a sus leyes y fronteras, incompatible con las normas que laminan el vuelo de la imaginación y el advenimiento del placer. Por eso en su territorio abundan las exclamaciones y las preguntas, que revelan tanto dudas como asombros. Registra con minucia lo que le sucede al ir viviendo, al ir desengañándose, al ir cumpliendo años, pero conservando la frescura de una piel acariciada, de una fruta recogida del árbol o de un aroma captado en el aire fresco. Y al final de su diario está escrito:

Debe haber un lugar que no conozco.

No sé de dónde vengo.

No sé adónde voy.

Soy un hombre de paso.

Debe haber un lugar.

He de llegar allí para quedarme.

Pero no sé si tendré tiempo

para vivir lo no vivido,

para matar lo que viví,

 para vivir la muerte antes de que me muera.

lunes, 24 de noviembre de 2025

Respuesta

Buenos días. Después de un fin de semana de ayuno voluntario de las redes y de una escapada al valle del Ambroz (si no lo conocéis, os lo aconsejo. Espectacular ver los castañares en otoño. Toda una sinfonía de colores. Alojamiento en Hervás. Hay que ver la magia de su barrio judío. Y ayer, todo un descubrimiento: Candelario, en Salamanca. Imprescindible. En un artículo periodístico dijo de este pueblo 

domingo, 23 de noviembre de 2025

Cuando caduque el pulso

De pequeños, soñamos. En la adolescencia, fantaseamos. De adultos pasamos, de perseguir anhelos, a querer volver a la Ítaca de nuestra juventud. Y a medida que nos "metemos en años", cuando todavía a lo lejos apenas se dibuja lo inexorable, la idea del morir, de abandonar la existencia, flota en el éter. Por eso nos aferramos a la belleza de lo vivido, de lo que hemos sido. Sabemos que uno no muere hasta que deja de ser recordado, por ello, nuestro objetivo es perpetuar el recuerdo para seguir vivo. Mal negocio en tiempos donde la memoria cotiza a la baja. Porque ahora todo es efímero y caduco, todo es híbrido y no alcanza el calendario, todo se disuelve en mil maneras para no llegar a ninguna parte, todo es frío. Por eso me pregunto: “¿Quién sufre y de qué forma la disolución de la memoria? ¿Quién conoce otra cosa que no sea la dialéctica del frío?”. De tanto bajar la mirada, de prestar atención a lo intrascendente, olvidamos que en nuestro paisaje vital cabe toda la belleza de la existencia, desde el amor al paso sereno del tiempo, y temas tan hondos como la muerte, donde todos quedamos convocados en un futuro. Quizá es esa meditación existencial la que vertebra ese rincón de mi cerebro sobre el que no tengo poder. Sé que en algún momento tendré que marcharme. No me agarraré a ningún imposible, pero deseo que alguien venga a recogerme con una sonrisa amable y una mano tendida. Ya lo tengo escrito:

Cuando venga el negador de primaveras,

cuando la marea de naftalina me persiga,

cuando sea la hora de la hora,

y caduque el pulso,

no te pierdas, corazón: ven a buscarme.

La represión fría

A todos esos ignorantes, mentirosos, o ambas cosas, que repiten como papagayos esa falacia de que con Franco se vivía mejor, tras negarle la mayor yo les diría que lo que sí se vivía era más callado. Ese silencio oscuro y pesado fue el resultado de la "represión fría", un mecanismo que actuaba mediante la exclusión social y la asfixia administrativa y económica. La represión fría se materializó en la depuración sistemática de la totalidad de la función pública: más de 100.000 expedientes de depuración. De médicos a maestros; de jueces a carteros. Los que se libraban de acabar en una fosa se convertían en muertos civiles. No se les fusilaba: se les "borraba". Se les inhabilitaba de por vida, sin derecho a ejercer su profesión, sin pensión, muchas veces sin posibilidad siquiera de obtener un carnet de identidad. A ello se sumaba la represión económica: la "confiscación" de bienes, el expolio disfrazado de “responsabilidades políticas”, el robo de todos los bienes y propiedades de los vencidos y la marginación laboral de los perdedores de la guerra y sus familiares. Pero el instrumento más eficaz fue el silencio impuesto, el miedo a hablar, a recordar, a transmitir. Está represión no dejó fotos de cadáveres pero si a generaciones de españoles que aprendieron a vivir mirando al suelo, a callar en la mesa familiar, a fingir que la guerra había terminado en 1939 y que todo estaba bien después. El vecino sabía que el vecino había sido maestro republicano; la viuda sabía que su marido estaba en la fosa común del pueblo; el hijo mayor sabía que su padre había sido asesinado en Córdoba. Pero nadie hablaba. El régimen no necesitaba prohibir la memoria: bastaba con hacerla socialmente inviable. Eso, precisamente eso, es lo que pretende la derecha filofranquista eliminando la Ley de Memoria y sustituyéndola por ese engendro de falsedades, amnesia y nuevos silencios al que llaman leyes de concordia.

sábado, 22 de noviembre de 2025

Muerte de las pensiones

Vengo tiempo calificando el voto de los trabajadores a las derechas con el término "autolesivo". El ascenso de la ultraderecha en todo el mundo tiene que ver, precisamente, con ese voto frustrado, rabioso y suicida. El problema es que los intereses de los trabajadores y los que defienden las derechas son opuestos. Cuando aquellos las votan están empoderándolas para que les pisen el cuello con más saña y ninguna preocupación. La mayoría del Grupo Popular en el Parlamento Europeo, junto al peso de la extrema derecha (que ya roza el 25% de los escaños), explica algo que debería quitarle el sueño a muchos. La Comisaria europea de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Capitales (casi ná lo del ojo) ha soltado, sin pestañear, que: “Las pensiones del sistema público pueden ser en el futuro muy muy bajas”. La frase es toda una sentencia de muerte contra el último gran bastión de lo que en su momento fue el Estado de bienestar europeo. En Bruselas ya están preparando el desmantelamiento del sistema público de pensiones de manera que quede en algo residual y puramente asistencial. Cómo él cinismo y la desvergüenza de esta gente no tiene límites y todo "les cuela", el mensaje de la Comisión es que está "muy preocupada" por el futuro de los jóvenes, cuando en realidad lo que está haciendo es condenar a toda una generación a una vejez de vértigo. La idea -que no es nueva- es entregar a los jóvenes a la voracidad de bancos y aseguradoras privadas. Bruselas quiere comenzar a implantar planes privados de pensiones y de empresa para las nuevas generaciones de trabajadores. Es una privatización por la puerta grande que contempla la afiliación automática a planes privados, es decir, entrar directamente en un plan privado de pensiones cuando se firma un contrato con la empresa. Estos planes estarán gestionados por la banca y por grandes aseguradoras (BlackRock, Allianz, etc). Es el sueño húmedo del capital: miles de millones de euros de los sueldos de los trabajadores (cada vez más precarios) irán directamente a engordar las cuentas de resultados de la gran banca y las aseguradoras. Un gran negocio garantizado para ellos. En España, Unespa, la patronal de las aseguradoras, ya babea ante la perspectiva de gestionar un mercado que, según sus propios cálculos, podría mover 2 billones de euros adicionales en Europa. Ellos, sólo por la gestión, cobrarían comisiones del 1-2 % anual. Que nadie se engañe, no quieren "complementar" el sistema público, quieren liquidarlo. No es una "previsión", es un expolio. En Chile, después de 40 años de experimento con las pensiones de capitalización, el resultado es que más de un 90% de las pensiones de jubilación no alcanzan los 215 euros, dos terceras partes del SMI del país. Que nadie se engañe, este modelo es una transferencia directa de renta de los trabajadores a la patronal. Pues colará.

viernes, 21 de noviembre de 2025

Vicente, texto final

Reconocimiento, recuerdos, realidad injusta y caprichosa, agradecimientos y memoria. Tantas cosas, tanto tiempo, tantos ecos..., que pueden incluso aturdir el ánimo. Pero el bosque de emociones, el coro de latidos del alma, no pueden ocultar la verdad desnuda, la que nos enseña que para reconocer la dimensión de la obra de Vicente -porque su talla humana no es ni tan siquiera mensurable- no se necesitan reconocimientos ni homenajes. Sólo que él siga estando y su sombra nos cobije.

Mi querido Vicente, este instante quizá sólo sea una isla combatida por un tiempo que fomenta la prisa y el olvido. Sólo un breve tiempo en una tierra, a la vez áspera y amable, que una vez compartimos juntos. Un territorio ignoto para nosotros, donde ambos vinimos a explorar el futuro, a sembrar vocaciones, buscar tesoros y servir de apoyo. Un territorio donde dejamos jirones de nuestra piel, pero donde también encontramos motivación, ilusiones, alegría y amistad. Quizá estaba escrito y nosotros sólo teníamos que interpretar. Así que este momento será de los que nunca olvidaremos.

Tomo prestado el sentido de unas palabras de Unamuno para decir que Vicente es como un lugar acogedor, de esos de ir, quedarse y volver, y no de los de ir, pasarse y seguir. Es como una de esas patrias de adopción que son como remansos de espacio, de tiempo y de pensamiento, que invitan a sentir más que a discurrir.

Envidio de Vicente su gran capacidad de admiración, sorpresa y curiosidad, que son las tres cosas que definen más la infancia. No en vano Vicente es como un niño grande que en su inocencia provoca ternura y al que perdonamos todas sus travesuras.

Yo a Vicente llegué tarde; demasiado tarde para lo que me hubiese gustado. Y como siempre que se acude tarde a una cita imprescindible tuve la necesidad de recuperar el tiempo, de beber de forma atolondrada toda su presencia y de añorar su ausencia. Pero pronto aprendí dónde podría encontrarlo siempre: pisando los caminos menos transitados y sembrando paz.

Con Vicente comprobé la verdad de que admiramos las cosas por motivos, pero las amamos sin motivos. Por eso es para mí como un hermano.

Hermano, hay veces que el alma se pierde en terrenos de triste aridez. Pero incluso ahí es posible ver romper los veneros que nos ayudarán a saciar la sed. Es allí donde conviene sembrar las flores del recuerdo, pues por cada bien que pierdas nacerá una flor perfumada de nostalgia, que guarda en cada uno de sus pétalos el aroma de los que sientas ausentes.

Y si crees que tarda en amanecer, haz como el sol que nace cada día: levantarse, caldear, avanzar inexorable hacia el oeste y no pensar en la noche que pasó.

Bien conoces que el sol, caprichoso, se esconde a ratos. Y hay días que brilla cansado, como un poeta triste y silencioso. Pero sabes, igualmente, que el poeta aprende de la vida y tiene la virtud de hacerla más hermosa, incluso cuando cincela versos tristes. Así que nunca nos dejes huérfanos de tus versos.

Yo nunca he pretendido grandes cosas, pero que feliz me haría que uno sólo de los míos volara con una brisa perfumada hasta caer junto a los tuyos en alguno de los caminos que transitamos juntos.

Bonito oficio el tuyo. Al de engarzar palabras en el viento, me refiero. Y al de esculpir sueños pensando en otros. Y al de realizarlos con maestría poniendo en ello la ilusión, las manos y hasta el alma. ¡Chapó, maestro!

Ha llegado el momento de sonreir sabiendo que los frutos de tu trabajo generoso no quedarán enterrados en la arena, sino que ya son ávidamente recogidos por aquellos a los que durante años guiaste con paciencia, enseñándoles a marcar un rumbo fijo, a viajar serenos abrazados al oleaje hasta donde les lleve el alma que tú les ayudaste a forjar.

Es ahora el momento de recoger tu fructífera cosecha. Y de observar tu antiguo campo de batalla con calma serena, como un guerrero en paz, tranquilo y callado. Sin hacer ruido. Sin la necesidad, tan siquiera, que de ser nombrado, porque tus logros hablarán siempre por tí.

¡Hablar! Sabes que, a menudo a mi, me atrapan los silencios, sin que pueda ello anular el pensamiento. Y no es que a veces me olvide, es que hoy te recuerdo más, aún más si cabe, y no resisto a la vieja costumbre de liberar el alma de ataduras.

Por eso te digo que con amigos como tú el mundo brilla más, el peso es menos, el cariño más tierno, un tesoro que nunca deja de crecer, un lazo eterno que protege del olvido. Contigo, la amistad es mano extendida, un faro erguido, un rescoldo siempre encendido, una llama transparente que alumbra la vida.

Quiero finalmente desearte que navegues ahora tranquilo en tu gozoso regreso a tu Ítaca amada. Tras largos años, tras mil batallas, tras un largo viaje. Tú ya has marcado el rumbo, navegado a los mandos  lo más peligroso de la travesía, cuando el puerto de llegada ni tan siquiera figuraba en los mapas. Aplícate ahora a reparar el cansancio que te provocó el camino, úngete con el bálsamo de la mirada plácida y escudriña con codicia el horizonte donde habita tu tierra, tu casa y los abrazos de aquellos que te esperan.

Una casa es el lugar donde uno es esperado. Tienes suerte de poder disponer de muchas casas. Pero elijas la que elijas sabes bien que el mundo que construyas sólo podrá recitarlo tu alma. Y los demás estaremos esperando.

Promoción 12

No sé si yo puedo aportar algo a esta discusión. La llamo discusión porque, para mi, debate es otra cosa. Creo que aquí sobran opiniones y faltan argumentos y hechos contrastados. El problema de las opiniones es que son como los culos: Todos tenemos uno y pensamos que los de los demás apestan. Estoy de acuerdo con Pascal cuando decía que "La reina del mundo es la fuerza y no la opinión; pero es la opinión quien usa de la fuerza". También digo que el valor de una opinión es directamente proporcional al conocimiento real que sobre el tema del que versa tiene la persona que la emita, e inversamente proporcional a la carga emocional que contenga. Tal como está el patio urge salvar todo aquello que es estrictamente necesario. Una de esas cosas es la honestidad. Para mí el valor de la honestidad está en actuar con decencia, respeto y dignidad. Creo que es honesto decir lo que realmente se piensa. Lo que me provoca alguna dudas -honestamente, pocas- es si es lo mismo pensar que opinar.

Estoy de acuerdo en que todo el mundo tiene derecho a expresar libremente su opinión. Pero, dicho esto, empieza a cansarme ver todos los días a alguno de esos tipos expertos en acosar a otros, inventarse bulos sobre cualquier cosa, emprender campañas de odio contra periodistas, gente de la cultura, meteorólogos, o lo que se ponga a tiro ideológico, o reventar ruedas de prensa.

Me sorprende también, por ejemplo, la facilidad con la que algunos periodistas piden opinión a los famosos sobre asuntos que quedan fuera de su negociado. No sé muy bien por qué tengo que escuchar las milongas de un cantante sobre geoestrategia, ni por qué tantos deportistas dan charlas sobre educación, o por qué un torero me tiene que dar la turra con eso de que antes (¿antes de qué?) había más libertad (¿libertad para qué, para escabechinar toros o para tocarle el culo a una "gachi"?). ¿Qué ha pasado para que cualquier miembro de la farándula se crea con derecho a pontificar sobre las cuestiones más diversas? ¿Desde cuándo las opiniones de Mario Vaquerizo tienen más valor que un chiste del Risitas? ¿Ustedes quiénes son y por qué tenemos que escucharles? Cuando los verdaderos problemas de nuestro tiempo son expuestos y discutidos por el primero que pasa por allí se crea la ficción de que todo no son más que opiniones.

Ha salido por ahí a colación un tal Vito Quiles -Vito Zoppellari Quiles, para más señas- un tipo que fue jefe de prensa de Alvise Pérez, un eurodiputado ultraderechista acusado por el Tribunal Supremo -el mismo de la sentencia de ayer por -de momento- dos delitos: uno por acosar por redes sociales a la fiscal contra delitos de odio de Valencia; y otro por financiación irregular. Esto son datos contrastables, no opiniones. Don Vito últimamente se pasea de universidad en universidad, y no precisamente para visitar sus bibliotecas. Libertad de expresión, dicen. Hasta ahí bien. Me guardo mi opinión sobre lo que este señor hace, aunque nunca podré sentir respeto algunos por quien anima a organizar cacerías de migrantes, con quienes ven a todos los menores migrantes no acompañados como delincuentes, con quienes aplauden a un grupo de descerebrados musculados que amenazan y pegan palizas a las personas que no pueden pagar su alquiler, con quienes se burlan y hostigan a las personas trans, con quienes niegan la violencia machista, con quienes irrumpen en la plaza de Chueca de Madrid gritando "fuera sidosos del barrio", con quienes agreden a periodistas que no piensan como ellos, con quienes exaltan dictaduras, con quienes se burlan +ellos, tan cristianos- de los que aún yacen en las cunetas, con quienes vitorean los ataques a los Derechos Humanos, con quienes piden "colgar" a me da igual quien sea, o callan ante los que dicen que habría que fusilar a 26 millones de españoles, con quienes no se inmutan ante la muerte de 7291 ancianos en las residencias de Madrid, con quien llama "putas" a periodistas, con quien se niega a manifestarse a favor de las asesinadas por violencia de género...

No voy a discutir quién es el responsable de la crispación. Sobre todo si eso conduce a una discusión crispada. Lo que si tengo claro es que las democracias europeas -las de verdad, no las surgidas tras la caída del régimen comunista, rápidamente atenazadas por el síndrome del converso y una galopante corrupción- tienen un poderoso componente fundante que las define y les aporta solvencia ética y política a su convivencia democrática. Ese carácter fundante es el antifascismo. En el caso de España el camino recorrido fue justamente el contrario, pues la democracia llega con la restauración monárquica impuesta por un dictador y "obligada" por la evidencia de que una monarquía tutelada por una dictadura era inviable en la Europa del último cuarto del siglo XX. De ahí se derivan muchos de nuestros males. Esa es la base de la Transición en España, con sus virtudes y sus defectos. Y, entre éstos, una torticera interpretación de la "reconciliación", usada como un obstáculo para revisar o confrontar el pasado de manera abierta y honesta, con luz y taquígrafos, buscando la verdad sea la que sea; y la "concordia" impuesta como forma de hacer caso omiso de las heridas pasadas, en lugar de resolverlos de forma significativa.

Lo de "no abrir heridas" está muy bien, pero conviene que éstas estén previamente cerradas. Lo de que "hay que pasar página" también lo acepto, pero yo debo ser un raro que no entiende que se pueda pasar la página de un libro sin haberla leído previamente. Aunque no me guste lo que en ella esté escrito.

Y, por último y sin acritud. No entiendo que en lo que debería ser un debate, o incluso un intercambio firme, pero sereno de opiniones entre personas adultas, quepan expresiones como: Sí, sí. Lo que vosotros digáis"


Grupo21

Ocurre que transitamos últimamente por el mundo con la sensación de que un olor rancio y nauseabundo lo inunda todo. Es como si en algún sitio hubiese algún "bicho" muerto. En realidad, lo que pasa es que hay tantas cosas pudriéndose que el olor a descomposición lo impregna todo. Ocurre que para mucha gente nada parece encajar. Que el mundo parece haberse salido de sus goznes. Que todo queda, o demasiado grande o demasiado pequeño para su fin. Que la ideología altoburguesa está mucho más extendida que la clase social que le da nombre. Que los barrios obreros se han llenado de ilusos que se creen "señoritos" por tener un piso hipotecado, un SUP de renting, un smartphone de gama alta, una póliza barata con Adeslas, tener a los niños en un concertado, ser "socio" de un gimnasio o vacacionar una semana en Isla Canela. Ocurre que el personal es cada vez más individualista. Y, ya sabemos, que el individualismo se torna fácilmente en egoísmo, ahogando así a la persona. Pero creo que el mayor problema es la ignorancia que, como un cáncer con rápida metástasis, nos está arrastrando al abismo. Estamos llegando a una ignorancia peligrosa que legitima la violencia, la injusticia o la explotación y exalta y premia a los peores autoritarismos y dictaduras. Esta ignorancia -pienso yo- no es sólo la ausencia de conocimientos. No, qué va. Es un estado de exaltación, confusión o soberbia que impide aceptar hechos y evidencias incómodos. Es una ignorancia - lo vemos a diario y en todos los ámbitos- que se refugia en negacionismos y conspiraciones, que acepta soluciones simplistas o falsas, que sustituye las ideas por eslóganes y el razonamiento por el visionado de videos en Tik Tok. Que apoya a figuras mesiánicas de depravada moral y alimenta un ánimo social de polarización y enfrentamiento. Y lo peor de la ignorancia es que, a medida que se prolonga, adquiere confianza. Al final todos somos ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas ni todos practicamos una ignorancia autolesiva. Ocurre que esta sociedad se ha convertido en una gigantesca máquina de generar insatisfacción y, a partir de ella, mucha gente acaba siendo un confuso revoltijo de instintos, emociones primarias y pulsiones no controladas. Gente como ese camarero del que habla María José son meros peones de una partida que no comprenden, ni siquiera sospechan. Renuncian a todo proyecto de construcción personal. Solo bajo el paraguas del grupo dominante se sienten a salvo, creen ingenuamente a cualquier populista que les da la razón, o que se la quita a "los otros", sin reparar que eso no es algo más que un anzuelo para incautos. Sin intelecto y sin conciencia moral, la facultad de juzgar correctamente desaparece. La incoherencia, la confusión, el absurdo..., dominan el mundo. Un mundo que se ha convertido en un gigantesco Ventorro, donde a muchos comensales les importa una mierda lo que les pase a los demás.

jueves, 20 de noviembre de 2025

El fascista es feliz

 Ya cansa escuchar que el 19% de los jóvenes españoles simpatizan con el franquismo. ¿Por qué la prensa no resalta que el 81% no lo hacen? Porque, claro, su supina ignorancia puede hacer que muchos jóvenes crean que el 20% es la mayoría y se suban al carro. Ese 20% ha decidido, simplemente, ser feliz. ¿Feliz? Si, levantarse y no tener que pensar, sólo mirarse al espejo y verse patriota. Mirar la tele, ver como asesinan a miles y miles de personas en Gaza u otro lugar del mundo y no sentir el menor dolor ni reproche moral, ni remordimiento de conciencia de catecismo. Al contrario, pensar que eso está bien, que alguien tenía que pararle los pies a los "moros" que abrazaron el Islam sin pensar en las consecuencias. Dormir tranquilo, sin piedad por los niños reventados, ni por los ancianos indefensos, creer, simplemente, que no tienen derecho a la vida y que por fin se está haciendo justicia. Reír a carcajadas con los amigos viendo el último video que se burla de los necesitados, de los vulnerables, de los distintos. Pensar que el mundo de los demás no existe, que sólo existe el suyo, el que te afecta a ti, el que te rodea y el que puede depararte beneficios. Total, si cada cual tiene lo que se merece. Compartir la idea de que eso de la igualdad ha llegado demasiado lejos, que lo de la violencia machista no es para tanto y lo de la violencia de género es un invento woke para tener contentas a las feminazis y los "nenazas". Admirar a los chorizos, a los defraudadores. Anhelar no pagar impuestos y sentir como un acto heroico defraudar a Hacienda. Importarte una mierda el deterioro de la sanidad y la educación pública, las pensiones, las políticas de vivienda..., pensando que el Estado con su ambición desmesurada de intervenir en la economía, de asediarnos fiscalmente, sólo sirve para subsidiar a los inútiles, a los que han fracasado. No sentir la menor impresión cuando ves a personas tiradas por la calle entre cartones o durmiendo en portales. Al contrario, sentir alegría cuando se las llevan, da igual donde sea, porque piensas que es intolerable que los inútiles, los "desechables" ocupen la vía pública intentando amargarte la vida de "gente guapa" que llevas. No tener la más mínima preocupación por el cambio climático. Es más, negarlo, sin que te inquiete saber que ya mata a miles de personas, que hay cientos de especies que están a punto de extinguirse, que la superficie arbórea del planeta se reduce inexorablemente, que los incendios nos comen y las inundaciones nos ahogan. Bastante tienes con pensar en el nuevo modelo que saca BMW o el ultimo smartphone de alta gama que te quieres comprar. Olvidarte que los derechos que no se defienden se pierden y parecerte bien que los únicos derechos que se conserven son los que da la sangre, el dinero y el folclore. Aunque tú seas sólo un tonto útil. En fin, ser un fascista es ser feliz, no como nosotros, que hemos elegido el valle de lagrimas.

Poema I

Pasarán estos días como pasan todos los días malos de la vida.

Amainarán los vientos que te azotan.

Se secará la sangre de tu herida.

El alma dolorida volverá a su nido.

Lo que ayer se perdió será encontrado.

El sol brillará sin mancha

y saldrá nuevamente en tu horizonte.

Y dirás frente al mar:

¿Cómo he podido

sin brújula y perdida

llegar a puerto con las velas rotas?.

Y una voz te dirá:

¿Que no lo sabes?.

El mismo viento que azotó tu rostro

es el que hace ahora volar a las gaviotas.

Y después verás

que hay un árbol

dormido

junto al agua serena,

que guarda tus nostalgias

en su voz detenida.

Sus ramas son recuerdos

de una tarde pasada,

sus hojas son caricias

que el viento te susurra.

Deja allí tus sueños rotos,

tu raíz y tu pena,

la sombra que fuiste un día,

la duda no extinguida.

Vuélvete entonces y mírate en el río,

verás que su reflejo

te ofrece otra vida

como espejo que recuerda

la hermosura de antaño.

Te devolverá el viento

las flores consumidas,

el perfume de tus horas perdidas.

Recuerda entonces

que si el hombre perece,

la tierra lo mantiene

y el árbol del recuerdo,

callado, lo sostiene

como un hijo dormido

en brazos del perdón.  

A mí hermana

Pues ya son sesenta años compartiendo vida. No son sólo años vividos, sino también sentidos. Uno puede pasar toda una vida junto a alguien sintiéndolo lejos o lejos de alguien sintiéndolo cerca. Eso pasa porque no es lo mismo distancia que lejanía. No sabría explicar por qué, pero siempre he pensado que nuestro vínculo es especial, porque ha sido capaz de sobrepasar los problemas, las barreras, los distanciamientos. No era necesario estar juntos para saber que en ti tenía alguien en quien confiar. Supe pronto que ambos teníamos que enseñarnos que la vida nos tenía sorpresas preparadas para el futuro. Cosas buenas y malas. Creo que los dos hemos aprendido que, la mayoría de las veces, las cosas malas nos causan daño pero también nos enseñan que tenemos que aprender a no equivocarnos de nuevo. Yo, que siempre he creído que aprender es bueno, te agradezco las lecciones de vida que me has enseñado. También te agradezco que hayas confiado en mí en momentos donde eso era difícil. 

Sé que en estos momentos tú te sientes decaída y tal vez perdida, con la sensación de estar en un barco sin rumbo que no sabe a dónde va, pero quiero que sepas que yo estaré siempre ahí, como un faro encendido en la costa oscura, hasta que tu vuelvas a sonreír.

Sé que no puedo hacer que tus problemas se solucionen, ya que no soy bueno para solucionar mis propios problemas. Pero si sé mantener el brazo extendido y la mano abierta, aunque sienta cansancio, aunque me duela.

También sé que no puedo hacer que dejes de sentir temor algún día en tu vida. Todos los sentimos y el que no lo haga es un suicida. Pero si puedo escucharte y buscar junto a ti caminos de salida. Sé también que no puedo cambiar tu pasado, ni siquiera tu presente, porque no tengo una máquina del tiempo ni Dios me hace caso alguno, pero quiero decirte que cuando me necesites siempre encontrarás una luz encendida y una puerta abierta para que entres y me cuentes toda tu tristeza y desilusiones. O mejor, que me alegres contándome tus alegrías, pues tus alegrías y tus ilusiones no son mías, pero las disfruto sinceramente cuando te veo feliz. No puedo evitar que sientas vértigo, pero te ofrezco mi mano, mi hombro, mi mirada, mi vida, para que te sujetes y puedas seguir dando pasos. A lo peor tropezamos los dos, pero tropezaremos juntos. 

Nunca he juzgado, ni juzgaré, las decisiones que tomes, solo te apoyaré y te ayudaré si me lo llegas a pedir. Hasta que tu corazón ya no se sienta deprimido y sin fuerza.

No voy a decir sesenta años, pero llevo muchos, muchos años, sabiendo que no puedo decirte quién eres, ni quién deberías ser. Sólo puedo quererte como eres y estar cerca.

Así que, hermana, quiero hoy que sepas que cuando alguna vez llegues a sentirte sola, y veas a tu alrededor solo vació, y no puedas llorar…, yo estaré cerca. Y si llegas a sentir pena y tristeza y sientas una herida en tu corazón y que todo en ti está inerte, yo seré la vida. Y si alguna vez no sientes nada y quieres sonreír, pero no puedes, yo seré la puerta abierta y un camino.

Para Javier

Amigo Javier, supongo que te refieres a la cama que tubo que soportar sin necesidad el peso del innombrable. A mí, el día de su descenso a los infiernos me trae buenos recuerdos. Yo estaba en 7⁰ de EGB, ese día tenía un control de Lengua -que no había preparado- y, además, nos dieron dos días sin clase para apedrear perros y comer castañas asadas. ¿Qué más se puede pedir?La pena es que Gardel se quedó corto. Y, no 30, sino que 50 años tampoco no son nada. Me produce una enorme tristeza ver ahora a tantos y tantos jóvenes que, sin conocimiento ni vergüenza, dicen eso de que "con Franco se vivía mejor". Y yo digo, "pues claro, vivir con Franco en El Pardo era bastante mejor que vivir en cualquier otra parte de esa España que él hizo su cuartel y su capilla, su pabellón de caza y su plaza de toros, su finca y su psiquiátrico para tenerla callada, acomplejada, lejos del mundo, conforme en su ignorancia y resignación. Pero no son solo los jóvenes, cuánta gente un poco mayor que nosotros, o sus hijos, de los que vivieron la dictadura, ya no sienten la vergüenza de haber sido entonces sumisos, e incluso experimentan el orgullo de haber "prosperado" en un régimen explotador, aunque fuera a costa de bajar la cabeza ante el cura, el militar y el patrón, sobre quienes se sustentaba ese régimen fascista. Estarás conmigo que el adoctrinamiento, el miedo, la muerte, y ahora la ignorancia y la desmemoria hicieron bien su trabajo.

Pero ya vamos con retraso con la celebración, pues leí ayer que el embalsamador del tito Paco tiene claro que falleció el 19 de noviembre y que se retrasó un día para hacer coincidir la fecha con la del fusilamiento de Primo de Rivera.

Celebra rápido porque, como suele decirse, no hay quinto malo y tras la celebración de Halloween, del cumpleaños de Leonor, del 40 aniversario de la jura de bandera de su puñetero padre y del 50 aniversario de la mudanza de Paquito el Ferrolano al jardín de los quietos, pronto comenzarán a darnos la matraca sobre la conmemoración del cuadragésimo séptimo aniversario de la aprobación de la Constitución, ese sacrosanto documento para todo español de bien que -como El Quijote- no se ha leído ni el Tato, salvo que haya opositado a un puesto en la administración. Aunque -no lo olvid s- este año el evento estará solapado por el de la celebración del quincuagésimo cumpleaños de la "segunda restauración monárquica", esa a la que algunos gañanes intelectuales, sin tener ni pajolera idea, califican de "momento de la vuelta de la democracia". Supongo que sabes que muchos chupamedias de espíritu servil ya han contraído una grave luxación de espalda de tanto ensayar sus genuflexiones, mientras que la plebe aduladora, entregada a la causa principesca, se está reuniendo en polideportivos, canchas de pádel, polígonos industriales y descampados varios para ensayar sus cánticos de apoyo a la Corona. Según he escuchado en radio Pirenaica los preferidos son: "Juan Carlos, machote, regresa ya, cipote"; "ao, ao, ao, Felipe el preparao" y "Leo, chulapa, guapa, guapa y guapa". Cuando pienso en nuestra séptima constitución, me acuerdo de la frase del Conde de Romanones: "ustedes hagan la ley, que yo haré el reglamento". Esa Constitución sobre la que muchos cagalindes, con la lengua más larga que el conocimiento, siguen diciendo que "nos la dimos todos los españoles". ¿Todos? ¿Saben estos zotes que en el referéndum, entre los que se quedaron en su casa, los que dijeron que nones y los que votaron en blanco o nulo, casi sumaron 10 millones? Y, sobre todo, ¿se han parado a pensar que hoy apenas viven 10 millones de españoles de los que "pudieron" votar aquella Constitución? Ya sólo nos falta que cualquier mangurrián nos diga que es de bien agradecidos celebrar las bodas de oro de una monarquía que votamos cero españoles.

En fin, te dejo, que supongo estás muy ocupado leyendo ávidamente -no sé si en occitano o en bretón, por no esperar a que se publiquen en castellano- las memorias del Campechano. Que, por cierto, ¿se llaman "Reconciliación" o "Recochineo". Querido Javier, debe ser la edad pero confundo las palabras. Escucho: "con Franco vivíamos mejor", y yo entiendo: "Con Franco vivíamos mojón".

Un fuerte abrazo. Espero que nos veamos pronto y podamos brindar por las efemérides del 20 o el 19 de noviembre. Total por un día. La única pena es la de la cama.

 

Manual de la mentira

Vivimos momentos extraños en los que decimos frases que jamás fueron dichas por quienes supuestamente las pronunciaron, donde vemos imágenes que retratan una verdad tan cruda que desearíamos que no fueran auténticas. Tiempos dominados por la falsedad constante y la erosión de la verdad. Donde la mentira se ha convertido en táctica y la crispación en proyecto político. La mentira ya no busca que la gente crea una falsedad concreta, sino que deje de creer en nada. La manipulación sistemática no pretende convencer, pretende desorientar, crispar. No busca construir una verdad alternativa; busca debilitar la noción misma de verdad. Muchos saben que cuando la frontera entre verdad y opinión se disuelve, la sociedad entera entra en un estado de vulnerabilidad moral. Se vuelve gobernable por el miedo y los eslóganes fáciles y todo mensaje es pura propaganda. Han convertido la mentira en un modo de hacer política. No como error, sino como estrategia calculada. Los bulos diarios, el insulto reiterado, la exageración como norma, la victimización permanente, las acusaciones sin pruebas, las campañas coordinadas para sabotear cualquier espacio de consenso… nada de esto es casual. Es un método. Una forma de gobernar sin gobernar: si no puedes construir país, destruye la conversación pública; si no puedes ganar por propuestas, gana por desgaste; si no puedes convencer, confunde. Es un manual de destrucción. Y es en la tierra quemada que deja donde prosperan los discursos reaccionarios.

miércoles, 19 de noviembre de 2025

Con Franco vivíamos mojón

 Hoy se cumplen 50 años de la muerte de un dictador que hizo de España su cuartel y su capilla, su pabellón de caza y su plaza de toros, su finca y su psiquiátrico para tenerlo callado, acomplejado, lejos del mundo, conforme en su ignorancia y resignación. Hoy, muchos de los que vivieron la dictadura ya no sienten la vergüenza de haber sido sumisos, incluso experimentan el consuelo de haber "prosperado" en una economía tan paternalista como explotadora, aunque fuera a costa de bajar la cabeza ante el cura, el militar y el patrón, sobre quienes se sustentaba el régimen fascista. El adoctrinamiento, el miedo y la muerte hicieron bien su trabajo. Ahora, la incertidumbre, y de nuevo el miedo, recuperan el falso relato de una dictadura salvadora y benéfica y un glorioso pretérito de España. Sólo eso explica la falacia del "con Franco se vivía mejor". ¿Mejor? ¿Cómo se puede decir que un régimen marcado por el miedo, la represión y la falta de libertades es mejor?. Donde la violencia policial y hasta la tortura eran normales. Donde la vida cotidiana estaba impregnada de un miedo constante, alimentado por una omnipresente red de vigilancia y delación. Donde la gente se autocensuraba, evitando hablar de política o expresar opiniones críticas con el régimen por miedo a las represalias, que podían incluir arrestos, torturas, despidos laborales o incluso la muerte. Donde la censura era una herramienta fundamental para controlar la información y manipular la opinión pública. Donde miles de personas fueron arrestadas, torturadas, encarceladas o ejecutadas por sus ideas políticas. Donde la libertad de expresión, la de asociación, la de reunión y la de movimiento estaban severamente limitadas. Donde las manifestaciones y las huelgas estaban prohibidas, los viajes al extranjero estaban restringidos, autonomía y la libertad de los ciudadanos. Donde se exigía un permiso para cambiar de domicilio o para abrir un negocio. Donde la gente pasó hambre, los niños estaban comidos de piojos y millones de españoles se vieron obligados a emigrar. Donde una mujer no podía viajar o abrir una cuenta de ahorro sin la autorización del marido. Donde la represión sexual ejercida por la moral nacionalcatólica era brutal. Donde los homosexuales eran perseguidos y vejados y, como otras minorías eran perseguidas por vagos y maleantes. Donde el adulterio de la mujer estaba tipificado como delito, era imposible divorciarse y abortar te llevaba a la cárcel. Donde la igualdad de oportunidades era una falacia y el grado de desigualdades económicas era escandaloso. Donde un maestro ganaba unos 130 euros al mes y el SMI era de 50 pesetas (0,30 euros). La ignorancia es tan mala como la desmemoria.

Se murió la rabia

Pronto comenzarán a darnos la matraca sobre la conmemoración del cuadragésimo séptimo aniversario de la aprobación de la Constitución, ese sacrosanto documento para todo español de bien que -como El Quijote- no se ha leído ni el Tato, salvo que haya opositado a un puesto en la administración. Aunque este año el evento estará solapado por el de la celebración del quincuagésimo cumpleaños de la restauración monárquica, al que algunos gañanes intelectuales, sin tener ni pajolera idea de lo que hablan, califican de "momento de la vuelta de la democracia". Muchos chupamedias de espíritu servil han contraído ya una grave luxación de espalda de tanto ensayar sus genuflexiones, mientras que la plebe aduladora, entregada a la causa principesca, se reúne en polideportivos, polígonos industriales y descampados varios para ensayar sus cánticos de apoyo a la Corona. Los preferidos son: "Juan Carlos, machote, regresa ya, cipote"; "ao, ao, ao, Felipe el preparao" y "Leo, chulapa, guapa, guapa y guapa". Cuando pienso en nuestra séptima constitución, me acuerdo de una frase del Conde de Romanones: "ustedes hagan la ley, que yo haré el reglamento". No soporto el cinismo que supone que el artículo 14 diga que todos los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo..., cuando el art. 57 establece un orden de sucesión hereditario con preferencia del varón sobre la mujer. O que el 56, establezca que el Rey es inviolable y que no puede ser imputado por ningún delito o procesado mientras ostente la Jefatura del Estado. Me parecen una burla los artículos que nunca se han hecho efectivos, como el 47 sobre vivienda; el 35 sobre el derecho al trabajo; el 16.3., que dice que ninguna confesión tendrá carácter estatal mientras se mantiene el Concordato con la Santa Sede; el 128.1., que dice que "toda la riqueza del país (...) está subordinada al interés general", mientras privatizamos como si no hubiera un mañana... Pero lo que no soporto es a esos cagalindes, con la lengua más larga que el conocimiento, que proclaman que la Constitución "nos la dimos todos los españoles”. ¿Todos? Mira, zote, en el referéndum de ratificación, 7,8 millones, de los 26,6 de posibles votantes, se quedaron en su casa; 1, 4 millones dijeron que nones; 760.000 votaron en blanco o su voto fue nulo; y, sobre todo, hoy apenas viven 10 millones de españoles de los que "pudieron" votar aquella Constitución. Es decir, tú "todos" significa uno de cada cinco. Pero, eso sí, celebraremos las bodas de oro de una monarquía que votamos cero españoles.

martes, 18 de noviembre de 2025

Ciudadanía y Pavlov

Las derechas han aprendido -con regocijo- que el condicionamiento de Pavlov puede aplicarse al pueblo. En realidad han descubierto al pueblo llano. Es verdad que no lo identifican, como los demócratas, como un grupo de personas iguales en derechos y oportunidades. No, no es eso. Lo han descubierto en una doble vertiente: Que el pueblo "llano" es una masa dócil y distraída a la que es posible convencer de que les vote aplicando estímulos elementales y, por otro lado, que el pueblo "hondo" les es necesario porque sin él sus casas están sucias, las cosechas no se recogen y no encuentra uno a alguien que ponga los ladrillos en su futuro chalet de la sierra. Pero su gran epifanía ha sido descubrir que buena parte de la peña decide su voto guiado por su presentador de informativos favorito, el conductor del programa de entretenimiento al que está abonado o lo que le dicen los algoritmos que fomentan y gestionan su odio. Para su mayor felicidad han visto cómo Trump, su faro ideológico, se aupó hasta la Casa Blanca a hombros del voto de los inmigrantes nacionalizados, que no quisieron creerse la advertencia de que al día siguiente los echarían de su nuevo país. Por ahí viene la "conmovedora defensa" de Ayuso de los que limpian "sus" casas. "Primero, que me voten, y después, ya si eso..."

Todo cuesta un huevo

Me preguntó qué fue antes, el huevo o la gripe aviar. ¿No vendrá encarecimiento de "cara" en vez del término caro? Están haciendo verdad eso de que comer cuesta un huevo. Los nichos de negocio son inagotables para los especuladores del mercado. Cuando la carne roja y el pescado se han vuelto inaccesibles, ¡catapum!, ahora le toca al huevo. Intentan convencernos de que la subida de su precio se debe a la gripe aviar. Bueno, la prensa más facinerosa afirma que la culpa es de Sánchez por haber confinado a las gallinas, que, sí, serán putas, pero tienen un corazoncito libertario. Pero lo cierto es que la escalada de precios es muy anterior a la gripe. En noviembre, una docena de huevos categoría L -los más consumidos- se cotizaba un 43 % más caros que hace un año. La industria achaca el subidón a la gripe aviar, pero la verdadera epidemia no está en los gallineros sino en los mercados. Es cierto que la gripe ha obligado al sacrificio en España de casi 3 millones de gallinas ponedoras en un año, pero hay censadas 46 millones. Eso es un 6,3% de gallinas menos. Pero los huevos han subido un 43%. ¡Curioso!, porque, además, hay huevos de sobra, dado que España produce muy por encima de nuestro consumo y exportamos el 20% de la producción. Y porque la escalada de precios contrae el consumo. Estamos ante la enésima tomadura de pelo del mercado. El huevo, como otros muchos antes, ya no es un alimento, es un activo financiero. Las grandes empresas agroalimentarias actúan como fondos de inversión: compran barato y venden caro. El resultado: un mercado manipulado donde los pequeños productores apenas sobreviven. La excusa puede ser una guerra, una sequía, una epidemia, una catástrofe natural, da igual, lo importante es "vender la bacalá" para aumentar beneficios. Imponen -también aquí- la narrativa del miedo: “escasez”, “crisis de suministro”, “desabastecimiento". Pero cada vez que sube el precio del huevo, lo que se encarece no es solo un alimento: es el derecho a comer dignamente.

lunes, 17 de noviembre de 2025

Vuelta a la fe

Perdón por existir en un tiempo que no es el mío. Yo debo ser un raro de cojones o tener un carajazo encima que no es normal. Digo esto porque, parece ser, la religión lo vuelve a petar entre los jóvenes y yo sin enterarme. Pero ya está ahí la prensa ultra, desbocada, para recordármelo: "Los jóvenes vuelven a creer en Dios" (El Mundo). "La fe resurge en la generación Z" (La Razón). "Los jóvenes se acercan a la religión sin complejos" (El Periódico). "La religión repunta entre los jóvenes" (El Correo de Andalucía). La justificación del Correo es de traca: "El 13,7% de jóvenes de 16 a 24 años asisten semanalmente a centros de culto". O sea, que el 86,3% pasan por un tubo, pero al parecer son los otros los que marcan tendencia ¡Joooer!. Todo esto viene a raíz del éxito del último disco de Rosalía y de la película "Los Domingos". Ambas abordan el tema de la religión y la mística femenina. Lástima que la inmensa mayoría de los jóvenes no tengan ni idea de lo que es eso de mística. Pero lo mío es peor. Con las horas que son, yo no he sentido a Dios. Ni he recibido su llamada. Es más, ni tan siquiera tiene mi teléfono. ¿Que hay misticismo?, ¡pues claro!. Yo mismo he experimentado la espiritualidad ante algunas miradas, he vivido instantes que me han trasladado a otra dimensión, escuchado música que me ha hecho levitar... Y, claro, hay drogas lúdicas que te llevan a éxtasis casi místicos. No entiendo por qué Rosalía hace proselitismo religioso en cada entrevista de promoción. Como si le hiciera falta más publicidad a la multinacional católica. Si entiendo que en esta ola de ultra conservadurismo muchos jóvenes con ideología de tarifa plana aprieten una estampita de la Virgen Macarena contra su pecho mientras ven"La isla de las tentaciones" o escuchen marchas procesionales mientras retuitean mensajes de odio o comentarios racistas. Y lo entiendo porque conozco a muchos "cristianos viejos" que se mean sobre los valores cristianos para poder pasarse por el forro de su bolso de Loewe eso de que hay que amar a nuestro prójimo, ayudar a los pobres y necesitados o que la codicia es pecado. Y si esto va de discos y peliculitas, os recuerdo que la mejor película sobre Jesucristo, según L’Osservatore Romano (diario oficial de la Ciudad del Vaticano), la escribió y dirigió un "rojo, ateo y maricón" llamado Pier Paolo Pasolini.

domingo, 16 de noviembre de 2025

Franquismo

Siento defraudar a toda esa gente poco pensante, escasamente leída, mucho menos "estudiada", poco y sectariamente informada, abducida por el algoritmo ultra, que tiene como referencia ideológica al primer "cuñado" de cabecera que entra en sus pantallas o que cree que el conocimiento se absorbe, simplemente, llevando una pulserita rojigualda -como si el amor a tu país se llevara en la muñeca y no en el corazón-, pero tengo que anunciar que la sopa de ajo ya se había inventado mucho antes del Golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Me empieza a crispar que sin argumento alguno, sin tener "ni puta idea" de lo que habla, cada vez más gente atribuya al franquismo méritos que nunca tuvo. Ni de lejos. Me duele la boca decir que el franquismo no creó la Ley del subsidio familiar, que la primera ayuda económica para familias numerosas es de 1926. Mucho menos creó las pensiones, que tienen su primer antecedente en el Instituto Nacional de Previsión, creado en 1908. Tampoco le dió a los trabajadores el descanso dominical y de festivos, aprobado ya por ley en 1904. El seguro obligatorio de enfermedad tuvo su primer proyecto en 1932 y fue aprobado días antes del golpe de estado de 1936. El contrato de trabajo, las vacaciones retribuidas, la maternidad para mujeres trabajadoras y las garantías sindicales ya las contemplaba la Constitución Republicana de 1931, que fue la que estableció también el seguro de desempleo. Tampoco las viviendas de protección oficial, ni la educación pública y gratuita fueron méritos de la dictadura. Y sí, Franco inauguró muchos pantanos, los que se habían planificado y comenzado desde 1902 y 1933. Y sí, en 1963 se creó la Ley de Bases de la Seguridad social, pero eso sólo significó la fusión de las entidades que ejercieron sus mismas funciones desde 1883. Siento defraudar a todos aquellos ignorantes que viven deslumbrados por la incesante propaganda distribuida por la imparable maquinaria pro franquista, movida por quiénes, seguro, seguro, que con Franco vivían mejor... que la inmensa mayoría que los españoles.

sábado, 15 de noviembre de 2025

Vicente original

Reconocimiento, recuerdos, realidad injusta  y caprichosa, agradecimientos y memoria. Tantas cosas, tanto tiempo, tantos ecos..., que pueden incluso aturdir el ánimo. Pero el bosque de emociones, el coro de latidos del alma, no pueden ocultar, no pueden ahogar, tu obra. 

Tomo prestado el sentido de unas palabras de Unamuno para decir que Vicente es como un lugar acogedor, de esos de ir, quedarse y volver, y no de esos de ir, pasarse y seguir. Como una de esas patrias de adopción que son como remansos de espacio, de tiempo y de pensamiento, que invitan a sentir más que a discurrir.

Para darle al espíritu confirmación y paz, el olivar no necesita ni rosas ni claveles: sólo seguir estando, siglo tras siglo, donde lo pusieron.

Porque la vida es la que hace ser día al día y a la noche, noche. Y no se acaba nunca.

Poseo gran capacidad de admiración, sorpresa y curiosidad, que son las tres cosas que definen más la infancia

A Vicente llegué tarde; demasiado tarde para lo que me hubiese gustado. Y como siempre que se acude tarde a una cita imprescindible tuve la necesidad de recuperar el tiempo, de beber de forma atolondrada toda su presencia y de añorar su ausencia. Pero pronto aprendí dónde podría encontrarlo siempre: pisando los caminos menos transitados. 

Con Vicente comprobamos la verdad de que admiramos las cosas por motivos, pero las amamos sin motivos. (Gilbert Keith Chesterton)

El sol, caprichoso, se esconde a ratos. Y hay días que brilla cansado, como un poeta triste y silencioso. Pero tú bien sabes que el poeta aprende de la vida y tiene la virtud de hacerla más hermosa, incluso cincelando tristes versos. Yo nunca he pretendido grandes cosas, pero que feliz me haría que uno sólo de mis versos volara con la brisa hasta caer junto a los tuyos en algunos de los caminos que transitamos juntos.

Bonito oficio el de esparcir palabras en el viento. Y el de esculpir sueños pensando en otros. Y el de realizarlos poniendo en ello la ilusión, las manos y hasta el alma.

Sonríe sabiendo que los frutos no quedarán enterrados en la arena, que ya son recogidos con calma serena por aquellos a los que durante años guiaste con paciencia, enseñándoles a marcar un rumbo fijo, a viajar abrazados al oleaje hasta donde les lleve el alma.

Es ahora el momento de recoger tu fructífera cosecha y observar tu antiguo campo de batalla como un poeta en paz, tranquilo y callado. Sin hacer ruido. Sin la necesidad, tan siquiera de ser nombrado, porque tus logros hablarán siempre por tí.

Navega ahora tranquilo en tu gozoso regreso a Ítaca. Tras largos años, tras un largo viaje. Repara el cansancio que te provocó el camino y mira con codicia el horizonte donde habita tu tierra, tu casa y los abrazos de aquellos que te esperan.

Una casa es el lugar donde uno es esperado. Tienes suerte de poder disponer de muchas casas. Pero elijas la que elijas sabes bien que el mundo que construyas sólo podrá recitarlo tu alma.

Poema. Lluvia

 Lluvia... cielo gris... música lenta...

Se despiertan en el alma

las ganas de añorar,

de arrojar las tristezas al cielo,

ver cómo chocan los recuerdos contra el viento

y recoger en la lluvia

la realidad de otros tiempos.

Cuántas ganas de regar el campo de la esperanza

con esta lluvia callada,

para que crezca lozana,

sin miedo a la pena de ser torturada

por mentiras viejas.


Lluvia reveladora, lágrimas de vida,

tacto de esas cosas que se sienten,

que se dicen sin hablar.

La tristeza de una flor marchita,

el misterio de recordar lo que no fue,

la soledad del que llora,

la alegría del que da.


Ya no distingo mis lágrimas

de las gotas que resbalan por el cristal,

esas que me niegan las estrellas,

esas blancas gotas de melancolía 

con su incorregible manía

de inundar mi soledad.

¡Puto dinero!

Dice un refrán: "No hay nada peor que un pobre con dinero". Esto, por muy verdad que sea, seguramente lo dijo un rico en un ataque de clasismo, aunque no hay que despreciar su experiencia en temas de riqueza. No hay que ser un lince para percibir que el dinero cambia a la gente. Y, generalmente, a peor. Numerosos estudios demuestran que los ricos son menos empáticos y sienten menos compasión por los demás, son menos éticos y más desagradables, inhumanos y malvados que personas con menos ingresos. Todo esto lo concluye una investigación de la Universidad de Berkeley, en California. Lo vemos frecuentemente, mucha gente que tiene -o intenta aparentar- un alto status económico tiende a considerarse superior, a comportarse de manera elitista, a validar el clasismo, a respetar menos a los demás y arrogarse privilegios que no tienen: no respetar a otros conductores, criticar e incumplir las reglas, hacer trampas con el dinero, suelen ser menos honestos y -lo dice el estudio- suelen tener un comportamiento desagradable con todos aquellos que le prestan algún servicio. Son personas que tienden a darle más prioridad a sus propios intereses. Las actitudes, el comportamiento, la visión de la vida y, ante todo, de la desigualdad son alteradas por el dinero. El status que éste proporciona incrementa desmesuradamente el ego y modifica los procesos psicológicos. Se sobredimensionan, o se fantasea, con los méritos propios, se auto adjudican cualidades que no existen y bondades que brillan por su ausencia. considerar que lo merecen más que quienes no lo tienen. Se refugian en la idea de la meritocracia para sentirse superiores y especiales. Y a medida que acumulan más dinero se hacen más y más insensibles a las desigualdades sociales y llevan su empatía al cero absoluto. Muchos, tras leer ésto, pensarán aquello de que el dinero no da la felicidad. E inmediatamente dirán, como Groucho Marx, que la felicidad la dan las pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…

viernes, 14 de noviembre de 2025

¿Dios?, ¿qué Dios?

Estoy convencido de que la mayor parte de la gente cree en Dios porque es más fácil creer que pensar. Decía Einstein que la creencia se le hacía muy pequeña y el pensamiento muy grande. Cómo él, yo no creo en Dios, pero pienso en él. Bueno, en su idea. Comparto la noción de que no me atraen las creencias basadas en la fé porque no se puede discutir, y algo que no se puede discutir me parece castrador. Una persona que cree está aquí en la tierra, pero su creencia aquí se queda, por mucho que mire e implore a los cielos, pues todos sus ruegos son terrenales. Sin embargo, el pensamiento lo activas y se va al universo, al infinito; no te ata ni te pone barreras ni condiciones. Mi experiencia es que la gente que cree, asume y acepta, cree y espera. Sin embargo, la gente que piensa, piensa y actúa. La creencia se me hace muy ambigua. La gente solo cree cuando lo necesita. Mientras, vive. Y cuando vuelve a la creencia renuncia a su libertad, porque o Dios puede existir o la libertad, ambos no pueden existir juntos. Por mucho juego de trilero que nos hagan con la bolita del libre albedrío. Dios es omnisciente o no es Dios. Y si lo es, mueve los hilos y tú bailas; él mueve los hilos y tú lloras; él mueve los hilos, y empiezan los asesinatos, suicidios, guerras. Tú eres sólo un títere y él es el titiritero. Que no me vengan entonces con pecados o virtudes, con pecadores y santos. Nada es bueno y nada es malo, porque tú eres sólo un títere. Un títere no puede ser responsable de sus acciones. La responsabilidad sólo pertenece a alguien que tiene la libertad para actuar. Dios ha sido un gran consuelo para el miedo de la gente, para sus temores, para tomar conciencia de la muerte. Dios ha sido un gran consuelo, aunque sea una mentira. Las mentiras pueden consolarte, tienes que entenderlo. De hecho las mentiras son más dulces que la verdad.

Bálsamos

España necesita bálsamos que la alivien de ese estado permanentemente encabronado y dolorido provocado por un discurso político y unos medios embrutecidos, sectarios, torpes y zafios. Entiendo que haya tanta gente frustrada. Pero, a partir de ahí, debería rechazar las reacciones emocionales negativas y comportarse racionalmente. Debería optar por no seguir dejándose engañar por los auténticos responsables de su situación y por no apostar por soluciones autolesivas. Pero para ello hay que abandonar las trincheras, las burbujas, los espacios de confort mental. Hay que salir de uno mismo y mirarse desde fuera, a la vez que desde dentro. Es ésta una operación quirúrgica, torrencial, implacable y valiente. Debemos recuperar la racionalidad porque ésta es indomable. Y como la dignidad, insumisa. Y como el amor, subversiva. Pero antes debemos aprender, escribiéndolo cien veces, que la vida no es para siempre, que nuestras decisiones tienen siempre consecuencias. Y aceptar que, a lo mejor, no tienes tanto que intentar cambiar lo que no te gusta sino cambiarte a tí mismo y aceptar lo diferente. Entender que no se trata de ser el mejor, sino de ser mejor que ayer a los ojos limpios de los demás. Aprender que la gran tragedia de la vida no pueden ser los otros, que la gran tragedia de la vida es lo que dejamos morir en nuestro interior mientras estamos vivos por no aceptar a los otros. Yo le diría a muchos que si no pueden ser poetas intenten, al menos, ser parte de la poesía. Y en última instancia dejar leerla a quienes les guste. Y, mientras, que compartan algún décimo de lotería con sus mas encarnizados rivales.

jueves, 13 de noviembre de 2025

Identificar el fascismo

Dijo Umberto que "cada vez que un político pone en duda la legitimidad del Parlamento, por ya no representar la voz del pueblo, se puede sentir el olor del Fascismo". Pero hay gente que sigue teniendo dudas para identificar a un fascista. El propio Eco nos aclaró qué es el fascismo en 12 características: 1. Culto irracional a la tradición: costumbres, cultura, religión, historia. Aunque se sea un inculto, aunque la ignorancia sobre la propia historia sea supina, aunque se sea un cristiano de pacotilla. 2. Rechazo del modernismo, o como ellos dirían, de cualquier signo de progresismo, de avance. 3. Culto de la acción por la acción. Pensar, para ellos, es algo superfluo, una forma de castración. 4. Oposición sistemática a la más mínima crítica. Por eso la cultura es sospechosa, porque se la identifica con actitudes críticas. 5. Miedo a la diferencia. Por eso el fascismo es racista, xenófobo, homófobo y machista por definición. 6. Populismo radical y llamamiento a las clases bajas frustradas, a las que se manipula para hacerles creer que son el eje de su política, cuando en realidad responden a los intereses de las élites. 7. Apelación constante a supuestas amenazas que no desaparecen, algo muy útil para inducir el miedo y justificar medidas radicales y hasta violentas. 8. Búsqueda constante de culpables externos. Los que están fuera de su sistema de propaganda, los más débiles, los que no se puede defender, son sus chivos expiatorios. 9. Rechazo feroz a la pluralidad, sea esta ideológica, política, religiosa, sexual, de modelo de familia... 10. Apelación constante a la voluntad del pueblo. Es decir, populismo salvaje y manipulador. 11.Exaltación de un líder carismático que -dicen- representa al pueblo y habla en su lenguaje, aunque entre lo que dice y lo que piensa pueda haber un abismo. 12. Uso de discursos de vocabulario sencillo, casi vulgar, pobre y con una sintaxis elemental, basado en tópicos, consignas y bravatas, sin profundidad y ajeno a soluciones reales. No parece difícil identificarlo, pero debemos estar preparados para detectar otras formas de fascismo, incluso cuando adoptan la forma "inocente" de una tertulia, un magazine, un programa de "entretenimiento" en prime time o un popular reality show.

Justicia y cachondeo

Guía para entender el juicio al Fiscal General del Estado. Todo empieza cuando -otra vez- pillan a alguien del círculo "familiar" de Ayuso con el carrito del helado. Esta vez es a su novio, acusado de fraude fiscal, emisión de facturas falsas, corrupción en los negocios, delito continuado contable -junto a otros cuatro empresarios-, organización criminal y administración desleal. Ayuso, inmediatamente y como forma de defensa de su pareja, dice que es una "operación política" organizada por el gobierno para "atacarla a ella". Ya sabemos, victimismo fake para tapar tu mierda. Para apoyarla, M.A. Rodríguez, su jefe de gabinete, difunde un bulo (demostrado) sobre un supuesto pacto ofrecido por la Fiscalía al "noviete". Acto seguido aparece un documento que demuestra la falsedad de lo afirmado por M.A.R. La reacción del entorno de Ayuso es acusar -por suposiciones- al Fiscal General de Estado de haber filtrado dicho documento a distintos medios de comunicación. El "problema" es que dicho documento circulaba ya días antes y libremente entre redacciones de varios medios nacionales. Más de 400 periodistas podrían haber tenido acceso a su contenido. Distintos periodistas del medio que primero lo publicó, dicen que no hubo un único origen ni una “filtración dirigida”. Ni uno solo de los periodistas que han declarado en el juicio han dicho que el documento les llegase del entorno del Fiscal General. Por contra, si han apuntado a la Fiscalía de Madrid, dirigida por Almudena Lastra, la fiscal favorita de la derecha, experta en dar carpetazo a cualquier denuncia contra lo sucedido con la muerte de más de 7000 ancianos en las residencias de Ayuso. El principal soporte de la acusación contra el Fiscal General es el informe de la UCO, que, entre otras cosas, se sabe que acortó una conversación entre dos colaboradores para reconducir su acusación sobre el fiscal general. O cuyos agentes han declarado en el Supremo que "no sabían qué buscaban en su registro del despacho del Fiscal" y que se llevaron más información de la autorizada. La UCO que ve "indicios" en el borrado periódico de móviles y ordenadores pero no concluyó nada tras certificar la destrucción de discos duros en la sede del PP. Y, por último, al Fiscal General le están juzgando con el "juez de Rajoy y la fiscal de Ayuso". En fin, un ejemplo de primero de lawfare. Y decía Pacheco que la justicia era un cachondeo...

Safaris humanos

No hay día donde no descubramos nuevas facetas monstruosas de la naturaleza humana que, en conjunto, muestran el superlativo grado de corrupción moral y vileza de una parte de esta sociedad. Acaba de saberse que durante el asedio de Sarajevo -en el contexto de la Guerra de Bosnia- grupos de empresarios adinerados pagaban sumas elevadas para disparar contra la población civil como si se tratara de un safari humano. Son cientos de personas, gente supuestamente respetable, "gentes de bien", empresarios, cristianos, que pagaban para asesinar civiles indefensos. Eran ricos aficionados a las armas, muchos vinculados a la extrema derecha y a la caza mayor, que pagaban entre 80.000 y 100.000 € por asesinar inocentes, por conseguir un trofeo humano. Existía un “tarifario del horror”: los niños costaban más, seguidos de hombres armados y mujeres. Los ancianos se podían asesinar “gratis”. ¿Cómo es posible tanta inhumanidad? ¿En qué nos hemos convertido? ¿Cómo puede hoy tanta gente sentirse fascinada por la ideología que comparten estos asesinos? ¿Por qué calla "su" Dios ante tanta maldad? Muchos estamos perdiendo la esperanza en la humanidad mientras vemos como nos cubre una sombra de tristeza y pesadumbre; como nos rodea gente monstruosamente amoral. Ya no son personajes oscuros, psicópatas, inadaptados, maleantes... Son miembros reputados de la sociedad, personas de éxito, influyentes, referentes para muchos. Es demoledor. Lo que estamos presenciando es una total falta de control sobre esta dimensión oscura e inhumana que está produciendo odio, sufrimiento, muerte y destrucción.

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Mensaje FAIN

Buenos días. En relación con el mensaje que le envié ayer, dado que está recibido y leído, pero no ha habido contestación alguna en ningún sentido y, como le indicaba, estaba a la espera de la misma, y -además- tampoco ha tenido respuesta mi llamada, le informo que de no producirse a lo largo de la mañana dicha respuesta procederé a la devolución -de momento- del último recibo. En junio "íbamos tarde y era urgente pedir las piezas". El 23 de julio estaba ya pagado el 50% del coste total. Pero casi CUATRO meses después ahora ya no parece haber ninguna prisa ni para responder a una pregunta de un cliente. Si me veo obligado a devolver los recibos, una vez que ustedes me proporcionen información sobre cuando efectuarían los trabajos contratados (y -en este momento- ya abonados por mi parte) daré orden inmediata a mí entidad bancaria para que se vuelva a abonar. Sigo esperando su respuesta.

Pornomiseria

Los discursos negacionistas se extienden como la pólvora en las redes sociales, abonados por una ignorancia, un papanatismo y una estulticia crecientes. Pero las "fuentes" del negacionismo no son necias. Saben perfectamente lo que hacen: no actúan solo para negar sino para instalar una duda, para confundir. Buscan generalizar el descreimiento en los datos, en las fuentes, en los testimonios. En última instancia pretenden borrar la frontera entre mentira y verdad. El objetivo último es la manipulación ideológica. Es destruir la aceptación de certezas que no interesan; culpabilizar falsamente a otros de los problemas; sembrar desconfianza, miedo y odio; o imponer tus creencias y dogmas. En su alocada huida hacia adelante el negacionismo está imponiendo la monetarización de la tragedia y la "pornomiseria". La tragedia de Valencia no solo inundó las redes y muchos medios de comunicación de bulos, sino que inauguró una práctica tramposa y desalmada. Vimos a una legión de influencers, vinculados directa o indirectamente a la ultraderecha, desembarcando en las zonas afectadas. No iban a remangarse para ayudar. No, qué va. Iban para crear sus contenidos, para espectacularizarlos, monetarizar la tragedia y, de paso, agitar el tablero de la política española a favor de los ultras. Es una forma de publicidad gratuita y propaganda para conseguir seguidores, interacciones, visitas y notoriedad. Llegaron al punto de sortear por Instagram a qué pueblo llegaba la ayuda recaudada por sus seguidores. Excluyendo, por supuesto, a los inmigrantes. Todo ello mientras difunden bulos, esparcen mentiras, siembran odio y generan crispación. Y así, tipejos como Javier Negre, Bertrand Ndongo, Alvise Pérez o Vito Quiles, mientras recaudan donaciones y publicitan “su caridad fascista”, difunden bulos e incluso invitan a la violencia. Para ellos las víctimas son una oportunidad para favorecer su negocio.

martes, 11 de noviembre de 2025

Hambre y corrupción

Es raro el boomer que no ha oído a sus padres y abuelos hablar de "los tiempos del hambre", uno de los sellos distintivos del primer franquismo. Como dentro de poco tiempo ocupará el gobierno un partido fundado por ministros franquistas, apoyado condicionalmente por otro que pretende devolvernos a esos oscuros tiempos que tanto ensalzan, convendría que los jóvenes supiesen la verdad sobre este y otros asuntos de la dictadura. Y la verdad es que el hambre sobrevino de la catastrófica situación en la que quedó España tras la guerra civil provocada por los golpistas y del contexto de la segunda guerra mundial. Pero también de la ceguera e indiferencia de Franco cuando impuso la autarquía; del carácter de "apestado" de su régimen fascista en el contexto internacional tras la derrota de Alemania e Italia en la segunda guerra mundial y -que nadie lo olvide- de la corrupción sistémica del propio régimen desde su origen. Las plataformas clientelares del estado franquista practicaron un tipo de corrupción especialmente lesiva para miles de víctimas en relación con la provisión de alimentos, llevada a cabo en un momento en que el hambre -además de instrumento de violencia estructural- fue la circunstancia propiciatoria para que distintas administraciones de esa plataforma consiguieran convertir la escasez y el alto precio de los alimentos en oportunidad de rápido enriquecimiento. El racionamiento de productos básicos a través de las "cartillas" representó una poderosa arma de control político en manos del Estado, pero sobre todo servía para el enriquecimiento de las élites sociales, grandes productores, Cámaras Agrarias, gobiernos civiles, comandancias militares, alcaldes, altos y medios cargos de Falange, el Carlismo y hasta las más altas jerarquías católicas y el Auxilio Social. A menudo, las partidas de alimentos destinadas a paliar el hambre reaparecían posteriormente en el mercado negro para llenar los bolsillos de los "patriotas". En palabras de un significativo falangista, Dionisio Ridruejo: "el nuevo poder había descubierto algo mucho mejor que la represión para enriquecerse". Esa es la verdad.

viernes, 7 de noviembre de 2025

Instituciones pisoteadas

Últimamente termino cada semana con esa sensación de superar una etapa más del fin desagradable de algo, con esa sensación de deterioro que provoca náuseas pero que no sabemos cómo detener. El panorama político, reflejado en el hediondo vertedero mediático que nos rodea, nos ofrece a diario un espectáculo lamentable, un cuadro esperpéntico. A diario, aquellos que deberían honrarlas -aunque sólo sea porque viven de ellas- pisotean la dignidad de las instituciones, convertidas en herramienta de oposición violenta y no en foros de debate sereno. Han terminado siendo cajas de resonancia de los que creen que la política es un oficio de hooligans, de maleducados, de mentirosos, de tramposos. En ellas vemos a líderes sedientos de cargos, a secundarios expertos en agradar al jefe y leer la bazofia que otros les escriben, a desconocidos actuando de meritorios con muchas ganas de ascender. Y todos tratan de agradar para medrar, demostrándonos que les sobra testosterona y mala baba y les falta honestidad y sentido del ridículo. Y así, día a día, maltratan y ensucian "nuestras" instituciones. En el funeral de Estado por las víctimas de la Dana, Virginia Ortiz, una mujer joven, recuperó el discurso político sereno. Dijo que "quien omite su deber es quien comete el acto primigenio que deriva en las muertes”. Y subrayó: "No debemos dejar el rumbo de la sociedad en manos de los que nos alejen del concepto pleno de paz". La dignidad de la democracia encontró refugio en esta mujer. Mientras quede un ciudadano que llame a las puertas de la conciencia pública empleando la herramienta de la palabra contenida y tranquila, existirá la esperanza de que las instituciones se sacudan el barro y puedan volver a presentarse como lo que son: la arquitectura de la inteligencia frente al odio y la barbarie.

jueves, 6 de noviembre de 2025

Víctimas de su desvergüenza

Urge crear una asociación protectora de gentuza autovictimizada, aunque lejos de estar en peligro de extinción están en imparable crecimiento. Los del "me gusta la fruta", "os vamos a triturar" o el "galgo de Paiporta", han cambiado ahora la estrategia y del insulto y el jolgorio han pasado a la lágrima de pacotilla sin solución de continuidad. Primero un tal Mazón, un tipejo que ha generado más barro del que produjo la Dana. Se ha ido -bueno, lo han echado- como un burro con artritis: dando coces. Ha tratado de escurrir el bulto y salvar su imagen recurriendo a lo de siempre: el cinismo, la desvergüenza y una sarta de mentiras cuando ya existen pruebas judiciales que desmienten sus versiones. Se fue reconociendo errores que, acto seguido, atribuyó a los demás: al Gobierno central, a la Aemet, a la Confederación Hidrográfica del Júcar, a los medios e incluso a la opinión pública. Sólo le faltó mencionar a la Caja Rural y a Payasos sin Fronteras. La hediondez moral del personaje solo es superada por aquellos que han llegado a decir que es un ejemplo. Días después le ha tocado a la pareja de la Marquesa de Quirón. El del saxofón y el Maserati, para más señas. En medio del esperpento de un juicio por la filtración de un correo destinado a combatir una mentira propagada por la mano derecha de Ayusita y que, antes de emitirse, ya era Vox Populi, este defraudador confeso ha dicho cosas como:"Me han destrozado la vida", o "me voy de España o me suicido". ¡Pobrecito! Me da tanta pena que ya no pienso en los más de 300.000 € -que se sepa- que nos ha tangado a todos. Tanto él como MAR se han choteado del tribunal, han frivolizado con la mentira, con el bulo, con la situación del Fiscal General y hasta con el suicidio y la salud mental. Después llega el "Campechano" y en sus des-memorias se queja de que su hijo ha sido insensible con él; de que se ha sentido maltratado y humillado por "Sofi; de que la "Leti" no ayudó a la cohesión de sus relaciones familiares; de que el gobierno del "Perro" ha impulsado una “caza de brujas” contra él; y, como buen imbécil sin sensibilidad, añade que "es el único jubilado que no cobra pensión después de 40 años de trabajo". Mazón víctima, al novio de Ayuso le han destrozado la vida, al Emérito lo ha chuleado hasta el elefante..., ya solo falta que a Bonilla le quiten una teta. ¡Que país!

miércoles, 5 de noviembre de 2025

Pobreza educada

Más de cuatro millones de personas viven en España con menos de 644 euros al mes. Como no arman ruido, ni cortan carreteras, ni salen en las fotos, ni a las figuritas mediáticas o a los tertulianos de carnet les sirven para su guerra sucia ideológica, permanecen invisibles y han aprendido a ser pobres sin molestar. Lo que vende es difundir las mentiras e infamias de Mazón; dar "vox" a Santi y los suyos para que desgranen sus falsos discursos supremacistas y cargados de odio; atender a la última bufonada prevaricadora del juez Peinado; empachar al personal con las provocaciones fascistas de Vito Quiles; enseñarnos la bronca continua de la que viven muchos políticos mediocres e incapaces; hablar de las necedades de un fulano deshonesto y vengativo como el Emérito... Ahora la pobreza es educada, esa que compra lo mínimo y para el resto hace cola callada en los comedores sociales, se disculpa por existir; trae algunos tápers de casa de la abuela y procura esconder a sus hijos su precariedad. La pobreza actual ya no huele mal, no llama la atención. En Madrid, el 20% más rico gana cinco veces más que el 80% restante. Pero nadie se escandaliza de que su gobierno haga una política que favorece sistemáticamente a ese 20% mientras se opone a cualquier medida que mejore la vida de los menos pudientes. La desigualdad ya no escandaliza. Nos hemos acostumbrado a que haya quien no pueda calentar la casa, llenar la nevera o pagar el alquiler y cuando la indiferencia sustituye a la justicia, el sistema respira tranquilo: ha logrado domesticar la pobreza. Ha logrado que nos quedemos ciegos, incapaces de ver a esa cuidadora que trabaja por horas, ese inmigrante que trabaja diez horas diarias sin contrato por 400 euros, ese jubilado que empieza a temblar en noviembre. La pobreza de hoy es casi invisible. Crecemos, batimos récords, pero la desigualdad aumenta y niega el futuro. No basta con ayudas que apenas evitan la caída. Hay que tocar lo intocable: alquileres, sueldos, fiscalidad. Por mucho que a ese 20% le joda. Si aceptamos que cuatro millones vivan con 644 euros al mes, no somos un país decente: somos quien ha educado a sus pobres para no molestar. Y mientras, seguimos dando voz a los que nos prometen el oro (que nunca nos darán) y "echar al moro". Pero cuando se deshagan de los más pobres tú habrás bajado un escalón.

martes, 4 de noviembre de 2025

El mar y el camino

Uno intenta, a veces, regresar a la niñez para comprender todo mejor. Allí fui un niño retraído. Mis ojos observaban desde fuera la vida de los otros, que terminaba anudándose en mi garganta. La timidez perpetua del ánimo me destinó a desarrollar la imaginación. La que me falta hoy para ver lo que está por venir. Y ahí estamos, mirando al horizonte, que, por momentos, se ve como un mar oscuro, temido y obstinado. Ola a ola moja el alma, el ánimo, la piel. El cuerpo se sumerge en su inmensidad, inerte y olvidado. Las infinitas maneras pensadas para sobrevivir parecen ahogarse todas juntas. El rumor secreto del agua se desarma y su abismo reprime el único acorde conocido: tic, tac, tic, tac, tic, tac. Una extraña corriente hace converger las dos caras contrapuestas: la vida y la muerte. La oscuridad. La nada. El silencio incoloro. Una insignificante porción de aire que aún habita por dentro deja un cordel de burbujas como guía. Son la posibilidad de elegir. El oxígeno que devuelve la movilidad de los párpados para abrir los ojos, mover el cuerpo, impulsar los brazos. Y una vez más, se deshace el ritual y se recupera el ritmo para transitar el camino. Siempre hacia adelante. Pero tras la bocanada de aire que me trae de regreso, queda todo ese mar celeste de tristeza.

La derecha gestiona bien, por los cojones

Llevan décadas ondeando la bandera de su buena gestión. El problema es que es una bandera de conveniencia, un señuelo más para cazar incautos. La afirmación de que la derecha gestiona bien es un mito, una mentira más, que se desmantela al analizar cómo sus políticas benefician siempre a ciertos sectores a expensas de otros. Las políticas económicas de la derecha tienen profundas implicaciones morales que ésta intenta disimular con supuestos logros económicos. No voy a mirar hacia atrás y recordar, por ejemplo, que Rajoy vació el 90% de la hucha de las pensiones. Cuando inició su primer gobierno (2011) se encontró en ella 67.000 millones. Seis meses antes de dejar el gobierno habían "volado" ya 59.000 millones. ¡Eso es eficacia" Leyendo hoy la prensa, y sin rebuscar mucho, encuentro tres titulares que demuestran cómo gestiona la derecha. El primero: "Más de 5.000 personas han muerto esperando su ayuda de Dependencia en los últimos nueve meses en Andalucía". Los que la reciben tardan, de media, 496 días. Sólo Murcia supera a Andalucía". Segundo: "Las seis universidades públicas de Madrid convocan huelga para protestar por la asfixia económica. El presupuesto que Ayuso destina a las universidades públicas no llega ni al 0,5% del PIB regional". Y tercero: "Las primeras lluvias tras los incendios dejan sin agua potable a miles de personas en Ourense. Los ayuntamientos denuncian la inacción de la Xunta." Es evidente que el mito de que la derecha gestiona bien es sólo una forma de justificar políticas que ahondan las desigualdades económicas. No es casual que se oponga sistemáticamente a cualquier norma que pretenda mejorar salarios, pensiones, condiciones de trabajo o servicios públicos mientras sus primeras medidas, allí donde gobiernan, son siempre subirse los sueldos, repartir chiringuitos y bajar los impuestos de los que más tienen. Que nadie se engañe, la derecha solo gestiona muy bien sus propios intereses y las de las élites a las que favorecen. Esto me hace pensar sobre cómo se crean las identidades y los valores a través de los medios digitales. Cómo éstos pueden manipular a los menos favorecidos para que apoyen a la derecha sin que obtengan beneficios económicos, sino más bien lo contrario.

lunes, 3 de noviembre de 2025

¿Recocilia qué?

Lo clavó aquel eslogan turístico español de los años 60 que rezaba: "España es diferente". Las democracias europeas tienen un poderoso componente fundante que las define y les aporta solvencia ética y política a su convivencia democrática. Ese carácter fundante es el antifascismo. En el caso de España el camino recorrido ha sido justamente el contrario, pues la democracia llega con la restauración monárquica impuesta por un dictador fascista y "obligada" por la evidencia de que una monarquía tutelada por una dictadura era inviable en la Europa del último cuarto del siglo XX. De ahí se derivan muchos problemas, pues la democracia se impuso sin tocar un ápice las estructuras de una dictadura que, no fue ya vencida, es que ni tan siquiera fue amonestada. El jefe del Estado fue el que el caudillo había designado y formado. Los jueces que un viernes salieron del Tribunal de Orden Público ocuparon el lunes sus mismos despachos en la Audiencia Nacional. Ni un solo militar de alta graduación fue, ni tan siquiera, enviado a la reserva. Los policías de la Brigada Político Social siguieron en sus comisarías y, algunos de ellos, acabarían condecorados por sus servicios. Los antiguos ministros de Franco fueron los encargados de organizar la derecha democrática. Esa singularidad morbosa del origen de nuestra derecha explica todavía hoy sus pulsiones autoritarias y su negativa a condenar la dictadura. Esa es la base de la Transición en España, basada en una torticera interpretación de la "reconciliación", usada como un obstáculo para revisar o confrontar el pasado de manera honesta; y la "concordia" impuesta como forma de hacer caso omiso de los agravios y las heridas pasadas, en lugar de resolverlos de forma significativa. Es curioso que las memorias del "Campechano" se titulen "Reconciliación" (Yo creo que son des-memorias y podrían llamarse "Recochineo") y que éste y sus lacayos mediáticos y bufones varios estén ahora obsesionados por recuperar el "espíritu de Concordia". ¿Tendrá esto algo que ver con esas "leyes de concordia" que impulsan PP y Vox (cada vez más proclives a defender y exaltar al Franquismo) que sustituyen -con la intención de cargarse su intento de justicia y reparación- a la Ley de Memoria Democrática? Que cada uno ate cabos.